LAS
SOCIEDADES SECRETAS Y LOGIAS MASONICAS EN LA
"LLAMADA" INDEPENDENCIA DE AMERICA
Contratapa de DIARIO del URUGAY La República
‑ 10/05/2006
Comentarios resaltados por Don Arturo Ferrés
En las trece colonias británicas, las ideas de libertad
proclamadas por la Masonería, prendieron fuertemente. Rápidamente las logias de
aquel territorio, por aquellos tiempos de composición social muy distinta a las
de Inglaterra, se transformaron en el foco y cuartel general de la revolución
contra la dominación de la corona británica.
LOS MASONES EN LA INDEPENDENCIA NORTEAMERICANA:
La participación de la masonería llegó a ser decisiva en
la independencia de las trece colonias. Que las principales figuras
independentistas, fueran masones destacados, y en casi su totalidad, es cosa
averiguada. Solamente dos de los firmantes de la declaración de la
independencia del 4 de julio de 1776, no lo eran.
He aquí la lista:
New Hampsihre: Josiah
Bartlett,Willam Whipple,Mathew Thornton.
Massachusetts: John Hancock,
Samuel Adams, Robert Treat Paine, Elbridge Gerry.
Rhode Island: Stephen Hopkins,
William Elllery
Connecticut: Roger Sherman,
Samuel Huntington, William Williams, Oliver Wolcott
New York: William Floyd, Philip
Livingston, Francis Lewis, Lewis Morris
New Jersey: Richard Stockton,
John Witherspoon, Francis Hopkinson, John Hart, Abraham Clark.
Pennssylvania: Robert Morris,
Benjamin Rush, Benjamin Franklin John Morton, George Clymer, James Smith,
George Taylor, James Wilson, George Ross
Delaware: Caesar Rodney, George
Read, Thomas McKean
Maryland: Samuel Chase, William
Paca, Thomas Stone, Charles Carrol.
Virginia: George Whyte, Richard
Henry Lee, Thomas Jefferson, Benjamin Harrison, Thomas Nelson, Francis
Lightfoot Lee, Carte Braxton.
North Carolina: William Hooper,
Joseph Hewes, John Penn
South Carolina: Edward Rutledge,
Thomas Heyward, Thomas Lynch Arthur Middleton
Georgia: Button Gwinnett, Lyman Halt, George Walton
Aparte de la declaratoria del 4 de julio, hubo un Acta
de la misma. Los masones firmantes de esta Acta, fueron: Ellery, Franklin,
Hancokc, Hewes, Hooper, Paine, Stockton, Walton y Wipple. También lo fueron los
trece delegados que firmaron los artículos de la Confederación.
Los congresistas que ratificaron estos actos, eran
igualmente miembros de la Masonería, como también, los altos mandos de los
ejércitos que combatieron a las tropas británicas.
Al proclamar la independencia, el Congreso reunido en
Philadelfia nombró a tres destacados masones: John Adams, Benjamin Franklin y
Thomas Jefferson, la confección del sello oficial del nuevo estado. Jefferson
propuso una imagen que representaba al pueblo de Israel marchando hacia la
Tierra Prometida, Franklin proyectó una alegoría en la que aparecía Moisés
conduciendo a los israelitas a través del mar Rojo. John Adams, se inclinó por
la mitología griega y presentó un Hércules.
Documento revelador.
Está clarísimo el espíritu que animó a estos sabios, que salidos del medio
de la Cristiandad, se olvidan de lo esencial de la finalidad de la vida humana,
y comienzan a fundar la Ciudad Terrena.
San
Agustín dice: Hay dos amores opuestos en esta vida: el amor a Dios hasta el
desprecio de sí mismo, que funda la Ciudad Celestial, y el amor de sí mismo,
hasta el desprecio de Dios, que funda la Ciudad Terrena.
Sigue el
texto de La República ..
A las propuestas realizadas se les fueron añadiendo las
de sucesivos comités, hasta que se aprobó el diseño definitivo propuesto por el
secretario del Congreso Charles Thompson ‑ maestro masón de una logia masónica
de Filadelfia, cuyo V:M: era R:H:Benjamin Franklin.
LIBERTAD IGUALDAD FRATERNIDAD: durante la revolución norte-americana se considera que se usó por primera vez con un sentido político el
trilema masónico, que será luego adoptado a través de los franceses como lema
principal de su revolución y en su futuro escudo, al estallar ésta, pocos años
más tarde, el 14 de julio de 1789.
En la independencia de las trece colonias, tuvo un papel
no sólo por ser uno de los generales más destacados del ejército de los
insurrectos, sino que fue el gran artífice del intercambio y correspondencia
masónicos entre norteamérica y Francia, nos referimos a Marie Joseph Yves Roch
Gilbert Motier más conocido como marqués de La Fayette.
Se dice que La Fayette, fue quién inició en la
francmasonería a Francisco de Miranda, y también, que la esposa de Lafayette
obsequió un mandil masónico a George Washington bordado a mano por ella misma,
el cual utilizó cuando juramentó como presidente de las trece colonias y en la
colocación de la primera piedra fundamental del Capitolio.
En esta ocasión, no hablaremos del rol que jugó la
masonería en la Revolución Francesa.
LOS PADRES DE LAS FUTURAS NUEVAS NACIONES:
George
Washington, Benjamin Franklin, Juan Pablo Vizcardo y Guzman, Pablo de Olavide,
Francisco Miranda, Andrés Bello Lopez, José de San Martin, Servando Teresa de
Mier, [Mexico] Joaquin Olmedo [Ecuador]; Simón Bolívar, Antonio de Sucre,
Hipólito Unanue, Faustino Sanchez Carrión, Juan Manuel Iturregui . Eran
considerados los padres de las futuras nuevas naciones. Todos ellos masones;
también fueron las mentes que planearon e iniciaron las revoluciones e
independencia de las colonias más importantes de toda América.
LA GRAN REUNIÓN AMERICANA
En el siglo XVIII en Londres
se crea la primer asociación política secreta bajo el nombre de la gran reunión
americana, dónde se inició y afilió un buen número de los futuros
"llamados" próceres sudamericanos, fueron patrocinadores de ella
Miranda, O'Higgins, Bello, Mariño Rocafuerte Olmedo, Caro, entre otros.‑ Se
indica que los dos libertadores Q:H: Simón Bolívar y el R:H: José de San Martin
prestaron juramento ante esa "asociación", que consistía en hacer
realidad la causa de la emancipación americana.
Raro, ¿no?
que estos señores hayan jurado en Londres destruir su Patria, y hoy los
ensalcemos como los próceres americanos. ¡Todos traidores! Hoy nos quejamos por el dominio de la “Citi” y del
Imperio Capitolino.
Sigue el
texto:
Tenemos que tener presente que las sociedades secretas
americanas, si bien revestían todas las formas de la logias masónicas, sólo
tenían de tales, los signos, las fórmulas, los grados y los juramentos.
¡Qué frase
más sibilina! ¿Quieren decir que no tenían gobierno? ‑ Más razón para acusar a
los próceres de plena traición. Obedecían a una sociedad secreta disolvente de
su Patria
Sigue el
texto:
A su vez, en Madrid se funda la filial de la GRA con la
conexión de llevar la denominación de Junta de Ciudades y Provincias de la
América Meridional; y en Cadiz, por iniciativa del Q:H: Bernardo O'Higgins, se
crea otra que se llamará Sociedad de Lautaro. O'Higgins escogió Cadiz para sus
propósitos, por ser el puesto marítimo más frecuentado en aquella época, por
los criollos americanos, logrando consolidar rápidamente su agrupación.
Sobre la Logia Lautaro, la nominación no fue acaso, sino
que fue una palabra simbólica masónica, cuyo significado no era guerra a
España, sino expedición a Chile, secreto que sólo se revelaba a los iniciados
al tiempo de jurar el compromiso de adherirse y consagrarse a ese fin. La logia
Lautaro creada en Buenos Aires en el año 1812, por San Martin y Alvear,
contando con Chilavert, Zapiola, Holmberg, Pueyrredón, Posadas y siendo Alvear,
su primer venerable maestro; realizándose otras fundaciones similares en el
interior, su influencia se extenderá a los márgenes de Chile y Perú, Bolivia y
la Banda Oriental.
La ideología mayoritaria de sus miembros tendía a la
formación de un gobierno unitario, republicano y con el poder ejecutivo
ejercido en forma personal; este objetivo se oponía a los federales que
preconizaban gobiernos republicanos regionales al modo de los USA.
LA LOGIA INDEPENDENCIA Y EL DIRECTORIO DE LOS SIETE:
El antecedente inmediato que encontramos en el Rio de la
Plata es del año 1795 en Buenos Aires, con el nombre de logia Independencia, constituyéndose
en la primer organización regular bajo los auspicios de la Gran Logia Escocesa de Francia denominada luego: Gran Oriente de Francia. De ella
participaba casi toda la juventud criolla y a su frente figuraban Mariano
Moreno, Paso, Belgrano, Castelli y Martin Rodriguez.
Su objetivo estaba orientado a lograr la independencia americana. Siendo una
derivación de ella, el directorio de los Siete, del cual Mariano Moreno era
secretario. Su apoyo político se basaba en los regimientos patricios que
comandaba Saavedra. A la acción de esta logia y a su presión se debió el
pronunciamiento del Cabildo abierto del 25 de mayo de 1810, verdadero golpe de
estado de los patriotas. Al producirse las invasiones inglesas en 1807, el
cuerpo irlandés de ocupación Nº 47 funda la logia Montevideo Nº 192, produciéndose la primer iniciación de un
montevideano, Miguel Furriol... Fin del texto de La República
COMENTARIOS:
Dicen que Carlyle escribió lo siguiente: Inglaterra con
India o sin India, da lo mismo; pero Inglaterra sin Shakespeare es nada. Qué
muestro con esto, sino que hay ingleses e ingleses. De un inglés D.B.Wyndham
Lewis, nos ha llegado este comentario sobre la conquista española: Charles of Europe ‑ Colección Austral
de Espasa Calpe Argentina;
‑ El texto comienza así: "Ya va tardando en
llegar la < > que fue, en cierto modo
creada por una vaga sensiblería sin objeto y que le es ofrecida una y otra vez
a la humanidad, por buen número de grandilocuentes aduladores modernos. Los
discípulos de aquel crítico de Robespierre, tienen hoy razones para repetir,
haciéndole eco, sus palabras: “Avec ton Aurore Suprême, tu commences a
m'embetèr".‑ Y en la pág.116, podemos leer "Carlos V se apoyó en los
proyectos humanitarios de las Casas, habiendo coincidido desde un principio con
Paulo III. El deseo primordial de Carlos era la conversión del Nuevo Mundo al
cristianismo; colonización y comercio, venían muy en la zaga de su
estimación.
Las expediciones de Cortés a México y de Pizarro al Perú,
fueron emprendidas con ese objeto primordial; las carabelas transportaban
ardientes misioneros y navegaban bajo el signo de la Cruz. Si el comportamiento
de los conquistadores está, en su mayoría en oposición, a la misión que
llevaban, no puede extrañar, que siendo lo que es la naturaleza humana, estos
soldados, toscos y rapaces, lejos de la autoridad de España y enfrentados con
montañas de oro y un enemigo feroz, demostrasen avaricia y crueldad en
equivalente proporción. Los conquistadores fueron un puñado de hombres,
alejados de todo posible auxilio, mantenidos sólo por la espada y la pólvora,
frente a hordas salvajes y guerreras. Cualquier soldado español capturado vivo por
los aztecas, sabía perfectamente, cual fuera su destino: estirado y
completamente desnudo sobre la piedra de los sacrificios del templo de
Tenochtitlan y rodeado de feroces sacerdotes emplumados, que pronunciaban
interminables salmos, aguardaba el último instante, en que el sacerdote
encargado del sacrificio, se precipitaba sobre él, con un gran cuchillo
obsidiano, desgarrando su cuerpo tembloroso, para ofrecerlo al dios azteca, y
devorarlo después. Pero, luego de la conquista, llegó la paz y el orden y en
ello intervino firmemente Carlos III"
Una confirmación de este espíritu de la Conquista
relatado por este inglés, es fácil de verla en la historia del Inca Garcilaso
que ido a Europa, peleó en las guerras de Italia como un español más; y aun más
claro en la historia peruana de la siguiente generación; pues gobernando Felipe
II, llevó a los hijos del Inca a formarlos en España, para devolverles el
Imperio, una vez hubiera avanzado la evangelización. Luego los envió de retorno
al Perú. El Virrey del Perú, a quién se los envió para completar su formación,
los mató por ambición propia, y vuelto a España, fue al Escorial a ver a
Felipe. Éste le increpó: "te envié los hijos del Inca para que los
terminaras de educar, y tu los mataste".‑
Y ahí mismo, cayó el otro
muerto.‑ Esta fuerza de orden, fue rota en el 1810 por nuestros masones
libertadores, todos seguidores de la quimera de la <>. Podemos decir en descargo de San Martin; que había jurado
en la logia de Londres por ambición, pero llegado a su triunfo, había aprendido
algo, tuvo dos grandes mociones de buen sentido: en el Congreso de Tucuman
propició la idea de rearmar el imperio con el Inca por cabeza. La otra fue en
Punchauca, dónde pactó con el Virrey La Serna la paz con España en buenas
relaciones; ésta segunda, le costó el ostracismo, pues el V:H: Valdez se le
opuso, y Bolívar, en Guayaquil, lo traicionó, como masones que eran. El relato
de los hechos por La República, la exposición que antecede, y la crisis de la Iglesia en nuestros días, dan una clara idea sobre el momento que vivimos.
Don Arturo Ferrés