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lunes, 22 de marzo de 2021

ENEMIGOS DEL SALVADOR

 



         “Entonces dijeron: ¿Qué milagro haces Tú, para que viéndolo creamos en Ti? (San Juan 6,30)

   Asombrosa ceguera y mala fe de los fariseos que hacen tal pregunta cuando acaban de comer el pan milagrosamente multiplicado por Jesús.             

            “Se acomodaron pues los varones en número como de cinco mil”.  (San Juan 6,10)

   Los profetas anunciaron que el Mesías sería contradicho por su pueblo y especialmente por aquellos que más que  ningún otro hubieran debido creer en Él.

   ¿Quiénes fueron?

    En tiempo del Salvador eran cuatro las sectas que dominaban entre los judíos; una era la de los Saduceos, llamados así de Sadoc, del cual se consideraban discípulos. Negaban la inmortalidad del alma, la resurrección de los muertos, la existencia de los espíritus y otras muchas verdades.

   Era otra la de los Fariseos, que hacían consistir toda su piedad en el porte exterior, creyendo lícita toda maldad, con tal que se hiciese en secreto. Una parte de los judíos de nuestros días siguen aún la doctrina de los fariseos.

   A  los Escribas estaba encomendado escribir la ley, interpretarla y explicársela al pueblo. La mayor parte eran fariseos.

   También existían los Herodianos, los cuales creían que era necesario someterse al dominio de los romanos, y que se pudiesen seguir las prácticas de los paganos.

   Los últimos, los Esenios, que practicaban algunas virtudes pero negaban la resurrección de los cuerpos.

Del libro Historia Sagrada

San Juan Bosco