Traducir

viernes, 30 de julio de 2021

EL SANTO ABANDONO (10. El abandono y el voto de la víctima)

 



EL ABANDONO Y EL VOTO DE VÍCTIMA

Antes de comparar estas dos cosas, conviene repetir en

pocas palabras la idea del Santo Abandono. 

Es una conformidad con el beneplácito divino, pero una conformidad

nacida del amor y llevada a un alto grado. No por

insensibilidad, sino por virtud el alma se establece en una

santa indiferencia para todo lo que no es Dios y su adorable

voluntad. Antes del acontecimiento que ha de mostrar al divino

beneplácito mantiénese en simple y general espera,

cumpliendo fielmente la voluntad de Dios significada.


Condúcese con prudencia en las cosas en que le pertenece

decidir, pero en las que dependen del divino beneplácito, por

más que tenga derecho a formular deseos y peticiones,

prefiere en general dejar a su Padre celestial el cuidado de

querer y de disponerlo todo a su gusto; ¡ tan grande es la

confianza que en El tiene y tan grandes las ansias de no hacer

sino la voluntad divina! Apenas le ha manifestado por un

acontecimiento esta voluntad, conformase con amor, no al

modo de una máquina que se deja mover, sino empleando

cuanto tiene de inteligencia y de voluntad para adaptarse y

uniformarse con el divino beneplácito y sacar de él todo el

provecho posible. Su amor y la sinceridad del abandono no la

impiden sentir las penas, pero no se agita por eso; bástale

poder cumplir la voluntad de Dios. He aquí, en conjunto, el

santo abandono tal cual lo hemos descrito siguiendo la

doctrina de San Francisco de Sales, que podría resumirse en

la fórmula siguiente: «Dios mío, no quiero en el mundo otra

cosa que a Vos y a vuestra santísima voluntad. Mi mayor

deseo es crecer en amor y en todas las virtudes, y por eso

deseo cumplir fielmente vuestra santa voluntad significada.

Para cuanto de Vos depende y no de mí, me pongo confiado

en vuestras manos y dispuesto estaré a cuanto queráis en

simple y filial espera. Nada deseo, nada os pido y nada

rehúso. No temo al dolor, puesto que Vos lo acondicionaréis a

mi debilidad; la única cosa que deseo es dejarme conducir a

vuestro gusto y conformarme con amor a vuestro

beneplácito.»


Es evidente que esta manera de considerar el abandono

no ofrece peligro alguno y nada tiene de presumida, ya que no

es otra cosa que una sumisión filial, llena de confianza y de

amor; y bien se podría aconsejar como ideal a toda alma

adelantada.

¿No parecerá en nuestros días demasiado pasiva esta

simple actitud, a un mundo apasionado por la actividad y por

las obras de abnegación cristiana? Lo cierto es que se

propaga la práctica de ir más lejos en el abandono. En lugar

de dejar a Dios el cuidado de todas las cosas, y sin esperar en

paz que El escoja a su gusto, las almas toman la iniciativa, se

ofrecen, se consagran y se entregan. Algunos no quieren

entender el abandono si no es con estos arranques. Pero

estos ofrecimientos deben ser examinados más de cerca.

Supongamos que un alma se dirige sencillamente a Dios, y sin

pedirle el sufrimiento, le dice que está dispuesta con su gracia

a todo lo que El quiera y que lo abrazará con gusto. Esto casi

se acerca al abandono, tal como lo hemos descrito, y se

podría aconsejar a toda alma adelantada, como nota distintiva

de humildad. Mas supongamos también que esa misma alma

dice a Dios: «no temáis enviarme el dolor, lo deseo, casi lo

pido, Vos colmaréis mis votos secretos otorgándomelo». Esta

oblación, si ya no es la ofrenda como víctima, se le acerca

mucho, empero nunca será el abandono de San Francisco de

Sales. No se puede permitir sino con prudencia, es decir, a las

almas que han hecho suficientemente sus pruebas. No se la

puede aconsejar a todas, diremos al tratar de las víctimas. Se

ha de convencer a los confiados de sí mismos y no

sólidamente formados, que antes de dirigir tan altos sus

deseos, deben ejercitarse en hacer bien la voluntad de Dios

significada y en santificar sus cruces diarias. San Pedro se

ofreció a sufrir y aun morir con su Maestro; y aunque su amor

y su sinceridad eran indudables, no por eso dejó de ser

presuntuoso, como bien claramente lo probaron los hechos.

Tenemos, por último, la ofrenda de sí mismo como víctima,

o sea, el voto de víctima. Como no tenemos el designio de

hacer aquí la exposición completa, doctrinal y práctica de esta

materia tan compleja y delicada, diremos tan sólo lo suficiente

para mostrar de una manera precisa en dónde termina el

abandono y cuándo empieza otro camino. Los lectores

deseosos de conocer más a fondo esta materia, podrán

consultar los autores que de la misma tratan ex profeso,

especialmente M. Ch. Sauvé, en su excelente opúsculo, quizá

un tanto severo en sus restricciones, acerca de la noción, estado y voto de víctimas.


La ofrenda puede hacerse con intenciones y bajo diversas

formas. Gemma Galgani y Sor Isabel de la Trinidad se

ofrecieron como víctimas por los pecadores. Santa Teresa del

Niño Jesús, como víctima de holocausto al amor

misericordioso; otras se ofrecen a la justicia, a la santidad, al

amor de Dios, y con frecuencia lo hacen como víctima de

expiación, para reparar la gloria divina ultrajada, para librar las

almas del Purgatorio, para atraer la misericordia divina sobre

la Santa Iglesia, sobre la patria, sobre el sacerdocio y

comunidades religiosas, sobre una familia o sobre un alma.

El fundamento de esta ofrenda es la Comunión de los

Santos, especialmente la reversibilidad de las satisfacciones

del justo en provecho del culpable. Es también el misterio de

la redención por medio del sufrimiento, pues habiendo

escogido Nuestro Señor este camino para salvar al mundo,

continúa escogiéndolo para hacer llegar a nosotros el precio

de su Sangre. Por su infinita bondad, se digna de asociar

almas escogidas a su obra de salvación, y no pudiendo sufrir

en su humanidad glorificada, se asocia, valga la palabra,

«humanidades de añadidura», en las cuales pueda continuar

salvando a las almas por el sufrimiento.


En el transcurso de los siglos, particularmente en horas

turbulentas, no han faltado las victimas. En nuestra

desdichada época en que la inmoralidad se desborda cual ola

de inmundicia, y en que la impiedad sube como una noche

sombría, hemos visto multiplicarse las víctimas y aun las

fundadoras de comunidades de víctimas. Si hemos de dar

crédito a las revelaciones privadas, Nuestro Señor tiene

necesidad de víctimas y de víctimas esforzadas, busca almas

que expíen con sus sufrimientos y tribulaciones por los

pecadores y los ingratos... «El está padeciendo y no encuentra

bastantes almas que quieran seguirle generosamente por la

vía del padecimiento.» Estas revelaciones son

indudablemente respetables y llenas de verosimilitud. Pero lo

que constituye una garantía más fuerte y fuera de toda duda

es la palabra del Vicario de Jesucristo. Pío IX sugería a un

Superior General de Orden la idea de invitar a las almas

generosas a ofrecerse a Dios como víctimas de expiación.

León XIII, en Encíclica dirigida a Francia en 1874, exhorta

«sobre todo a los fieles que viven en los Monasterios a

esforzarse por apaciguar la ira de Dios, por medio de la

oración humilde, de la penitencia voluntaria y de la ofrenda de

sí mismos». San Pío X alabó muy mucho «la Asociación

Sacerdotal», pues vio con satisfacción que «muchos de sus

miembros se ofrecen a Dios secretamente para ser inmolados

como víctimas de expiación, especialmente por las almas

consagradas, en estos desdichados tiempos en que la

penitencia es tan necesaria»; y enriqueció con numerosas

indulgencias «este importante oficio de la piedad cristiana».

Es, en efecto, un modo eficacísimo de ejercitar el santo

amor de Dios y del prójimo.


Mas, según la expresión de San Pío X, es esto «obra muy

grande y empresa bien ardua» No queremos con ello

desanimar las voluntades generosas, cuando el Soberano

Pontífice las invita; tan sólo es nuestro intento prevenir la

indiscreción. Las almas que hacen profesión en una

Comunidad de Víctimas no han de temer al menos la

imprudencia o la sorpresa: la Regla ha debido precisar los

límites de su ofrenda, y ellas mismas han ensayado sus

fuerzas durante el noviciado. Mas cuando tal ofrenda se hace

con o sin voto, fuera de la profesión religiosa, y la entrega se

hace sin reservas, jamás se sabe de antemano hasta qué

punto Dios usará los derechos que se le confieren. Con

seguridad que si estos avances se hacen sólo por responder a

una vocación debidamente reconocida, Dios, que es el que

llama, dispone en consecuencia de las gracias. Así, una

religiosa, ocho días antes de su muerte, después de

prolongadas y terribles pruebas, podía decir «que no le

apenaba el haberse ofrecido como víctima». Santa Teresa del

Niño Jesús, el día mismo de su muerte, decía también: «No

me arrepiento de haberme entregado al amor.» ¿Sucederá lo

mismo cuando uno se decide a la ligera y sin haber orado,

reflexionado y consultado y probado? ¿Nos deberá el Señor

gracias especiales como precio de nuestra temeridad? Cuanto

más nos hayamos apresurado a entregarnos, tanto menos

tardaremos quizá en fatigar con nuestras quejas y nuestros

desalientos a nuestro director y a cuantos nos rodean. El verdadero lugar de una víctima está en el Calvario de Jesús y

no en las dulzuras del amor... Las almas consoladoras, las

almas reparadoras son víctimas con la gran Víctima del

Calvario. «Es conveniente que se sepa, porque al ver la

facilidad un tanto presuntuosa con que muchos se entregan a

los derechos divinos y se le ofrecen como víctimas, se adivina

que no sospechan la seriedad con que suele tomar estas

cosas Aquel a quien se entregan. Hay determinado número de

derechos que Dios ejerce sobre nosotros antes de la

autorización que nuestra libertad le da acerca de ellos. ¡Feliz

mil veces el que todo lo entrega! Pero que cuente con grandes

trabajos y con particulares inmolaciones.» La prueba de este

hecho brilla en cada página de la vida de las almas victimas.

Esto supuesto, he aquí las diferencias más salientes entre

dicho ofrecimiento y el abandono:


1ª El simple abandono no se adelanta. Para todo cuanto

depende de la Providencia y no de nosotros, mantiénese en

una santa indiferencia y espera el beneplácito divino, a modo

de un niño que se deja llevar con docilidad y con amor. Por el

contrario, quien se ofrece, se adelanta. Por el mismo hecho de

su oblación, pide implícitamente el padecer, incita a Dios a

enviárselo, a veces hasta lo solicita expresamente.


2ª El abandono no entraña ni orgullo, ni temeridad, ni

ilusión; rebosa prudencia y humildad, pues deja a Dios el

cuidado de regirlo todo y nos reserva tan sólo el de obedecer.

Es el simple cumplimiento de la voluntad divina. ¿Puede, sin

un llamamiento divino, ser la ofrenda tan humilde, tan exenta

de ilusiones y presunción? ¿Deja a Dios la iniciativa para

disponer de nosotros?


3ª El alma que se abandona a la acción divina puede

contar con la gracia: la que se adelanta, a excepción siempre

del divino llamamiento, ¿puede estar tan segura de tener a

Dios consigo?


Las almas avanzadas se dirigen como por instinto hacia el

abandono, y a todos se puede aconsejar practicarle en espíritu

de víctimas. Lo mismo sucede con la obediencia de cada día y

la mortificación voluntaria. Esta intención en nada recarga

nuestras obligaciones, sino que hace circular por ellas una

nueva savia de amor puro que aumenta su mérito y su fecundidad. Por el contrario, la prudencia y la humildad

quieren que no se pidan sufrimientos, a menos de un

llamamiento divino, debidamente reconocido. Aun en este

caso, no ha de hacerse sin antes haber probado las fuerzas,

soportando con paciencia las pruebas ordinarias y dándose a

la mortificación voluntaria. Si nosotros tomamos la iniciativa de

pedir tal o cual género de sufrimientos, somos nosotros los

que disponemos y hemos de seguir en este acto, como en

todos los demás, las reglas de la prudencia; ahora bien, la

prudencia pide se exceptúen las pruebas que nos pudieran

resultar más peligrosas, y la caridad, a su vez, las que serian

demasiado molestas a cuantos nos rodean. No parece que

haya necesidad de usar de las mismas precauciones cuando

se deja a Dios el cuidado de escoger, porque entonces es

Dios quien dispone, no nosotros, siempre puede uno

adaptarse a lo que dispone la paternal Sabiduría.

Por otra parte, salvo el divino llamamiento, ¿para qué pedir

el sufrimiento? Un alma que aspira a las más altas virtudes,

¿tiene necesidad de buscar algo más que la obediencia y

abandono perfectos? 


Los votos, la Regla, las disposiciones de

la Providencia es el camino más seguro que lleva a la

perfección sin error ni engaño. En él hallarán siempre

maravillosos recursos para adquirir la pureza del alma y las

perfectas virtudes, y la íntima unión con Dios. Esta

transformación progresiva mediante las observancias es ya

una ruda labor capaz de colmar una larga vida. Mas si esto no

basta a nuestra generosidad, la Regla nos invita, contando

con la debida autorización, a hacer más de lo que ella manda,

abriendo así al espíritu de sacrificio, horizonte ilimitado casi y

tan vasto como nuestros deseos. En cuanto al santo

abandono, toda alma interior halla mil ocasiones de ponerlo en

práctica; un religioso lo necesitará con frecuencia en la

Comunidad, mucho más aún los Superiores en el desempeño

de su cargo. Es necesario comenzar por dar buena cogida a

las cruces que Dios nos ha elegido y si El ve que no bastan a

nuestro ardor de sufrir, sabrá por si mismo aumentar el

número y la pesadez.


Por tanto, las almas que desean vivir en espíritu de

victimas no tienen necesidad, generalmente hablando, de solicitar el sufrimiento, pues no dejarán de encontrarlo en la

vida interior, las obligaciones diarias, la mortificación voluntaria

y las disposiciones de la Providencia. Este camino modesto no

tiene el brillo del voto de víctima, pero el espíritu de sacrificio

halla en él abundante alimento, mientras que la prudencia y la

humildad se encuentran quizá allí con mayor seguridad. Bien

entendido que cuando el Espíritu Santo llama por sí mismo a

ofrecerse como víctima, con tal que ésta obre con el permiso y

bajo la inspección de los representantes de Dios y que ante

todo se muestre celosa por sus deberes diarios, no se le

puede objetar ni la temeridad ni la ilusión, pues obedece al

llamamiento divino. Debe prepararse a difíciles pruebas, en las

que tendrá el correspondiente mérito y Dios estará con ella.


El Santo Abandono tiene por fundamento la caridad. No se

trata aquí ya de la conformidad con la voluntad divina, como lo

es la simple resignación, sino de la entrega amorosa, confiada

y filial, de la pérdida completa de nuestra voluntad en la de

Dios, pues propio es del amor unir así estrechamente las

voluntades. Este grado de conformidad es también un ejercicio

muy elevado del puro amor, y no puede hallarse de ordinario

sino en las almas avanzadas que viven principalmente de ese

puro amor. Mas como exige un perfecto desasimiento, y la

caridad necesita hacer aquí un llamamiento del todo particular

a la fe y a la confianza en la Providencia, hablaremos en

primer lugar del desasimiento, de la fe y de la confianza,

terminando por el amor que es principio formal del Santo

Abandono.

miércoles, 28 de julio de 2021

CONSAGRACION DE SI MISMO A JESUCRISTO, SABIDURIA ENCARNADA POR MEDIO DE MARIA

 

Oh Jesús, Sabiduría Eterna y encarnada te adoro presente en la gloria del Padre durante la eternidad y presente en María desde el tiempo de la Encarnación. Te agradezco que hayas venido al mundo y te hayas hecho humano entre los humanos, servidor del Padre, para librarnos de la esclavitud del pecado.

Lástima grande que por mi ingratitud e infidelidad no he cumplido las promesas del Santo Bautismo. Yo no soy digno de llamarme hijo tuyo, ni siquiera tu servidor. Y en mi hay mucha maldad que merece tu repulsa y tu indignación. Por eso no me atrevo a acercarme directamente a tu Santísima Majestad.

Es por ello que acudo a la intercesión de tu Santísima Madre, que me has dado como Mediadora ante Ti, y por su ayuda e intercesión espero alcanzar la contrición y el perdón de todos mis pecados, y una continua común-unión contigo en santa amistad y la conservación de la Sabiduría.

Te saludo pues Oh María Inmaculada, templo viviente de la divinidad, en donde la Sabiduría Eterna, escondida, ha puesto su morada para recibir la adoración de los ángeles y de los seres humanos.

Te saludo, oh Reina del cielo y de la tierra. A ti están sometidas todas las criaturas. Te saludo, oh Refugio seguro de los pecadores, cuya misericordia no falta a nadie. Te pido que escuches favorablemente los deseos que tengo de recibir la Divina Sabiduría, y que recibas mi consagración total.

Yo N.N. pecador infiel, renuevo hoy y ratifico en tus manos las promesas y compromisos del día de mi bautismo. Renuncio a Satanás, y a sus seducciones y a sus obras y me consagro por completo a Jesucristo que es la Sabiduría encarnada, para llevar en su seguimiento la cruz de mis sufrimientos de cada día, hasta el final de mi vida.

Te elijo hoy y te reconozco oh María; en presencia de la Iglesia militante y de la Iglesia Triunfante, como mi madre y Soberana. Te ofrezco y consagro mi persona, mi vida, mi cuerpo y mi alma, mis bienes internos y exteriores y el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, todo en calidad de servidor tuyo, para que dispongas de mí y de cuanto me pertenece, sin reserva, según tu amable parecer, para la mayor Gloria de Dios, en el tiempo y en la eternidad.

Recibe oh Virgen amabilísima esta humilde ofrenda de mi servidumbre, en honor y en unión a la humilde obediencia que el Hijo de Dios tuvo hacia Ti como a Madre Santísima. Todo lo ofrezco en homenaje al poder que ambos tenéis sobre este pobre miserable pecador, y en acción de gracias por los privilegios con que la Santísima Trinidad te ha favorecido. Me propongo que, de ahora en adelante como verdadero servidor tuyo, procuraré aumentar el aprecio que otros te tengan, y obedecer tus santas inspiraciones.

Oh Madre admirable: preséntame a tu querido Hijo, en calidad de humilde servidor, a fin de que, ya que El me redimió viniendo por medio de Ti al mundo, ahora me reciba también por medio de ti.

Oh Madre de misericordia: concédeme la gracia de conseguir la verdadera Sabiduría de Dios y de colocarme entre los que tus más amas, entre los que más enseñas y mejor conduces y proteges; entre tus hijos y servidores preferidos.

Oh Virgen fiel: concédeme la gracia de ser en todas las cosas tan fiel discípulo y tan buen imitador y servidor de la Sabiduría Eterna, Jesucristo, tu Hijo, que llegue por tu intercesión y a ejemplo tuyo a la plenitud de la amistad con El en la tierra y a su gloria eterna en los cielos. Amen

 

Fuente: Tratado de la verdadera devoción a la Virgen Santísima, de San Luis María Grignon de Montfort


lunes, 26 de julio de 2021

LUZ ROJA A LA SSPX (SERMON R.P. RAFAEL OSB)

 





SR. PBRO. DON J. JESUS MENDEZ (MARTIR)


El señor Presbítero don J. Jesús Méndez nació en Tarimbaro, Michoacán, el año de 1881. Fueron sus padres el señor Florentino Méndez y la señora Cornelia Montoya.

Hizo sus estudios sacerdotales en el seminario de Morelia donde se ordenó a los veinticinco años. En la misma ciudad de Morelia cantó su Primera Misa el 22 de junio (día del Sagrado Corazón) de 1906.

Cuantos le conocieron admiraron siempre en él sus grandes virtudes, principalmente la de la humildad y la caridad para con sus prójimos. Cuando por necesidades de su Ministerio tenía que visitar a algún pobre, no se conformaba con impartirle los auxilios espirituales, sino que lo socorría también económicamente.

Siendo su principal preocupación que ningún enfermo se muriese sin confesión; es fama que habiendo cundido una epidemia en Valtierrilla (hoy Andrés Delgado), Guanajuato, de donde era Párroco, cayó también postrado en cama presa de fuerte fiebre, y que, delirando aparentemente, no cesaba de murmurar las palabras de la absolución. Las personas que lo rodeaban suponían que el Padre deliraba; pero grande fue su sorpresa cuando se enteraron que había sido en varias casas confesando a los enfermos graves. De esto viven testigos en lo que fue su Feligresía.

Durante la persecución religiosa no dejó de cumplir con su deber sacerdotal y una persona atestigua que, en cierta ocasión, cuando acompañaba al Padre Méndez a confesar a un enfermo, a medio camino se bajó del asno que montaba y dijo a su acompañante que ya no iría a donde solicitaban su presencia y que se regresaba a su Parroquia. Cuando el acompañante del Padre llegó solo a la casa del enfermo, grande fue su sorpresa al enterarse de que el Padre Méndez había estado ya a confesar al moribundo.

Era el Padre Méndez un ferviente devoto del Santísimo Sacramento y jamás salió a la calle sin antes hacer una visita a Jesús Sacramentado, ni volvió a su casa sin detenerse primero en el templo con el mismo objetivo.

Siempre creyó que el levantamiento que preparaban los cristeros para el día 5 de febrero de 1928, sería coronado por la victoria por lo que ese día celebró la Santa Misa a las 7 de la mañana para pedir la protección divina para quienes habrían de empuñar las armas.

Terminada la Misa iba a ocultar un Copón lleno de Formas Consagradas cuando entraron al templo el General Muñiz y sus soldados quienes mataron a una ancianita que corría creyéndola mamá del Padre Méndez. También mataron al Notario de la Parroquia porque se opuso a que entraran a la Sacristía.

Aprehendido el Padre Méndez, fue fusilado inmediatamente en las afueras del templo.

Entregó su alma al Señor el día 5 de febrero de 1928.


jueves, 22 de julio de 2021

ORACION AL ESPÍRITU SANTO (San Agustín)

 

 ¡Oh Divino Amor, oh Lazo sagrado que unís al Padre y al Hijo, Espíritu Todopoderoso, fiel consolador de los afligidos, penetrad en los abismos de mi corazón!

   Haced brillar en él vuestra esplendorosa luz. Esparcid ahí vuestro dulce rocío a fin de hacer cesar su grande aridez.

   Enviad los rayos celestiales de vuestro amor hasta el santuario de mi alma, para que penetrando en ella, enciendan llamas ardientes que consuman todas mis debilidades, mis negligencias y mis languideces.

   Venid, pues, venid, dulce Consolador de las almas desoladas, refugio en los peligros y protector en la miseria.

   Venid Vos que laváis a las almas de sus manchas y que curáis sus llagas.

   Venid, Fuerza del débil, Apoyo del que cae.

   Venid, Doctor de los humildes y vencedor de los orgullosos.

   Venid, Padre de los huérfanos, Esperanza de los pobres, Tesoro de los que están en la indigencia.

   Venid, Estrella de los navegantes, Puerto seguro de los que naufragan.

   Venid, Fuerza de los vivientes, y salud de los que van a  morir.

   Venid, Oh Espíritu Santo, venid y tened piedad de mí.

   Haced a mi alma sencilla, dócil y fiel, y compadeceos de mi debilidad con tanta bondad, que mi pequeñez encuentre gracia ante vuestra grandeza infinita, mi impotencia la encuentre ante vuestra fuerza, y mis ofensas la encuentren ante la multitud de vuestras misericordias.

   Por Nuestro Señor Jesucristo mi Salvador. Así sea.


martes, 20 de julio de 2021

¿QUE TANTO AFECTARÁ A LA NUEVA SSPX EL MOTU PROPRIO DE FRANCISCO QUE ABROGA LA MISA DE SAN PIO V?

 


Para explicar esto tenemos que leer la noticia original de Vatican News. La celebración de la misa de San Pio V va a estar restringida a nuevos grupos, pero a los que ya se les permitía, se les seguirá permitiendo siempre y cuando: los grupos vinculados a la antigua liturgia no deben excluir la legitimidad de la reforma litúrgica, los dictados del Concilio Vaticano II y el Magisterio de los Pontífices [Esto mismo ya fue aceptado por la SSPX en Declaración Doctrinal de Mons. Fellay del 2012]

La nueva SSPX no tendrá ningún problema en seguir celebrando de acuerdo al misal de San Pio V, pues han cumplido lo que Mons Lefebvre nunca quiso darles, el reconocimiento de los errores contra la fe, el reconocimiento del magisterio modernista. Para recordar que monseñor Lefebvre siempre defendió los intereses de la Iglesia Católica, a pesar de que los modernistas esperaban que por ser anciano muriera sin consagrar obispos pueden Leer aquí. Cartas póstumas de Mons. Marcel Lefebvre

También es probable que la nueva SSPX tenga problema con sus nuevos ordenados, pues como Congregación reconocen a la iglesia conciliar como católica y van a tener que pedir el permiso para celebrar la Misa de San Pío V a los obispos ordinarios modernistas y ellos les van a pedir que renueven lealtad al modernismo, lo que equivale a aceptar una nueva Fe, es decir apostasía. Si ustedes leen bien, por supuesto que Mons Fellay al aceptar el magisterio modernista hizo que la SSPX esté en entredicho por sospecha de herejía. Pero el pensamiento liberal, "que esquiva todo error",  argumentará que su intención no es esa, sin embargo, la realidad es que el aceptar el modernismo, su nueva misa y nuevo derecho canónico es rechazar al magisterio ordinario de la Iglesia Católica. Es sospecha de herejía.

Otro problema para la nueva SSPX es que les pidan a todos renovar su adhesión al modernismo, esa va a ser la ultima oportunidad para los sacerdotes realmente fieles a la Iglesia Católica de negarse y oponerse no solo a la prohibición de la Misa de San Pio V (de suyo muy grave) sino oponerse a toda la furia herética de la iglesia conciliar.

Esta prohibición de Francisco también va dirigida a los tradiliberales que se oponen a Francisco, e incluso no lo consideran papa, y están a favor de Benedicto XVI, también modernista y liberal. Si les dan a escoger entre Francisco y Benedicto XVI, ¿no sería lo mismo que escoger entre Caifás y Anás? El cisma entre los liberales y "conservadores" modernistas es propio de los errores en contra de la Fe, así les pasó a los protestantes Calvinistas y Luteranos.

Finalmente Francisco esta buscando una unidad en la fe falsa del modernismo. Esa es la llamada actual, a renegar y hacer renegar de la fe católica, e irlos juntando en la falsa religión del anticristo, la religión modernista cuyo dios es el hombre.

Los católicos y verdaderos hijos de la Santísima Virgen (que no es Conciliar ni Ecuménica), no debemos desesperar, debemos ver en esto la mano Providente de Dios; se están cumpliendo las Escrituras y los plazos, Cristo nuestro Señor Vuelve, está a las puertas, recemos para que cuando regrese nos encuentre fieles a El y a su Iglesia Católica con todos sus Dogmas, en la Unión de María Santísima y en sus santos.
VCR



Aquí la noticia:

El Papa Francisco, tras consultar a los obispos del mundo, ha decidido cambiar las normas que rigen el uso del misal de 1962, que fue liberalizado como "Rito Romano Extra-Ordinario" hace catorce años por su predecesor Benedicto XVI. El Pontífice ha publicado hoy el motu proprio "Traditionis custodes", sobre el uso de la liturgia romana anterior a 1970, acompañándolo de una carta en la que explica los motivos de su decisión. Estas son las principales novedades.

La responsabilidad de regular la celebración según el rito preconciliar vuelve al obispo, moderador de la vida litúrgica diocesana: "es de su exclusiva competencia autorizar el uso del Missale Romanum de 1962 en la diócesis, siguiendo las orientaciones de la Sede Apostólica". El obispo debe asegurarse de que los grupos que ya celebran con el misal antiguo "no excluyan la validez y legitimidad de la reforma litúrgica, los dictados del Concilio Vaticano II y el Magisterio de los Sumos Pontífices".

Los sacerdotes ordenados después de la publicación del Motu proprio de hoy que pretendan utilizar el misal preconciliar "deberán presentar una solicitud formal al obispo diocesano, que consultará a la Sede Apostólica antes de conceder la autorización". Mientras que, los que ya lo hacen, deben pedir permiso al obispo diocesano para seguir utilizándolo. Los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, "en su momento erigidos por la Comisión Pontificia Ecclesia Dei", pasarán a depender de la Congregación para los Religiosos. Los Dicasterios de Culto y de la Vida Religiosa velarán por el cumplimiento de estas nuevas disposiciones.

El Papa recuerda que la decisión de Benedicto XVI con el motu proprio "Summorum Pontificum" (2007) se apoyó en "la convicción de que tal medida no pondría en duda una de las decisiones esenciales del Concilio Vaticano II, socavando así su autoridad". Hace catorce años, el Papa Ratzinger declaró infundados los temores de escisión en las comunidades parroquiales, porque, escribió, "las dos formas de uso del Rito Romano pueden enriquecerse mutuamente". Pero la encuesta promovida recientemente por la Congregación para la Doctrina de la Fe entre los obispos aportó respuestas que revelan, escribe Francisco, "una situación que me apena y me preocupa, confirmándome en la necesidad de intervenir", cuando el deseo de unidad ha sido "gravemente despreciado", y las concesiones ofrecidas con magnanimidad han sido utilizadas "para aumentar las distancias, endurecer las diferencias, construir oposiciones que hieren a la Iglesia y obstaculizan su camino, exponiéndola al riesgo de la división."

El Papa se mostró apenado por los abusos en las celebraciones litúrgicas "de un lado y de otro", pero también por "un uso instrumental del Missale Romanum de 1962, cada vez más caracterizado por un creciente rechazo no sólo de la reforma litúrgica, sino del Concilio Vaticano II, con la afirmación infundada e insostenible de que traicionaba la Tradición y la 'verdadera Iglesia'". Dudar del Concilio, explica Francisco, "significa dudar de las intenciones mismas de los Padres, que ejercieron solemnemente su potestad colegial cum Petro et sub Petro en el concilio ecuménico, y, en definitiva, dudar del mismo Espíritu Santo que guía a la Iglesia".

Finalmente, Francisco añade una última razón para su decisión de cambiar las concesiones del pasado: "es cada vez más evidente en las palabras y actitudes de muchas personas que existe una estrecha relación entre la elección de las celebraciones según los libros litúrgicos anteriores al Concilio Vaticano II y el rechazo de la Iglesia y sus instituciones en nombre de lo que juzgan como la 'verdadera Iglesia'. Es un comportamiento que contradice la comunión, alimentando ese impulso hacia la división... contra el que el apóstol Pablo reaccionó con firmeza. Es con el fin de defender la unidad del Cuerpo de Cristo que me veo obligado a revocar la facultad concedida por mis predecesores".


lunes, 19 de julio de 2021

¿PODEMOS VER LAS MISAS TRANSMITIDAS? NO!

 



 ¡¡LLAMADO URGENTE A SACERDOTES Y FIELES!!

¿La Santa Misa “Transmitida” rompe con esa barrera esencial que debe existir entre lo sagrado y lo profano?

Antes de responder debemos recordar y lamentar de que la autoridad para proteger el bien común de la Iglesia católica no está capacitada en estos momentos para responder por ahora a ésta pregunta debido a su posición sistemática de apostasía, de destrucción continua de lo que hay de más sagrado. La autoridad actual no tiene interés de proteger el depósito sagrado de la Iglesia Católica. Dejamos en las manos de la Santa Iglesia el realizar un juicio definitivo acerca de esta materia tan importante en un futuro próximo. 

Por ahora nos toca a nosotros discernir cuál sea la voluntad de Dios con respecto a éste tema tan importante. Debemos proteger lo Sagrado contra todo tipo de profanación. Debemos continuar defendiendo a Jesucristo Nuestro Señor y a su Santa Iglesia a través del Magisterio Tradicional ya revelado. Respondamos ahora a ésta pregunta bajo ésta luz del magisterio de la Iglesia y los principios de la fe.

DefiniciónLa Santa Misa es la realización mismísima del Santo Sacrificio del Calvario de Nuestro Señor Jesucristo de manera real pero incruenta.

Definición: “Transmisión” es una herramienta o plataforma humana de transmisión de un video en vivo o diferido a través de internet o TV. 

I – LA SANTA MISA ES DIVINA

a) La Santa Misa es de naturaleza Divina:

1.-  Jesucristo Nuestro Señor es quién a través del sacerdote ofrece su Santo Sacrificio del Calvario a su Padre Celestial (La causa eficiente es divina).

2.- Es el Santo Sacrificio incruento de la Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo (La causa formal es divina).

3.- Lo que se ofrece en la Santa Misa es el Cuerpo, la Sangre, el Alma, y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. ( La causa material es divina).

4.- Aplicar los méritos del Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo para propiciación por nuestros pecados, para la adoración, acción de gracias, y para oración de petición a Dios Padre (La causa final próxima tiene valor divino).

La Santa Misa es ofrecida para la mayor Gloria de Dios (La causa final remota es divina).

b) La Santa Misa en sus circunstancias debe ser sagrada:

Los medios por los cuales es ofrecido el Santo Sacrificio han sido sagrados y siempre han de ser así. El recinto es Sagrado, el ministro es sagrado, el lenguaje es sagrado (latín), los utensilios y los cantos (i.e. Gregoriano), lo son también. El silencio es riguroso ya que en su casa solo Dios habla. Los ornamentos, el arte, y la arquitectura son sagrados, son diseñados para elevar el alma a Dios. El propósito de todo lo que rodea al Santo Sacrificio debe conducir a la gloria, adoración, honor, alabanza, y respeto por toda la realidad Sagrada y Divina del Santo Sacrificio de la Misa.

Es una necesidad absoluta el evitar en la Santa Misa todos aquellos medios puramente humanos que la degraden, profanen, que la desacralicen, o que tenga un fin puramente humano. Nunca se ha permitido ninguna actividad mundana dentro del recinto sagrado como comer, dormir, comunicarse, distraerse, vender, etc.

Si uno quitara por ejemplo las paredes a una Iglesia y quisiera celebrarse allí la Santa Misa (tal y como se hace en casos excepcionales al celebrar algunas veces la Santa Misa en el campo abierto), eso sería como quitarle la protección que separa lo sagrado de lo profano. Esa barrera es lo que impide que el mundo y lo puramente humano penetre el recinto sagrado. Esa barrera tan esencial entre lo divino y lo humano es lo que impide que una mujer entre sin velo o sin modestia al templo. Uno no puede comportarse de la misma manera en un lugar sagrado que en un lugar humano. El templo y todo lo que rodea la Santa Liturgia es consagrado a Dios precisamente para que esa persona, cosa, o lugar se usen exclusivamente para el culto divino.

c) La Santa Misa es asistida por católicos y de manera católica

Gracias a nuestra consagración por el santo bautismo y la fe sobrenatural, es como un católico posee el sacerdocio pasivo que lo habilita para poder participar de la Santa Misa, ya sea de manera presencial o sólo espiritual. Por la fé y la caridad el católico participa de la Santa Misa con la inteligencia, voluntad, memoria, y los sentidos, todos ellos consagrados para tal fin el día de nuestro bautismo. Los fieles aparte de estar obligados a tener disposiciones de respeto hacia lo Sagrado, todas sus facultades le fueron dadas por Dios como medios sagrados elevados por la gracia y las virtudes sobrenaturales para que fueran elevadas para ser totalmente proporcionadas y dignas de participar de los misterios sobrenaturales de nuestra fe. El oido por ejemplo es un medio proporcionado para unirse a lo sobrenatural a través de la voz. Recibir audio inclusive remotamente sigue siendo un medio proporcional ya que no hay nada artificial que no sea sobrenatural entre la voz, el oido y la inteligencia. Pero lo mismo no pasa con la vista la cuál no se une a lo sobrenatural sino a través de la imagen. Y esa imagen debe estar rodeada de lo Sagrado para poder dirigirse a Dios. Así como solo pueden usarse aquellos instrumentos de música que eleven el alma a Dios. Así también solo debe usarse para recibir lo sobrenatural de la Santa Misa a través de la vista, aquellos elementos visuales que eleven la mente a Dios. 

II- LA TRANSMISION ELECTRONICA SOLO PUEDE SER USADA PARA FINES HUMANOS

Por el contrario, la tecnología live-streaming es una herramienta humana usada constantemente para actividades humanas. Así como el lenguaje profano, como el inglés y el español, se usan para cosas humanas de manera habitual, así lo es la transmisión de videos, el live-streaming.

Esta tecnología no solo no es sagrada e incapaz de elevar la imagen a Dios. El live-streaming y la transmisión diferida son un medio humano no proporcional a la realidad divina y por lo tanto son completamente incapaces de elevar al nivel sobrenatural a la persona que presencia la transmisión de la Santa Misa.  La consecuencia ineludible de esta realidad es que la transmisión electrónica no solo no ayuda a elevar el alma a Dios, sino que se convierte necesariamente en un obstáculo para transmitir el misterio y además causa una verdadera profanación de la Santa Misa al degradar la realidad sagrada a través de medios naturales que NO son sobrenaturales y que además se usan frecuentemente para usos malignos.

III- ARGUMENTOS DE AUTORIDAD EN CONTRA DE LA TRANSMISION DE LA MISA

1.- “¡Cuán venerable es éste lugar!, no es sino la casa de Dios y la puerta del Cielo” (Genesis 28,17)

2.- “No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos”(Mt. 7,6)

3.- “Y que transacción (puede haber) entre el templo de Dios y los ídolos?” (2 Cor 6,16)

4.- “Por lo cual la mujer debe llevar sobre su cabeza (la señal de estar bajo)  de autoridad, por respeto a los ángeles.”(1 Cor 11,10) -uso del velo-

5.- “Uza extendió la mano hacia el arca de Dios, y la sostuvo… Y se encendió la ira del Señor contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios” (2 Samuel 6:5-7).

6.- “Mi casa será casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!” (Luc. 19,45)

IV- ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA TRANSMISION ELECTRONICA DE LA SANTA MISA

1- Dios no recibe de los católicos la adoración, amor, honor, reverencia, respeto, y las disposiciones requeridas que le son a Dios debidas cuando hay  “asistencia” virtual de la Santa Misa.

2.- Los lugares en donde es transmitida la Santa Misa nunca tendrán el ambiente y circunstancias sagradas que son requeridas para presenciar tan sublime misterio.

3.- La autoridad responsable de lo sagrado, el sacerdote, tiene la imposibilidad de supervisar el decoro, respeto, modestia de los lugares, personas y aparatos electrónicos que reciben “la señal divina”. Es obligación estricta de todo sacerdote el cuidar el respeto por lo sagrado; hemos recibido la Orden sagrada de Hostiario para desempeñar esta función. “No deis lo sagrado a los perros…ni echéis vuestras perlas a los cerdos” (Mat 7,6).

4.- La herramienta electrónica utilizada no está santificada o consagrada y por lo tanto es incapaz para transportar o transmitir lo sagrado. Así como la Santa Misa no debe rezarse a través de un lenguaje vernacular, ya que no es un lenguaje sagrado, de la misma manera no se debe usar el internet para transportar lo sagrado. Debido al impedimento presencial por la distancia, la facultad del oído es la única vía elevada por Dios que queda disponible para poder seguir la Santa Misa en tales circunstancias. (así como cuando alguien puede asistir a la Santa Misa detrás de los muros de la Iglesia). Como cuando se usa micrófono para ampliar la señal, uno solo debería escuchar el audio de una Misa transmitida por internet.

5.- El lugar ordinario para la celebración de la Santa Misa es la casa de Dios, recinto sagrado donde sólo Dios habla, reza y Se sacrifica. “Live-streaming” es traspasar e ignorar los muros de la casa de Dios para llevar algo divino a un lugar y a través de un medio NO consagrado exclusivamente para el uso de Dios. (Esto es lo que propiamente se llama profanar lo sagrado).

6.-La entrega final de la transmisión o live-streaming, puede llegar a ser viciada, distorsionada, influenciada, e inclusive cambiada, por mensajes, frecuencias, cosas ocultas que están fuera de nuestro control y a merced de los enemigos de la Iglesia que son los que controlan los medios de comunicación. “si la sal perdiere su sabor ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” (Mt 5,13).

7.- Lo virtual no puede reemplazar a lo real. La participación a distancia en una Santa Misa siempre se hizo por la fe de manera espiritual. (Misa y Comunión espiritual). La fe por la caridad es el vehículo dejado por Dios para unirnos a sus misterios divinos cuando los sacramentos están ausentes.

8.- La tecnología de transmisión visual es esencialmente una saturación de 24 a 60 imágenes por segundo (fps). Las imágenes de las pantallas saturan la imaginación al transmitir y por lo tanto la actividad intellectual se ve disminuida y obstaculizada e inclusive atacada. Además, la capacidad de concentración y oración disminuyen drásticamente. No ha sido jamás un medio adecuado para fomentar la oración ya que la imágen en movimiento es esencialmente un obstáculo para el recogimiento.

9.- Lo sagrado se deja expuesto a los ojos maliciosos, profanos, impuros y hasta satánicos. 

10.- El Papa Juan XXIII abrió también las puertas de lo sagrado para que el mundo profano entrara en él. “Quiero abrir ampliamente las ventanas de la Iglesia, con la finalidad de que podamos ver lo que pasa al exterior, y que el mundo pueda ver lo que pasa al interior de la Iglesia.” (Juan XXIII, 25 de Enero de 1959).

El modernismo ha profanado sistemáticamente todo lo Sagrado con la excusa de acercar  la Iglesia al mundo. El resultado a sido lo contrario. La Iglesia Conciliar se ha hecho como el mismo mundo, mundana. Es la agenda de aggiornamento o puesta a la moda, de Juan XXIII en el Concilio Vaticano II; agenda que han continuado todos los papas modernistas.

11.-La Santa Misa está fuera del tiempo. La Santa Misa siendo divina, sucede en tiempo PRESENTE al  modo divino. Es la asistencia a la Pasión y muerte de Cristo Nuestro Señor en el Calvario aunque de manera incruenta. Solo por la fe se puede presenciar éste misterio en su dimension de tiempo al modo divino. Un instrumento humano usado en tiempo presente a lo humano, los sistemas de telecomunicaciones, no deben ser usados para contemplar este misterio que es un tiempo PRESENTE a lo divino.

12.- La transmisión de la Santa Misa necesariamente disminuye la fe y enfría la caridad ya que se impone el principio de que “sino rezamos como creemos (en un ambiente y en un ambiente sagrado y Teocéntrico), terminaremos creyendo como vivimos (llevándonos poco a poco al antropocentrismo).

13.- Se pierde casi completamente el ejemplo mutuo de piedad y la profesión pública de la fe al asistir a una “Misa Virtual” ya que está rodeada de elementos profanos que no elevan el alma a Dios.

La pregunta final que muchos se estarán haciendo es: ¿Si no tengo posibilidad de ir a la Santa Misa Tridentina con un sacerdote confiable, como me puedo santificar el domingo sino debo unirme a ella a través de la transmisión por internet o TV?

Respondo diciendo que debemos unirnos espiritualmente a la Santa Misa, haciendo Comunión Espiritual. Además complementar con el rezo del Santo Rosario, el Viacrucis y escuchar o leer un sermón.

sábado, 17 de julio de 2021

APARECE EL ANTICRISTO (SERMON URGENTE A TODOS LOS CATOLICOS)

 



¿Estará muerta nuestra Fe? (Comentario al decreto de suspensión del Sacrificio Perpetuo)

 


                                         

“Para saber si amamos y apreciamos el dogma de la Resurrección –dice un autor- podemos preguntarnos qué pensaríamos si Dios nos dijese ahora que el castigo del pecado, en vez del infierno eterno, sería simplemente el volver a la nada, es decir, quedarnos sin resurrección del cuerpo ni inmortalidad del alma, de modo que todo se acabara con la muerte.

   Si ante semejante noticia sintiéramos una impresión de alivio y comodidad, querría decir simplemente que envidiamos el destino de los animales, esto es, que  nuestra fe está muerta en su raíz, aunque perduren de ella ciertas manifestaciones exteriores.

   Mucho me temo que fuese aterrador el resultado de una encuesta que sobre esto se hiciese entre los que hoy se llaman cristianos”. (Comentario de la Sagrada Escritura, San Juan 6,39, Straubinger)

   Ahora,  si al día de hoy, se hiciera una encuesta para preguntar sobre  la prohibición que hizo el  Papa Francisco de la Santa Misa Tridentina,  les confieso que al igual que Mons. Straubinger,  tengo  miedo de conocer la respuesta.

   Este es el momento de pasar el termómetro a  nuestras almas para examinar si estamos vivos o muertos. “Tú lo estás viendo, Tú consideras el afán y la angustia”. (Salmo 9b), y también observará si no hay ni afán ni angustia!

   Si nuestro corazón está donde está nuestro tesoro, ¿qué tesoro más grande tiene el católico que la Santa Misa?  Sabemos que sólo con el Santo Sacrificio de la Misa podemos honrar dignamente a Dios, es el Sol que ilumina nuestras vidas,  es el centro de nuestra Religión Católica, hacia el cual converge todo lo demás.

   Si la autoridad más alta de la Iglesia Católica hace esta declaración, debe quedar más que claro la advertencia de Nuestra Señora de la Sallete:” Roma perderá la Fe y será la sede del Anticristo”.

   Estamos ya en el tiempo que muchos Santos desearon vivir, debido al grado máximo de dolor, tribulación, persecución, apostasía, indiferencia, pues entre  más dificultad experimente  el  católico para demostrarle a Dios su fidelidad y amor teniendo todo en contra, es más que heroico. Heroicidad que hay que pedir a Dios y a nuestra Madre Santísima segundo a segundo, pues nosotros, como dice San Pablo, por  nuestras propias fuerzas no podemos ni siquiera pensar en hacer el bien.

   Siendo sinceros, creo que a todos nos da, si no miedo, (o también miedo, porque no), respeto el tener que vivir en lo más tremendo del Apocalipsis,  nosotros no escogimos vivir en este tiempo, Dios nos ha colocado en Él, nos va a probar, pues ha llegado la hora en la que debemos hacer como el marinero, que cuando le toca la tormenta, pues no le queda otra opción que empezar a emplear los medios para enfrentarla. La tormenta es tormenta, el marinero se resigna y trabaja.  

San Eleazar decía: “Si le fallo a Dios, no me libraré de la Mano del Omnipotente ni vivo, ni muerto”.

   Así que ¡Manos a la obra! Para pruebas extraordinarias, Dios nos dará gracias extraordinarias. Debemos olvidarnos de nosotros mismos, adiós vida cómoda, y buscar la gloria de Dios, y entonces: ¡seré el primer asombrado de verme fuerte! como dice el comentario del Salmo 17.

   El premio es de los que vencen, y por caro que Dios cueste, nunca resulta caro, decía un Padre Jesuita.

   “Ví al impío… como un cedro… pasé de nuevo y ya no estaba”. (Salmo 36,35)

                                                                                                                                              Oblata SB




miércoles, 14 de julio de 2021

Mártires de Compiègne Dialogo de Carmelitas


HISTORIA VERDADERA DE LA EPOCA DE LA PERSECUSION A LOS CATOLICOS FRANCESES DURANTE LA MASÓNICA REVOLUCION FRANCESA

lunes, 12 de julio de 2021

A CRISTO REY (JESÚS DEGOLLADO GUÍZAR)

 


A Cristo Rey

Antaño cuando tus enemigos perseguían a tu Iglesia; cuando pretendían arrojarte de tus Santuarios, el pueblo de México, en un acto de amor sublime para tu corazón, proclamó tu Grandeza y te reconoció como Rey y Señor de su Patria. Tiempos después, cuando la persecución se recrudeció, desterraron a tus representantes, asesinaron o encerraron en cárceles inmundas a muchos de tus hijos, porque tuvieron el valor de confesarte. Tú te dignaste permitir que un grupo de Insignes Varones formaran la gloriosa LIGA NACIONAL DEFENSORA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA: que esta formara la GUARDIA NACIONAL y las BRIGADAS FEMENINAS. Unos grupos luchaban en las ciudades, provincias, poblados, procurando los elementos indispensables para el sostenimiento del soldado; este luchando en los campos de batalla, y todos unidos por amor a Ti, defendimos el Sagrado tesoro conquistado por Ti, con el precio de tu sangre.

Cobardes e ingratos hubiéramos sido, si no hubiésemos defendido tu legado. Que éramos débiles e impreparados, es una verdad, nunca lo negamos; pero hay derechos que hay que defender, aun cuando se tenga certeza del fracaso, porque así lo exige el deber, la gratitud, la conveniencia y la justicia.

Tus apóstoles, en número muchísimo menor que tus cristeros, salieron a predicar en el mundo tu Doctrina; con tu ayuda, con su esfuerzo y sacrificando sus vidas lograron establecer Tu Iglesia Santísima, que perdurará hasta el fin de los tiempos, porque Tu así lo ofreciste. Es cierto que tus Discípulos perdieron sus vidas en la empresa; pero Tú los recompensaste con la vida eterna, y tus representantes en la tierra inmortalizaron sus nombres elevándolos a los altares.

Los cristeros siguiendo el ejemplo de tus Apóstoles, defendimos tus derechos y los de Tu Iglesia y quien lucha por tu causa sea grande o pequeño, preparado o impreparado, justo o pecador, tarde o temprano tiene que ganar, como ganaron tus apóstoles, y como estamos ganando los cristeros; Tu palabra es segura, no puede fallar: “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”.

En este día glorioso en el que la mayoría de las Naciones, con inmenso jubilo te aclaman como su Señor y Rey, te pido nos concedas la unificación de todas las agrupaciones católicas de México, para que así, más fácilmente y más presto, reines con plenitud en nuestra Patria.

VIVA CRISTO REY

México de CRISTO REY Y SANTA MARIA DE GUADALUPE, octubre de 1952

Jesús Degollado Guízar

Soldado de Cristo Rey


PREFIRIERON LA AMISTAD DE LOS HOMBRES QUE EL AMOR A LA VERDAD: SERMÓN R. P. HEWKO

 



EXTRACTOS DEL SERMÓN (14 MAYO 2017)


  ...Lo crean o no, en estos tiempos nos salvamos o nos condenamos en relación a Fátima.


  El Rosario, el Escapulario y los cinco primeros sábados son las armas que nos dio Nuestra Señora para sobrevivir y guardar la Fe en estos tiempos.

  La Santísima Virgen María es absolutamente enemiga del compromiso, del ecumenismo, de la falsa libertad religiosa.  Ella no se equivoca. En otras palabras, la Santísima Virgen aplasta Vaticano II y la nueva misa, lo odia porque ataca a su Hijo, se burla de Él.

  Es por esto que Monseñor Lefebvre fue una bendición para el mundo entero. Nuestra Señora del Buen Suceso predijo a Monseñor Lefebvre. Fue una gran pérdida cuando murió Monseñor. Los cuatro Obispos que él consagró hasta el 2012 más o menos siguieron la línea de Monseñor Lefebvre. Monseñor Fellay en el año 2000 empezó a mostrar a dónde quería llegar.

  En el 2007 cuando los Obispos celebraron la liberación de la Misa Tridentina, que suena bueno, pero si leemos los documentos Summorum Pontificum es un documento horrible del Papa Benedicto XVI, porque  este rito canonizado por San Pío V,  nadie lo puede cambiar dijo San Pío V, y si lo hicieran incurrirían en la indignación de Dios Todopoderoso y de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, pero Benedicto XVI puso la Misa Tridentina al mismo nivel del Novus Ordo, la misa masónica que fue escrita por Bugnini quien dijo que se retiró  todo aquello que pudiera molestar a los protestantes.  Por eso los protestantes dicen que pueden decir la misa nueva sin ningún problema. Los protestantes odian la Misa Tridentina porque es verdaderamente Católica, y realmente el Sacrificio del Calvario. Summorum Pontificum pone a Cristo a nivel de Barrabás, y los sacerdotes que dicen la Misa Tridentina tienen que aceptar la nueva misa. ¿Se dan cuenta del veneno? ¿Por qué Monseñor Fellay celebra esto? En 2009 los Obispos  pidieron que se levantaran las excomuniones. Estas excomuniones que involucraban también a Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer además de los cuatro obispos fueron un chiste, fueron inválidas. Y, pedir al Papa que las levantara es admitir que Monseñor Lefebvre estuvo equivocado, que la Tradición merece ser excomulgada, siendo que proviene de la Santísima Trinidad, de Cristo mismo y pasó a través de los Apóstoles.

  Monseñor Lefebvre siempre consideró como un honor el ser excomulgado por estos destructores de la Fe Católica y promotores de la religión de Asís, Vaticano II y la nueva misa. En 2012 Monseñor Fellay públicamente aceptó la nueva doctrina del Vaticano II y la nueva misa. Está en la declaración doctrinal, pueden leerla, cada sacerdote la recibió en la edición de Cor Unum de marzo 2013. No hay excusa. Lo dice todo ahí en frases modernas, pero es claro,  aceptó que la nueva misa es legítima, el nuevo código de derecho canónico, la nueva profesión de Fe que condenó Monseñor Lefebvre, el Vaticano II que es interpretado a la luz de la Tradición, la libertad religiosa, todo esto es una traicióna la Fe.

  La semana pasada Monseñor Williamson consagró Obispo al Padre Zendejas. La gente está confusa, dicen que es una alegría tener otro obispo para la Tradición. Mi pregunta es: ¿Son ellos tradicionales? Dicen la Misa Tridentina, pero los sacerdotes de la Fraternidad de San Pedro dice la Misa Tridentina pero ellos aceptan el Vaticano II y la nueva misa. El Instituto de Cristo Rey, ellos aceptan la misa nueva y Vaticano II pero dicen la Misa Tridentina. Si yo alguna vez, Dios me libre, aceptara Vaticano II o la nueva misa, que Nuestra Señora me mande la muerte antes de hacer tal cosa, pero si alguna vez yo lo aceptara, y continuara diciendo la Misa Tridentina, traicionaría a Nuestro Señor Jesucristo, sería un traidor. El problema sería que yo cambiaría la Fe Católica. Ese es el problema. Cualquiera que acepte Vaticano II  la misa nueva, aceptan cambiar la Fe Católica. El Dios que adoramos, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo no cambia. Dios no cambia. Él es todo perfección, toda pureza, toda claridad. Todo en grado sumo, sin límites o fronteras. Dios es perfecto en sí mismo.

  Yo quisiera que las cosas fueran diferentes, pero Monseñor Fellay dijo que Vaticano II es 95% aceptable.  ¡Vaticano II es 100% basura, 100% rechazable! Nuestra Señora lo odia, el Espíritu Santo no tiene nada que ver con Él porque ni siquiera lo invitaron en el Concilio! Los Papas rehusaron usar su autoridad infalible, y lo anunciaron públicamente. Dios dijo, ustedes han ignorado a mi Madre, van a tener una desorientación diabólica, que ha empezado desde 1917 con el modernismo, la infiltración de la Iglesia en los seminarios, por sacerdotes pervertidos, comunistas y masones, para llevar la Iglesia hacia abajo.

   Los cuatro obispos consagrados por Monseñor Lefebvre y los tres obispos consagrados por Monseñor Williamson todos ellos de alguna manera aceptan Vaticano II y la nueva misa. Por su propia boca, no estoy poniendo palabras en su boca. Pueden llamarles y preguntarles si dijeron estas palabras, si pueden retractarse públicamente, como sería su deber si dijeron esas palabras. Y, si son honestos y nobles delante de Nuestro Señor Jesucristo deben retractarse públicamente y corregir cualquier error que se hubiera dicho.

No podemos seguirlos y confiar en ellos hasta que hablen claramente como lo hizo Monseñor Lefebvre. Siempre respondió con la verdad Católica, no se avergonzó de ella. Le dijo a todo el mundo el por qué estaba consagrando Obispos, por qué Vaticano II estaba equivocado, por qué la nueva misa esta envenenada, por qué los Papas eran modernistas. Fue un Obispo que cumplió con su deber. ¿Por qué Monseñor Williamson se avergüenza de la verdad Católica? ¿Por qué teme la publicidad? No quiso cámaras, ni publicidad en la consagración de la semana pasada. Todo es en nombre de la humildad, pero cuántas almas están cayendo ahorita en el infierno por no haber escuchado la verdad.Un Obispo tiene el deber de predicar la verdad Católica, tiene el privilegio de ¡predicar la verdad!  La Fe viene de escuchar. 

Monseñor Lefebvre peleó como un león por la verdad Católica. Predicó y viajó a todos lados. Qué espíritu extraño, (yo diría  masónico) anticatólico, es este de no publicidad en las consagraciones, que yo no dudo de su validez, pero, aquí les leo unas cuantas citas:

  Monseñor Fellay: 95 % Vaticano II Declaración Doctrinal, aún está jugando con Roma y quiere el acuerdo con Roma.

  Monseñor Williamson: Hay algo bueno en la nueva misa, dice que la iglesia conciliar tiene verdad, que se pueden obtener gracias en la iglesia conciliar. Habla de los milagros en la nueva misa, que son realmente un chiste. Que la iglesia conciliar tiene algo de Católica.

Monseñor Tomás Aquino: Hay algo bueno en la nueva misa. Recemos por él. ¿Cómo podemos confiar cuando dice esta tontería?

Monseñor Faure: También se rehusa a condenar explícitamente la misa nueva. Está en la posición de Monseñor Williamson.

Monseñor Zendejas: Lean: The Recussant del mes de abril, hay una larga lista de citas del Padre Zendejas. Cuando él dejó la Fraternidad, ustedes saben, que la única razón que tiene un sacerdote para salir de su congregación, puesto que hicimos promesas  de obediencia, es cuando la congregación yerra sobre la Fe, y va contra la Fe.

Es claro el por qué el Padre Pfeiffer y muchos de los sacerdotes resistentes en el mundo salieron de la Fraternidad y todos ellos hicieron declaraciones públicas, porque los fieles tienen el derecho de saber dónde cual es la postura (doctrinal) del sacerdote. Ustedes tienen derecho de saber por qué dejamos la nueva Fraternidad de San Pío X. 

Nosotros aún formamos parte de la Fraternidad San Pío X y continuamos el trabajo de Monseñor Lefebvre por supuesto, pero ¿por qué tuvimos que salir? Porque Monseñor Fellay aceptó el Vaticano II y la nueva misa. Es un cambio de doctrina. Y nosotros lo hicimos público y claro. Pero el Padre Zendejas cuando se salió nadie supo por qué. Trató de tomar varias misiones, sin decirle al Padre Pfeiffer, en algunas tuvo éxito, en New Jersey le preguntaron por qué dejó la Fraternidad, le dijeron que sí sabían las razones de Padre Pffeifer, Padre Hewko y otros sacerdotes de la Resistencia, queremos saber el por qué de su salida, le preguntaron por tres veces, su respuesta fue:no me hagan otra vez esa pregunta a mi.Hasta el día de hoy nadie sabe por qué salió. 

Padre Pffeifer  estuvo dos horas con Padre Zendejas quien empezó la conversación con una mentira diciendo que no había celebrado la Santa Misa esa mañana siendo que sí lo había hecho, el demonio es el padre de la mentira, ustedes conocen al Padre Pffeifer, le hizo preguntas claras y directas sobre Vaticano II, la nueva misa, la nueva Fraternidad San Pío X  y por dos horas no pudo obtener una respuesta directa. ¿Qué significan estas consagraciones con estos Obispos que no profesan ni condenan públicamente los errores que atacan la Fe Católica, y juegan  con Vaticano II y la nueva misa? Son más obispos liberales y modernistas, esto es todo lo que es.

    El padre Rafael escribió en su carta de enero de este año estas grandiosas palabras:  (para leer la Carta Completa)
 “…  La actitud de la Fraternidad San Pío X y la de sus tres obispos resistentes, ahora 4, y la de todos sus seguidores, rompen flagrantemente contra los principios inalterables, ya no podemos considerarlos como defensores de nuestra sagrada Fe mientras no cambien su falsa doctrina. Y, contra todas las apariencias ya no son seguidores de Cristo, ni de los Santos, ni de Monseñor Lefebvre. 

Están perdiendo la batalla y luchando contra los intereses de Cristo, mientras no rectifiquen el camino tenemos que alejarnos de ellos, cuando hablen y actúen como obispos católicos nos acercaremos. Que quede claro que nunca vamos a dejar de rezar por ellos, siempre vamos a practicar la caridad hacia sus almas. 

El padre Rafael continúa en su carta:

Desde hace un poco mas de un año que los obispos de la llamada “Resistencia” cayeron en estos errores doctrinales graves, ya sea por palabra o por complicidad silenciosa. Algunos de ellos, obispos o sacerdotes, se dieron cuenta de los errores, pero amaron más el vínculo de amistad que la verdad. Prefirieron defender a su compañero en lugar de defender la verdad. Hasta uno de ellos llegó a decir “Ellos hacen mas cosas buenas que malas”, volviendo a romper el principio: en materia de fe o se está con Cristo o contra Cristo; o se enseña y se defiende todo, o no se está enseñando ni defendiendo nada). 

Esta actitud de todos ellos nos obliga a continuar la batalla a pesar de ellos para no tener que bajar las armas de combate por respeto humano. Por caridad debemos amonestarles y ponerles el ejemplo, invitándolos al martirio contínuo y a la gloriosa persecución y sufrimiento; herencia de los que luchan la buena lucha de la fe. Oremos para que los 6 obispos tradicionales (ahora 7) salgan de su sueño, de su trinchera confortable, para que con la gracia de Dios se levanten como lo hizo en otro tiempo David que sabía como pastorear rebaños, y combatir contra Goliat con la fuerza de Dios para salvar a su pueblo, pueblo que ahora es solo un remanente, pero remanente fiel, hijos de Dios, hijos conquistados al precio de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesuscristo para alcanzarles la eterna felicidad del Cielo.

Ya el ilustrísimo Cardenal Pie nos advertía del motivo de caídas tan dolorosas y que nos puede acontecer a cualquiera de nosotros si no nos ponemos en guarda con la armadura de la fe, y la fidelidad a los principios: 

 “Los mismos cristianos, viviendo en medio de esta atmósfera impura, no han evitado totalmente su contagio: aceptan demasiado fácilmente muchos de los errores. Fatigados de resistir en los puntos esenciales, a menudo cansados de luchar, ceden en otros puntos que les parecen menos importantes, y no advierten nunca — a veces porque no quieren percatarse — hasta dónde podrán ser llevados por su imprudente debilidad. 

Entre esta confusión de ideas y de falsas opiniones nos toca a nosotros, sacerdotes de la incorruptible verdad, salir al paso y censurar con la acción y la palabra, satisfechos si la rígida inflexibilidad de nuestra enseñanza puede detener el desborde de la mentira, destronar principios erróneos que reinan orgullosamente en las inteligencias, corregir axiomas funestos admitidos…

Nuestra época grita: “¡Tolerancia! ¡Tolerancia!" Se admite que un sacerdote debe ser tolerante, que la religión debe ser tolerante. Mis hermanos: en primer lugar, nada iguala a la franqueza, y yo vengo a decirles sin rodeos que no existe en el mundo más que una sola sociedad que posee la verdad, y que esta sociedad debe ser necesariamente intolerante. 

… Es de la esencia de toda verdad no tolerar el principio contradictorio. La afirmación de una cosa excluye la negación de esa misma cosa, como la luz excluye las tinieblas. Allí donde nada es cierto, donde nada es definido, los sentimientos pueden estar divididos, las opiniones pueden variar. Yo comprendo y pido la libertad en las cosas discutibles: In dubiis libertas. Pero cuando la verdad se presenta con los distintivos de certeza que la distinguen, por lo mismo que es verdad ella es afirmativa, es necesaria y, por consecuencia, es una e intolerante: In necessariis unitas. Condenar la verdad a la tolerancia es forzarla al suicidio.

La afirmación se aniquila si ella duda de sí misma, y duda de sí misma si permanece indiferente a que la negación se coloque a su lado. Para la verdad, la intolerancia es el anhelo de la conservación, el ejercicio legítimo del derecho de propiedad.Cuando se posee, es preciso defenderse, bajo pena de ser en breve totalmente despojado. Por eso, mis hermanos, por la necesidad misma de las cosas, la intolerancia es necesaria en todo, porque en todo hay bien y mal, verdad y falsedad, orden y desorden; en todas partes lo verdadero no soporta lo falso, el bien excluye el mal, el orden combate el desorden..."

Eso es lo que tenemos que hacer. Por nuestro Papa, rezar por su conversión. Por todos los Obispos modernistas, incluyendo los “tradicionales”, sólo podemos rezar por ellos y esperar que regresen a la Tradición Católica.  Cuando se trate de  los principios de nuestra Fe Católica, cero tolerancia, y esa es la caridad más grande hacia nuestro prójimo.

Oh María sin pecado concebida. Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. 

Rev. Padre Hewko
Mayo 14 2017