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miércoles, 30 de abril de 2014

BOLETIN DE MAYO DEL MONASTERIO BENEDICTINO SAN JOSE



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PAX
1 DE MAYO, 2014
FIESTA DE SAN JOSÉ OBRERO

ESTIMADOS AMIGOS Y BENEFACTORES:

       Les informamos con alegría que el Monasterio continúa consolidándose y creciendo gracias a su ayuda y oraciones.
       La semana Santa y los acontecimientos recientes en el mundo y en la Iglesia nos deben poner en guardia contra los enemigos de Cristo quienes cada vez se muestran  más maliciosos, poderosos, y destructores que nunca. La Cruz siempre será nuestro instrumento de triunfo y de Reconquista. La Santa Fe siempre deberá ser  la plataforma a donde hay que elevarse para pelear en Cristo y con Cristo. La Esperanza por su parte ha de ser la fortaleza inexpugnable de Cristo y en donde los hijos de su Santa Iglesia han de estar colocados bajo la protección de María Santísima y San José. Y la caridad el motor, el fuego, la fuerza de atracción que debe llevar nuestras almas y las de todo el mundo hacia Dios.
         No nos dejemos engañar por los lobos, por la publicidad, por las ilusiones, por las pompas del demonio. Los católicos son esclavos del mal por su falta de amor a Dios, y  esclavos de la mentira por su falta de amor a la verdad. No conocen el camino del Cielo porque aman mas las tinieblas que la luz, se aman más a sí mismos que a Dios y al prójimo. No tienen la vida en sus almas porque prefieren la corrupción de la carne, lo que caduca, lo que muere, en lugar de cumplir el primer mandamiento no prefiriendo nada a Dios.
    En este mes de Mayo recemos el Rosario completo en honor a nuestra Reina y Madre Celestial, la Bienaventurada siempre Virgen María. Pongámonos bajo el regazo de San José para no desfallecer en nuestras fuerzas y en nuestro amor por la Virgen Santísima.
       Por otro lado, compartimos con ustedes con gusto la noticia de que  la Santa Cuaresma nos trajo muchas bendiciones, especialmente la visita de su Excelencia Mons. Richard Williamson, quien nos confirió el sacramento de la Confirmación a 23 personas, nos bendijo la obra y nos dio muchos alientos para continuar con alegría esta casa benedictina de San José.
      Hemos podido continuar con varios proyectos y terminado otros. La fosa séptica, nuestro huerto y el sótano ya están terminados. La excavación de un pozo de agua para poder ser autosuficientes y la instalación eléctrica están todavía en vía de ser terminados. Nuestros proyectos próximos futuros es el cerrar el claustro, construir un jardín para el claustro y comenzar el segundo piso para poder aceptar más jóvenes a probar su vocación monástica. Les volvemos a pedir su generosa ayuda para continuar creciendo para gloria de Dios.
   Los monjes les aseguran de sus oraciones continuas por cada uno de ustedes.
  Con la santa bendición

Padre Rafael OSB,
Prior

SERMON: PADRE RAFAEL ARIZAGA RESPECTO A LAS RECIENTES CANONIZACIONES: Segunda parte



SEGUNDA PARTE



SERMON: PADRE RAFAEL ARIZAGA RESPECTO A LAS RECIENTES CANONIZACIONES (27-04-2014)



PRIMERA PARTE

lunes, 28 de abril de 2014

VIDA Y OBRAS DE MONSEÑOR LEFEVBRE



LA PRIMERA COMUNION

En enero de 1908 la familia se instaló en una casa más grande, en la calle Nacional 131.  Los hijos mayores fueron matriculados pagando media pensión: René en el Sagrado Corazón y Jeanne en la Inmaculada Concepción, situada en la plaza Notre Dame 7, esta última institución fue construída y fundada por las hermanas de la Santa Unión, a las que sucedieron en 1905 las Ursulinas secularizadas. La inmaculada Concepción admitiría varones en los primeros años de primaria y de ellos formó parte Marcel Lefebvre: una foto de 1911 muestra a una parte de los niños sentados en la hierba del jardín, ante la estatua de la Inmaculada y entre ellos se reconoce al niño Marcel. En este mismo colegio hizo su primera comunión el 25 de diciembre de 1911, después de un retiro preparatorio y la confesión, no le hizo falta ningún permiso especial para comulgar con tan poca edad, porque el Padre Varrasse aplicó de buen grado el decreto de San Pio X justo del año anterior. Pero el decreto del Papa encontró resistencias aquí y allá, de las que se quejo San Pio X EN UNA OCACION A Monseñor Chesnelong, obispo de Valence: “En Francia se critica duramente la comunión precoz que hemos decretado. Pues bien, aseguremos que entre los niños habrá santos, y ya lo verá Ud”. Y así se fue.


Durante la Misa de gallo, celebrada por el Padre Varrasse, Marcel tuvo su primer coloquio íntimo con Jesús Sacramentado, era el menor de los quince niños que comulgaron con él ese día. Ya en casa, tomo su mejor pluma y escribió al Papa para darle las gracias por haber podido comulgar a los seis años, gracias a su decreto. En adelante podrá comulgar cada día, “Su alma se elevaba directamente a Dios con la mayor sencillez, observaba su hermana Christiane, sin darse cuenta irradiaba a Dios, la paz y el sentido del deber. Pero el niño no era ajeno a los acontecimientos que afectaban a la familia, la empresa de su padre y pronto la guerra.


UN PATRON CRISTIANO DEL NORTE EN ACCION


El ambiente que reinaba en el norte dejó marcado a Marcel Lefevbre, era una región donde se trabajaba, diría más tarde, y el trabajo lo dominaba todo. A las cinco y media de la mañana las fabricas se ponían en marcha; el obrero llegaba a las seis y se quedaba en el trabajo hasta que tocaba la campana y eso era casi seis de cada siete días. Esa vida monótona transcurría bajo un cielo gris que no daban ganas de distraerse ni de trabajar. La gente amaba el trabajo y se habría quedado triste si no acudía al trabajo, era su vida.


Durante mucho tiempo el patrón y su familia vivieron en el mismo lugar de trabajo, como el abuelo Floris Lorthiois (1793-1972). La vivienda solía estar unida a la fabrica, y eran muchos los patrones que llegaban antes al trabajo que los obreros, hacían una breve pausa a medio día junto a sus esposas y volvían de nuevo al trabajo hasta las nueve o diez de la noche.
René Lefebvre, formado por su padre en esa severa escuela, amaba su trabajo, pero ante todo sabía santificar el día con la santa Misa y la comunión matutina, luego tras tomar una taza de café negro, recorría a pie los diez minutos que lo separaban de su domicilio y la hilandería paterna. Allí continuaba con la tradición hilandera de la familia, produciendo hilo para madeja de la famosa marca Sphinx.


Justicia y caridad social. Las corporaciones.René Lefebvre con sus obreros era bondadoso y bueno, pero, obligado por las penurias económicas, le era difícil abdicar de su autoridad. En el siglo XIX, el liberalismo reinante tenía una idea inexacta del salario justo, consideraban como un simple componente del costo. Para compensar la insuficiencia de los salarios, los patrones del norte crearon algunas obras de beneficencia, pero lo hacían no obligados por el deber de justicia a cuyo deber no se sentían obligados sino que lo daban por caridad. De esta opinión no era partidario René de La Tour du Pin quien sostenía que el salario debía ser dado en justicia porque tenía en cuenta las necesidades del obrero y de su familia, la encíclica Rerum Novarum de Leon XIII (15 de mayo de 1891) vino a darle parcialmente la razón. Pero los patrones no limitaban su ayuda a las obras de caridad, tales como alojamientos gratuitos o mutuales de seguros sino que, también crearon verdaderas obras de justicia social, como las cajas de ahorros, pero sobre todo auténticos cuerpos intermedios. A iniciativa de Camile Fron Vrau, en Lille, del Padre Fichaux, en Turcing, treinta y seis patrones fundaron en 1884 la Asociación Católica de Patrones del Norte (ACPN). Ésta creó corporaciones o sindicatos mixtos que agrupaban a patrones y obreros en el ámbito de la empresa y de la profesión, para evitar enfrentarlos entre sí con el famoso slogan de las “clases sociales”.


Con casi cincuenta años de anticipación, los patrones del norte aplicaron eficazmente los principios que Pio XI enunciaría en “Quadragesimo anno” (1931): “La justicia social nunca será tan perfecta como para que la caridad no deba atenuar sus defectos y, aunque fuera lo bastante perfecta como para eliminar todas las causas de injusticia, sería capaz de producir la unión de los corazones que solo opera la caridad” (AAS.23. 1931, 223: ccep. 1, 1326-1327 n° 56).


Paralelamente a las corporaciones, la ACPN fundó algunas cofradías de Nuestra Señora de las Fábricas, que sumaban cuatro mil socios y se basaban en el principio del apostolado de obrero a obrero por medio de los trabajadores ejemplares designados por los patrones: los “decenarios”. Los miembros tenían sus ceremonias y procesiones públicas. Gracias al binomio corporación-cofradía refloreció todo un orden social cristiano. René Lefebvre, aferrado a los principios de orden y jerarquía, fue un ardiente defensor del sistema de las corporaciones, porque, por su misma naturaleza, son contrarrevolucionarias, refractarias a las luchas de clases y promotoras en cambio de la caridad que las une.


LA VOCACION (1914-1923)LAS DESGRACIAS DE LA GRAN GUERRA


Llegó la gran guerra que marco la infancia de Marcel Lefebvre, quien la describió tal como la vivió: “De la noche a la mañana, todos los hombres fueron movilizados y las mujeres y sus hijos se quedaron solos en sus casa. En los colegios solo quedaron los profesores enfermos o mayores de edad. En las parroquias también tuvieron que ir los vicarios, donde había cinco o seis sacerdotes solo quedaron uno o dos. Luego, con rapidez, empezaron los combates. Las noticias llegaban del frente, confirmadas posteriormente por los heridos que volvían a la retaguardia, había muchos muertos y prisioneros”.


René y Gabrielle Lefevbre dos patriotas combatientes.René Lefebvre, padre de seis hijos, no podía ser movilizado, pero ofreció su ayuda a la Sociedad de Auxilio a los Heridos Militares (SAHM) DE Turcoing. Iba en coche a través de los puestos alemanes en busca de heridos franceses. Muy pronto los ejércitos enemigos avanzaron mas allá de Lille, el 2 de septiembre de 1914, pero los alrededores de Lille no fueron ocupados sino hasta octubre. La entrada de las tropas bávaras en Lille, el 13 de octubre, estuvo precedida de un intenso bombardeo. Desde Turcoing, Marcel Lefebvre veía las llamas y asistía al desfile de húsares y ulanos (lanceros a caballo).


Una vez ocupada Turcoing, René Lefevbre optó por cuidar a los heridos franceses y aprovechó la oportunidad para facilitar la huida de prisioneros ingleses. En enero de 1915, sintiéndose vigilado, ocultó las provisiones de lana detrás de los falsos muros y viajo a Holanda con documento belga, luego viajó a Inglaterra, desde donde realizó misiones para la inteligencia belga. De regreso a Francia, se convirtió en escolta de los servicios radiológicos de la SAHM en el frente y luego en administrador del Hospital 60 de Paris.


La Sra. Lefevbre se quedó a cargo de la familia y de la fábrica, su entereza de ánimo sorprendió más de una vez a Marcel. La población se encontraba a un paso de una gran hambruna, Marcel recordaba las sopas populares que iban a comer en los salones municipales, los pollos americanos que llegaban podridos, el pan negro y viscoso bajo la corteza.


Los alemanes requisaron las reservas de las fábricas en 1915, descubrieron las que habían sido ocultadas y luego se llevaron o destruyeron las máquinas con el fin de causar un daño grande y prolongado a la temida competencia; finalmente, exigieron que colaboraran a la guerra del Reich. Los patrones, como era de esperar, se opusieron rotundamente por lo cual los encarcelaron ese mismo día y deportaron inmediatamente a 131 habitantes de Roubaix a Gustom, en Meclemburgo, entre los que se encontraba Felix Watine, hermano de la Sra. Lefebvre. La valiente y patriota cristiana realizó el agere contra o el contraataque: le dedicó más tiempo al dispensario donde contrajo la sarna. La religiosa que la curaba, les decía con admiración a sus hijos: “Su madre es una santa”. En la ambulancia del colegio no se negaba a cuidar a los soldados heridos alemanes, pero cuando las diaconisas alemanas se alojaron en su casa, les cerró la puerta de los salones de la planta baja donde ellos mismos estaban, y a las tropas de paso solo les ofreció las habitaciones vacías del segundo piso. Esa fue la gota que derramó el vaso; la encerraron varios días en los sótanos del ayuntamiento de Turcoing.


Pruebas impresionantes. Vocación de RenéEl frente estaba muy cerca, en Bélgica, Ypres y el famoso Mont-Kemmel. Marcel recordaba esas tardes y las noches donde el horizonte resplandecía constantemente por el estallido de los obuses; todo el cielo se encendía y se oía un continuo fragor. Al día siguiente llegaban los cortejos de vehículos con heridos alemanes al hospital improvisado frente a su casa. El viernes Santo de 1916 los alemanes anunciaron la movilización de todas las chicas de más de diecisiete años capaces de trabajar en los centros de armamento. Dieron la orden que todas las personas esperaran en la vereda. Detrás de las cortinas, los niños Lefebvre asistieron a la redada. Las continuas inquietudes, y ahora esos reclutamientos crueles, se grabaron en su alma.


“Aquello marcó nuestra infancia, decía Monseñor Lefebvre, aunque solo se tuvieran nueve, diez u once, las imágenes quedaban grabadas en la memoria, ¡La guerra es realmente espantosa! Es evidente que eso hizo mella en nosotros los hermanos mayores; los cinco quedamos marcados por aquellos acontecimientos, y pienso que nuestra vocación de debió en parte a ello, porque vimos que la vida humana era poca cosa y que había que saber sufrir”.


En 1917 la guerra le trajo a la Sra. Lefebvre otra separación, que tendría un papel providencial en el futuro de Marcel. René, hijo mayor, había cumplido catorce años, para escapar del trabajo obligatorio al servicio de Alemania logro reunirse con su padre en Versalles en abril de 1917, gracias a un tren de la cruz roja que pasaba por Suiza. Allí se quedó dos años para concluir sus estudios en el seminario menor de Gradchamp, le abrieron las puertas fácilmente no porque vieron en él una vocación misionera que se manifestaba en su interior, sino porque procedía de una región ocupada.


Finalmente el armisticio llegó el 11 de noviembre de 1918, que trajo la paz sobre la ruina. El Sr. Lefebvre ya podía regresar. El 2 de diciembre toda la familia fue a Lourdes para dar gracias a la Santísima Virgen; luego se quedaron un tiempo en Versalles, junto a René. El R.P Henrri Collin, su profesor de filosofía, preparó al pequeño Joseph para su primera comunión a la edad de cinco años y casi diario le daba clases a Marcel. El Padre Collin, cuando se enteró de la vocación de René, le aconsejo al Sr. Lefebvre que lo enviara a Roma puesto que el mismo Padre había estudiado en el seminario francés de Roma allá por los años de 1910 a 1914. En Pascua de 1919, René, recibió la sotana, contaba entonces con dieciséis años, volvió a su casa para pasar el verano con su familia y salió para Roma el 24 de octubre.



2. En el colegio del Sagrado CorazónLa preguerra: 1912-1924Marcel permaneció con las Ursulinas hasta el 19 de de noviembre  de 1912, y en el invierno entró como alumno externo de la institución del Sagrado Corazón, fundado en 1666 por los Padres Recoletos, el colegio San Buenaventura tuvo que cerrar en 1790 y en 1802 el ayuntamiento de Turcoing abrió en su lugar una escuela secundaria cuya dirección encomendó al clero secular de la diócesis, que era la de Cambrai. En 1853 el colegio se estableció en la calle de Lille, en una fabrica vacía, en 1871, el superior del Padre Lecomte, lo consagró al Sagrado Corazón.


La amplia capilla era el centro de la vida del colegio, donde orientados hacia el altar, se reunían los cientos de alumnos para la  Misa matutina, que a diario se celebraba y también en este lugar se celebraban; el inicio de cursos, las confirmaciones y la comunión solemne. El rosetón que coronaba el altar llamaba la atención de Marcel y lo atraía cada vez que lo veía, es decir, cada mañana. Este rosetón representaba la presentación, donde la Virgen María niña subía con gesto decidido los peldaños del santuario para entregarse al Señor. Esta visión generosa quedó grabada en su alma.


Marcel entró al noveno grado, en la sección del Padre Beaudier, y tenía como amigo al que, al pasar del tiempo, llegaría a ser su gran amigo, Robert Lepoutre. El Padre Achile Leleu era el superior  por aquel tiempo. El colegio quedaba a cinco minutos de su casa. Cada mañana, después de oír Misa o recibir la sagrada comunión en su defecto, en Notre-Dame los dos chicos salían rumbo al colegio para la primera clase de las ocho, se dictaban clases hasta las diez, luego venia un tiempo de estudio hasta el mediodía, momento de la comida la cual se podía hacer en el colegio o en la casa para los que vivían cerca. Continuaban las clases a la una y media con treinta minutos de estudio y después seguían hasta las cuatro, seguidas de un corto recreo. Luego había estudio hasta las seis y media y conferencia espiritual, salían a las siete.


A Marcel le tocaba soportar en las calles las burlas de los compañeros de su hermano mayor, dueño de sí mismo el no respondía sabiendo que tarde o temprano se enfadarían de ese juego. Sin embargo otros que no tenían su temple fueron víctimas de las bromas de sus compañeros y los agredían fuera de la vigilancia del colegio, Marcel acudió siempre al socorro de estos infortunados jóvenes y dispersaba a los provocadores para su mayor confusión. Al inicio del curso de 1913 pasó al octavo grado, en la sección del Padre Pator; mantuvo un buen promedio y obtuvo cinco menciones de honor.



miércoles, 23 de abril de 2014

LOS ACONTECIMIENTOS MUNDIALES: Mensaje de Fátima 1963 (5a)




La implementación de la estrategia militar escogida por el Kremlin es la imagen de los que la elaboraron: implacable, sistemática y brutal. En nombre de intereses geopolíticos legítimos, el ejército federal dará pruebas de un inaudito salvajismo en los combates. En el campo de batalla, la política extremista de Putin se manifiesta mediante el bombardeo intensivo a la ciudad de Grozni, lo que según Jean Radvany, profesor en el INALCO, es un «medio terrible de dar una demostración de eficacia cuando los rusos, desde hace varios años, eran extremadamente sensibles a la debilidad de su ejército y su Estado». 

“Se trata de un elemento decisivo para asegurar la popularidad del presidente interino, la cual necesita con vistas a las elecciones presidenciales de marzo de 2000. El contexto le es favorable: las críticas de Occidente garantizan la unidad de la población tras el jefe de Estado, fenómeno amplificado por la oposición de la opinión pública rusa a la intervención de la OTAN en Serbia, ocurrida en la primavera de 1999. Sin embargo, la ofensiva militar está lejos de ser un éxito: para avanzar en Grozni las tropas federales se ven obligadas a destruir barrios enteros al costo de terribles pérdidas humanas. 

Grozni se convierte poco a poco en una ciudad fantasma, cubierta de cadáveres y abandonada por sus sobrevivientes que no tienen alternativa: o el exilio en los campos de refugiados de Ingushetia, o la lucha armada desde las montañas vecinas a partir de donde lanzan mortíferos ataques. Según las evaluaciones de enero de 2000 «más de un tercio de la población de Chechenia ha sido expulsada de sus hogares y ha tenido que refugiarse en Ingushetia, donde Moscú ha impedido a las organizaciones internacionales (con excepción del Alto Comisionado para los Refugiados y la Cruz Roja) acudir en ayuda de unas 250 000 personas». Estos elementos del contexto geopolítico global son esenciales para comprender las razones del empeño masivo del ejército federal y su estrategia de llevar la situación hasta el extremo en el territorio checheno, donde la violencia, con un balance muy negativo para los chechenos (las cifras adelantadas por los dirigentes independentistas son de alrededor de 100 mil muertos), no está sólo vinculada a la determinación del Kremlin de no abandonar nunca el territorio. Es también una respuesta a la inesperada resistencia que encontró el ejército en su camino. Contrariamente al primer conflicto, la segunda guerra de Chechenia estuvo mucho mejor preparada por la parte rusa y los soldados mucho mejor equipados.

Especialmente los bombardeos aéreos destruyeron más blancos durante los diez primeros días de la ofensiva que durante los dos años de guerra anteriores, sin embargo, las milicias chechenas lograron rápidamente encontrar el equipamiento necesario para contrarrestar la ofensiva. De forma singular, los «hombres de las montañas», como se llaman a sí mismos los chechenos, tuvieron en su poder, a partir de enero de 2000, radares y baterías antiaéreas sofisticadas que les permitieron, contra todas las expectativas, resistir a las tropas federales. Ninguna potencia vecina pudo suministrar este equipamiento por temor a represalias rusas, de modo que el apoyo a la resistencia chechena hay que buscarlo en otra parte. 




¿POR QUÉ AUN NO SE HA CONSAGRADO RUSIA AL INMACULADO CORAZÓN? 
LAS CONSECUENCIAS.

Cuantos no quisiéramos que esta pesadilla termine de una vez, dormirnos y al siguiente día nos digan: “Rusia ya fue consagrada al inmaculado corazón o  Rusia ya se convirtió al catolicismo,” Pero la triste realidad golpea nuestros más íntimos deseos. Realidad que se confirma en virtud de la relación causa efecto hoy por hoy son incompatibles, juzgue quien esto lee:

No se ha dejado de ofender a Dios como lo pedía Nuestra Señora en Fátima y esto no solo no se ha cumplido sino todo lo contrario asistimos a un lamentable espectáculo en el cual “Se ha olvidado la Santa Fe en Dios”, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Se abolirán los poderes civiles y eclesiásticos; todo orden y justicia serán pisoteados; no se verán más que homicidios, odio, discordia, envidia y mentira sin amor por la patria y por la familia” (revelaciones de Nuestra Señora de la Salette a sus videntes 1846) afirmando esta sentencia San Pablo a san Timoteo cuando le escribe: 

“Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes, desobedientes a sus padres, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios, tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza…” (II a Timoteo III v. 1-4) y la razón de todo esto está o es consecuencia de los pecados de los hombres, en el mismo secreto se señala incluso la complicidad de sacerdotes, de religiosos y personas consagradas a Dios quienes se han apartado del camino que lleva a la salvación lo cual, desafortunadamente es una triste realidad de la cual nosotros somos testigos que no podemos ni ocultar ni decir lo contrario porque los hechos nos desbordan y todo se origina por NO HABER REZADO lo suficientemente por ellos y ahora Satanás ha segado sus inteligencias como lo ha hecho en la mayoría de las sociedades y familias.

Cuando la Iglesia aun estaba Unida a lo sobrenatural, es decir, era católica con toda propiedad pudo y debió haberse consagrado Rusia, pero eso no aconteció. ¿Por qué?  Misterio.

Si a este segundo punto añadimos el más grave que es LA PÉRDIDA DE LA FE por parte de Roma lo cual también cae sobre nosotros como una horrible calamidad.

Entonces qué podemos esperar cuando el mismo pontífice Juan XXIII en 1960 año en que debía ser revelado, dio esta respuesta: “Dada la gravedad del contenido, para no provocar a la potencia mundial comunista a tomar ciertas determinaciones, mis predecesores en el oficio de Pedro, HAN PREFERIDO DIPLOMATICAMENTE APLAZAR SU PUBLICACION. Por otra parte, a todos los cristianos puede serles suficiente saber esto: si existe un mensaje en que está escrito que los océanos inundaran partes enteras de la tierra, que de un momento a otro millones de hombres perecerán, no es el caso de andar gritando que se divulgue tal mensaje. Muchos quieren saber solo por curiosidad y por gusto sensacionalista, pero olvidan que el saber comporta una responsabilidad…” 

Pero sin embargo no se detuvo en hacer dos copias de tal secreto para enviar una al premier ruso Nikita Crushev y a John F. Kennedy presidente de los Estados Unidos ya que en ese momento se incremento mucho, en ambos países, la construcción de armamento sofisticado capaz de alterar el orden Mundial, después de esto “dejaron los proyectos armamentísticos y bélicos para otro momento. Lo más curioso del caso fue la aparición en 1963, de un “extracto” del tercer secreto en el periódico “Nueva Europa” en Alemania Occidental, ¿será este el que mando Juan XXIII envió a los dos mandatarios? He aquí su contenido:


“SOBRE TODA LA HUMANIDAD VENDRA UN GRAN CASTIGO, MAS NO AHORA NI MAÑANA SINI EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX. Lo que ya di a conocer en la Salette por medio de los niños Melania y Maximino, yo lo repito hoy día para ti. La humanidad no ha cambiado como Dios lo esperaba. La humanidad ha profanado y hollado con los pies el don que le ha sido dado. En ningún sitio reina el orden. Satanás ha llegado hasta los más altos puestos y determina la marcha de los acontecimientos. Logrará introducirse hasta los más altos puestos de la Iglesia. Conseguirá seducir los espíritus de los más grandes sabios que inventaran armas con las cuales podrá aniquilar la mitad de la humanidad en pocos minutos. Someterá a los poderosos de los pueblos a su imperio y los llevara a la fabricación en masa de esas armas. Si la humanidad no lo impide, me veré obligada a dejar caer el brazo de mi Hijo. 


Si los que están a la cabeza del mundo y de la Iglesia no se oponen a estos manejos. Lo haré yo y rogaré a Dios, mi Padre, para hacer venir sobre los hombres  su JUSTICIA. Y entonces castigará mucho más severamente que cuando lo hizo en el DILUVIO. Y los grandes y poderosos perecerán del mismo modo que los pequeños y débiles.


Pero también para la Iglesia vendrá tiempo de muy duras pruebas. LOS CARDENALES SE OPONDRAN A LOS CARDENALES LOS OBISPOS CONTRA LOS OBISPOS. Satanás se introducirá en medio de sus filas. En Roma misma habrá grandes cambios lo que esté podrido se cae y lo que se cae no debe mantenerse más. La Iglesia será oscurecida y el mundo precipitado en una gran confusión. La gran guerra vendrá en la segunda mitad del siglo XX. Fuego y humo caerá del Cielo y las aguas de los océanos se transformaran en vapor, lanzando sus espumas hasta el cielo y todo lo que esté en pie se hundirá. 

Millones y millones de hombres morirán de hora en hora, y los que queden vivos en aquellos instantes envidiaran a los que están muertos. Habrá tribulaciones en todas partes y a donde se dirija la mirada, miseria sobre toda la tierra y desolación en todos los países. He aquí que el tiempo se aproxima cada día y el abismo se profundiza cada día más, y no hay otra salida. Los buenos morirán con los malvados, los mayores con los pequeños, los príncipes de la Iglesia con los feligreses, los soberanos del mundo con sus pueblos; por todas partes reinara la muerte, levantada a su triunfo por los hombre extraviados, por los lacayos de Satanás, que serán los únicos soberanos sobre la tierra. Este será un tiempo que no esperara ningún Rey ni Emperador, ni Cardenal, ni Obispo, y vendrá cuando sea justamente el momento, según designios de mi Padre, para castigar y vengar. Posteriormente, cuando los que sobrevivan a todo estén aun con vida, se invocara de nuevo a Dios y su magnificencia, y se servirá de nuevo a Dios como los tiempos anteriores a la perversión del mundo. 


Yo llamo a todos los verdaderos imitadores de mi Hijo Jesucristo, a todos los verdaderos cristianos, A LOS APOSTOLES DE LOS ULTIMOS TIEMPOS. El tiempo de los tiempos llega y el fin de los fines, si la humanidad no se convierte y si esa conversión no viene de lo alto, de los dirigentes del mundo y los dirigente de la Iglesia. Pero que desgracia si esta conversión no llega y si todo queda tal como esta o llega a ser peor todavía. Vete hija mía y anúncialo. Yo estaré siempre a tu lado ayudándote”. 


Ante este panorama, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que, ¿Rusia ya se convirtió? y si se convirtió, como muchos lo quisieran, a ¿qué religión se convirtió, a la católica? esta es la que brilla por su ausencia en la misma Roma en virtud de su pérdida de Fe, ¿a la Iglesia modernista cloaca de todas las herejías y errores? Lo dudo. Preferible es, aunque no lo creamos, que permanezca en su fe ortodoxa marcada con el cisma a exponer y en consecuencia perder todo su depósito ortodoxo. Porque de ella aun la misma Iglesia otrora Católica decía por boca de del Cardenal Tisserant en el congreso mariano de Ottawa:




“Tenemos toda razón para creer que nuestra amada Madre es abogada del pueblo ruso. El pueblo de Rusia esta entregado al culto de la Madre de Dios de una forma especial, culto que se ha mantenido inalterable durante 30 años de ateísmo en Rusia. El icono de la Santísima Virgen María ha conservado su lugar de honor.”


Cuando se habla de la conversión de un pueblo a la fe se incluye también a sus gobernantes y en este caso la cúpula del gobierno ruso no da indicios de conversión alguna, lo mismo pasa con la parte religiosa como prueba de ello tenemos que ningún pontífice de la Iglesia Católica y menos de la modernista non han pisado suelo ruso en muchos años y no se por cuantos más esta visita tan ansiada se prolongará.



sábado, 19 de abril de 2014

Sermon del Pésame a Ntra Señora (Pbro. Hugo Ruiz)



EL EXTRAÑO PONTIFICADO DEL PAPA FRANCISCO (Por Miles Christi) 1a Parte



Hoy se cumple un año de la elección del cardenal Bergoglio al sumo  pontificado. Año insólito por donde se lo mire y que parecería haberse prolongado  una eternidad, considerando los innumerables dichos y hechos de nítido sesgo  revolucionario que Francisco no ha dejado de perpetrar ni tan siquiera un sólo día desde aquel inaudito buona sera del miércoles 13 de marzo de 2013 pronunciado desde la loggia de San Pedro, saludo profano de alto contenido simbólico, a partir del cual el transcurso del tiempo apenas si ha logrado resistir al frenesí y al vértigo bergoglianos. Acción incesante y palabra incontinente, estruendosas y confusas, semejantes al torrente en la cascada, devorado por la fuerza del vacío que lo aspira  irresistiblemente, en un torbellino en el que ya nada puede percibirse con nitidez ni escapar al caudal mortífero que todo lo succiona. Largos estudios teológicos merecerían sus dudosas empresas, conducidos por la pluma talentosa y erudita de algún apologeta de fuste, que quizás la Divina Providencia se dignará en su misericordia infinita a enviarnos, para esclarecer nuestras aletargadas inteligencias con sus luminosas enseñanzas. A la espera de que ello ocurra, me atrevo a hacer público este modesto artículo, en el que he intentado suplir con trabajo serio y minucioso la escasez de talento y compensar una ciencia exigua con el amor incondicional y sin reservas por la verdad ultrajada. 13/03/14. 


Miles Christi



EL EXTRAÑO PONTIFICADO DEL PAPA  FRANCISCO 


Como católico, verme en conciencia obligado a emitir críticas hacia el papa me resulta sumamente doloroso. Y la verdad es que sería muy feliz si la situación de la Iglesia fuese normal y no encontrase por consiguiente ningún motivo para formularlas. Desafortunadamente, nos hallamos confrontados al hecho incontestable de que Francisco, en apenas un año de pontificado, ha realizado incontables gestos atípicos y ha efectuado un sinnúmero de declaraciones novedosas y por demás preocupantes. 


Los hechos en cuestión son tan abundantes que no resulta posible tratarlos todos en el marco necesariamente restringido de este artículo. A la vez, no es tarea sencilla limitarse a escoger sólo algunos de ellos, ya que todos son portadores de una carga simbólica que los vuelve inauditos a la mirada del observador atento y sintomáticos de una situación eclesial sin precedentes en la historia. 


Tras ardua reflexión, he retenido cinco que me parecen ser los mejores indicadores de la tonalidad general que es posible observar en este nuevo pontificado. Esos hechos se agrupan en cinco temas diferentes : el islam, el judaísmo, la laicidad, el homosexualismo y la masonería. Tras haberlos expuestos en ese orden, intentado hacer ver en qué medida son indicadores de una inquietante anomalía en el ejercicio del magisterio y de la pastoral eclesiales, expondré de manera más sucinta otra serie de dichos y hechos que permitirán ilustrar aun más, si acaso fuera posible, la heterodoxia radical que trasuntan los principios y la praxis bergoglianos. 


Finalmente, suministraré una serie de enlaces a artículos de prensa en los que el lector podrá verificar la exactitud de los hechos referidos en el cuerpo del artículo.


1. La cuestión del islam. El 10 de julio de 2013 Francisco envió a los musulmanes de todo el mundo un mensaje de felicitaciones por el fin del ramadán. Debemos precisar que se trata de un gesto que jamás se había producido en la Iglesia Católica antes del Concilio Vaticano II. La razón es muy sencilla, y por cierto manifiesta para cualquier católico que no haya perdido completamente el sensus fidei : los actos de las otras religiones carecen de valor sobrenatural y, objetivamente considerados, no pueden sino alejar a sus adeptos del único camino de salvación : Nuestro Señor Jesucristo.


 ¿Cómo no estremecerse de espanto al escuchar a Francisco decir a los adoradores de « allah » que « estamos llamados a respetar la religión del otro, sus enseñanzas, sus símbolos y sus valores » ? Es imposible dejar de comprobar la distancia insalvable que existe entre esta declaración y lo que nos enseñan los Hechos de los Apóstoles y las epístolas de San Pablo…Que se deba respetar a las personas que se encuentran en los falsos cultos, eso cae de su peso y nadie lo discute, pero que se promueva el respeto de falsas creencias que niegan la Santa Trinidad de las Personas Divinas y la Encarnación del Verbo de Dios es algo insostenible desde el punto de vista del magisterio eclesiástico y de la revelación divina. 


Sin embargo, es menester reconocer que en este punto no se puede tildar a Francisco de innovador, ya que no hace más que continuar con la línea revolucionaria introducida por el Concilio Vaticano II, el cual pretende, en la declaración Nostra Aetate acerca de la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas (hinduísmo, budismo, islam y judaísmo) que « la Iglesia Católica no rechaza nada de lo que es verdadero y santo (!!!) en esas religiones. Considera con un sincero respeto esas maneras de obrar y de vivir, esas reglas y esas doctrinas (…) Exhorta a sus hijos para que (…) a través del diálogo y la colaboración (!!!) con los adeptos de otras religiones (…) reconozcan, preserven y hagan progresar los valores espirituales, morales y socio-culturales que se encuentran en ellos. »


Palabras que provocan estupor, ya que es algo palmariamente absurdo pretender que se deba « colaborar » con gente que trabaja activamente para instaurar creencias y a menudo costumbres que son contrarias a las del Evangelio. ¿Cómo no ver en ese « diálogo » tan mentado una profunda desnaturalización de la única actitud evangélica, que es la de anunciar al mundo la Buena Nueva de Jesucristo, quien nos ha dicho sin ambages lo que nos corresponde hacer como discípulos : « Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñadles a observar todo cuanto os he mandado. » (Mt. 28, 18-20)


Esta noción de « diálogo » con las demás religiones carece de todo fundamento bíblico, patrístico y magisterial y de hecho no es sino una impostura tendiente a desvirtuar el auténtico espíritu misionero, que consiste en anunciar a los hombres la salvación en Jesucristo, y de ninguna manera en un utópico « diálogo » entre interlocutores situados en pie de igualdad, enriqueciédose recíprocamente y pretendiendo buscar juntos la verdad. 


Esa pastoral conciliar innovadora fundada en un « diálogo » incripto en un contexto de « legítimo pluralismo », de « respeto » hacia las religiones falsas y de « colaboración » con los infieles no es más que una pérfida celada tendida por el enemigo del género humano para neutralizar la obra redentora de la Iglesia. A ese respecto, baste con citar la única situación de auténtico « diálogo » que nos relatan las escrituras, y lo que es más, justo al comienzo, a fin de estar definitivamente alertados acerca de su carácter intrínsecamente viciado: se trata del « diálogo » al cual se prestó Eva en el jardín del Edén con la serpiente y que habría de desembocar en la caída del género humano (Gn. 3, 1-6) Se podría dar una lista interminable de citaciones del Nuevo Testamento, de los Santos Padres y del magisterio de la Iglesia para refutar la patraña según la cual los falsos cultos deben ser objeto de un « respeto sincero » hacia sus « maneras de obrar y de vivir, sus reglas y sus doctrinas » y para probar que, a diferencia de las personas que los profesan y que naturalmente deben ser objeto de nuestro respeto, de nuestra caridad y de nuestra misericordia, de ningún modo las falsas doctrinas religiosas merecen « respeto », que en dichas religiones no se encuentra ningún elemento de « santidad » y que los elementos de verdad que puedan contener están subordinados al servicio del error. 


Se debe reconocer que Francisco es perfectamente coherente en su mensaje con lo que el documento conciliar dice acerca de los musulmanes, a saber, que « la Iglesia mira también con estima a los musulmanes, que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que ha hablado a los hombres y que procuran someterse con toda su alma a los decretos de Dios. » 


Ahora bien, cualquiera sea la sinceridad de los mahometanos en la creencia y en la práctica de su religión, no por ello es menos falso sostener que « adoran al único Dios », « que ha hablado a los hombres » y que « buscan someterse a los decretos de Dios », por la sencilla razón de que « allah » no es el Dios verdadero, que Dios no ha hablado a los hombres a través del corán y que sus decretos no son los del islam. Se trata de un lenguaje inédito en la historia de la Iglesia y que contradice veinte siglos de magisterio y de pastoral eclesiales. Esa práctica heterodoxa ha conducido a los múltiples encuentros inter-religiosos de Asís, en donde se ha alentado a los miembros de los diferentes cultos idolátricos a rezar a sus « divinidades » para obtener « la paz en el mundo. » Falsa paz, naturalmente, puesto que se persigue injuriando al único Señor de la Paz y Redentor del género humano, al igual que a su Iglesia, única Arca de Salvación. Y esta engañosa noción de « diálogo » ha conducido igualmente a los últimos pontífices a mezquitas, sinagogas y templos protestantes en los que, por el gesto y la palabra, han puesto de relieve esos falsoscultos y no han vacilado en denigrar públicamente a la Iglesia de Dios criticando la actitud « intolerante » de la que Ella habría dado muestras en el pasado hacia ellos. 


Un ejemplo reciente de esta nueva mentalidad ecuménica malsana, sincretista y relativista, condenada solemnemente por Pío XI en su encíclica Mortalium Animos de 1928 : El 19 de enero, con motivo de la Jornada mundial de los migrantes y de los refugiados, Francisco se dirigió à un centenar de jóvenes refugiados en una sala de la parroquia del Sagrado Corazón, en Roma, diciéndoles que es necesario compartir la experiencia del sufrimiento, para luego añadir : « que los que son cristianos lo hagan con la Biblia y que los que son musulmanes lo hagan con el Corán (!!!) La fe que vuestros padres os han inculcado os ayudará siempre a avanzar. » Esta nueva praxis conciliar es lisa y llanamente escandalosa, por un doble motivo : por un lado, mina la fe de los fieles confrontados a esas falsas religiones valorizadas por sus pastores ; por otro lado, socava las posibilidades de conversión de los infieles, quienes se ven confortados en sus errores precisamente por aquelles que deberían ayudarlos a librarse de ellos anunciándoles la Buena Nueva de la salvación, recibida de Aquel que dijera ser « el Camino, la Verdad y la Vida. » (Jn. 14,6)
Continuará...








DE LA CULPABILIDAD DE LOS JUDIOS EN LA PASION DE CRISTO




En estos días este artículo es muy especial porque desde Concilio Vaticano II, se ha tratado de exonerar a los judíos de la muerte de Nuestro Señor Jesucristo, yendo en contra del Antiguo Testamento, sobre todo de los profetas Jeremías e Isaías quienes, vivamente nos narran la pasión del Señor, he aquí sus testimonios y la colaboración de los judíos en ella, dicha no de manera explícita sino implícita: ”Ellos dijeron:

“Venid, tomemos vamos a herirle con la lengua, y no demos oído a ninguna de sus palabras” Atiéndeme ¡oh Yave!, y oye la voz de mis adversarios. ¿Se paga por ventura mal por bien? Pues me cavan una hoya” (Jer. 18, 18,19). E Isaías narra con dramáticas palabras los efectos de esas palabras de Jeremías: 

“¿Quién creerá lo que hemos oído? ¿A quién fue revelado el brazo de Yave? Sube ante él como un retoño no hay en él parecer, no hay hermosura para que le miremos, ni apariencia para que en él nos complazcamos. Despreciado y abandonado por los hombres, varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, y como ante el cual se oculta el rostro sin que le tengamos en cuenta”. 

Entre los Evangelistas San Juan es el que mejor describe esta participación de los judíos en el Deicidio poco antes de su sentencia, la descarada negación de su reinado sobre ellos, la petición de homicida por el justo hasta proferir la maldición sobre sus sobre sí mismos y sobre sus hijos:


“Convocaron entonces los príncipes de los sacerdotes y los fariseos una reunión, y dijeron: “¿Qué hacemos pues que este hombre hace muchos milagros? Si lo dejamos así, todos creerán el Él,  y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ¿no comprendéis  que conviene que muera un hombre por todo el pueblo y no que perezca todo el pueblo?”  


San Mateo sin duda alguna recoge uno de los testimonios más significativo y muy explicito sobre el tema que nos ocupa cuando después de haberse lavado las manos y dicho: “Inocente soy de la sangre de este justo, haya vosotros” a lo que contestaron: 

“Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos”  LA MALDICION consecuencia del DEICIDIO, finalmente contra el sentir de la tradición milenaria que enseñó, enseña y enseñará la participación activa de la muerte de nuestro Salvador por parte de los judíos. He aquí lo que dice el Angélico en la teología católica sobre este tema.


En artículo 5, 3. q 47 Santo Tomás plantea una cuestión muy interesante para establecer la concordia entre diversos pasajes del Nuevo Testamento. Efectivamente, de una parte habla Jesús de los judíos diciendo que, “si no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado…Si no hubiera hecho entre ellos obras como ningún otro hizo, no tendrían pecado, pero ahora no solo han visto, sino que me aborrecen a mí y a mi Padre”. (Io. 15,22-24) 


Estas palabras se ven confirmadas en la conducta de los judíos con Jesús. Ahora bien, si tienen pecado, como lo dice el Salvador, luego tienen conocimiento de quien es Él. La parábola de los viñadores parece confirmar esto mismo. Pero enfrente de estos textos tenemos otros que arguyen ignorancia entre los judíos. Empecemos por las palabras del Señor en la cruz

“Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen (Lc. 23,34). Y las otras de San Pedro: “Ahora bien hermanos, yo sé que por ignorancia habéis hecho esto, como también vuestros príncipes (Act. 3,17). Más expresivas son las palabras de San Pablo que los príncipes de este siglo no conocieron la sabiduría del Evangelio, “pues, si la hubieran conocido nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria” (1Cor. 2,8).


Entraba en los planes de Dios que Jesús se revelase como Mesías e Hijo de Dios con palabras y obras, de suerte que los hombres de buena voluntad le pudieran reconocer; mas también debía cumplirse el misterio de la cruz, del cual dependía la salud del mundo, cooperando a ello los hombres con su ignorancia y con la PREVERSION DE SU VOLUNTAD incrédula. Misterio grande de la providencia de Dios que los judíos rechacen al Mesías, por quien tanto habían suspirado.


La solución de Santo Tomás empieza a distinguir entre el pueblo indocto, que al principio se entusiasmaba con la doctrina y los milagros de Jesús, y las clases directoras, los sacerdotes, fariseos y escribas, que  creían poseer las llaves de la sabiduría. La responsabilidad de los primeros es escasa comparada con la de los segundos. A aquellos conviene plenamente la excusa del Señor y las de San Pedro arriba citadas.


Cuanto a las clases directoras del pueblo, que estaban más capacitadas para juzgar, es preciso distinguir en Jesús la mesianidad, la filiación divina per excellentiam gratiae singularis y la filiación divina per naturam. De todos estos puntos había dado Jesús argumentos eficaces sobre cada uno de los tres aspectos de su personalidad; que no es igual el ministerio de su mesianidad que el de una justicia excelente, que el de la divinidad. La lumbre sobrenatural, que sería suficiente para hacer ver lo primero, no lo era para manifestar lo segundo y menos lo tercero. 

Pero en los tres casos esa lumbre divina exige aquella buena voluntad de que nos habla el coro angélico, y esa es la que los escribas y doctores les faltaba y por la que fueron GRAVISIMAMENTE RESPONSABLES de la muerte de Jesús. Era su IGNORANCIA AFECTADA, que no excusa de la culpa. 

De manera que los judíos pecaran al pedir la crucifixión de Jesucristo, Hijo del hombre, y también Hijo de Dios. Y esto nos dice de la gravedad d este pecado. Para sellar este comentario, y a la vez, aclararlo más, citamos a continuación las palabras de Santo Tomás

“Hay que distinguir en los judíos los mayores y los menores. Son los mayores los que se decían sus “príncipes”, de estos, como de los demonios, se dice en el libro “Cuestiones del Nuevo y Antiguo Testamento” que “conocieron ser Jesús el Mesías prometido en la ley, pues veían en El cuantas señales habían predicho los profetas”; pero el misterio de su divinidad lo ignoraron, por lo cual dice el Apóstol: “Si lo hubieran conocido, nunca lo hubieran crucificado al Señor de la gloria”.


Hemos, sin embargo, de tener en cuenta que su ignorancia no les excusaba de crimen, pues era ignorancia afectada. Veían las señales evidentes de su divinidad, mas, por odio o por envidia de Cristo, las pervertían, y rehusaban dar fe a las palabras con que se declaraba ser Hijo de Dios. Por esto el mismo Señor dice de ellos: “Si no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado; mas ahora no tienen excusa de su pecado”. Y luego añade: “Si no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro hizo, no tendrían pecado”. Bien puede considerarse como dichas en la persona de ellos mismos las palabras de Job: “Dijeron a Dios; retírate de nosotros, no queremos la ciencia de tus caminos”.



En cuanto a los menores, es decir, al pueblo, que ignoraba los misterios de la Sagrada Escritura, no alcanzaron un pleno conocimiento de que El fuera el Mesías ni el Hijo de Dios; y aunque algunos de ellos creyeron en Cristo, pero la masa del pueblo no creyó. Y, si alguna vez llegaron a sospechar que El era el Mesías, por los milagros y por la eficacia de su doctrina, como consta por San Juan, luego fueron engañados por los príncipes para que no creyeran ser el Mesías y el Hijo de Dios. Por esto San Pedro les dice: “Yo sé que por ignorancia habéis hecho esto, igual que vuestros príncipes”, porque habían sido engañados por estos.