Arzobispo Lefebvre sobre las misas del indulto:“Es una posición muy ambigua y no es conforme a la que defendemos y que los tradicionalistas siempre han defendido. Ellos también aceptan la legitimidad de la nueva misa…” [Igual que la Neo-FSSPX]
La Santísima Virgen María amó a su Divino Hijo con todo el corazón. Lo
probó con su martirio. Se preguntarán
por qué Nuestra Señora es mártir si no la mataron, nunca fue crucificada, San Bernardo la llama: mártir. Cuando los
soldados atravesaron el costado de Nuestro Señor en la Cruz, Él ya estaba
muerto, Él no sintió ese dolor, pero la Santísima Virgen sí sintió esa lanza
directo en su Corazón. La Santísima Virgen sufrió más de lo que podamos
imaginar. En la Sagrada Escritura
tenemos las profecías de sus dolores en el Profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones
capítulo I y capítulo II.
Cuando los judíos se burlaban de
Nuestro Señor y le decían que si es que era el Mesías lo probara bajando
de la cruz, allí estaba la Santísima Virgen, ella era la Madre de este criminal
que condenaban, los judíos se burlaban de Él, lo ridiculizaban, toda la ciudad
estaba contra Él. A los ojos de los judíos, también se estaban burlando de
Nuestra Señora. Hoy honramos sus grandes dolores.
En la Santísima Virgen María vemos la perfección de los mandamientos de
Dios. Amarlo con todo el corazón, con toda la mente, con toda el alma. Ella
estaba llena de gracia y totalmente consagrada a Dios. Ella nunca estuvo bajo
el poder del demonio. Cuando honramos el Corazón de la Santísima Virgen María,
tocamos el Corazón de Dios mismo. María
cargó con Jesús la Cruz, fue mártir con su Hijo. Cuando Nuestro Señor murió en
la Cruz terminó su sufrimiento, pero la Santísima Virgen continuó sufriendo
todo el viernes, todo el sábado y realmente todo el resto de su vida. Es muy
importante que siempre estemos cerca de su corazón porque como nos lo dijo en
Fátima: Dios quiere establecer la devoción a mi Inmaculado Corazón.
Podemos decir que Ella vivió el audiovisual de la vida de Cristo. Así
que cuando recemos el Rosario, tratemos de ver los misterios a través de sus
ojos. Toda la Pasión a través de sus ojos. Pidámosle la gracia de comprender de
una manera profunda los misterios de la Fe, de adorar como Ella lo hizo a
Cristo que es verdadero Dios, que incluso aun cuando estaba en la Cruz, pues
los apóstoles perdieron la Fe, incluyendo al primer Papa y a los primeros
obispos católicos, todos huyeron, la única que no perdió la Fe fue la Santísima
Virgen María. Ella siempre creyó que es verdadero Dios, nunca dudó. Conocía las
Escrituras y sabía que Nuestro Señor Jesucristo iba a resucitar. Permaneció
inamovible en la Fe.
Es este el tiempo de la gran
batalla de Satanás contra la Iglesia
Católica, donde parece que Satanás está
ganando, la profecía dice que la Iglesia
Católica parecerá que se extingue, estará tan humillada, que parecerá que no le
queda nada, y ese es el estado de la Iglesia ahora, con la apostasía de las
naciones desde el Vaticano II, en nombre de la libertad religiosa, los países
que alguna vez fueron católicos, en nombre de esta herejía que se ha infiltrado
en la Iglesia, junto con el ecumenismo, junto con la colegialidad, han retirado
de sus constituciones el ser católicos y ahora están cayendo a la apostasía. Este
desastre ha hecho que todos los días diez mil católicos hayan abandonado la Fe
en Sudamérica. Cuando el Papa Francisco estuvo en Brasil para el escandaloso
día de la juventud, Brasil estaba en ese momento en el debate de la ley para
aprobar el aborto, el Papa Francisco no
dijo absolutamente nada, ni una sola frase contra la ley del aborto. La ley se aprobó por el silencio del Vicario
de Cristo.
Este Papa ha guardado silencio respecto a condenar la
homosexualidad, no dijo que Dios condena este vicio, no condena la apostasía,
la infidelidad de los judíos, la idea de que los ateos pueden entrar al cielo,
el mismo Papa está en el modernismo, de él sólo escuchamos errores liberales.
Estamos en este tiempo del Apocalipsis que vio San Juan, y el rol de la
Santísima Virgen en estos días. El vio esta bestia levantarse del mar y que con
su cola barrió la tercera parte de las estrellas, esto es que barrió con la
mayoría del clero, los sacerdotes y los obispos, incluso la cabeza de la Iglesia
para caer en el error, en la obscuridad,
en el no más predicar contra el error y ya no predicar la Fe Católica
Tradicional.
Este es nuestro tiempo justo ahora. El gran odio y la guerra de Satanás
contra Dios, contra su Iglesia Católica, contra Nuestro Señor Jesucristo Rey y
contra la Santísima Virgen María.
Es por eso que nosotros, en estos
tiempos, cuando tantos están comprometidos, cuando tantos están cayendo en la
apostasía, se nos pide estar cerca del Corazón Inmaculado de María, su Corazón
es la llave al Corazón de Jesús, su Corazón es la llave al Corazón del Padre, su
Corazón es la clave para todos nosotros para mantener la Fe, cuando tantos la
están perdiendo y cuando tantos la están comprometiendo. Monseñor Williamson
tiene una carta muy buena donde explica los pasos comprometedores que ha estado
dando el último bastión de la Tradición Católica, la Fraternidad Sacerdotal San
Pío X. Monseñor Lefebvre realmente gracias a la ayuda del Espíritu Santo y de la Santísima Virgen María milagrosamente
consagró la Fraternidad, la que sería el último bastión de la Fe Católica, de
la defensa de la verdadera Misa, del
verdadero catecismo, de toda la doctrina verdadera de todos los papas de la
Tradición. Fue establecida como una
muralla contra los errores modernos, contra el tsunami del modernismo,
liberalismo, socialismo, comunismo y todos los ismos que están destruyendo la sociedad y la
Iglesia. Ahora vemos los terribles pasos
comprometedores en la parte más alta de la Fraternidad San Pío X, que era el
último bastión. No nos alegramos por esto.
Tanto ustedes como yo mismo
amamos la Fraternidad, la misión de la Fraternidad, que era mantener el
verdadero sacerdocio católico, la verdadera Misa Católica, la verdadera
doctrina, pero también el alzar la voz, ladrar como buenos perros contra los
lobos que están atacando las ovejas, y eso incluye decirle al mismo Papa, como
Vicario de Cristo, que mantenga la Fe Católica y no la cambie, no la
comprometa, y el Papa necesita que los
hijos leales de la FSSPX levanten la voz, y ahora con estos documentos
comprometedores de julio de 2012, tan
serio es que es la primera vez en cuarenta años que la FSSPX oficialmente dijo,
no necesitamos la conversión de Roma, que regrese a la Tradición, queremos
tener un acuerdo con Roma de cualquier modo. Permitan que les pregunte: ¿Qué
tipo de acuerdo puede haber con Roma modernista si no es en la Fe Católica
Tradicional? Eso no es unión, eso es pluralismo, es indiferentismo, que pone todos los credos al
mismo nivel. Y Papas, tras Papas tradicionales, han condenado este error. El
indiferentismo conduce a la pérdida de la verdadera Fe.
El Arzobispo Lefebvre nunca habló
de esta manera. Sí, Monseñor Fellay tiene la gracia de estado, pero no es
infalible. Quien sí tenía la gracia de estado fue su mismo fundador, y el mismo
fundador insistió mucho especialmente en los últimos tres años de su vida: NO
HAGAN UN ACUERDO CON ROMA HASTA QUE ROMA REGRESE A LA TRADICIÓN. Escuchen el
magnífico sermón en You Tube que predicó
Monseñor Lefebvre en 1988 cuando consagró a los cuatro Obispos. En ese sermón dice claramente tres veces: Nunca debemos
hacer un acuerdo con Roma hasta que Roma regrese a la Tradición. Ahora quieren
tratar de reexplicar este regreso a la Tradición en un nuevo molde, pero el
Arzobispo fue muy claro en lo que quiso decir. Debemos oponernos a la Iglesia
Conciliar hasta que Roma regrese a la Tradición, eso significa como el mismo
Monseñor lo dijo: Cuando el mismo Papa profese Quanta Cura que condena los
errores modernos, la libertad religiosa, la libertad de conciencia, libertad de
prensa, separación de la Iglesia y el Estado, todos los errores modernos que
destruyen una sociedad y no solo la Iglesia.
Hasta que el Papa profese Pascendi
de Papa San Pío X, condenando el modernismo, y el Juramento Anti modernista, cuando
el Papa profese la gran Encíclica de León XIII condenando las falsas ideas de
libertad e independencia de Dios, poniendo los derechos del hombre sobre los
derechos de Dios, y hasta que el Papa profese Quas Primas de Papa Pío XI, que
Cristo debe ser Rey de todos los estados, gobiernos y constituciones. Eso es lo
que queremos como Católicos, es por lo que peleamos. También la condena del
falso ecumenismo, que es como una enfermedad que destruye la Iglesia desde
dentro. Y cuando el Papa profese estas doctrinas infalibles de la Iglesia
Católica sabremos que Roma ha regresado
a la Tradición. Mientras tanto es una falsa unidad hablar de normalización con
Roma que ha traicionado a Nuestro Señor Jesucristo. Oponernos pública y
abiertamente a esta destrucción de la Iglesia y de la Misa es el mayor servicio que le podemos hacer a la
Iglesia Católica, dijo Monseñor Lefebvre.
Y esto es lo que ha sido comprometido el pasado julio de 2012 en un decreto oficial
de los líderes de la FSSPX. Esto merece oración y penitencia. Es un desastre.
Es increíble, y lo que es más increíble es el silencio de los sacerdotes, todos
hemos sido entrenados para pelear contra el modernismo, hemos sido entrenados
para conocer las tácticas de cómo trabajan los modernistas, la táctica
principal es el lenguaje ambiguo. Lean las seis condiciones, el lenguaje es
ambiguo, lean la declaración doctrinal de abril 15 la cual no ha sido retirada. No es una declaración prudencial, es una
declaración doctrinal. La Iglesia Católica está construida sobre doctrina. Si
no creemos en la Fe Católica no vamos a poder salvar nuestra alma. Para quien
se atreve a jugar con la Fe Católica deben flashear todas las luces rojas. ¡Cuántos
mártires hubieran podido escapar del martirio usando ambiguas frases!
-
La aceptación de que el Concilio Vaticano II
puede ser interpretado a la luz de la Tradición, como parte de toda la
Tradición. FALSO. El Concilio Vaticano II está condenado por la Tradición
Católica; no hay ninguna manera en que pueda ser contemplado. “¡Ay! Pero hay
cosas buenas en él”. Pero esas cosas buenas llevan a las cosas malas. El veneno
en el pastel es suficiente para matar… y esparcirse por todo el pastel.
El Concilio Vaticano II ya está condenado
por la Tradición y será condenado de nuevo. No hay una manera en la que podamos
verlo como parte de la Tradición, como dice Mons. Fellay. Eso es totalmente
inaceptable.
- Segundo: la aceptación al diálogo, la Libertad
religiosa, ecumenismo, estas cosas no son discutibles, estos errores están condenados
por todos los grandes Papas y condenados INFALIBLEMENTE. ¿Y cómo es posible que
alguien, que un sacerdote de la Tradición, ni hablar de un obispo, diga que el
95% del Concilio es aceptable, que la libertad religiosa es limitada…? ¡Es
imposible!
El documento del 15 de Abril dice que el
Nuevo Código de Derecho Canónico está bastante bien, sin distinciones. Y una de
las cosas más mortales en él es decir que la nueva misa, que los nuevos
sacramentos del Concilio Vaticano II fueron promulgados legítimamente. Ahora,
decir “legítimamente promulgado” es lo mismo que decir “son legítimos”. Muchas
escuelas de pensamiento están intentando decir que “legítimamente promulgado”
no es lo mismo que decir “legítimo”, pero eso es FALSO. Incluso el Padre De la Roche(sacerdote
de la FSSPX), el año pasado, dijo en una conferencia de la FSSPX que decir
“legítimamente promulgado” es lo mismo que decir “legítimo”, es como decir
“está bien”.
Mons. Lefebvre NUNCA dijo que la Nueva Misa era legítima.
Decía que era ilegítima, “la misa bastarda”, lo que significa “la misa
ilegítima”. Es por eso que rechazaron la nueva misa, la misa
masónica-protestante-neo-modernista, porque es mortal para sus almas; lleva
almas al infierno.
Y esto es lo que se admite en el documento del 15 de Abril.
¿Ha sido condenado por Mons. Fellay? NO. ¿Ha sido corregido? NO. ¿Ha sido
erradicado formalmente y expulsado? NO. De hecho apareció en el Cor Unum como un buen documento, para
que lo vieran todos los sacerdotes de la FSSPX. ¿Dónde está la reacción? ¿Dónde
está la reacción con la fundación de nuestra fe siendo atacada? Y es por eso la
Resistencia.
Recuerden que la Bienaventurada Virgen María es Nuestra Madre;
ella es cariñosa, dulce, ella es Nuestra Madre Amorosa; nos ama con el corazón
de una madre. Y todas esas almas perdidas, que están alejadas de su Hijo, los
musulmanes, judíos, paganos… ella los quiere salvados. ¡Sí! Pero ella también
es, como dice San Maximiliano Kolbe, la enemiga del falso ecumenismo, ella es
enemiga de los que dicen “bueno, todas las religiones son básicamente lo mismo”
(como dice el Concilio Vaticano II), “todas las religiones son vehículos del
Espíritu Santo”, eso está totalmente condenado y es falso. Y la Virgen María
permanece enemiga del ecumenismo. Y aun así, está esta enfermedad en las mentes
de los Papas conciliares y sus clérigos. Y es esta misma enfermedad la que está
infectando la FSSPX, la está ablandando con respecto al CV II, la aceptación de
la nueva misa como legítima, la aceptación del Nuevo Código de Derecho
Canónico, aceptación del Juramento de Fidelidad… todo eso derrama muerte y una
vez que muerdes ese veneno, acuerdo o no acuerdo, una vez que aceptes ese
veneno ya estás acabado. Acabado
Ahora, San Bernardo y San Ambrosio dicen que al pie de la
Cruz todos los evangelistas describieron lo que pasó en la Pasión, y algunos
describieron la tremenda oscuridad, el Sol no dando su luz. Algunos
describieron los llantos blasfemos de los judíos, algunos describieron el
tremendo terremoto en el partimiento de las rocas y el velo del templo rasgado
a la mitad, de arriba hacia abajo; el velo del templo era 60 pies de alto de
fibras pesadas. Ustedes, las mujeres, saben que no es fácil cortar con unas
tijeras un pedazo delgado de tela, ni hablar de una muy gruesa… rasgada de
arriba hacia abajo, lo cual fue milagroso. Pero sólo uno de los evangelistas y
apóstoles toca un tema que es muy importante, que excede todas las demás
pruebas de la Divinidad de Cristo y él es San Juan. Él dice que vio algo muy
importante, que ellos estuvieron parados al pie de la Cruz, la Bienaventurada
Virgen María, la madre de Jesús, y Jesús, desde la Cruz, dio no solo Su Vida a
nosotros, no solo un ángel guardián para ser nuestra guía, no solo la gracia
santificante por la cual la Santísima Trinidad vive en nosotros, no solo Su
Sangre Preciosa para lavarnos de las horribles manchas del pecado (también del
mortal), disolviendo las cadenas que llevarían a nuestra alma a la condenación
eterna; no solo nos ha dado la Sagrada Eucaristía, que es su Precioso Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad; no solo nos ha dado la continuación del Sacrificio en
cada Misa válida; no solo nos ha dado la estructura de la Iglesia del Papa, los
obispos, quienes se supone deberían guardar la Tradición y pasarla y encontrar
almas y defender los derechos de Cristo Rey… pero nos dio algo que San Juan vio
que era tan hermoso e importante y eso es que nos dio a Su propia Madre y a quien
llamamos Madre Mía no es una linda frase metafórica, ella es realmente Nuestra
Madre porque Nuestro Señor Jesucristo realmente derramó Su Sangre por cada alma
y como su sangre es una con la de Nuestro Señor Jesucristo, porque ¿cómo obtuvo
Él Su Sangre? ¿de dónde sacó el Eterno Amor de Dios, ardiendo de amor por cada
alma, un corazón vivo en la carne? ¿de dónde sacó su corazón? Lo sacó del
Inmaculado Corazón de María.
Es por eso que pueden decir que el corazón de la
Virgen María es el horno, es la fundación de todo el trabajo de la Redención,
es por eso que se le llama Corredentora, porque Dios muestra su sangre en su
corazón para dar Sus pies y Sus manos para ser despedazado en la Cruz para
salvarnos del infierno y abrir las puertas del Cielo, para derramar Su Gracia a
los sacramentos, tener confesión, la Sagrada Eucaristía, la Confirmación y así…
Entonces la Virgen María se para frente a la Cruz y es por eso que es central.
Si van a la Virgen María, conservarán su fe, no la comprometerán y es por eso
que los insto a hacer la Consagración al Corazón Inmaculado de María y entender
siempre que la Virgen María es enemiga al compromiso de la fe Católica. Incluso
Mons. Tissier dijo lo siguiente el año pasado, en sus mejores días: “La Virgen
María, el Corazón Inmaculado de María no puede ser complacido con un acuerdo
con Roma; ella es una enemiga de este falso acuerdo con Roma…”. Aun así, los
documentos de la FSSPX, de ahora, están ligados a las seis condiciones para la
normalización, regularización, “reconocimiento” y acuerdo falso con Roma
Modernista. Es por eso que es muy serio el asunto porque no haces tratados de
paz con los enemigos de Nuestro Señor Jesucristo.
Ahora, quiero leerles las palabras del mismo Mons. Lefebvre,
es de una carta escrita al Padre Couture el 18 de Marzo de 1989. El Padre
Couture estaba preguntado sobre las personas que querían saber si podían
asistir a Misas de la Fraternidad de San Pedro, donde los sacerdotes dan misas
de indulto. Esta es su respuesta:
“Estimado Padre Couture,
A vuestra amable carta, recibida
ayer en St Michel, le respondo de inmediato para decirle lo que pienso respecto
de esos sacerdotes que reciben un “celebret” de la Comisión Romana…” Esto
es, un sacerdote que recibió permiso de decir la Misa en Latín) “…encargada de dividirnos y destruirnos...”. Mons. no habla
ligeramente: la Comisión Romana quiere dividir la Tradición Católica.
“…Es evidente que al ponerse en las
manos de las autoridades conciliares actuales, ellos admiten implícitamente el
Concilio y las Reformas salidas de él…”.
Palabras del mismo Mons. Lefebvre: el buscar un acuerdo con
Roma Modernista es admitir el Concilio Vaticano II y la nueva misa y todas las
reformas. Es por eso que no debe haber acuerdo sino hasta que Roma vuelva a la
Tradición. ¡ES OBVIO! Aquí está (en la carta).
“…incluso si se reciben
privilegios que continúan siendo excepcionales y transitorios…”
Y es por eso que Mons. Lefebvre en otra conferencia incluso
si Roma nos concediera, para mantener nuestros seminarios, un obispo, también
otorgándonos la Misa en Latín no podríamos hacer un acuerdo porque hasta que
Roma no vuelva a la Tradición sería fatídico, estaríamos inundados y eso
pondría a los fieles en peligro de perder su fe. Continúo con esta carta.
“…Sus palabras están paralizadas por
esta aceptación. ¡Los Obispos los vigilan!
Es lamentable que estos sacerdotes
no tomen conciencia de esta realidad. Pero nosotros no podemos engañar a los
fieles.
Es lo mismo para esas « Misas
tradicionales » organizadas por las diócesis. Son celebradas entre misas
conciliares. El sacerdote celebrante dice tanto la nueva misa como la antigua.
¿Cómo y por quién será distribuida la comunión? ¿Y el sermón cómo será? Etc…”
Y Mons. Lefebvre concluye:
“…Estas Misas son trampas que llevan
a los fieles al compromiso…”
Noten el corazón de un buen obispo: está preocupado por sus
ovejas, está preocupado por los fieles de todo el mundo que están perdiendo su
fe por aceptar la nueva misa o llamándola “legítima”.
“…Ya muchos han abandonado la
Tradición.
Lo que ellos deben cambiar, es su
doctrina liberal y modernista.
Hay que armarse de paciencia y
rezar. La hora de Dios llegará.
Que Dios le conceda santa fiesta de
Pascua.
Muy cordialmente vuestro en Cristo y
María,
Mons. Marcel Lefebvre.”
Ahora escuchen a este otro artículo que escribió para la
revista canadiense, en 1985. Está hablando otra vez de las misas de indulto.
Escuchen (lean) con atención, porque esto aplica para hoy en día.
“Es una posición muy ambigua y no es
conforme a la que defendemos y que los tradicionalistas siempre han defendido.
Ellos también aceptan la legitimidad de la nueva misa…”
Y es por eso que dice que no pueden ir a las misas de
indulto; ellos aceptan que la nueva misa y los nuevos sacramentos son
legítimos. Nosotros, los tradicionalistas, estamos en un grave aprieto porque
la FSSPX, en un documento oficial, dice que la nueva misa y los nuevos
sacramentos (de la Iglesia Conciliar) fueron legítimamente promulgados. Misma
cosa. Y aquí está la mente del fundador (en la revista, en la carta…).
“… Ellos aceptan la legitimidad y
ortodoxia de la nueva misa, que nos rehusamos a decir.
No decimos que la nueva misa sea
herética, ni que sea inválida, pero nos rehusamos a decir que sea legítima, que
sea perfectamente ortodoxa. Si bien los fieles se preguntan si deben asistir a
estas misas que ahora están autorizadas por los obispos, para nosotros es
siempre la misma consigna: pensamos que no hay que ir a esas misas porque es
peligroso afirmar que la misa nueva es tan válida como la tradicional...”
Entonces, si esto es cierto, y que lo es, ¿por qué si dicen
que la nueva misa y la Misa Tradicional son básicamente lo mismo? Que es
exactamente lo que dijo el Summorum
Pontificum, que el Motu proprio del Papa Benedicto XVI, del 2009, en el cual
él “liberó” la Misa Tridentina. Ese documento es horrible y nunca debió haber
sido celebrado. ¿Por qué? Porque pone a la VERDADERA MISA al mismo nivel del
Novus Ordo Missae. Está poniendo luz con oscuridad, Cristo con Satán. No pueden
hacer eso. Y es por eso que ese Motu proprio es resbaladizo y venenoso. Y les
pregunto: ¿Qué si Roma aceptó el documento del 15 de Abril (del 2012)? La
única razón por la cual Roma no lo aceptó, fue porque Roma leyó la carta
filtrada, gracias a Dios, que mostraba a los tres obispos oponiéndose a Mons.
Fellay (en ese momento). Y Roma no quiere un pedacito, ella quiere toda la
FSSPX. Es por eso que no hubo ningún acuerdo.
Entonces, para nosotros siempre es el mismo punto: creemos
que no debemos de ir a esas misas porque es peligroso decir que la nueva misa
es tan buena como la tradicional. Ese es el Summorum
Pontificum. Ese documento es veneno puro.
“…Poco a poco estos sacerdotes que
aceptan estas condiciones, tendrán las mismas tendencias que aquellos que dicen
la nueva misa y un día, quizá ellos mismos la dirán y llevarán a nuestros
tradicionalistas a la Iglesia Conciliar.”
Es por eso que la lucha es ahora muy peligrosa, porque el
veneno ha sido tragado. Por lo que sabemos, aún no hay “acuerdo público” con
Roma y aun así, el veneno aparece tragado. Y los fieles se están “durmiendo” y
los sacerdotes ya no pueden predicar (yo mismo fui ordenado) contra un acuerdo
con Roma. “No estás permitido decir algo sobre el acuerdo con Roma”.
Pero, ¡miren a Mons. Lefebvre! En casi todos los sermones,
conferencias está hablando del peligro para los fieles que es un acuerdo con
Roma. Entonces, los sacerdotes de la FSSPX comenzaron a ser callados y ya no
predican sobre esto, ya no advierten al rebaño sobre este “juego”. ¿Qué pasa
con las ovejas? ¿Y los sacerdotes? Cualquier sacerdote que habla sobre esto es
silenciado; las transferencias toman lugar, como 40-50 años atrás donde todos
los sacerdotes tradicionales y conservadores fueron puestos fuera a los barrios
lejanos, a los desiertos. Eso es lo que está pasando ahora. Todos los campeones
de Mons. Lefebvre están siendo enviados fuera y las altas posiciones las están
dando a los hombres que dicen “sí”, que van a la par con este compromiso de la
fe.
Por eso, esta situación está muy grave y es la más grave
ahora porque muchas personas piensan “¡Oh! No es ningún problema”, “No pasa
nada”, “No hay acuerdo, así que todo está en paz”. Pero no es cierto. Si todo estuviera bien,
Mons. Fellay hubiera rechazado y condenado públicamente todos esos documentos
desde Abril. La verdad es todo lo contrario. Él dijo al Papa Benedicto XVI:
“Estoy completamente comprometido para las clarificaciones de esta
normalización”. Está totalmente determinado y puesto a ello; y no ha cambiado.
Es por eso que es muy serio. En tiempos normales, en congregaciones normales
todos los sacerdotes y obispos se levantarían y pedirían que fuera removido
porque está llevando a su congregación a la muerte.
La Virgen María nos advirtió en Akita y escuchen (lean) sus
propias palabras, esto es después de su terrible profecía, que el Cardenal
Ratzinger, que leyó el Tercer Secreto de Fátima, dijo que este era el Tercer
Secreto de Fátima.
Dijo que fuéramos con Mons. Ito para darles a leer este
mensaje, dado en Japón a la Hermana Agnes Sasagawa el 6 de Junio de 1973; esta
es la Santísima Virgen María hablando:
“Como te dije (en
Fátima), si los hombres no se arrepienten y se mejoran, el Padre infligirá un
terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio
(el diluvio de Noé), tal como nunca se ha
visto antes. Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad,
tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni
fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los
muertos. Las únicas armas que les quedarán serán el Rosario y la señal dejada
por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del Rosario. Con el Rosario, reza
por el Papa, los obispos y los sacerdotes.
La obra del demonio
infiltrará hasta dentro de la Iglesia, de tal manera que se verán cardenales
contra cardenales (eso es hoy),
obispos contra obispos…”
Incluso eso se ve dentro de la
FSSPX, Mons. Williamson lo ha venido diciendo, como Mons. Lefebvre: “ningún
acuerdo con Roma es posible hoy en día. Ahora, Mons. Fellay ha persuadido a los
otros dos obispos a seguir esa nueva dirección.
“…Los sacerdotes que
me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus
compañeros...iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos
que aceptan compromisos (aquí está, está pasando ahora) y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar
el servicio del Señor.
El demonio será
especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la
pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. (¿cuál tristeza?
El del Inmaculado Corazón de María). Si los pecados aumentan en número y
gravedad, no habrá ya perdón para ellos.”
Estas son palabras duras y no es de extrañarse por qué Juan
XXIII, teniendo todos sus “regalos” en la canasta del Concilio Vaticano II en
1960, no reveló el Tercer Secreto de Fátima, porque era todo contrario a su
sueño utópico del Vaticano II.
Así que, queridos fieles, permítanme cerrar con otra cita, y
este es el Papa Pío XI en 1937, que aplica a todos nuestros sacerdotes de la
FSSPX y la cito instándoles, pidiéndoles, rogándoles y rezando porque ustedes
también recen por los sacerdotes, obviamente porque el Papa consagre Rusia al
Inmaculado Corazón de María y se convierta al tradicionalismo; recen por Mons.
Fellay porque su alma está en grave peligro con todos estos compromisos, recen
por los otros tres obispos, recen por todos los sacerdotes de la FSSPX, porque
cada uno tiene que hacer una decisión enorme sobre ya sea ser fieles a Cristo,
a los Papas, a Mons. Lefebvre, nuestro fundador; o vayan por la vía del
compromiso y den la espalda a toda la Tradición Católica, porque eso es precisamente
a lo que se dirige. Así que escuchen (lean) al Papa Pío XI y cierro con esto,
lo prometo, y recen, recen por todos los sacerdotes.
“El primer regalo de
amor hecho por los sacerdotes alrededor de Él es aquel que es el más necesario,
es el cual consiste en servir la a la Verdad, toda la Verdad en cada
descubrimiento y rechazando el error, no importa cómo está cubierto o
disfrazado (piensen en todos los documentos de compromiso con Roma). Una falla
en este punto, no sólo será una traición a Dios y de su sagrada vocación como
sacerdotes sino también un crimen contra los intereses verdaderos de sus gentes
en sus países. La Iglesia no puede esperar a que sus altares sean derribados y
manos sacrílegas hayan destruido los templos (Porque, ¿cuántos
sacerdotes están diciendo ahora “no haré algo sino hasta que me ordenen decir
la nueva misa y hasta que me lo digan reaccionaré”. Pero para entonces será muy
tarde. Eso “apesta”, voy a saltar del barco y dejarlo hundirse hasta el fondo
del océano. Y el Papa está condenando esa idea) para empezar a llorar
y protestar.”—Papa Pío XI.
Así que, queridos fieles, dupliquen sus oraciones,
especialmente el Santo Rosario. Recen por todos los sacerdotes, y saben que hay
buenos sacerdotes. Traten de hablar con ellos, intenten hacerlos leer, ver cómo
la mente del fundador está opuesta a esta nueva mentalidad de la FSSPX de
compromiso y acercamiento a la regularización con Roma. Es verdaderamente
peligroso y una traición. Por favor, recen por ellos y por todos nosotros y
ustedes, queridos fieles, perseverarán. Mantengan la lucha, la fe. Estos son
grandes días, y los Santos en el Cielo los envidian porque ustedes sostienen la
luz de la Verdad en una era que es más oscura que nunca y que trata de anular
esa luz.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del Alma mía
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.