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viernes, 22 de septiembre de 2023

FLORILEGIO DE MÁRTIRES ESPAÑA 1936-1939 (Jesucristo nos anunció que seríamos perseguidos)

 


APENDICE

Jesucristo nos anunció que seríamos perseguidos

Hay personas que se escandalizan al ver sufrir a lso buenos y preguntan: “¿Cómo es posible que Dios permita estas cosas? Si Dios es justo y bueno ¿porqué permite que sean tratadas de esa formas tantas almas inocentes que no tienen culpa de nada? ¿Por qué consiente que sean atormentadas tan bárbaramente tantas personas buenas que no han hecho el mal a nadie, sino que por el contrario han hecho mucho el bien incluso a los mismos que ahora las traicionan?

A muchas personas les parece injusto que Dios permita estas cosas. Pues si El todo lo ve u todo lo puede, ¿cómo es que no sale en su defensa de los buenos?

Este es el mismo razonamiento que hace veinte siglos hacían los judíos cuando Jesús estaba colgado en la cruz.

Leemos en el Evangelio de San Mateo, (27, 39-43) que “los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: “Tú que eres capaz de destruir el Santuario y reedificarlo en tres días, sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios baja de la cruz. Igualmente los príncipes de los sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos se burlaban de El diciendo: “¡A otros a salvado y ahora no puede salvarse a sí mismo!”. Si es el Rey de Israel que baje ahora de la Cruz y creeremos en El. Ha puesto su confianza en Dios; pues que le salve ahora si es que de verdad le ama, ya que El dijo: “Soy Hijo de Dios”.

Pero no sucedió esta falta de fe solamente en los que le crucificaron, sino que incluso sus mismo dicípulos dudaron de El como se puede ver por lo que decían los dicípulos de Emaus: “Nosotros esperábamos que sería El el que libertara a Israel, sin embargo nos a defraudado al dejarse matar sin oponer resistencia…”

Pero la misma respuesta que dio Cristo a los dicípulos de Emaus, es la que nos dice a nosotros el “por qué” son martirizados los buenos cristianos.

Jesús dijo a los discípulos de Emaus: “Oh necios y tardos de corazón para creer lo que dijeron los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Cristo sufriera todo eso y entrara así en su gloria?” Y empezando por Moisés y todos los profetas, les interpretó lo que sobre El decían las Escrituras…

Con estas palabras les demostró Jesús a sus discípulos, que su muerte no pudo ser de otra manera, porque así estaba predicho que sucediera, y “La Biblia no puede fallar”.

Ahora bien: Pues si Cristo necesariamente tuvo que morir en la Cruz para que se cumplieran las palabras de los profetas, ¿por qué algunos se escandalizan cuando somo perseguidos siendo así que nos lo predijo Jesucristo?

He aquí cómo Cristo nos anuncia nuestras persecuciones:

“Llegará el día en que os entregarán a los tormentos, os darán a muerte y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre… (Mt. 24,9; Mc. 13,13; Lc.21,17).

Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre, mas el que persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra, y si también en esta os persiguen huid a otra…

No es el dicípulo más que su maestro, ni el siervo más que su señor… (Mt. 10,22-24),

Pero cuando seais odiados del mundo recordad que antes que a vosotros me ha odiado a mí. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya; más como no sois del mundo, porque Yo os saqué del mundo: por eso el mundo os odia.

Recordad lo que yo os he dicho: “No es el siervo mpas que su señor”. Si me han perseguido a mí, tambipen os han de perseguir a vosotros, y así como guardaron mi doctrina, del mismo modo guardarán la vuestra. Pero todo esto lo harán con vosotros por causa de mi nombre: porque no conocen al que me ha enviado.

Os he dicho estas cosas para que cuando sucedan no os escandalicéis: Os expulsarán de las sinagogas e incluso llegará la hora en que quien os matare se persuada que con ello hace un servicio a Dios. Y todo lo harán porque no conocieron al Padre ni a mi. Pero Yo os he dicho estas cosas para que, cuando llegue la hora os acordéis que Yo ya os lo había predicho” (Jn. 15,18-21; 16, 1-33).

Si Cristo no hubiera muerto en la cruz, nos hubiera demostrado que El no era el Cristo anunciado por los profetas. Pues de igual modo, si nosotros no somos perseguidores de algún modo por los hombres estaremos demostrando que no somos aquellos discípulos de Cristo que el les anunció grandes persecuciones.

Si en vez de ser perseguidos y odiados de los hombres, éstos al contrario nos aclaman y nos aplauden, debemos temer mucho aquellas palabras de Jesucristo: ¡Ay de vosotros cuando los hombres os aplaudieren! Porque así lo hacían con los falsos profetas… (Lc. 6,26)