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miércoles, 26 de febrero de 2014

LA CRUZADA POR LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MEXICO: La guerra cristera (3a parte)


La Era de Plutarco Elías Calles (1924-1927)


           
Alvaro Obregón termina su período de gobierno después del conflicto con el Congreso Eucarístico "retirándose"a sus latifundios en Sonora pero sin alejarse de la política a la cual retorna para ocupar la Secretaría de Gobierno bajo la presidencia de Calles. Desde este puesto continuó su carrera política con el fin de ocupar la presidencia más tarde. Su ambición no conocía límites, logró por mayoría de votos del Congreso derogar el art. 88 de la Constitución que decía:"Sufragio efectivo no reelección" y logró prolongar el período de presidencia de 4 a 6 años.
           
   

Quién era Plutarco Elías Calles:
Nació en Guaymas Sonora en el seno de una familia de ascendencia española. La familia de Elías era una de las familias más ricas del estado de Sonora, sin embargos a los quince años se vio obligado a trabajar como ayudante de maestro, con el tiempo fue maestro y, posteriormente, inspector. Nunca desempeño bien sus labores como maestro ni como inspector pues seguido llagaba borracho a las clases y su carácter no era nada agradable. Arruinado económicamente por su mala vida y su mala fama como maestro acudió a uno de sus tíos paternos quien lo inició en el comercio poniéndolo como despachador en su negocio, pero , como no había nacido para eso, pronto quedo en la ruina. En esos momentos el gobernador del Estado, por recomendaciones y por su anticlericalismo, lo inició en la carrera de militar y política donde, con el correr del tiempo, llego a Gral. luego Gobernador de Estado. Siendo Gobernador mando a fusilar al anterior Gobernador que lo había ayudado. En la presidencia de Obregón ocupó la secretaría de Gobernación y finalmente la presidencia de la república.

El cisma durante su gobierno:
Se comprenderá mejor la reacción de la Iglesia y del pueblo católico ante este cisma cuando se sabe que, el gobierno anticlerical, en otras ocasiones había intentado crear una iglesia que respondiera a las directivas del Estado y se separara de Roma. Este nuevo intento de Plutarco Elías Calles tiene sus orígenes en el año 1822, los liberales habían propuesto la creación de la Iglesia Nacional Mexicana; el proyecto en cuatro puntos del Senado decía: en su cuarta proposición: "todos los asuntos eclesiásticos se ordenarían en el interior de la república, de acuerdo con los cánones y las leyes."
            En 1859, Melchor Ocampo, ministro de Juárez, insistió en crear esa Iglesia Mexicana, "que fuera capaz de dar al César, sin preocupaciones ni perjuicios, lo que al César pertenece" encomendando su función al p. Rafael Díaz Martínez, Once sacerdotes siguieron este movimiento pero luego se arrepintieron. ( Texto del la carta M. O. Pág. 157 del libro la Cristiandad de Jean Meyer.)
            En 1968 Juárez, intentó a su vez, con el presidente de la corte suprema, Mariano Zavala, crearla dirigiéndose a los epicopalistas norteamericanos para que le dieran un obispo. En su estado natal reclutó cuatro sacerdotes, en total poca cosa.
            En 1905 el Pan Anglican Council estableció tres parroquias bajo la jurisdicción de la Iglesia Episcopal Norteamericana.
            En 1914, la revolución carrancista, acarició el proyecto para repetir las tentativas anticlericales del siglo pasado. Carranza procedía de acuerdo a una política indirecta del hecho consumado, es decir, instalaba vicarios en sustitución de los obispos fugitivos.
Miembros adictos a este movimiento fueron: el P. Orihuela quien dijo : "Lo que hemos propuesto... deshacerse del clero extranjero, fundar una Iglesia Nacional por completo separada de la esclavitud de los Romanos Pontífices." Y el R. P. Ramírez exhortaba el 19 de Enero de 1917, al P. Pérez y al José Cortina Marques entre otros, con estas palabras.

El cisma:
El 21 de Febrero de 1925, un centenar de hombres, entre ellos varios miembros de la Orden de los Caballeros de a Guadalupe, orden creada por la C.R.O.M., dirigidos por Ricardo Treviño, secretario Gral.  de la C.R.O.M., y un sacerdote español Manuel L. Monje tomaron por la fuerza el templo de la Soledad confiándolo al P. Joaquín Pérez. De este modo surgió la Iglesia Católica Apostólica Mexicana la cual, con el apoyo del Gobierno logró apropiarse de algunos otros templos en los Estados de Puebla, Veracruz, Tabasco y Oaxaca.
¿ Quién era el Patriarca Pérez? Nace en un pueblo de Oaxaca en el año de 1851, llevo una vida aventurera: revolucionario porfirista. casado a los 22 años, viudo a los 23 seminarista ordenado sacerdote en 1881, masón en Tlaxiaco, en la logia de los "Amigos de la Luz" conspirador, preso, libertado, se convierte en coronel en Santiago Tlatelolco hasta 1912, por la gracia de don Porfirio Díaz. En 1912 vuelve a ser sacerdote, en 1925 es llamado por Calles y en Octubre de 1926 fue consagrado primado de los Viejos Cristianos para América del norte. Muere en 1930 reconciliado con la Iglesia Católica. ¿Que pretendía el patriarca Pérez al fundar la I.C.A.M.?

Su manifiesto al Clero secular y regular de la Iglesia Católica. Entre otras muchas cosas decía: "Os es bien sabido que con fecha 18 del mes de Febrero pasado, en unión de varios virtuosos sacerdotes de reconocida piedad, pero de ideas liberales avanzadas tras ondas y graves meditaciones, resolvieron en junta solemne la fundación de la Iglesia Ortodoxa Mexicana, nombrándose al efecto un patriarca que la gobierne, independiente del Vaticano, sin que por esto se afecte en nada el dogma, cánones y principios fundamentales de la fe de la Iglesia Cristiana." Para fundamentar su fundación interpreta equivocadamente las costumbres primitivas de la Iglesia, citando a San Pablo con sus epístolas a las diferentes congregaciones de feligreses de esos momentos. Y a San Juan con su Apocalipsis y sus epístolas dirigidas a las diferentes Iglesias y luego continua: "al quedar así fundada la Iglesia Católica en México, independiente del Vaticano, nos inspiramos en un alto nivel patriótico" que según él, ya se había insinuado en otros prelados mexicanos pero que por miedo al Vaticano nunca se resolvieron en fundar la I.C.A.M. Señala de antemano el rechazo que ésta sufrirá de parte del Vaticano y, sobre todo, del episcopado mexicano con su consecuente excomunión, termina su larga pastoral con estas palabras: “Os hacemos un llamamiento cristiano apelando a vuestros sentimientos de honradez sacerdotal y de patriotismo, a fin de que laboréis en una causa justa y digan de vuestra santa misión”. Afortunadamente el cisma no llevo el éxito esperado por Calles pues solo se le unieron 13 sacerdotes de los cuales nunca fueron ordenados dos y siete se reconciliaron con la Iglesia siendo, por lo tanto, un flagrante fracaso.
C)Las consecuencias:
En su edicto del 25 de Febrero decía: ”No podemos callar ante el escándalo, ni ocultar el dolor de nuestra alma ante la prevaricación de dos mal aconsejados sacerdotes que, desconociendo la suprema autoridad del Romano  Pontífice, Vicario de Cristo en la Tierra,  apostatan precipitandonos en el abismo del cisma y de la herejía... No, no tememos al cisma, porque no dudamos, ni por un momento, de la fidelidad y sumisión de todos los católicos mexicanos y de todo nuestro clero... pedimos a Dios, y os encarecemos a vosotros que los pidáis también, que estos hijos y ministros suyos, que redimió con su sangre, y ennobleció con su dignidad sacerdotal, vuelvan sobre sus pasos y se arrepientan.”
El pueblo católico se molesto por la violencia con la que fue expulsado el párroco de la Iglesia de la Soledad, en la capital y, por la fuerza hecho de dicha parroquia a los sacerdotes cismáticos. Calles se vio obligado a cerrar al parroquia alojándolos en la Iglesia Corpus Crhisti.

Ruptura Iglesia Estado:

El 9 de Marzo de 1926: la A.C.J.M., la federación arquidiocesana del trabajo, Adoración nocturna, Unión de Damas Católicas, Caballeros de Colón y la Congregación Mariana se reunieron, por unanimidad aprobaron un manifiesto publicado en la prensa el 14 de Marzo, el manifiesto dice así:  “ El actual régimen de gobierno que oprime a la mayoría de los mexicanos, manteniéndolos humillados, bajo la férula de un grupo de hombres sin conciencia y sin honor, procede de los principios destructores y subversivos de un sistema político que pretende convertir a la Patria en un campo de brutal explotación y a los ciudadanos en un rebaño de envilecidos esclavos.
   La privación absoluta de las libertades religiosa, política, de enseñanza, de trabajo, de prensa; la negación de Dios y formación de un pueblo ateo; la destrucción de la propiedad privada por medio del despojo; la socialización de las fuentes productoras del país; la ruina del obrero libre por medio de organizaciones radicalmente revolucionarias; la malversación de los bienes públicos y el saqueo de los bienes privados; el desconocimiento de las obligaciones internacionales; tal es, substancialmente, el monstruoso sistema del régimen actual...” ( Manifiesto pág. 79 La persecución religiosa en México. M. Ángel León. Ed. Ictión


Ley Calles:
El 7 de Enero de 1926, Plutarco Elías Calles obtuvo, con aprobación unánimes de la cámara, facultades extraordinarias para redactar un decreto de ley compuesto de 33 artículos, este famosa Decreto Ley superó, con creces, la Constitución de 1917, la superó también en malicia porque estrangula la libertad de los católicos mexicanos hasta en sus mas elementales derechos. He aquí unos ejemplos:
Art. 2: Es ministro de culto toda persona que ejecuta actos religiosos (antes eran solamente los sacerdotes) o pronuncian públicamente prédicas doctrinales, o hace públicamente labor de proselitismo religioso. es decir, que son ministros religiosos las catequistas, los oradores religiosos y todo católico que ejecute actos religiosos. En resumen este artículo se extiende a todos los católicos y no solo a los sacerdotes como lo hizo la Constitución de 1917, las consecuencias que se deducen de este art. son las siguientes:
a) El Gobierno tiene derecho para apoderarse de todo establecimiento benéfico fundado por los católicos y de los inmuebles donde se haya instalado cualquier asociación benéfica o piadosa (el art. 130 solamente lo extendía a los sacerdotes solamente)
b) Si se prueba que un católico ha ejecutado actos religiosos y si también los ha ejecutado su padre, este no puede heredar a su hijo en virtud del art. 130 que decía; (solo a los sacerdotes) que los ministros del culto son incapaces de heredar por testamento.
c) Por haber ejecutado actos religiosos ningún católico puede dirigir escuelas primarias, estos actos públicos son; oír misa o Comulgar amparándose en el art. 4 : (Ninguna corporación religiosas, ni ministro de algún culto, podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria)
Art. 6, este disuelve las comunidades religiosas prohibiendo los votos religiosos decretando la pena de uno a dos años de prisión a las religiosas y religiosos exclaustrados que intenten reunirse de nuevo y de 6 años para los superiores. Pero en el caso de las superioras solamente les incumbe las dos terceras partes de la pena.
Art. 18, Fuera de los templos tampoco podrán los ministros de culto, ni los de uno y otro sexo que los profesen, usar de trajes especiales ni distintivos que los caractericen, bajo pena gubernativa de 500 pesos de multa...En caso de reincidencia se impondrá la pena de arresto mayor y multa de segunda clase"
Adiós alzacuellos, crucifijos, escapularios, medallas, rosarios, etc.
Los artículos 13, 14, 21 y 22 son una copia de los artículos 7 y 27 de la Constitución de Querétaro.
Esta aprobación de este decreto no se publicó sino el 2 de Julio de 1926 en el diario oficial. Poco antes de su publicación la Iglesia había intentado llegar a un acuerdo pacífico con el Gobierno quien, el cardenal Gasparri busco por medio de conversaciones directas la posibilidad de un arreglo enviando a Mons. Crespi, pero todo fue en vano el Gobierno se mantuvo intransigente. El 11 de Julio de 1926 el Episcopado mexicano pensó seriamente en suspender el culto en toda la República en protesta contra esta ley Calles.
   El punto que más molestaba a los Obispos era el famoso art. 9: "En el que se obligaba a cada sacerdote a inscribirse ante las autoridades para ejercer su ministerio." Si bien esta disposición no era contraria al derecho canónico, sin embargo permitía al gobierno atribuir templos a los protestantes y cismáticos.

El boicot nacional:
En medio de un ambiente cada vez mas tenso ocasionado por los inesperados levantamientos de los católicos en casi toda la república, como hemos visto, surge el Boicot o también llamado bloqueo económico contra el Gobierno llevado acabo por la Liga defensora de la Libertad Religiosa. El 7 de Julio de 1926, entregó el proyecto por escrito al Comité Episcopal quien, una semana más tarde, lo aprobó con estas palabras:"(damos nuestra autorización) Para la campaña pacífica denominada Bloqueo Económico Social, que emprenderá la Liga defensora de la Libertad Religiosa, a fin de obtener la derogación de las leyes que se oponen a dicha libertad."
Obtenida la aprobación con fecha del 31 de Julio, la Liga publicó una circular donde se contenía el programa de acción y decía: "A partir del 31 de Julio del corriente año y mientras esté vigente este decreto... el del 14 de Junio... los habitantes de la nación mexicana que amen la libertad desarrollarán una acción general en defensa y bloqueo en todo el país y consistirá en la paralización de la vida social y económica por los medios siguientes: Abstención de dar anuncios y comprar periódicos que se opongan a esta acción o no le presten ayuda. Se entenderá como falta de apoyo el silencio. Por lo que respecta a los periódicos de la ciudad de México, no se procederá contra ellos sino por determinación expresa de la Liga. Abstención de hacer compras que no sean indispensables para la subsistencia de cada día, la mayor abstención posible de vehículos. No concurrir a diversiones, ni públicas ni privadas. Limitarse en el consumo de energía eléctrica. Abstención total y definitiva de acudir a las escuelas laicas..." La respuesta del pueblo católico fue inmediata y muy positiva. Por toda la República, en las calles, en las esquinas, en las paredes, en los teatros, en los coches, en las hendiduras de las puertas y las ventanas se encontraban papelillos o etiquetas con estas inscripciones: "Adelante con el Boicot": El Boicot nos dará el triunfo"
El 4 de Diciembre de 1926, a las 13:00, por muchos lugares de la ciudad de México se elevaron por los aires cerca de 800 globos que llevaban por un lado, en letras grandes ¡BOICOT! y en el otro el escudo de la Liga y debajo seis banderas nacionales y, además tres paquetes de propaganda sujetos con mechas de diversos tamaños, para que, en los aires, soltaran primero la verde, luego la blanca y finalmente la roja. Esos globos llevaban cerca de 5,000 hojas. En esta ingeniosa y atrevida acción merecen mención especial las jóvenes que integraban la Brigada Santa Juana de Arco, sin ayuda de ellas tal propagada no hubiese obtenido los óptimos resultados.
El Boicot, a pesar de las negaciones del Gobierno y aunque no consiguió su fin, tuvo una repercusión muy dura sobre la vida económica del país; lo suficientemente dura como para expresar a los del gobierno quienes se vieron en la necesidad de importar maíz y algodón, descendió la producción petrolera, bajaron mucho las exportaciones de henequén y bajó el precio internacional de la plata. Según Lagarde: "El consumo interior ha disminuido mucho, los stocks se acumulan en la industria y el comercio, los pago son difíciles y muchas empresas se encuentran en una situación inquietante. El tesoro ha sufrido el contragolpe de esta situación... a causa de la fuga de capitales, la tasa del peso cae"  Para que tengamos una pálida  idea de la fuga de estos capitales pondremos como ejemplo al Banco de México quien, en la primera semana, sufrió el retiro de 7 millones de pesos y 3 millones más en las demás semanas. Balderrama, portavoz del gobierno, reconoce los efectos desastrosos del Boicot y cita un cablegrama de francés informando, en septiembre, que los "Los efectos del boicot han llegado a convertirse en un espectro aterrador" Ese mismo mes los cónsules norteamericanos en Manzanillo, Colima, Guadalajara, Torreón y Saltillo señalan la eficacia del movimiento.
La Cámara de Comercio, Industria y Minas de Guadalajara, dirigió un comunicado o memorándum al Congreso desafiando la situación angustiosa de sus miembros, lo que les valió ser expulsados, por orden presidencial, de la Confederación Nacional.
1927 fue bastante duro y negro porque el comercio y la banca dejaron de percibir 65 millones de pesos. El ministro de hacienda se vio obligado a vender en subasta los bienes robados al clero y el Gobierno determinó no pagar los salarios a los empleados públicos, federales y tropas que no estuvieran en campaña.
            En Guadalajara las diferentes agrupaciones católicas incluyendo a las empleadas católicas de comercio, se dividieron el trabajo en cuatro comisiones: fiestas, comercios, transportes y escuelas, la ciudad se convirtió en ciudad de peatones, además 800 maestros dimitieron de sus cargo en las escuelas publicas y 22,000 niños de escuela primaria de un total de 25,000 dejaron de ir a la escuela.
Si bien el boicot no logró hacer capitular al gobierno si afecto demasiado la economía de México y esto explica el porque el gobierno quiso hablar, por primera vez, con los obispos. Aceptando esa extraña entrevista realizada el 2 de agosto. Mons. Díaz escribía a Mons. Fulcheri: "El procurador de justicia, el licenciado Mestre y el señor Pani espontáneamente han ofrecido acercarse al señor Presidente para ver si se arregla de una manera decorosa, cesen las presentes dificultades. Hemos mandado a decir al Presidente que de nuestra parte encontrará, siempre que no trate de exigirnos algo en contra de nuestra conciencia o en contra de la Leyes Divinas, disposición absoluta para hacer todo lo que pidamos."
Continúa..