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lunes, 25 de enero de 2021

EL SANTO ABANDONO (3. OBEDIENCIA A LA VOLUNTAD DE DIOS SIGNIFICADA)

 


CAPITULO 1

CAPITULO 2

3. OBEDIENCIA A LA VOLUNTAD DE DIOS SIGNIFICADA

Dejamos ya establecido que la voluntad de Dios, tomada

en general, es la sola regla suprema, y que se avanzará en

perfección a medida que el alma se conforme con ella. Bajo

cualquier forma en que llegue hasta nosotros, sea como

voluntad significada o de beneplácito, es siempre la voluntad

de Dios, igualmente santa y adorable. La obra, pues, de

nuestra santificación implica la fidelidad a una y a otra. Sin

embargo, dejando por el momento a un lado el beneplácito

divino, querríamos hacer resaltar la importancia y necesidad

de adherirnos de todo corazón y durante toda nuestra

existencia a la voluntad significada, haciendo de ella el fondo

mismo de nuestro trabajo. Al fin de este capítulo daremos la

razón de nuestra insistencia sobre una verdad que parece

evidente.


La voluntad de Dios significada entraña, en primer lugar,

los mandamientos de Dios y de la Iglesia, y nuestros deberes

de estado. Estos deben ser, ante todo, el objeto de nuestra

continua y vigilante fidelidad, pues son la base de la vida

espiritual; quitadla y veréis desplomarse todo el edificio.

«Teme a Dios -dice el Sabio-, y guarda sus mandamientos,

porque esto es el todo del hombre». Podrá alguien figurarse

que las obras que sobrepasan el deber santifican más que las

de obligación, pero nada más falso. Santo Tomás enseña que

la perfección consiste, ante todo, en el fiel cumplimiento de la

ley. Por otra parte, Dios no podría aceptar favorablemente

nuestras obras supererogatorias, ejecutadas con detrimento

del deber, es decir, sustituyendo su voluntad por la nuestra.

La voluntad significada abraza, en segundo lugar, los

consejos. Cuando más los sigamos en conformidad con

nuestra vocación y nuestra condición, más semejantes nos

harán a nuestro divino Maestro, que es ahora nuestro amigo y

el Esposo de nuestras almas y que ha de ser un día nuestro

Soberano Juez. Ellos nos harán practicar las virtudes más

agradables a su divino corazón, tales como la dulzura, y la

humildad, la obediencia de espíritu y de voluntad, la castidad

virginal, la pobreza voluntaria, el perfecto desasimiento, la

abnegación llevada hasta el sacrificio y olvido de nosotros

mismos; en ellos también encontraremos el consiguiente

tesoro de méritos y santidad. Observándolos con fidelidad

apartaremos los principales obstáculos al fervor de la caridad,

los peligros que amenazan su existencia; en una palabra, los

consejos son el antemural de los preceptos. Según la

expresión original de José de Maistre:


 «Lo que basta no basta.

El que quiere hacer todo lo permitido, hará bien pronto lo que

no lo está; el que no hace sino lo estrictamente obligatorio,

bien pronto no lo hará completamente.»


La voluntad significada abraza por último las inspiraciones

de la gracia. «Estas inspiraciones son rayos divinos que

proyectan en las almas luz y calor para mostrarles el bien y

animarlas a practicarlo; son prendas de la divina predilección

con infinita variedad de formas; son sucesivamente y según

las circunstancias, atractivos, impulsos, reprensiones,

remordimientos, temores saludables, suavidades celestiales,

arranques del corazón, dulces y fuertes invitaciones al

ejercicio de alguna virtud. Las almas puras e interiores reciben

con frecuencia estas divinas inspiraciones, y conviene mucho

que las sigan con reconocimiento y fidelidad.» ¡ Es tan valioso

el apoyo que nos prestan! ¡Con cuánta razón decía el Apóstol:

«No extingáis el espíritu» , es decir, no rechacéis los piadosos

movimientos que la gracia imprime a vuestro corazón!

¿Necesitaremos añadir que la voluntad significada nos

mandará, nos aconsejará, nos inspirará durante todo el curso

de nuestra vida? Siempre tendremos que respetar la autoridad

de Dios, pues nunca seremos tan ricos que podamos creernos

con derecho a desechar los tesoros que su voluntad nos haya

de proporcionar. Guardar con fidelidad la voluntad significada

es nuestro medio ordinario de reprimir la naturaleza y cultivar

las virtudes; por que la naturaleza nunca muere, y nuestras

virtudes pueden acrecentarse sin cesar. Aunque mil años

viviéramos y todos ellos los pasáramos en una labor asidua,

nunca llegaríamos a parecernos en todo a Nuestro Señor y ser

perfectos como nuestro Padre celestial.

No debemos omitir que para un religioso sus votos, sus

Reglas y la acción de los Superiores constituyen la principal

expresión de la voluntad significada, el deber de toda la vida y

el camino de la santidad.




Nuestras Reglas son guía absolutamente segura. La vida

religiosa «es una escuela del servicio divino», escuela

incomparable en la que Dios mismo, haciéndose nuestro

Maestro, nos instruye, nos modela, nos manifiesta su voluntad

para cada instante, nos explica hasta los menores detalles de

su servicio. El es quien nos asigna nuestras obras de

penitencia, nuestros ejercicios de contemplación, las mil

observancias con que quiere practiquemos la religión, la

humildad, la caridad fraterna y demás virtudes; nos indica

hasta las disposiciones íntimas que harán nuestra obediencia

dulce a Dios, fructuosa para nosotros. Esto supuesto, ¿qué

necesidad tenemos -dice San Francisco de Sales- que Dios

nos revele su voluntad por secretas inspiraciones, por visiones

y éxtasis? Tenemos una luz mucho más segura, «el amable y

común camino de una santa sumisión a la dirección así de las

Reglas como de los Superiores. »«En verdad que sois

dichosas, hijas mías -dice en otra parte-, en comparación con

los que estamos en el mundo. Cuando nosotros preguntamos

por el camino, quién nos dice: a la derecha; quién, a la

izquierda; y, en definitiva, muchas veces nos engañan. En

cambio vosotras no tenéis sino dejaros conducir,

permaneciendo tranquilamente en la barca. Vais por buen

derrotero; no hayáis miedo. La divina brújula es Nuestro

Señor; la barca son vuestras Reglas; los que la conducen son

los Superiores que, casi siempre, os dicen: Caminad por la

perpetua observancia de vuestras Reglas y llegaréis

felizmente a Dios. Bueno es, me diréis, caminar por las

Reglas; pero es camino general y Dios nos llama mediante

atractivos particulares; que no todas somos conducidas por el

mismo camino. -Tenéis razón al explicaros así; pero también

es cierto que, si este atractivo viene de Dios, os ha de

conducir a la obediencia».


Nuestras Reglas son el medio principal y ordinario de

nuestra purificación. La obediencia, en efecto, nos despega y

purifica por las mil renuncias que impone y más aún por la

abnegación del juicio y de la voluntad propia que, según San

Alfonso, son la ruina de las virtudes, la fuente de todos los

males, la única puerta del pecado y de la imperfección, un

demonio de la peor ralea, el arma favorita del tentador contra

los religiosos, el verdugo de sus esclavos, un infierno

anticipado. Toda la perfección del religioso consiste, según

San Buenaventura, en la renuncia de la propia voluntad; que

es de tal valor y mérito, que se equipara al martirio; pues si el

hacha del verdugo hace rodar por tierra la cabeza de la

víctima, la espada de la obediencia inmola a Dios la voluntad

que es la cabeza del alma.»


Nuestras Reglas son mina inagotable para el cielo, y

verdadera riqueza de la vida religiosa. Contra la obediencia,

en efecto, no hay sino pecado e imperfección; sin ella, los

actos más excelentes desmerecen; con ella lo que no está

prohibido llega a ser virtud, lo bueno se hace mejor. «Introduce

en el alma todas las virtudes, y una vez introducidas las

conserva», multiplica los actos del espíritu, santificando todos

los momentos de nuestra vida; nada deja a la naturaleza, sino

todo lo da a Dios. El divino Maestro, según la bella expresión

de San Bernardo, «ha hecho tan gran estima de esta virtud,

que se hizo obediente hasta la muerte, queriendo antes perder

la vida que la obediencia». Por eso todos los santos la han

ensalzado a porfía y han cultivado con ardiente celo esta

preciosa virtud tan amada de Nuestro Señor. El Abad Juan

podía decir, momentos antes de presentarse a Dios, que él

jamás había hecho la voluntad propia. San Dositeo, que no

podía practicar las duras abstinencias del desierto, fue con

todo elevado a un muy alto grado de gloria después de solos

cinco años de perfecta obediencia. San José de Calasanz

llamaba a la religiosa obediente, piedra preciosa del

Monasterio. La obediencia regular era para Santa María

Magdalena de Pazzis el camino más recto de la salvación

eterna y de la santidad. San Alfonso añade: 


«Es el único

camino que existe en la religión para llegar a la salvación y a

la santidad, y tan único, que no hay otro que pueda conducir a

ese término... Lo que diferencia a las religiosas perfectas de

las imperfectas, es sobre todo la obediencia.» 


Y según San

Doroteo, «cuando viereis un solitario que se aparta de su

estado y cae en faltas considerables, persuadíos de que

semejante desgracia le acontece por haberse constituido guía

de sí mismo. Nada, en efecto, hay tan perjudicial y peligroso

como seguir el propio parecer y conducirse por propias

luces» .


«La suma perfección -dice Santa Teresa- claro es que no

está en regalos interiores, ni en grandes arrobamientos, ni en

visiones, ni en espíritu de profecía, sino en estar nuestra

voluntad tan conforme con la de Dios, que ninguna cosa

entendamos que quiere, que no la queramos con toda nuestra

voluntad y tan alegremente tomemos lo amargo como lo

sabroso, entendiendo que lo quiere su Majestad.» De ello

ofrece la santa diversas razones; después añade: «Yo creo

que, como el demonio ve que no hay camino que más presto

llegue a la suma perfección que el de la obediencia, pone

tantos disgustos y dificultades debajo de color de bien.» La

santa conoció personas sobrecargadas por la obediencia de

multitud de ocupaciones y asuntos, y, volviéndolas a ver

después de muchos años, las hallaba tan adelantadas en los

caminos de Dios que quedaba maravillada. « ¡ Oh dichosa

obediencia y distracción por ella, que tanto pudo alcanzar!» .

San Francisco de Sales abunda en el mismo sentir: «En

cuanto a las almas que, ardientemente ganosas de su

adelantamiento, quisieran aventajar a todas las demás en la

virtud, harían mucho mejor con sólo seguir a la comunidad y

observar bien sus Reglas; pues no hay otro camino para llegar

a Dios.» Era Santa Gertrudis de complexión débil y enfermiza,

por lo que su superiora la trataba con mayor suavidad que a

las demás, no permitiéndole las austeridades regulares.

«¿Qué diréis que hacía la pobrecita para llegar a ser santa?

Someterse humildemente a su Madre, nada más; y por más

que su fervor la impulsase a desear todo cuanto las otras

hacían, ninguna muestra daba, sin embargo, de tener tales

deseos. Cuando le mandaban retirarse a descansar, hacíalo

sencillamente y sin replicar; bien segura de que tan bien

gozaría de la presencia de su Esposo en la celda como si se

encontrara en el coro con sus compañeras. Jesucristo reveló a

Santa Matilde que si le querían hallar en esta vida le buscasen

primero en el Augusto Sacramento del Altar, después en el

corazón de Gertrudis.» Cita el piadoso doctor otros ejemplos y

luego añade: «Necesario es imitar a estos santos religiosos,

aplicándonos humilde y fervorosamente a lo que Dios pide de

nosotros y conforme a nuestra vocación, y no juzgando poder

encontrar otro medio de perfección mejor que éste» .


«Y a la verdad, siendo Dios mismo quien nos ha escogido

nuestro estado de vida y los medios de santificarnos, nada

puede ser mejor ni aun bueno para nosotros, fuera de esta

elección suya. Santa fue por cierto la ocupación de Marta, dice

un ilustre Fundador; santa también la contemplación de

Magdalena, no menos que la penitencia y las lágrimas con

que lavó los pies del Salvador; empero todas estas acciones,

para ser meritorias, hubieron de ejecutarse en Betania, es

decir, en la casa de la obediencia, según la etimología de esta

palabra; como si Nuestro Señor, según observa San Bernardo,

hubiera querido enseñarnos con esto que, ni el celo de las

buenas obras, ni la dulzura en la contemplación de las cosas

divinas, ni las lágrimas de la penitencia le hubiesen podido ser

agradables fuera de Betania» .


La obediencia a la voluntad de Dios significada es, por

consiguiente, el medio normal para llegar a la perfección. Y no

es que queramos desestimar, ni mucho menos, la sumisión a

la voluntad de beneplácito, antes proclamamos su alta

importancia y su influencia decisiva. Pues Dios con esa su

voluntad nos depara y escoge los acontecimientos en vista de

nuestras particulares necesidades, prestando de esta manera

a la acción benéfica de nuestras reglas un apoyo siempre

utilísimo y a veces un complemento necesario; apoyo y

complemento tanto más precioso cuanto nos es más personal,

al contrario de las prescripciones de nuestras reglas, que por

fuerza han de ser generales. Sin embargo, no es menos cierto

que la obediencia a la voluntad significada sigue siendo, en

medio de los sucesos accidentales y variables, el medio fijo y

regular, la tarea de todos los días y de cada instante. Por ella

es preciso comenzar, por ella continuar y por ella concluir.

Hemos juzgado conveniente recordar esta verdad capital al

principio de nuestro estudio, a fin de que los justos elogios que

han de tributarse al Santo Abandono no exciten a nadie a

seguirle con celo exclusivo, como si él fuera la vía única y

completa. Forma, a no dudarlo, una parte importante del

camino, pero jamás podrá constituir la totalidad. De otra

suerte, ¿para qué guardamos la obediencia? Al descuidaría

nos perjudicaríamos enormemente, sobre todo si se atiende a

que durante todo el día, desde que el religioso se levanta

hasta que se acuesta, casi no hay momento en que le deje de

la mano y en que no lo dirija con alguna prescripción de regla;

además, que la voluntad de Dios sea significada de antemano

o declarada en el curso de los acontecimientos, siempre tiene

la obediencia los mismos derechos e impone los mismos

deberes y no nos es dado escoger entre ella y el abandono;

ambos deben ir de acuerdo y en unión estrechísima.


Ofrécese la oportunidad de señalar aquí ciertas

expresiones peligrosas. Decir, por ejemplo, que Dios «nos

lleva en brazos» o que nos hace adelantar «a largos pasos»

en el abandono, y al revés que nosotros damos «nuestros

cortos pasos» en la obediencia, ¿no es acaso rebajar el precio

de ésta y encarecer con exceso el valor del primero?

Si sólo se considera su objeto, la obediencia, es cierto, nos

invita por lo regular a dar pasos cortitos; mas, pudiéndose

contar éstos por cientos y por miles al día, su misma

multiplicidad y continuidad nos hacen ya adelantar muchísimo.

La constante fidelidad en las cosas pequeñas está muy lejos

de ser una virtud mediocre; antes bien, es un poderoso medio

de morir a sí mismo y de entregarse todo a Dios; es,

llamémosle con su verdadero nombre, el heroísmo oculto. Por

lo demás, ¿Qué impide que nuestros pasos sean siempre

largos y aun más largos? Para ello no es necesario que el

objeto de la obediencia sea difícil o elevado, basta que las

intenciones sean puras y las disposiciones santas. La

Santísima Virgen ejecutaba acciones en apariencia

vulgarísimas, mas ponía en ellas toda su alma,

comunicándoles así un valor incomparable. ¿No podríamos,

en la debida proporción, hacer nosotros otro tanto?

El abandono a su vez se ejercitará más frecuentemente en

cosas menudas que en pruebas fuertes. Además, no es cierto

que Dios por su voluntad de beneplácito nos «lleve en brazos»

y nos haga avanzar sin trabajo alguno de nuestra parte.

Ordinariamente al menos, pide activa cooperación y personal

esfuerzo del alma, cuyo espiritual aprovechamiento guarda

relación con esa su buena voluntad. Y al revés, ocasiones

habrá en que por desgracia contrariemos la acción de Dios,

enorgulleciéndonos en 1a prosperidad, rebelándonos en la

adversidad; en cuyo caso también caminaremos a largo

pasos, pero hacia atrás.


Dos cosas dejamos, pues, asentadas: primera, que

debemos respetar ambas voluntades divinas, esto es,

obedecer generosamente a la voluntad significada y

abandonarnos con confianza a la de beneplácito; y segunda,

que así en la obediencia como en el abandono Dios no quiere

en general santificarnos sin nosotros; siendo, por tanto,

necesario que nuestra acción concurra con la divina, y ello en

tal forma que la buena voluntad venga a ser la indicadora de

nuestro mayor o menor progreso.



domingo, 24 de enero de 2021

La Religion Demostrada Parte 3

LA NUEVA SSPX NO SUPO DEFENDER LA FE Y SE ALEJO DE LA MORAL (RECOMIENDAN VACUNAS ILICITAS)

 

En la primera parte de este polémico tema hablamos de su validez y licitud, es decir, si ante los argumentos demostrados, había una obligación ética de recibir dicha vacuna sin incluir la opinión de la Iglesia católica en esto,  nos vimos obligados a desarrollar el punto de vista católico en virtud de que una Congregación "conservadora" con argumentos idílicos pretende demostrar la validez de la aplicación de la vacuna sobre todo de la mas peligrosa como la Pfizer-Moderna que también, con argumentos muy retorcidos que el Vaticano aprobó.

Explicado este ejemplo pasemos la la vacuna mas grave covid-19 de Pfizer-Moderna, aunque esto no quita que las otras no sean también graves para la cual conviene dejar en claro tres cosas que necesariamente se desprenden del estudio científico y ético:

SU CUESTION MORAL (continuación)

En cuanto a lo científico se deben tomar en cuenta tres cosas: la vacuna está tomada de células fetales según se dice son de fetos del año 1960; segundo son células que no pasaron la apóptosis o sea son células vivas y no muertas y ellas son el origen del  CANCER o pueden predisponer al cancer; tercero pueden alterar genomas humano o ADN haciéndolo manipulable en el cual pueden meter material genético informativo para el control masivo de las masas; cuarto SON CELULAS QUE HARAN ESTERILES A LOS HOMBRES con el fin de controlar la natalidad so pretexto de que en el mundo ya hay muchos habitantes; la inmensa cadena de corrupción que rodea a esta vacuna calculada en miles y miles de millones y su tiempo récord de producción.

Tomando tan solo estas cinco razones sin hablar de los efectos colaterales o secundarios que ya se están produciendo en el mundo mas puntualmente en Estados Unidos e Inglaterra, podemos concluir que esta vacuna es intrínsecamente MALA Y NO ADMITE PARVEDAD DE MATERIA solo se puede argüir una ignorancia crasa o supina, pero ello no hace a la participación formal o material desde el punto de vista teológico moral.

Sin embargo, la Neo Fraternidad San Pio X, la “Única que ostenta la fe” no es coherente con tales principios contenidos en el deposito fidei y asegura la licitud de estas vacunas abortivas para sus fieles, sus argumentos son fútiles e insidiosos (al fin del articulo dejamos el enlace del articulo escrito por el Padre Selegny) Helos aquí:

 

Juicio moral según los principios establecidos por este padre de la Neo Fraternidad San Pío X. Escribe el Padre Selegny

Nota. Lo encerrado entre corchetes es del Padre que refuta la posición del Padre Selegny.

“Dado que algunas de las vacunas propuestas no se prepararon ilícitamente, no plantean un problema moral para su uso desde este punto de vista. Por lo tanto, deben preferirse a otros.

Aquellos que han utilizado una preparación moralmente ilícita deben evitarse tanto como sea posible.

Pero, ¿qué pasa si, en un caso particular, una persona encuentra la necesidad de ser vacunada y no puede obtener una vacuna "lícita", teniendo sólo una vacuna "ilícita" disponible? Esto puede ocurrir por motivos de salud (persona mayor vulnerable), o por la situación profesional (personal médico expuesto) o por motivos profesionales, como viajar en avión. Ya existe al menos una aerolínea, Quantas en este caso, que advirtió que, tan pronto como las vacunas estén disponibles, será necesaria la vacunación para aceptar un pasajero. Es muy probable que muchas aerolíneas asuman rápidamente este requisito.

Como la cooperación es solo distante y la razón dada es suficientemente seria, en estos casos es posible utilizar la vacuna (abortiva)…"... Aquellas [vacunas] que han usado una preparación moralmente ilícita deben ser evitadas en la medida de lo posible.

[CONTRADICCIÓN] Pero ¿qué pasa si, en un caso particular, una persona considera necesario ser vacunada y no puede obtener una vacuna “lícita”, teniendo sólo una vacuna “ilícita” [hecha con células de fetos abortados] disponible? Esto puede ocurrir por razones de salud (persona mayor vulnerable), o por la situación profesional (personal médico expuesto) o por razones profesionales, como viajar en avión. [sic!] (...)

Como la cooperación es sólo distante, [sic] y la razón dada es suficientemente seria, es posible en estos casos utilizar tal vacuna [ilícita]. Además, queda a cada individuo juzgar, con la ayuda de un consejo apropiado, esta necesidad real". [sic!]

 

Comentario nuestro

 El artículo citado concluye que en ciertos casos está permitido recibir una vacuna gravemente “ilícita”, es decir, inmoral.

El artículo se equivoca totalmente sobre este tema moral tan crucial para las conciencias de los católicos al exponer:

tres excepciones falsas;

una circunstancia falsa;

una conclusión sorprendente.

A. *EXCEPCIONES FALSAS.*

El artículo propone tres excepciones falsas que permitirían recibir una vacuna ILÍCITA.

Este artículo CONTRADICE los mismos principios morales que enumera al principio, al concluir que finalmente, por razones “serias” (que en realidad NO lo son) , los fieles pueden hacerse vacunar con la vacuna producida ILÍCITA O INMORALMENTE contra el Covid-19.

*Falsas razones graves invocadas: * (1) para salvar la vida de los ancianos vulnerables, (2) para no contaminarse en el trabajo medical; (3) para poder viajar en avión (sic!).

Esas falsas razones no tienen fundamentos serios.

Sobre (1): Hay otros medios menos peligrosos para evitar que los ancianos vulnerables se contagien del Coronavirus;

Sobre (2): Es cierto que la contaminación del personal médico es un riesgo que existe siempre en este tipo de trabajo. Pero no hay que confundir contaminación y mortalidad. La mortalidad del Covid-19 es sólo del 0,02%, igual e incluso menor que muchas otras patologías a las que está también expuesto el personal médico.

Sobre (3): ¿Poder viajar en avión es algo tan importante que justifica aceptar algo inmoralmente grave? Es obvio que no.

En consecuencia, las tres razones invocadas por el artículo no son suficientes para recibir una vacuna “ilícita”; algo que es gravemente inmoral.

B. *CIRCUNSTANCIA FALSA: *

No es cierto que la cooperación es sólo “distante” en relación con el aborto de donde se sacaron las células de embriones abortados con las que elaboró la vacuna ilícita. El autor confunde “distante” en el tiempo con “distante” moralmente. En otras palabras: el hecho de que el aborto, de donde se sacaron esas células, haya sido hecho hace muchos años no minimiza ni atenúa la inmoralidad INTRÍNSECA del aborto, al que se colaboraría directamente al ponerse esa vacuna.

C. *UNA CONCLUSIÓN SORPRENDENTE...*

Es sorprendente que el autor del artículo deja finalmente al lector de decidir por sí mismo de hacerse vacunar o no... ¿Cómo van los fieles a juzgar por ellos mismos, si los sacerdotes no les dan los buenos principios y las verdaderas premisas?

Habría libertad de escoger cualquier vacuna si se tratara de todas buenas, pero aquí no es el caso. No es pues lícito en conciencia hacerse poner una vacuna (y no sólo contra el Coronavirus) para cuya elaboración se han utilizado células sacadas de fetos abortados. No hay lugar a ninguna “excepción,” porque el aborto directo es intrínsecamente malo.

OMISIONES GRAVES.

Hay que agregar que el artículo OMITE mencionar que la casi totalidad de las vacunas que se están produciendo hoy supuestamente para prevenir el Covid-19 son:

(1) PELIGROSÍSIMAS: porque destinadas a cambiar genéticamente al recipiente para crear infertilidad en masa entre la población mundial.

(2) INNECESARIAS: porque el riesgo de morir del Covid es del 0,02% y todas estas vacunas están basadas en una técnica genética que NUNCA antes había sido utilizada en seres humanos;

(3) INEFICACES: porque la mayoría de esas vacunas funcionan sólo por varios meses como ya lo han declarado sus mismos productores.

AUSENCIA DE CONTEXTO GLOBAL.

Pero sobre todo el artículo pasa por alto el aspecto más grave de estas vacunas: su CONTEXTO GLOBAL.

Todos sabemos que esta campaña MUNDIAL de vacunación, NUNCA VISTA en la historia de la humanidad, corresponde a un PLAN satánico urdido por la ONU, la OMS y la Industria Farmacéutica para reducir masivamente la población mundial y acabar de implantar el Nuevo Orden Mundial.

Es un plan que se viene preparando desde hace varias generaciones y que está pasando a una “velocidad superior” con el falso pretexto del Covid-19.

Denunciar este plan no es una “teoría conspiradora” sino un HECHO, que aparece cada día más claro ante los ojos de quienes se mantienen informados independientemente de los medios oficiales de comunicación.

Ese plan masónico de disminuir radicalmente la población mundial y de destruir la Religión Católica, se ha estado implantando progresivamente después de la Segunda Guerra Mundial, con la promoción masiva del divorcio, de la contracepción, del aborto, de la “educación sexual,” de la eutanasia, y de la “ideología del género.” Ese plan pasa ahora a una nueva etapa con la esterilización a largo plazo de un gran número de la población mundial, utilizando como instrumento una “vacuna” transgénica, supuestamente para prevenir el Covid-19.

APENDICE

 ¿Otro artículo PEOR sobre el tema fue publicado por la FSSPX en su sitio Internet de los EEUU el 19 de noviembre de 2020 titulado “Can a Catholic in Good Conscience Receive a Coronavirus Vaccine? - ¿Puede recibir un católico en conciencia la vacuna contra el Coronavirus?”

El artículo, al generar muchas críticas por parte de católicos, fue retirado el 4 de diciembre y reemplazado por el otro artículo del P. Sélegny que citamos y comentamos más arriba, pero como vimos llega a las mismas conclusiones.

El pasaje más significativo del artículo publicado el 19 de noviembre afirma lo siguiente:

“1. Cuando existe la opción de aceptar una vacuna o un tratamiento de igual eficacia, un católico está obligado a elegir esta vacuna en lugar de una desarrollada con células fetales [de un aborto].

2. Cuando no hay opción de elegir una vacuna alternativa, está permitido una producida con células fetales [de un aborto].

3. Hay que tener en cuenta que en 2020 no hay “escapatoria” a las vacunas y tratamientos (incluidos los que no son para el Coronavirus) que tengan sus derivados a partir de células fetales. Una estricta posición “sin células fetales” es probablemente imposible para cualquiera que tome terapias modernas”

COMENTARIO:

Sobre 1. El principio moral es correcto porque siempre hay que elegir el bien y evitar el mal.

Sobre 2. ¡Pero el artículo se contradice al decir que está permitido hacerse poner una vacuna que ha sido elaborada con células de fetos abortados(sic)! Contradice el principio que dice “No hagamos un mal para obtener un bien.” (Rom. 3:8), y más aún cuando se trata de abortos provocados que son INTRÍNSECAMENTE MALOS.

Sobre 3. Es totalmente falso que no hay otra alternativa para prevenir el Coronavirus. Esa afirmación es parte de la propaganda falaciosa de los que están detrás del plan de vacunación masiva mundial.

Cabe agregar que el artículo se basa en una decisión del “magisterio pos-conciliar” para justificar su conclusión. En efecto, cita una decisión tomada por la Academia Pontifica por la Vida en el 2005... ¿Ahora, la FSSPX considera las decisiones del “magisterio pos-conciliar” como si formaran parte del verdadero Magisterio de la Iglesia?

CONCLUSIÓN FINAL.

Muchos sabíamos que, sobre todo desde el 2012, la Fraternidad San Pío X había cambiado en posiciones doctrinales importantes para favorecer un acuerdo práctico con la Roma modernista. Ahora pasan a una etapa nunca vista antes que consiste en ceder en principios MORALES que la lleva, lo quieran o no sus miembros y sus fieles, a volverse colaboradores de hecho del Nuevo Orden Mundial, al llamar a “obedecer” a mandatos inmorales de los enemigos de Dios.

Éste paso grave debe llevar a sus miembros y a sus fieles a reconsiderar el apoyo que le están dando a los dirigentes de esa Congregación y a apartase de esa organización.

Una vez más constatamos aquí que los pastores de la FSSPX no defienden las “ovejas” entregándolas entre las manos del “lobo feroz” ... En síntesis, la Fraternidad San Pío X, contrariamente a su misión, no guía ni protege a los fieles frente al doble peligro de perder sus almas y sus vidas, y así se vuelve cómplice de los enemigos de Dios.

 

“EL VATICANO CONSIDERA “LICITAS” LAS VACUNAS CONTRA EL COVID FABRICADAS CON CÉLULAS DE FETOS ABORTADOS” (sic)

 

Como era de esperarse, la iglesia conciliar, en un documento publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, acaba de aprobar las vacunas contra el Covid-19, a pesar de reconocer el documento mismo que muchas de ellas han sido fabricadas usando células de fetos abortados. (sic)

La afirmación del Vaticano que califica sólo de “cooperación material” (= no culpable) al aborto por parte de los que reciben esa vacuna es FALSA al contradecir gravemente los principios de la Moral Católica, y en particular el que nos enseña que no se puede colaborar a un mal para obtener un bien (Cf. San Pablo en Carta a los Romanos 3:8) He aquí la cita:

Es "moralmente aceptable utilizar vacunas anti-Covid-19 que han utilizado líneas celulares de fetos abortados en su proceso de investigación y producción". En el caso de la actual pandemia "todas las vacunas reconocidas como clínicamente seguras y eficaces pueden utilizarse con la certeza de que el recurso a esas vacunas no significa una cooperación formal con el aborto del que se derivaron las células de las que se produjeron las vacunas". Esto fue declarado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en una nota firmada por el Prefecto, Cardenal Luis Ladaria, y el secretario, arzobispo Giacomo Morandi, explícitamente aprobada por el Papa Francisco el 17 de diciembre.

 

Por último, la Congregación para la Doctrina de la Fe define como "un imperativo moral" garantizar que "las vacunas eficaces y éticamente aceptables" sean accesibles "también a los países más pobres y de manera que no les resulte costoso", porque la falta de acceso a las vacunas "se convertiría en otro motivo de discriminación e injusticia".

FUENTES:

R. P. Arturo Vargas Meza

Dra. Carrie Madej (medicina interna)

Dr. Víctor Arízaga Ballesteros médico pediatra.

VINCULOS

https://sspx.org/en/news-events/news/it-morally-permissible-use-covid-19-vaccine-62290

https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2020-12/doctrina-fe-califica-vacunas-covid-moralmente-aceptables.html

martes, 19 de enero de 2021

PALABRAS DE MONS FELLAY SOBRE EL ACUERDO CON LA IGLESIA CONCILIAR (re publicación 2019)

 


Muchos prelados y fieles de la nueva FSSPX, han negado, las concesiones doctrinales de mons. Fellay. (Declaración Doctrinal 2012). Estas concesiones doctrinales son materia suficientemente grave para alejarse de una Congregación, otrora defensora de la Fe, pero ahora es negociante de la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo. 

De la misma  forma desde el 2013 estos prelados "fieles" y algunos seglares "fieles" [entrecomillas porque son fieles a los intereses de monseñor Fellay, no a los de la Iglesia Católica]: han negado los acercamientos para un acuerdo de reconocimiento canónico con la falsa iglesia conciliar. En ese mismo 2013 tan evidente fue el acuerdismo que el Superior de Distrito de México, y superiores de otros prioratos prohibieron el "internet" para mantener ciegos y mudos a los que deseaban saber que realmente sucedía. También en México, hubo persecución de fieles de la FSSPX, que rechazaron el acuerdismo y el compromiso doctrinal, respecto a estos detalles habrá otros artículos.

Respecto a la regularización canónica sabemos que si la FSSPX, se hubiera mantenido fiel a los principios de la Iglesia Católica, no buscarían jamás de ninguna regularización canónica puesto que el estado de necesidad da licitud a toda la obra de Mons. Lefebvre, obra de la Iglesia Católica, como el dijo muchas veces. Reconocer a la iglesia conciliar como Católica es mezclar el error con la Verdad.
La iglesia concilar ya no tiene las notas características de la Iglesia Católica (Una, Santa, Católica y Apostólica).

A pesar de todo esto, ya aparece desde hace un buen tiempo, en su sitio oficial (DICI) una entrevista de Mons. Fellay en favor de la regularización canónica, sin que nadie de entre sus propias filas, levante la voz y defienda  los intereses de NSJ. Se puede leer cómo mons. Fellay espera una regularización de parte de la iglesia masónica  revolucionaria del Vaticano II, incluso solicita ayuda de sus superiores para ver más claro cómo se puede lograr esto, sin perder ser como son...

La Iglesia Católica jamás ha negociado con el error, ahora pues están negociando con los modernistas, con la iglesia conciliar, destructores de la Fe y enemigos de Jesucristo.  Dicho artículo aqui:

Muchos  fieles han sido impregnados con el liberalismo de la nueva FSSPX, sin embargo deben de reconocer que la lucha de Mons. Lefebvre no sólo fue defender la misa de siempre y el verdadero sacerdocio, sino también y con más fuerza la Fe íntegra y verdadera, sin la cual es imposible agradar a Dios. Esa defensa de la fe, fue lo que le ocasionó persecución a la FSSPX, signo patognomónico, del Católico verdadero. La nueva FSSPX ya no es perseguida, la nueva FSSPX quiere aparecer agradable y conciliadora con modernistas, ecumenistas, conciliares, pero claro con "católicos radicales", con esos no... 
Hay que ser fieles a Nuestro Señor Jesucristo, estamos con Él o contra Él. 

Para terminar incluimos un vídeo con palabras de Mons Lefebvre sobre los modernistas que usurpan la jerarquía de la Iglesia, palabras duras que ya no se escuchan es los púlpitos de las capillas de la nueva FSSPX, y si algún valiente sacerdote las llega a pronunciar libremente y sin consigna, alégrese, porque lo van a invitar a salir de esa congregación acuerdista, una vez fuera, no tengan miedo, Dios proveerá; y podrán de verdad ser libres y predicar la incorruptible Verdad Católica para mayor gloria de Dios. 



lunes, 11 de enero de 2021