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viernes, 28 de abril de 2023

Las Obras de Misericordia (Sermon R. P. Rafael 25 de Abril 2023)

 


Nuestro Señor envía a Sus discípulos a predicar el Evangelio, entonces, tenemos que recordar que predicar el Evangelio es para los sacerdotes, pero todo Católico es hijo de Dios y está obligado a  también a predicar, con el ejemplo, confesando la Fe, siendo testigos de nuestra Fe, de Nuestro Señor Jesucristo, de Su Divinidad, de Su  bondad, con nuestro comportamiento, por nuestra forma de hablar, por cómo practicamos la paciencia, la caridad, la corrección fraterna, nuestros deberes, todo lo que hagamos y digamos debe reflejar nuestra Fe, nuestro amor, nuestra esperanza por Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, por eso tenemos que ser como los Discípulos.

   Los consejos de Nuestro Señor son muy importantes pues son para nosotros, primero, ir de dos en dos, o sea ir en comunidad, los Católicos no somos independientes, no practicamos nuestra religión solos, tenemos que estar asociados en obras de caridad, en oración, en el Rosario, aprendiendo, pidiendo consejos, debemos ser una familia, estamos en comunión con los Santos y uno con otro; significa que cualquier cosa que hagamos sea ayuda para los otros. De la misma manera dañamos a los demás con nuestro mal ejemplo, con nuestras omisiones, o por no practicar nuestra religión, la esperanza, la caridad. Los Católicos también debemos sufrir juntos. Los sufrimientos de mi prójimo deben ser los míos, y mis sufrimientos son de hecho, los sufrimientos de Nuestro Señor y de  los Santos, compartimos la Cruz. Por la Comunión de los Santos, estamos trabajando,  caminando, sufriendo, amando a Dios y confesando la Fe juntos.  Nuestro Señor dijo, quien me confiese a Mí delante de los hombres, yo lo confesaré delante de Mi Padre. Nuestro Señor quiere que nosotros lo confesemos, que la gente pueda ver en nosotros a Cristo, debemos edificar a los demás.

   Nuestro Señor dijo también, la mies es mucha pero los operarios pocos, y, puesto que se supone que tenemos que ayudar a los demás a cargar sus cruces, y enseñarles, por tanto estamos obligados a hacer apostolado, a preocuparnos por tener vocaciones, religiosos, monjes, monjas, sacerdotes. Hablarles a los niños de la vida religiosa y fomentar las vocaciones. Todos nosotros estamos obligados a ser apóstoles de vocaciones. De las vocaciones dependerá cuántas gracias vamos a recibir.  Hoy en día no se está poniendo  mucha atención, oración y preocupación por las vocaciones.  De hecho,  en las edades de la Fe,  los padres, los abuelos trataban de animar a los niños a ser religiosos, o sacerdotes si fuera posible, y si no tenían vocación, entonces buscaban por otra cosa. Es un principio de los Santos, que si nosotros cooperamos al desarrollo de las vocaciones, tendremos un sacerdote a nuestro lado en nuestro lecho de muerte, que  nos ayude a morir bien. Recuerden, en la proporción que demos, vamos a recibir. Si damos tiempo, oraciones, muchas cruces por un sacerdote, por vocaciones, vamos a recibir de esas vocaciones muchos beneficios.

   En la defensa de la Fe, hay que proteger a los hombres de los errores, es un trabajo de los padres, es muy triste ver padres que no se preocupan por la vocación de sus hijos, antes de ver otras profesiones deben pensar en la vocación religiosa.

   Nuestro Señor dijo también, los envío como ovejas en medio de lobos. En un hecho en este momento más que nunca, estamos en medio de lobos. Por eso ahora más que nunca debemos estar estudiando nuestro catecismo. Por eso, más que nunca, debemos estar rezando a la Santísima Virgen y los Santos. Por eso, debemos tener mucha prudencia, mucha paciencia,  mucha caridad,  más Fe, más mortificaciones y penitencias, básicamente estamos obligados a practicar las virtudes heroicas, para sobrevivir como ovejas en medio de lobos. Por eso vemos sacerdotes que se supone que deberían alimentar a su rebaño con doctrina correcta y sacramentos correctos, pero también deberían ser sacerdotes que protegan a las ovejas del lobo.  No es buen sacerdote el que solo alimenta, un buen pastor también debe proteger de los lobos, de las herejías, errores, peligros, corrupción, inmoralidad. Cuando un sacerdote, de manera habitual  está negociando o comprometiendo la Fe,   y no se corrige, se convierte en un lobo, porque si perdemos la Fe, lo perdemos todo.

   Nuestro Señor sigue dando los consejos, cuando vayan a predicar no carguen zapatos extra, ropa extra,  alimento extra, esto es muy importante, no estamos atados a las cosas de este mundo. No dependemos de la gente, del gobierno, del trabajo, de mis parientes, somos peregrinos. Solo confiamos en Nuestro Señor día a día, de acuerdo a la Voluntad de Dios, caminando al Cielo, cargando la Cruz, sin estar atado o dependiente de las cosas. Y sigue diciendo Nuestro Señor, no saludes a nadie en el camino, significa no entretenerse en cosas no importantes o inútiles. No es malo saludar a alguien, pero Nuestro Señor se refiere a no perder el tiempo en cosas que no benefician el serio asunto de la salvación.

   Nuestro Señor dice, cuando entren a una casa digan paz. La paz es la tranquilidad del orden. Significa que le deseamos a la gente que esté en orden con Dios.  Les predicamos la Fe, el Evangelio, los corregimos, los ayudamos, les enseñamos para que tengan orden. La gente debe ver en nosotros a un Católico. Por ejemplo, desafortunadamente, los protestantes visten mejor que los Católicos. Me han platicado mujeres de la Tradición que visten con modestia que les preguntan en la calle si son protestantes.

    Entonces, para desear la paz a otros, (es el moto Benedictino PAX), significa que les llevamos doctrina, buen ejemplo, caridad, hospitalidad, paciencia, especialmente cargando la cruz, eso es paz. Dice Nuestro Señor, coman lo que les ofrezcan, significa no ser una carga extra  para los demás, debemos de ser considerados. Por eso San Pablo, trabajaba con sus propias manos, para ganar su propio pan. De hecho, al menos que sea una emergencia, nosotros no pedimos dinero, es algo voluntario. Puede suceder que la gente no nos quiera recibir en sus casas porque es una carga, son gastos, por eso los sacerdotes muchas veces cargamos con esos gastos. Es muy modernista, mal hábito, siempre pedir dinero. Dice Nuestro Señor, a los enfermos cúrenlos. Es una obra de misericordia, hay 14 obras de misericordia, tenemos que predicarles la Verdad, corregirlos, si están tristes, consolarlos, si están enfermos, proveerles ayuda, si están en prisión, si hay que enterrarlos, si están hambrientos, desnudos,  porque cualquier omisión en caridad va contra Nuestro Señor.  Él nos dice, todo lo que hagan con los demás, me lo hacen a Mí.

   Por eso queridos amigos, estamos rezando juntos,  trabajando juntos,  sufriendo juntos, tratamos de edificarnos unos a otros, por el buen ejemplo. Ser una familia es muy importante, porque podemos caer, y si tenemos una comunidad voy a encontrar a alguien que me ayude a seguir caminando hacia el Cielo. Pero si tú estás solo por propia voluntad, y caes, nadie te va a ayudar. La idea del individualismo es horrible, es muy protestante es muy peligroso. Debemos estar constantemente preocupados y al pendiente de las necesidades de los demás, especialmente con los de nuestra familia espiritual. Muchos tradicionalistas vienen a Misa porque quieren recibir algo y se  olvidan  de los demás.  Todos nos necesitamos unos a otros. A veces, la única manera de ayudar a los demás es rezar por ellos. Pidamos a San Marcos esta gracia, de tener espíritu de caridad.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.