Concédeme , oh Dios misericordioso, desear ardientemente,
investigar prudentemente, conocer sinceramente, 
y cumplir perfectamente todas las cosas que son de tu
agrado, para la honra y gloria de Tu santo nombre.
Ordena, Mi Dios, mi vida, y concede que yo pueda conocer
lo que Tu quieres que yo haga, y ayúdame a hacer esto 
como es concerniente y provechoso a mi alma.
Concédeme, oh Señor, la gracia de no desfallecer ni en la
prosperidad ni en la adversidad, que no sea ensoberbecido 
indebidamente por la primera, ni indebidamente abatido por
la segunda.
Que no me regocije ni entristezca por nada, salvo con lo 
que conduce hasta Ti, o aparta de Ti.  Que no desee 
agradar a nadie, ni tema disgustar a nadie, excepto a Ti. 
Haz que nunca me desilusione por las cosas pasajeras, 
y haz que todas las cosas eternas  me sean queridas.
Haz que hastié de todos los goces que son sin Ti, 
ni permitas que desee nada que no sea por Ti, y concede 
que todo reposo que es sin Ti, se vuelva fatigoso para mí.
Dame, Dios mío, la gracia de dirigir mi corazón hacia Ti,
y entristecerme continuamente  por mis faltas, junto
con 
un firme propósito de enmienda.
Oh Señor mi Dios, hazme obediente sin 
contradicciones, pobre sin abatimiento, casto sin 
mancha, paciente sin murmuraciones, humilde sin 
pretensiones, animoso sin disipación, serio sin indebido 
despotismo, activo sin inestabilidad, temeroso de ti sin 
abyección, sincero sin doblez, consagrado a las buenas 
obras sin presunción, listo a corregir a mis prójimos sin 
arrogancia,  y a edificarlos por la palabra y el
ejemplo, 
sin hipocresía.
Dame Señor Dios, un corazón atento que no se distraiga
de Ti por vanos pensamientos, dame un corazón 
generoso que no sea rebajado por un amor mundano, 
dame un corazon probo que no sea descarriado por
intenciones perversas, dame un corazón valeroso que no 
sea abatido por dificultades, dame un corazón libre que 
no sea robado por ningún afecto indebido.
Concédeme, oh Señor mi Dios, entendimiento para 
conocerte a Ti, diligencia para buscarte a Ti, 
sabiduría para hallarte a Ti, un camino de vida que sea
del agrado de Ti, perseverancia que fielmente te espere a Ti,
y la confianza de que habré de abrazarte a Ti al final. 
Haz que mi vida no sea sin penitencia, que yo pueda hacer 
buen uso de Tus dones en esta vida por Tu gracia, 
y que pueda participar contigo los goces en la gloria del 
cielo, que vives y reinas por los siglos 
de los siglos. 
Amen
