Meditación
Por el P. Alonso de Andrade
De las cualidades que han de tener las ovejas escogidas del
rebaño de Cristo
Punto I.- La primera cualidad es la que Cristo pone en su Evangelio, que
así como Él conoce todas las ovejas de su rebaño, así ellas le conocen como a
su propio Pastor. Pon la mano en tu pecho y mira si le conoces y amas como
debes, y si se emplea tu corazón en Él, o si se derrama en las cosas caducas de
este mundo, y humíllate en su presencia
y pídele luz para conocerle y gracia para amarle, como tienes obligación,
apartando tu corazón de todo lo terreno para ponerle en tu Creador.
Punto II.- La segunda cualidad, dice Cristo, es la obediencia de sus
ovejas a su voz, mis ovejas (dice) oyen mi voz: esto es, la siguen y
obedecen, caminando a donde yo las guío con cualquier silbo o señal que les doy.
Considera cuántas voces te da el Divino Pastor para salud de tu alma, y cuántas
veces toca a tu corazón llamándote a lo más perfecto y a que dejes los vicios y
sigas las virtudes, y tú te haces sordo y no respondes a su voz. Llora la
ceguedad pasada, pídele perdón con lágrimas y disponte a oírle y obedecerle en
todo cuanto te ordenare, para que no caigas en las manos de los lobos
infernales y en la eterna condenación
Punto III.- Considera cómo las ovejas no son suyas sino de su Pastor, al
cual como a su propio dueño rinden y dan cuanto tienen, la leche, las crías, la
lana, y a sí mismas. Así que tú no debes tener nada tuyo que no sea de tu dueño,
que es Dios; cuanto hicieres y poseyeres, tu hacienda, tus bienes, tus fuerzas,
tu sabiduría, tu ingenio, entendimiento, memoria y voluntad, y tu vida, como
oveja de su rebaño alimentada con Su Sangre, todo es suyo, ríndete a Sus pies y
dile muy de corazón, aquí os ofrezco, Pastor y dueño mío, cuanto tengo y cuanto
soy, mi alma, mi cuerpo, mi vida y todas
mis potencias, obras, palabras y pensamientos, todo soy vuestro,
disponed de mí como de oveja de vuestro rebaño, y dadme gracia para que yo
merezca ser de él no teniendo cosa mía, sino todo vuestro, dedicado y pronto
para vuestro santo servicio.
Punto IV.- La última cualidad de las ovejas es que no dejan al Pastor
sino que le siguen aunque las lleve a la muerte sin resistencia o contradicción,
sino con suma mansedumbre y paciencia. De la misma manera las ovejas del rebaño
de Cristo, y los que son fieles siervos suyos le siguen con mansedumbre y
llevan su cruz en pos de Él, caminando con igualdad de ánimo a la muerte si
fuere necesario dar la vida por su amor. A este grado de caridad conviene que llegues
si quieres ser del rebaño escogido del Señor. Hazte el ánimo a padecer, toma tu
cruz y síguele por los trabajos que te llegaren, ofrécete a llevarla con valor,
que si eres su compañero en este camino lo serás también en la corona del
cielo.