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martes, 20 de septiembre de 2022

BOLETÍN DEL NUEVO CONVENTO BENEDICTINO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD

 


FUENTE Y FOTOS

Para el Boletín:

Estimados amigos, familiares y benefactores,

¡Saludos en San Benito!

Por fin hemos llegado a un pedacito de “cielo en la tierra” para emprender el “experimento” de fundar un convento benedictino contemplativo para la Resistencia Católica. Es aquí, en las hermosas colinas de Colombia, donde pasaremos nuestros primeros meses de formación, lejos del ruido del mundo, y donde la belleza de nuestro Creador se refleja a nuestro alrededor.

Nuestro camino hasta aquí no estuvo exento de cruces, algunas de ellas muy pesadas, pero las acogemos y nos regocijamos en ellas como señal de que el demonio odia esta obra que tiene como único fin glorificar a Dios consolando el Corazón de María. Padre Rafael, en un sermón predicado a nuestra llegada, nos recordó que si pasamos toda nuestra vida secando una lágrima de los ojos de Nuestra Señora, sería una vida bien aprovechada.

Por ahora, somos dos, pero nuestra tercera hermana está en camino desde el Reino Unido para unirse a nosotros mientras escribimos estas líneas. Un cuarto aspirante planea visitarnos en noviembre, y tres jóvenes damas en los Estados Unidos esperan nuestro regreso, si Dios quiere, con la intención de discernir la vocación benedictina. Deo Gratias!

Estos primeros días han estado ocupados principalmente en adaptarse al clima, las costumbres y la tierra, al mismo tiempo que preparaba los materiales de clase y montaba el convento. El 10 de septiembre entró como postulante Marie Pilant, que nos llega desde Nevada. El 15 de septiembre, uno de los nuestros cambiará el hábito de oblato benedictino por el de novicio benedictino, si Dios quiere. Este será un día de gran alegría para nuestra pequeña comunidad y esperamos compartir fotos con ustedes en nuestro próximo boletín.

Para terminar, no podemos dejaros sin comentaros el gran espíritu de caridad y sacrificio con el que aquí nos acogió nuestro padre espiritual y sus monjes, los benedictinos de San José. No se han escatimado en nada para velar por nuestro cuidado. Para octubre, si Dios quiere, serán 6 en número, y otros jóvenes discernirán unirse en el futuro.

Os llamamos, queridos amigos en Cristo, a que nos tengáis en vuestras oraciones, para que seamos fieles a nuestra vocación, consolando a Nuestra Señora en su soledad, y ofreciéndonos como víctimas en reparación por los pecados de la humanidad, ultrajando y hiriendo los Corazones de Jesús y de María. Os animamos a cada uno de vosotros, sea cual sea vuestra vocación, a uniros a nosotros en unión de oración a través de la devoción a Nuestra Señora de la Soledad, que ha sido traducida y se encuentra en el blog del monasterio. Que Dios bendiga a cada uno de ustedes y que Nuestra Señora los mantenga cerca de su Inmaculado Corazón.

Con un recuerdo constante en nuestras oraciones,

Sor María Magdalena de la Madre Dolorosa OSB y las Hermanas Benedictinas

PAX



Rincón de las Postulantes

Queridos amados amigos y bienhechores,

Deo Gratias!

Hemos llegado a la hermosa Columbia y Nuestro Amado Señor, Jesús, no ha perdido el tiempo probando vocaciones, y siempre de Su manera más misericordiosa y amorosa. Ya sabes cómo es cuando quieres hacerle un regalo a tu madre. ¡Solo lo mejor de lo que está disponible servirá!

Cada mañana, todos nos levantamos listos para hacer algo mejor por Jesús y María, y cada sermón nos enciende el fuego mientras nos enseña cómo hacerlo. ¡Entonces, inmediatamente recordamos cuán débiles somos!

Por ejemplo, un día, con un celo apasionado, nos preparamos para comer una comida que uno de nuestros queridos amigos preparó para nosotros y, como los bebés recién nacidos que somos, ¡casi gritamos cuando el pez que estábamos mirando miró hacia atrás! ¡Todo nuestro celo fue puesto a prueba en ese momento! ¡Cuánto trabajo tiene que hacer nuestro querido Señor con nosotros! Por eso, como pequeños que somos, acudimos a Nuestra Señora de la Soledad donde, en su manera dulce, generosa, maternal, aceptará hasta nuestra ofrenda de tener miedo a un pez para su consuelo. ¡La comida estuvo deliciosa, por cierto!

En los Corazones de Jesús, María y José

Las Postulantes