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sábado, 1 de noviembre de 2014

SERMON DEL PADRE DAVID HEWKO: Sufriremos persecución!






    Los Católicos que queremos ser fieles  a Nuestro Señor Jesucristo  tenemos que mantener la Fe verdadera y no modernizada o comprometida con el mundo moderno. La  Iglesia de nuestro Señor Jesucristo puede estar reducida a un puñado pero sabemos que  vamos a ganar. Así quede un sólo Católico en toda la tierra.

"Voy a reinar a pesar de todos mis enemigos", le dijo Nuestro Señor Jesucristo a Santa Margarita María de Alacoque.

   Los papas del Concilio Vaticano II le han quitado la corona a nuestro Señor, se han burlado de Él, los obispos, los sacerdotes, hay una apostasía total como lo predijo nuestra Señora de Fátima, habló de esta desorientación diabólica. Ahora, esta desorientación diabólica está afectando a los líderes de la FSSPX, y desde hace dos años, estas ideas modernas, esta revolución, han infectado como una enfermedad a toda la familia de la tradición.
Nuestro Señor Jesucristo nos dijo: ustedes serán perseguidos por mi nombre.

    Este terrible compromiso en la FSSPX es algo terrible que ha sucedido. Y los líderes deberán responderle a Nuestro Señor Jesucristo Rey. Recordemos la bestia del Apocalipsis, esa bestia que tiene hermoso cabello largo de mujer. ¿Qué es esa bestia? Recuerdo a Monseñor Williamson al darnos la clase de Sagrada Escritura nos decía que los Padres de la Iglesia decían que esa bestia eran los líderes con ideas femeninas: ecumenismo, libertad religiosa, colegialidad, que es la democracia en la iglesia, libertad de conciencia, libertad de prensa que envenena las mentes, libertad en las universidades para enseñar lo que sea, esas ideas son viciosas, arrancan la fe de los corazones, nos están haciendo un lavado de cerebro peor que el que tenían los que estaban en los campos de concentración de Stalin, por eso la bestia tiene garras de oso, con las que arranca el estado de gracia de las almas .Estos son los hombres modernos y los líderes políticos desde Paulo VI, puras sonrisas, y en el clero también.  Las ideas femeninas están llevando las almas al infierno. Los hijos de Monseñor Lefebvre fuimos entrenados para pelear específicamente contra este enemigo del modernismo. ¿Qué pasa cuando se empieza a hablar como modernista, y a usar frases dobles como los modernistas, y a castigar a los hijos que quieren ser leales a nuestro Señor Jesucristo, a los Papas de la Tradición y a Monseñor Lefebvre. Expulsándolos, silenciándolos, transfiriéndolos. 

No seamos engañados por las sonrisas y amabilidad de estas personas porque esa no es la dulzura del Sagrado Corazón, nuestro Señor es leal a la verdad," la dulzura de mi Corazón es toma tu cruz y sígueme". Siguiendo a nuestro Señor en la abnegación descubriremos la dulzura de Dios que no es de este mundo.

    Sufriremos.  Sufriremos persecución. Nuestro Señor es muy honesto, el camino que tenemos que seguir está lleno de espinas, pero tendremos la felicidad en nuestra alma, la verdadera paz del alma, y obtendremos el cielo. Ustedes ya saben que el demonio es mentiroso, el promete dulzura en este mundo, dulzura, dulzura, dulzura y al final amargura, si alguno de nosotros perdemos la fe no vamos a poder salvar nuestra alma y vamos a arder en el infierno por toda la eternidad.

   En la FSSPX ese documento de la declaración doctrinal es tan grave que ha comprometido la Fe.  Si ustedes o yo firmáramos ese documento, iríamos directo al infierno, porque es un compromiso con Vaticano II, “aceptado a la luz de la tradición”, es aceptar el nuevo Código de Derecho Canónico que está lleno de herejías, acepta la comunión a los no católicos, tuerce el fin del matrimonio, exalta la democracia dentro de la Iglesia, borrando básicamente el estado clerical, y el nuevo juramento de fidelidad condenado por Monseñor Lefebvre, y que la nueva misa es legítima. Si ustedes se fijan en los arreglos hechos por Campos, o cualquiera de los otros grupos tradicionalistas que han hecho compromisos con Roma modernista, todos ellos han firmado  lo mismo que Monseñor Fellay firmó. Recuerden la bestia del Apocalipsis con garras de oso, es con lo que estamos tratando.

    Monseñor Lefebvre fue un verdadero obispo del Sagrado Corazón. Nos advirtió del gran peligro amenazando a nuestros fieles, que es  ponernos bajo la Roma modernista y los obispos conciliares. Y ahora en esta entrevista reciente con Monseñor Pozo, básicamente dice que el acuerdo estará llegando pronto, es inminente, todo por la firma de la declaración doctrinal por Monseñor Fellay, lo único que falta es la declaración pública del acuerdo.

    Las treinta piezas de plata han sido pagadas, fueron pagadas hace dos años, en 2012. Por eso, nosotros como católicos no queremos traicionar a nuestro Señor Jesucristo. Queremos seguirlo a Él, no a la versión del Concilio Vaticano II, no la versión protestantizada, no la infidelidad por supuesto de los musulmanes, queremos pelear y permanecer fieles a nuestro Señor Jesucristo Rey, el Sumo Sacerdote, quien fundó Su Iglesia Católica y contra la cual las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella.

    Estamos en este mundo, todos sentimos la presión, todos sentimos la persecución de este mundo moderno a cada nivel, pero debemos estar alegres en el reinado de Cristo Rey, nuestro Señor dijo: Yo reinaré a pesar de mis enemigos. Ese reino vendrá y se hará la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María quien quiera que sea el Papa.

Donde nuestro Señor Jesucristo no reina hay desorden y obscuridad decía Cardenal Pie. San Pío X lo llamaba mi maestro.  Tomó su nombre pontifical de él. "Cristo debe reinar aquí abajo. Debe inspirar las leyes. Santificar la moral. Iluminando la educación. Regular los actos de los gobernantes. Si nuestro Señor Jesucristo no reina por Su presencia, trayendo muchas bendiciones a todos los países, reinará por su ausencia. Ausencia en las constituciones, en las banderas, en las leyes, en las escuelas, en las universidades, Cristo está tan ausente, ya no se le puede encontrar más. Y en las escuelas modernas les están enseñando a los niños el judaísmo, y todos esos niños con la religión musulmana que llevan derecho al infierno. Nuestro Señor Jesucristo no es amado en el mundo occidental. Y si nuestro Señor Jesucristo no es amado  y es ignorado esas naciones van a ser destruidas como nuestra Señora de Fátima nos advirtió. Y América está incluída en estos castigos que profetizó nuestra Señora de Fátima. Ahora América y Canadá tienen leyes glorificando a los sodomitas. Recemos el Santo Rosario, usemos el escapulario. Nuestra Señora prometió la victoria. Victoria más grande que la de Nuestra Señora de Guadalupe. Pero si estos sodomitas infectan la mente del clero, ¿qué puede parar la ira de Dios si los líderes de la Iglesia crucifican a nuestro Señor otra vez? Este es nuestro tiempo, este es el período de la apostasía. Debemos pelear. ¿ A los ojos de Dios es la resistencia inútil? A los ojos de Dios es una gran victoria. Porque todos  mártires que han dado su vida por la fe fueron directo al Cielo. Todos ellos pelearon por una causa correcta. Todos los mártires de Inglaterra protestantizada, todos los mártires en Ucrania, traicionados por Paulo VI, los Cristeros en México, en Francia con la Revolución Francesa, todos los mártires de las persecuciones comunistas, todos pelearon por los mismos principios por los cuales nosotros estamos peleando ahora. Separar la Iglesia del Estado es un principio liberal, que destrona a Cristo Rey, y pone todas las religiones al mismo nivel. Nuestra pelea es la misma, y el Arzobispo Marcel Lefebvre quería que nosotros comprendiéramos esto muy bien.

    Estamos luchando por la Iglesia Católica Romana de la Tradición, luchamos por nuestro Señor Jesucristo Rey y Eterno  Sumo Sacerdote.
    La separación de la Iglesia y el Estado, el Concilio Vaticano II, la libertad religiosa  se burlan de nuestro Señor Jesucristo, el ecumenismo crucifica a Cristo Rey, por eso NO PODEMOS hacer compromiso con estas ideas masónicas que triunfaron en el l Concilio Vaticano II, por eso lo que está pasando dentro de la FSSPX es muy grave, es el triunfo de la masonería dentro de la familia de la tradición. Nosotros NO vamos a tolerarlo, no vamos a hacer compromisos, eso va a significar persecución, muerte, pasar hambre, lo que sea, ¡bendito sea Dios! Que Dios nos dé la fuerza para soportarlo.

    La tenemos fácil si lo comparamos con nuestros antepasados, hay mucha gente asustada hasta la muerte, pero ustedes, queridos fieles, jamás olviden las palabras del Arzobispo Lefebvre nuestra pelea es la misma que la de los católicos de la revolución francesa, es la misma de San Pío X quien condenó el modernismo, es la misma bestia, todo lo que huele a dulce está envenendo. La vida fue fácil para los que aceptaron las nuevas ideas, ¿pero dónde están sus almas ahora? Ellos ya tuvieron su recompensa aquí en la tierra. Ahora están ardiendo en el infierno para siempre.       

Recemos a la Madre de Dios, a través de Ella, el reinado de Cristo Rey regresará.  Él quiere que el Papa consagre Rusia al Corazón Inmaculado de María con todos los obispos. El quiere que el Corazón de Su Madre sea honrado junto con el suyo.  ¿Quién sintió el dolor cuando la lanza traspasó el Sagrado Corazón de Jesús? Nuestro Señor ya estaba muerto. Lo sintió  Nuestra Señora. Y esa herida la hubiera matado si Dios milagrosamente no le hubiera sostenido la vida. Ella sufrió más allá de los que  nosotros podamos comprender. Así que,  ¿cómo vamos a mantener la Fe hoy? ¿Cómo vamos a ser fuertes en estos tiempos? ¿Cómo vamos a ser fieles en estos días? Va a ser permaneciendo muy unidos, cerca  y consagrados al Inmaculado Corazón de María.  Dios lo quiere. Él lo desea. Esa es Su bandera, el Corazón de Su Madre. Lean el libro: Lo destronaron por Arzobispo Lefebvre, leanlo una y otra vez.  Ahí está la esencia del problema. Recen el Santo Rosario en familia. Estudien juntos estos temas. Estudien juntos las Encíclicas. Inviten  a sus vecinos a rezar el Rosario. En algunos poblados están haciendo una pequeña procesión con la imagen de Nuestra Señora, y algunos curiosos se unen al rezo del Santo Rosario. Con esto podrán convertir algunas almas.  En su lugar de trabajo, hagan la señal de l cruz. No tengan pláticas sucias.  No asistan a shows peligrosos.  Sean hombres de virtud. Sean honestos en sus negocios.  Eso habla por sí solo. Difundan la Fe por el ejemplo, y con las palabras cuando vean que es necesario. Y ustedes esposas, ustedes mujeres, ¿cómo van a difundir el Reinado de Nuestro Señor Jesucristo? Teniendo los hijos que Dios les mande. Nuestro Señor quiere niños. Miren a los santos, cuántos de ellos llegaron al último de familias muy numerosas. Sean generosas. Y ustedes señoras de mayor edad, no piensen que están ya retiradas. Tienen que pasar la Fe a sus nietos y ahijados, a sus amigos y a sus familias.  Recen en su soledad. Ofrezcan sus sufrimientos.

Nada se desperdicia en los planes de Dios. Y ustedes jóvenes,  ustedes seminaristas, qué gloria consagrarse a Cristo Rey y a Nuestra Señora, en tiempos en los que no hay gloria en esto. En tiempos en los que ustedes son ridiculizados por el mundo moderno. Pero aquellos de buena voluntad saben que es lo correcto. Recen por llegar a ser buenos sacerdotes. Son un pequeño ejército listo para pelear. Ustedes se van a sacrificar por las almas. Van a ser sacerdotes de nuestro Señor Jesucristo para conquistar el mundo para Cristo Rey.  Van a ser  sacerdotes  del Sagrado Corazón de Jesús. Y si les toca viaja, será una de las cruces que deberán cargar. Ustedes  niños, tienen los grandes ejemplos de tantos niños santos. Muchos de los cuales murieron mártires. Sean generosos con Dios, recen para conocer Su voluntad. Así que, ya sean monjas, sacerdotes, casados, niños, debemos pelear las últimas batallas que quedan, por el reino de Cristo Rey y el triunfo del Inmaculado Corazón de María. Estamos del lado ganador. "Reinaré a pesar de mis enemigos". El viene del cielo a este altar en la Santa Misa. Este Rey viene a visitarnos. Él sabe que estás cansado, Él sabe que estás preocupado, Él sabe que estás confundido en medio de toda esta confusión.


El Rey baja y nos alimenta y nos da su Cuerpo, Sangre,  Alma y Divinidad en la Sagrada Eucaristía, su gran sacrificio sobre el altar en la Santa Misa, de Él mismo sobre la Cruz. Nos da a Su Madre, nos da Su gracia, nos da nuestros ángeles guardianes, nos da Su doctrina, ¿qué más queremos? SIRVAMOS A DIOS CON ALEGRÍA, pidámosle que nos de fortaleza en esta batalla, y marchemos con la bandera del Corazón Inmaculado de María. ¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.