NdB. El 26 de diciembre de 1957 el padre Fuentes se entrevistó con la verdadera Sor Lucía; el Tercer Secreto debía ser revelado en 1960 o a la muerte de sor Lucía. Si sor Lucía moría antes que el papa Pío XII el Tercer Secreto hubiera sido revelado por el papa Pío XII y prevendría a la catolicidad de los eventos trágicos que sucederían. Efectivamente se le ocultó a Pío XII la muerte de Sor Lucía, después acaeció la muerte de Pío XII (11 de Octubre 1958) y el secreto no se reveló.
Después de 1960 ni su confesor, ni el padre Fuentes, que eran los únicos que podían reconocer a la verdadera Sor Lucía no pudieron verla más. Tampoco Don Luigi Villa pudo entrevistarse con ella en 1974 ni con el salvoconducto del Cardenal Ottaviani. ¿Los de la secta modernista no querían que se dieran cuenta del fraude?
Alfredo Cardenal Ottaviani conocía (leyó) el Tercer Secreto, en vista de que Juan XXIII no anunció el Tercer Secreto en 1960 y en vista de que rechazaba a los "profetas y profecías de desgracias", y que el desastroso Concilio Vaticano II avanzaba, viendo con sus propios ojos el cumplimiento del Tercer Secreto (la introducción de Satanás en la cumbre de la Iglesia), en 1963 decide escribir el texto diplomático del Tercer Secreto de Fátima, que contenía las frases verdaderas en el documento de 3 páginas entregado a la revista Neues Europa.
Don Luigi Villa conocía la verdaderas frases del Tercer Secreto, así como los papas reinantes desde Juan XXIII hasta nuestros días. Las declaraciones aisladas hablan por si mismas. En noviembre de 1980 Juan Pablo II dijo respecto al Tercer Secreto: "como ya otras veces la Iglesia renació en la sangre, tampoco esta vez será de otro modo..." Además dijo: "A todo cristiano debería bastarle el saber lo siguiente: “cuando se lee que los océanos inundarán continentes enteros, que los hombres morirán repentinamente, de un momento a otro, y esto por millones...”, si se sabe esto, realmente no es necesario pretender la publicación de este ..."
El mismo Benedicto XVI en contradicción de la versión oficialista del año 2000 dijo en 2010: Erraríamos pensando que el mensaje profético de Fátima se hubiera realizado completamente.
Además dijo: “la necesidad de la pasión de la Iglesia que naturalmente se refleja en la persona del Papa” y, entonces, anunciaba sufrimientos para la Iglesia, especificando que tales sufrimientos provendrían no de los enemigos externos, sino del interior de la Iglesia misma.
La importancia de revelar el Tercer Secreto en 1960, por supuesto era prevenir los grandes males que se fraguaban. En ese año todo sería más claro dijo Sor Lucía. Los enemigos de la Cruz evitarían a toda costa que un papa católico leyera el Tercer Secreto y tomara cartas en el asunto.
Los papas conciliares sin duda leyeron el secreto, pero los involucraba a ellos. No contaban con la astucia del gran Cardenal Ottaviani y la publicación del Tercer Secreto en 1963 entre lineas.
El fraude de la falsa Lucía no es de extrañar, pues los enemigos de la Cruz de Cristo buscan el triunfo de Satanás, a toda costa, en esta guerra decisiva que se libra, estamos seguros que al Final el Inmaculado Corazón de María triunfará, pidamos gracias a Dios para estar del lado de los amigos de Cristo y de la Verdadera Iglesia Católica, profesando la doctrina católica COMPLETA e ÍNTEGRA, sin concesiones doctrinales, compromisos humanos o innovaciones doctrinales.
Viva Cristo Rey