LOS PRESBÍTEROS
ORTODOXOS TRIUNFAN Y SALVAN A LA IGLESIA DE OCCIDENTE.
Por un largo tiempo me
desentendí de este tema tan interesante y,
a la vez, tan actual y providencial para las almas que, afligidas por
este misterio de iniquidad que todo lo está oscureciendo y trastornando, tengan
en esta crisis de la cristiandad en tiempos de San Sofronio un remanso y un
ejemplo de firmeza en la fe aun cuanto el Pontífice Honorio I dio también su
apoyo incondicional a la herejía promovida por el Patriarca Sergio de
Constantinopla.
En el ultimo escrito sobre
el tema se daban algunas razones del triunfo de la herejía que, por desgracia
también ahora no se escapa a la problemática actual de la crisis de la Iglesia,
crisis de la fe y enfriamiento de la caridad, no es producto sino de una
IGNORANCIA RELIGIOSA de nuestra doctrina católica tan acentuada y profunda que,
por si misma socavo y socava estremeciendo y amenazando terminar con la Santa
Madre Iglesia y borrar todo lo que Dios hay en la tierra. Pido al amable lector
que, por caridad lea la carta pastoral de nuestro querido Monseñor Lefebvre
sobre este tan acuciante tema en el cual, de alguna manera nosotros mismos
somos también responsables y cómplices de esta catástrofe en la cual no se
vislumbra el fin aunque ya haya destellos del mismo. Aclarado esto paso la
palabra a San Sofronio.
“Pero Cristo Nuestro Señor,
si bien permite que su Iglesia pase por crisis muy agudas, (como a la que
estamos asistiendo en estos momentos) que han durado varias décadas y hasta
siglos, quizá para probar en ellas LA FE, LA FORTALEZA Y LA PERSEVERANCIA de
los cristianos y especialmente de los clérigos; no permite nunca como lo tiene
prometido, que su iglesia sea DEFINITIVAMENTE VENCIDA y la salva, dando su
asistencia sobrenatural por regla general a los Papas y a los Concilios, y
cuando estos excepcionalmente fallan; dando dicha asistencia a esos santos
varones, a veces SANTOS REBELDES que, como San Atanasio, San Sofronio, San
Bernardo y otros tantos, hace surgir siempre en estas graves crisis.
La santa rebeldía de San
Sofronio, en defensa de la ortodoxia y en contra de la Jerarquía eclesiástica
herética o cómplice de los herejes (como vemos los cómplices NO SON HEREGES,
pero por no reprimir, o no tomar medidas para apartarse de ellos, o dejando
estar confiando con una falsa confianza que raya en la presunción SE DEJAN
ESTAR QUE ALCABO Dios hará un gran milagro y nos librara de todo eso sin pensar
en aquellas sabias palabras del Santo Obispo de Hipona: “ El que te creo sin ti, no podrá salvarte sin ti” en donde
notamos que Nuestro Señor nos pide una colaboración necesaria no para El sino
para nosotros ignorar estas palabras de San Agustín y seguir nuestro parecer
marcado por la inercia, nos conduce a fomentar lo que no queríamos en esta
tierra y contra nuestro divino Maestro, dicha colaboración es tan culpable como
la de aquellos que, conscientemente prestan su apoyo a dichas herejías.
San Sofronio comenzó la
labor de la defensa de la fe con una gran actividad proselitista realizada por él
y sus seguidores; recibieron la ayuda divina, aumentando las huestes de la
ortodoxia. Algunos monjes, desde años atrás, convertían sus conventos en
verdaderas fortalezas de la ortodoxia, expulsando de su ceno a los disidentes y
enfrentándose a las protestas y condenaciones de los Obispos que apoyaban a sus
Patriarcas herejes, pudieron INSTRUYENDO A SUS FIELES SOBRE EL FONDO DE LA
CONTROVERSIA TEOLOGICA, obtener el apoyo de estos para sostenerse al frente de
la parroquia, (En los tiempos de San Sofronio todavía no existía la actual
organización parroquial de las ciudades, con excepción de Roma y Alejandría,
que vino a quedar establecida hasta el siglo X, sin embargo ya existían las
parroquias rurales) en contra de las órdenes de destitución que dictaban contra
ellos tal o cual Obispo herético, empleando en caso necesario, los mencionados
feligreses la fuerza física y hasta las armas, para impedir que tomara posición
de la parroquia, el presbítero hereje enviado por el Obispo para sustituir al
ortodoxo.
CEREBRO INCORRUPTO DE SAN SOFRONIO
Estas parroquias al igual
que los conventos antes dichos, se convirtieron así en fortalezas de la
Ortodoxia, que a pesar de estar rodeadas de un inmenso mar de herejía pudieron
salvar de esta a muchas almas, y mantener viva en gran número de fieles, la
llama de la verdadera fe, y fueron factor decisivo para el triunfo posterior de
la Ortodoxia, constituyendo así eficazmente, a la salvación de la Iglesia, en
momentos en que todo parecía humanamente perdido (Cuanta
similitud guarda este hecho con la actual realidad que nos toco vivir, realidad
que parece mostrarnos no solo el triunfo Satanás en el mundo, que siempre fue
suyo, sino principalmente en la Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo!
Cuan tan incrédulos asistimos a un misterio de iniquidad en donde reina la
CONFUSION en las almas aun católicas que, ante este verdadero Tsunami, intenta
convencernos que nuestra causa católica está perdida! Ante este panorama
desolador parecería que quienes, solo con la gracia de nuestro buen Dios sin
merito alguno de nuestra parte, desean ver a nuestra Madre la Iglesia libre de
todas estas angustias, nos viésemos obligados a CLAUDICAR porque es lo mas
“prudente” y nos “acomodemos” a todas estas novedades que son el pan de cada día.
Todo esto nace y se convierte en una especie de tedio, desaliento y tristeza,
porque vemos inútiles nuestros pequeñísimos esfuerzos y aun más nos hundimos en
la confusión cuando aquellos, que otrora, luchaban con nosotros, ahora nos
consideran SOBERBIOS Y REBELDES palabras que, a pesar de sernos conocidas cusan
una terrible decepción en nuestros corazones. Cuan tan ciertas son las palabras
de nuestro buen Maestro: “No he venido a traer la paz sino la guerra” como si
dijera: “Guerra avisada no mata soldado”, pero, por desgracia, puede más la
parte humana que debe nuestra alma hacer un esfuerzo grande para pedir a Nuestro
Señor nos enseñe a proceder según su Santa Voluntad y no la nuestra asi
encontramos consuelo para nuestras almas en aquel bellísimo y dolorosísimo
pasaje de los Santo Evangelios como lo es EL HUERTO DE LOS OLIVOS en donde
nuestro Salvador fue presa de muchas congojas, hastió, miedo y tristeza, pero
no se quedo ahí sino que, levantándose obro nuestra salvación. Este ejemplo,
entre otros nos debe levantar porque aunque todo este tan denso por el error
que llega a oscurecer nuestros días de fe, sepamos muy por cierto que la VERDAD
ES POR SI MISMA y el error NO ES POR SI MISMO sino una CARENCIA DE VERDAD O DE
BIEN y, como dijo Nuestro buen Dios, este no prevalecerá contra LA VERDAD
MISMA. Este es el momento de anclar nuestras frágiles y débiles barcas en la
piedra fundamental, que es Jesucristo, que su Santísimo Padre nos dejo. Ver
todo, como alguien me dijo una vez, desde la misma cruz y no desde nuestro
rastrero suelo. Es así como estos santos, cuya lucha relatamos hoy, tuvo un
final feliz.)
Este triunfo de la
Ortodoxia solo fue capaz mientras las autoridades civiles locales, quizá por
simpatizar con los curas ortodoxos, disimularon y toleraron el hecho (hoy
no solo disimulan y toleran sino que también colaboran formalmente con la
actual Iglesia para acelerar la descristianización de la sociedad católica en
todo el mundo) sin intervenir por la fuerza para
expulsar al sacerdote fiel de su parroquia y poner en su lugar a un hereje, lo
cual sucedió cuando recibieron órdenes expresas del Emperador.
La historia de la Santa
Iglesia con posterioridad a la crisis del Monotelismo, nos sigue demostrando el
papel importante que han desempeñado, en el triunfo de la ortodoxia católica,
los sacerdotes, ya párrocos o capellanes, fieles a la verdad revelada, (hoy por
hoy parece que la voluntad divina quiere mostrarnos de nuevo que su triunfo
puede venir de los dóciles e indignos instrumentos como lo son sus sacerdotes
fieles a la VERDAD) al mismo tiempo dicha historia eclesiástica, nos demuestra
una y otra vez, el papel decisivo, que las autoridades civiles, pueden
desempeñar para dar el triunfo a la Ortodoxia o a la herejía. Así por ejemplo
durante la reforma protestante, la intervención de las autoridades civiles fue
decisiva en todas partes.
Es de suma importancia mencionar la acción definitiva
de la Providencia Divina que ha utilizado a reyes y emperadores, como lo es el
caso del Emperador Federico II de Alemania. (Quizá, diríamos, estos
hechos históricos están muy lejos de nosotros pues ya no hay reyes y
emperadores sino Estados “Cristianos” de constitución liberal, en donde existe
LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CULTOS y, por lo tanto estos estados no defenderán
la ortodoxia católica, es verdad, pero, acaso está todo perdido para la
Omnipotencia Divina, cuya principal virtud es escribir en renglones torcidos?
Admitir esta “limitación” de Dios en los acontecimientos mundiales que atañen
principalmente a su esposa Castísima, es caer en la desconfianza divina que
significa la muerte espiritual del alma, lo cual es inaceptable para un alma
católica. El modernismo, ciertamente es el mayor mal, en la actualidad, dentro
de la Iglesia y esta forma de pensar dio a luz un engendro que la está
devorando o que, al parecer, puede ser el instrumento incondicional de Nuestro
Señor para los males de nuestro tiempo, el PROGRESISMO. Este desde hace años alimento
y alimenta a otro gran bestia terrible EL COMUNISMO que conspirado y conspira
contra la Iglesia (modernista) para derrocarla y a su vez destruir esos
gobiernos traidores a Cristo. No podemos cerrar los ojos ante esta realidad
sobre todo cuanto es la misma Santísima Virgen María quien, en repetidas
ocasiones, lo menciona ya no implícitamente sino explícitamente el gran peligro
que el comunismo significa para la cristiandad y el mundo entero, la Sallete y
Fátima son las dos apariciones que nos alertan de este gran peligro) .
Terminado
este breve paréntesis y volviendo a la crisis del Monotelismo se debe decir con
toda propiedad, que la labor de los presbíteros fue muy eficaz en la misma Roma,
donde a espaldas del mismo Papa Honorio, muchos seguían defendiendo la
existencia de las dos voluntades en Cristo Nuestro Señor, a pesar de la
prohibición papal de tratar de estas cuestiones. Uno de ellos era el presbítero
Severino, quien a pesar de la gran amistad que lo ligaba al Papa, hacia labor
de apostolado, a favor de la verdadera fe.
Los presbíteros de Roma, se
preparaban en secreto, para elegir un Papa ortodoxo cuando ocurriera la muerte
de Honorio I, mientras que los Patriarcas y obispos herejes, por otro lado,
hacían también preparativos, en unión de los Obispos monotelitas, para obtener
la elección de un Papa monotelita. La incansable labor del apostolado de los
primeros, hizo que la mayoría de los presbíteros de Roma tomaran partido en definitiva
por la doctrina verdadera.
El Papa Honorio I falleció
el 12 de octubre del año 638. Los presbíteros ortodoxos de Roma, obrando con
resolución y energía, lograron que los presbíteros de la ciudad eligieran como
Papa al presbítero Severino. La gran amistad de este último con el Papa
Honorio, podía atraer a los amigos y admiradores de este y su ortodoxia era la
mejor garantía para los ortodoxos, consiguiendo de esta manera en Roma la tan
ansiada UNIDAD de la cristiandad en la ortodoxia, tan necesaria para
enfrentarse al mar de herejía que carcomía a la cristiandad.
(En el siguiente
capítulo se verá como el Patriarca y Obispos herejes, lucharan para anular la
elección del presbítero Severino como Papa)