NUESTRO SEÑOR RUEGA POR LOS DISCÍPULOS. (San Juan Capítulo 17)
6 Yo he manifestado
tu Nombre a los hombres que me
diste (apartándolos) del mundo. Eran tuyos,
y Tú me los diste, y ellos han conservado tu
palabra. Ahora saben que todo lo que Tú
me has dado viene de Ti. 8Porque las palabras
que Tú me diste se las he dado a ellos,
y ellos las han recibido y han conocido verdaderamente
que Yo salí de Ti, y han creído
que eres Tu quien me has enviado. 9Por ellos
ruego; no por el mundo, sino por los que Tú
me diste, porque son tuyos. 10Pues todo lo mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío, y en ellos
he sido glorificado. Yo no estoy ya en el
mundo, pero éstos quedan en el mundo mientras
que Yo me voy a Ti. Padre Santo, por
tu nombre, que Tú me diste, guárdalos para
que sean uno como somos nosotros. 12Mientras
Yo estaba con ellos, los guardaba por tu Nombre,
que Tú me diste, y los conservé, y ninguno
de ellos se perdió sino el hijo de perdición,
para que la Escritura fuese cumplida. 13Mas ahora voy a Ti, y digo estas cosas estando (aún) en el mundo, para que ellos
tengan en sí mismos el gozo cumplido que tengo Yo.
14Yo les he dado tu palabra y el
mundo les ha tomado odio, porque ellos ya
no son del mundo, así como Yo no soy del
mundo. 15No ruego para que los quites del
mundo, sino para que los preserves del Maligno.
18Ellos no son ya del mundo, así como
Yo no soy del mundo. "Santifícalos en la
verdad: la verdad es tu palabra. 18Como Tú
me enviaste a Mí al mundo, también Yo los
he enviado a ellos al mundo. 19 Y por ellos me
santifico Yo mismo, para que también ellos 20sean santificados, en la verdad."
Comentario B. Straubinger: 17. "Vemos aquí hasta qué punto el conocimiento
y amor del Evangelio influye en nuestra vida espiritual.
Jesús habría podido decirle que nos santificase
en la caridad, que es el supremo mandamiento. Pero
Él sabe muy bien que ese amor viene del conocimiento (v. 3). De ahí que en el plan divino se nos envió primero al Verbo, o sea la Palabra, que es
la luz; y luego, como fruto de Él, al Espíritu Santo
que es el fuego, el amor". [Explicación clara de porque primero es la Fe y la Doctrina, antes que los Sacramentos]
Aquí pide a Dios Padre el fruto de su Pasión y Muerte: la Redención
24Padre, aquellos que Tú me diste quiero que estén
conmigo en donde Yo esté, para que vean
la gloria mía, que Tú me diste, porque me
amabas antes de la creación del mundo. Padre
Justo, si el mundo no te ha conocido, te
conozco Yo, y éstos han conocido que eres
Tú el que me enviaste.