“¡Oh, Cristianos! Tiempo es de defender a vuestro Rey y de
acompañarle en tan grande soledad, que son muy pocos los vasallos que le han
quedado y mucha la multitud que acompaña a Lucifer; y lo que es peor, es que se
muestran amigos en lo público y véndenle en lo secreto; casi no se halla de quien fiar”. Santa Teresa de Jesús
CARTA DE MONSEÑOR FELLAY AL PAPA BENEDICTO XVI EL
17 DE JUNIO DE 2012.-
FRATERNIDAD
SACERDOTAL
SAN
PIO X
A
Su Santidad el Papa Benedicto XVI.
Santísimo Padre,
Usted me ve confundido, en el momento en que
le tocan rudas pruebas y respecto de las cuales le aseguro mis pobres
oraciones, de presentarle un problema suplementario más que consolaciones.
En efecto, el miércoles 13 de junio por la tarde,
el Cardenal Levada me entregó, durante un encuentro que fue cordial, una
declaración doctrinal que yo no podré firmar. No tomando en cuenta la súplica
de no retocar la proposición que yo había entregado, a causa de las
consecuencias que esto acarrearía, el nuevo texto retoma casi todos los puntos
del Preámbulo de septiembre de 2011 que planteaba dificultades y que me vi
forzado a descartar.
Desgraciadamente, en el contexto actual de la Fraternidad,
la nueva declaración no pasará.
Reconozco no saber que pensar. Creí comprender que usted estaba
dispuesto a dar largas la resolución de los desacuerdos todavía en curso sobre
cierto puntos del Concilio y de la reforma litúrgica, un poco como en el
Concilio de Florencia se pasó por alto la cuestión del divorcio por causa de
adulterio con los griegos para llegar a pesar de todo a la unión, y yo me
comprometí en esta perspectiva a pesar de la oposición bastante fuerte en las
filas de la Fraternidad y al precio de trastornos importantes. Y tengo toda la
intención de continuar haciendo todos mis esfuerzos para proseguir por este
camino con el fin de llegar a las clarificaciones necesarias.
Ahora parece que me equivoqué y que verdaderamente se pide la
aceptación total de los puntos litigiosos antes de ir más adelante… Si alguna
de mis recientes declaraciones añaden una nueva dificultad, lo lamento, pero
fue también por razón de claridad.
Además, vista la oposición masiva que se prepara en
ciertos medios de la Iglesia que piensan volver imposible la actividad de la
nueva prelatura, vista la presión incluso de ciertos Estados, me pregunto cómo
el proyecto podrá ser realizado en estas circunstancias.
Me parece que solamente usted puede todavía cambiar el curso de
los acontecimientos que se perfilan. Evidentemente no se trata por mi parte de
ejercer cualquier presión, sino simplemente de exponerle los hechos y de saber
si me equivoco en cuanto a sus intenciones sobre nuestra situación. Si usted lo
considera oportuno, en este momento tan delicado, me atrevo a pedir de vuestra
bondad una audiencia (lo más discreta posible) a fin de escuchar de vuestra
boca vuestra apreciación respecto de nosotros.
Dígnese
Vuestra Santidad en creer en mi devoción filial y en mi deseo más caro de
servir a la santa Iglesia.
Menzingen,
domingo 17 de junio de 2012
+Bernard
Fellay