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martes, 12 de agosto de 2014

CARTA A LOS FIELES AGOSTO 2014: MONASTERIO BENEDICTINO SAN JOSÉ

Monasterio Benedictino de San José


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PAX
                                                                                                                                                         Agosto, 2014
                                                                                                            Monasterio San José
                                                                                           Santa Sofía, Boyacá, Colombia

Estimados amigos y benefactores:
           Les saludamos suplicándole a Nuestra Santísima Madre la Bienaventurada Virgen María los proteja y los llene siempre de bendiciones.
           La crisis sin precedentes que estamos viviendo en la Iglesia y en el mundo actual nos obliga como nunca a "vigilar y orar" para no ser arrastrados por la corriente infernal que todo lo bueno y sagrado quiere destruir. Las crisis son en definitiva un castigo para los malos y sacrílegos y una prueba de virtud y fidelidad para los buenos. Pero la prueba es tan severa que nos obliga a tomar todas las armas de Dios a nuestro alcance,  y tener espíritu de lucha. 
Pero eso no es todo,  la virtud de la prudencia nos demanda que conozcamos muy bien al enemigo para poder luchar efectivamente. El enemigo tiene bajo su poder y dominio todo el ámbito económico, político y religioso de las sociedades modernas. En lo doctrinal y moral el enemigo es el que enseña por medio de todos los medios de comunicación. Ellos son los que deciden hoy en día qué creer y como actuar. Las líneas enemigas están muy avanzadas, la destrucción y las tinieblas nunca fueron más terribles y temibles. Ante este panorama tan grave, debemos hacernos el ánimo de tener que vivir en esta realidad de las cosas aunque sea cruda, y nos debe movilizar y convencer de la necesidad de "vigilar y orar" constantemente, sin descanso. Vigilar y conservar los tesoros de gracia y de verdad que hemos recibido, vigilar y defenderlos, vigilar y atacar a nuestros enemigos que son los de Jesucristo. Orar para que nos conservemos unidos a nuestro General en Jefe, Jesucristo Nuestro Señor; orar y abrirle los ojos a nuestro prójimo con el fin de rescatarlos del engaño y la destrucción alistándolos en el ejército de Nuestro Señor. Tenemos que ponernos a vivir en esta realidad si es queremos triunfar junto con Jesucristo y no queremos ser engañados. Estamos en guerra y quien quiera ignorar este hecho va necesariamente a sucumbir. 
Esta guerra nos obliga a una prudencia consumada de no usar sus armas, su doctrina y moral; manteniéndonos alejados de sus medios de enseñanza: los medios masivos de comunicación, su espíritu liberal y modernista que lo inunda todo. Ninguna precaución prudencial jamás debemos considerarla como suficiente. La oración debe ser ininterrumpida. No nos durmamos, no nos dejemos engañar por sus ilusiones, que el amor a la verdad, que el amor a Jesús, María, y José nos mantengan firmes en este combate que quizás termine en el martirio, no sabemos solo Dios lo sabe, pero lo importante es que si estamos en esa actitud de "vigilar y orar", en esta actitud de combate,  estaremos listos con la gracia de Dios a dar nuestras vidas por Él si es necesario.
          Gracias a vuestra generosidad las obras del monasterio han progresado espiritualmente y materialmente. Por favor sígannos ayudando para seguir combatiendo la buena pelea por Jesucristo y por vuestras almas.
           Con la bendición y nuestras diarias oraciones por todos ustedes.
Padre Rafael, OSB y comunidad.
Prior del Monasterio San José