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viernes, 28 de febrero de 2014

TRATADO DE LA CONFIANZA CRISTIANA CONTRA EL ESPIRITU DE PESIMISMO Y DESCONFIANZA Y CONTRA EL TEMOR EXCESIVO. (1a Parte)

TRATADO DE LA CONFIANZA CRISTIANA CONTRA EL ESPIRITU DE PESIMISMO Y DESCONFIANZA Y CONTRA EL TEMOR EXCESIVO.

CAPITULO PRIMERO.

   La poca confianza en Dios causa grandísimos males a las almas que quieren hacer progresos en las virtudes cristianas.


I. Cuales son estos males en general.   Una viva confianza en Dios es un manantial de toda suerte de vienes. Ella arraiga, mantiene y fortifica todas las virtudes, endulza las penas, debilita todas las tentaciones: es un fecundo origen de toda especie de obras buenas, es como un paraíso de bendición y un modelo de la bienaventuranza anticipada. “Bendito el hombre, dice el profeta Jeremías, que pone su confianza en el Señor, y de quien el Señor es la esperanza. El será semejante a un árbol trasplantado a la orilla de las aguas, el cual extiende sus raíces hacia el agua que la humedece, y no temerá el calor que venga el estío. Su hoja se mantendrá siempre verde; no tendrá pena en el tiempo de sequedad, y no dejará jamás de dar fruto”   La falta de esta confianza es por el contrario un manantial de un sin número de males: enflaquecen las virtudes, llena al alma de penas y amarguras, excita y fortifica todas las tentaciones, impide el hacer buenas obras, y muchas veces viene a ser como una especie de infierno anticipado. Por esto San Bernardo no teme decir que la desconfianza es el mayor estorbo que podemos poner a nuestra salvación.   2. Es fácil que la poca confianza en la bondad de Dios sea un estorbo para la virtud, para el espíritu de la oración, para el espíritu de reconocimiento, y para el amor de Dios; que a más de esto, es origen de las más molestas tentaciones, robando al alma la paz que le es tan recomendada y es tan necesaria para cumplir todas sus obligaciones. Se verá en seguida de este capítulo la verdad de todo lo que se acaba de decir.


II. La poca confianza en Dios es un gran estorbo para la verdadera virtud   Una confianza siempre débil y tímida hace la virtud trémola e inconstante. Y semejante virtud a cada paso se detiene con los cortos embarazos, se entibia con los menores contratiempos y se desanima con las más ligeras contradicciones. Es preciso a cada paso darle la mano para sustentarla; y luego que le falta un guía exterior y apoyo visible, se intimida, se cansa y esta siempre pronta a caer. Ella se mantiene siempre en una especie de infancia, en que no puede tomar más alimento que leche: otro más fuerte y más sólido que fortalezca a los demás, la ahogaría. Con esta inercia y flaqueza, que debería ser más vergonzosa en la vida espiritual que en la corporal, se queda incapaz para siempre de aquellas acciones de virtud que necesitan de poca fortaleza y de valor.2. Un alma en este estado no puede aprovecharse de los motivos de temor, porque se encuentra oprimida de ellos. También saca poco provecho de los motivos de confianza, porque no hacen de ella sino impresiones muy ligeras. De todo lo que se dice, perteneciente al respeto debido a los sacramentos, hace asunto de turbación y escrúpulo. Las exhortaciones a penitencia y conpunción más le perjudican que le aprovechan porque todo le es pesado y penoso; y en vez de encontrar en esto, como en lo demás, motivos de fervor, solo ve razones para reprenderse con una severidad que la oprime. Si cae, como no es difícil que suceda, en algunas faltas un poco mas considerables que las de inadvertencia, la represión que le da su conciencia, la pone en tal consternación, y después en una especie de desaliento, que en vez de procurar humillarse delante de Dios con un dolor tranquilo que le haga sacar provecho de sus mismas faltas, la turba y le quita el gusto de los ejercicios devotos; lo cual puede tener funestísimas consecuencias.


III. Es un estorbo para la oración.   1. La esperanza es el manantial del que nace toda oración cristiana; pero el riachuelo no puede correr a proporción de la abundancia y plenitud del manantial. Una esperanza tímida y trémula, hacen las oraciones que de ella nacen tímidas y trémulas, y por consiguiente incapaces de alcanzar mucho. El apóstol Santiago nos manda, que pidamos a Dios las virtudes que necesitamos, sin dudar nada ni titubear: “El que duda y titubea, añade, es semejante a la ola del mar, que es agitada  y llevada de aquí para allá por los vientos. Luego, concluye este santo apóstol, no tiene que imaginarse que conseguirá alguna cosa del Señor.” Al parecer todo se espera de Dios, pues se le pide y se le ruega; y parece que nada se espera o casi nada, pues se titubea con la desconfianza.   2. También se ve gran número de cristianos que establecen como una obligación capital orar, y aún orar mucho. ¡Pero cuán pocos se hallan que oren y supliquen con aquella fe y confianza a la cual Jesucristo lo ha prometido todo, y que recomienda a todos! “Cualquier cosa que pidáis en la oración, creed que la conseguisteis y se os dará.” Nosotros oramos muchas veces, hacemos oraciones largas; pero mil pensamientos nos vienen a intimidar. Hacemos débiles esfuerzos para salir de nosotros mismos, en donde no encontramos sino toda especie de miserias, y elevarnos hasta el origen de todo bien ; pero inmediatamente volvemos a caer dentro de nosotros mismos por el peso de nuestra flaqueza, y mucho más por el de nuestra desconfianza. Y aunque la mayor bondad de la criatura comparada con la de Dios solo sea malicia puede ser que nos dirijamos en las necesidades temporales a un amigo rico, poderoso y experimentado, con mas confianza que aquella que acostumbramos dirigirnos a Dios, aún en las necesidades espirituales, no obstante que nos manda y nos convida Él mismo a que vayamos a Él como a nuestro Padre. Tanto como esto son indignas de Dios nuestras oraciones, y nuestra confianza injuriosa a la ternura del Padre.

¡Tengamos confianza en Dios, Él nunca desampara a sus pequeños hijos!


Continua..




miércoles, 26 de febrero de 2014

LA CRUZADA POR LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MEXICO: La guerra cristera (3a parte)


La Era de Plutarco Elías Calles (1924-1927)


           
Alvaro Obregón termina su período de gobierno después del conflicto con el Congreso Eucarístico "retirándose"a sus latifundios en Sonora pero sin alejarse de la política a la cual retorna para ocupar la Secretaría de Gobierno bajo la presidencia de Calles. Desde este puesto continuó su carrera política con el fin de ocupar la presidencia más tarde. Su ambición no conocía límites, logró por mayoría de votos del Congreso derogar el art. 88 de la Constitución que decía:"Sufragio efectivo no reelección" y logró prolongar el período de presidencia de 4 a 6 años.
           
   

Quién era Plutarco Elías Calles:
Nació en Guaymas Sonora en el seno de una familia de ascendencia española. La familia de Elías era una de las familias más ricas del estado de Sonora, sin embargos a los quince años se vio obligado a trabajar como ayudante de maestro, con el tiempo fue maestro y, posteriormente, inspector. Nunca desempeño bien sus labores como maestro ni como inspector pues seguido llagaba borracho a las clases y su carácter no era nada agradable. Arruinado económicamente por su mala vida y su mala fama como maestro acudió a uno de sus tíos paternos quien lo inició en el comercio poniéndolo como despachador en su negocio, pero , como no había nacido para eso, pronto quedo en la ruina. En esos momentos el gobernador del Estado, por recomendaciones y por su anticlericalismo, lo inició en la carrera de militar y política donde, con el correr del tiempo, llego a Gral. luego Gobernador de Estado. Siendo Gobernador mando a fusilar al anterior Gobernador que lo había ayudado. En la presidencia de Obregón ocupó la secretaría de Gobernación y finalmente la presidencia de la república.

El cisma durante su gobierno:
Se comprenderá mejor la reacción de la Iglesia y del pueblo católico ante este cisma cuando se sabe que, el gobierno anticlerical, en otras ocasiones había intentado crear una iglesia que respondiera a las directivas del Estado y se separara de Roma. Este nuevo intento de Plutarco Elías Calles tiene sus orígenes en el año 1822, los liberales habían propuesto la creación de la Iglesia Nacional Mexicana; el proyecto en cuatro puntos del Senado decía: en su cuarta proposición: "todos los asuntos eclesiásticos se ordenarían en el interior de la república, de acuerdo con los cánones y las leyes."
            En 1859, Melchor Ocampo, ministro de Juárez, insistió en crear esa Iglesia Mexicana, "que fuera capaz de dar al César, sin preocupaciones ni perjuicios, lo que al César pertenece" encomendando su función al p. Rafael Díaz Martínez, Once sacerdotes siguieron este movimiento pero luego se arrepintieron. ( Texto del la carta M. O. Pág. 157 del libro la Cristiandad de Jean Meyer.)
            En 1968 Juárez, intentó a su vez, con el presidente de la corte suprema, Mariano Zavala, crearla dirigiéndose a los epicopalistas norteamericanos para que le dieran un obispo. En su estado natal reclutó cuatro sacerdotes, en total poca cosa.
            En 1905 el Pan Anglican Council estableció tres parroquias bajo la jurisdicción de la Iglesia Episcopal Norteamericana.
            En 1914, la revolución carrancista, acarició el proyecto para repetir las tentativas anticlericales del siglo pasado. Carranza procedía de acuerdo a una política indirecta del hecho consumado, es decir, instalaba vicarios en sustitución de los obispos fugitivos.
Miembros adictos a este movimiento fueron: el P. Orihuela quien dijo : "Lo que hemos propuesto... deshacerse del clero extranjero, fundar una Iglesia Nacional por completo separada de la esclavitud de los Romanos Pontífices." Y el R. P. Ramírez exhortaba el 19 de Enero de 1917, al P. Pérez y al José Cortina Marques entre otros, con estas palabras.

El cisma:
El 21 de Febrero de 1925, un centenar de hombres, entre ellos varios miembros de la Orden de los Caballeros de a Guadalupe, orden creada por la C.R.O.M., dirigidos por Ricardo Treviño, secretario Gral.  de la C.R.O.M., y un sacerdote español Manuel L. Monje tomaron por la fuerza el templo de la Soledad confiándolo al P. Joaquín Pérez. De este modo surgió la Iglesia Católica Apostólica Mexicana la cual, con el apoyo del Gobierno logró apropiarse de algunos otros templos en los Estados de Puebla, Veracruz, Tabasco y Oaxaca.
¿ Quién era el Patriarca Pérez? Nace en un pueblo de Oaxaca en el año de 1851, llevo una vida aventurera: revolucionario porfirista. casado a los 22 años, viudo a los 23 seminarista ordenado sacerdote en 1881, masón en Tlaxiaco, en la logia de los "Amigos de la Luz" conspirador, preso, libertado, se convierte en coronel en Santiago Tlatelolco hasta 1912, por la gracia de don Porfirio Díaz. En 1912 vuelve a ser sacerdote, en 1925 es llamado por Calles y en Octubre de 1926 fue consagrado primado de los Viejos Cristianos para América del norte. Muere en 1930 reconciliado con la Iglesia Católica. ¿Que pretendía el patriarca Pérez al fundar la I.C.A.M.?

Su manifiesto al Clero secular y regular de la Iglesia Católica. Entre otras muchas cosas decía: "Os es bien sabido que con fecha 18 del mes de Febrero pasado, en unión de varios virtuosos sacerdotes de reconocida piedad, pero de ideas liberales avanzadas tras ondas y graves meditaciones, resolvieron en junta solemne la fundación de la Iglesia Ortodoxa Mexicana, nombrándose al efecto un patriarca que la gobierne, independiente del Vaticano, sin que por esto se afecte en nada el dogma, cánones y principios fundamentales de la fe de la Iglesia Cristiana." Para fundamentar su fundación interpreta equivocadamente las costumbres primitivas de la Iglesia, citando a San Pablo con sus epístolas a las diferentes congregaciones de feligreses de esos momentos. Y a San Juan con su Apocalipsis y sus epístolas dirigidas a las diferentes Iglesias y luego continua: "al quedar así fundada la Iglesia Católica en México, independiente del Vaticano, nos inspiramos en un alto nivel patriótico" que según él, ya se había insinuado en otros prelados mexicanos pero que por miedo al Vaticano nunca se resolvieron en fundar la I.C.A.M. Señala de antemano el rechazo que ésta sufrirá de parte del Vaticano y, sobre todo, del episcopado mexicano con su consecuente excomunión, termina su larga pastoral con estas palabras: “Os hacemos un llamamiento cristiano apelando a vuestros sentimientos de honradez sacerdotal y de patriotismo, a fin de que laboréis en una causa justa y digan de vuestra santa misión”. Afortunadamente el cisma no llevo el éxito esperado por Calles pues solo se le unieron 13 sacerdotes de los cuales nunca fueron ordenados dos y siete se reconciliaron con la Iglesia siendo, por lo tanto, un flagrante fracaso.
C)Las consecuencias:
En su edicto del 25 de Febrero decía: ”No podemos callar ante el escándalo, ni ocultar el dolor de nuestra alma ante la prevaricación de dos mal aconsejados sacerdotes que, desconociendo la suprema autoridad del Romano  Pontífice, Vicario de Cristo en la Tierra,  apostatan precipitandonos en el abismo del cisma y de la herejía... No, no tememos al cisma, porque no dudamos, ni por un momento, de la fidelidad y sumisión de todos los católicos mexicanos y de todo nuestro clero... pedimos a Dios, y os encarecemos a vosotros que los pidáis también, que estos hijos y ministros suyos, que redimió con su sangre, y ennobleció con su dignidad sacerdotal, vuelvan sobre sus pasos y se arrepientan.”
El pueblo católico se molesto por la violencia con la que fue expulsado el párroco de la Iglesia de la Soledad, en la capital y, por la fuerza hecho de dicha parroquia a los sacerdotes cismáticos. Calles se vio obligado a cerrar al parroquia alojándolos en la Iglesia Corpus Crhisti.

Ruptura Iglesia Estado:

El 9 de Marzo de 1926: la A.C.J.M., la federación arquidiocesana del trabajo, Adoración nocturna, Unión de Damas Católicas, Caballeros de Colón y la Congregación Mariana se reunieron, por unanimidad aprobaron un manifiesto publicado en la prensa el 14 de Marzo, el manifiesto dice así:  “ El actual régimen de gobierno que oprime a la mayoría de los mexicanos, manteniéndolos humillados, bajo la férula de un grupo de hombres sin conciencia y sin honor, procede de los principios destructores y subversivos de un sistema político que pretende convertir a la Patria en un campo de brutal explotación y a los ciudadanos en un rebaño de envilecidos esclavos.
   La privación absoluta de las libertades religiosa, política, de enseñanza, de trabajo, de prensa; la negación de Dios y formación de un pueblo ateo; la destrucción de la propiedad privada por medio del despojo; la socialización de las fuentes productoras del país; la ruina del obrero libre por medio de organizaciones radicalmente revolucionarias; la malversación de los bienes públicos y el saqueo de los bienes privados; el desconocimiento de las obligaciones internacionales; tal es, substancialmente, el monstruoso sistema del régimen actual...” ( Manifiesto pág. 79 La persecución religiosa en México. M. Ángel León. Ed. Ictión


Ley Calles:
El 7 de Enero de 1926, Plutarco Elías Calles obtuvo, con aprobación unánimes de la cámara, facultades extraordinarias para redactar un decreto de ley compuesto de 33 artículos, este famosa Decreto Ley superó, con creces, la Constitución de 1917, la superó también en malicia porque estrangula la libertad de los católicos mexicanos hasta en sus mas elementales derechos. He aquí unos ejemplos:
Art. 2: Es ministro de culto toda persona que ejecuta actos religiosos (antes eran solamente los sacerdotes) o pronuncian públicamente prédicas doctrinales, o hace públicamente labor de proselitismo religioso. es decir, que son ministros religiosos las catequistas, los oradores religiosos y todo católico que ejecute actos religiosos. En resumen este artículo se extiende a todos los católicos y no solo a los sacerdotes como lo hizo la Constitución de 1917, las consecuencias que se deducen de este art. son las siguientes:
a) El Gobierno tiene derecho para apoderarse de todo establecimiento benéfico fundado por los católicos y de los inmuebles donde se haya instalado cualquier asociación benéfica o piadosa (el art. 130 solamente lo extendía a los sacerdotes solamente)
b) Si se prueba que un católico ha ejecutado actos religiosos y si también los ha ejecutado su padre, este no puede heredar a su hijo en virtud del art. 130 que decía; (solo a los sacerdotes) que los ministros del culto son incapaces de heredar por testamento.
c) Por haber ejecutado actos religiosos ningún católico puede dirigir escuelas primarias, estos actos públicos son; oír misa o Comulgar amparándose en el art. 4 : (Ninguna corporación religiosas, ni ministro de algún culto, podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria)
Art. 6, este disuelve las comunidades religiosas prohibiendo los votos religiosos decretando la pena de uno a dos años de prisión a las religiosas y religiosos exclaustrados que intenten reunirse de nuevo y de 6 años para los superiores. Pero en el caso de las superioras solamente les incumbe las dos terceras partes de la pena.
Art. 18, Fuera de los templos tampoco podrán los ministros de culto, ni los de uno y otro sexo que los profesen, usar de trajes especiales ni distintivos que los caractericen, bajo pena gubernativa de 500 pesos de multa...En caso de reincidencia se impondrá la pena de arresto mayor y multa de segunda clase"
Adiós alzacuellos, crucifijos, escapularios, medallas, rosarios, etc.
Los artículos 13, 14, 21 y 22 son una copia de los artículos 7 y 27 de la Constitución de Querétaro.
Esta aprobación de este decreto no se publicó sino el 2 de Julio de 1926 en el diario oficial. Poco antes de su publicación la Iglesia había intentado llegar a un acuerdo pacífico con el Gobierno quien, el cardenal Gasparri busco por medio de conversaciones directas la posibilidad de un arreglo enviando a Mons. Crespi, pero todo fue en vano el Gobierno se mantuvo intransigente. El 11 de Julio de 1926 el Episcopado mexicano pensó seriamente en suspender el culto en toda la República en protesta contra esta ley Calles.
   El punto que más molestaba a los Obispos era el famoso art. 9: "En el que se obligaba a cada sacerdote a inscribirse ante las autoridades para ejercer su ministerio." Si bien esta disposición no era contraria al derecho canónico, sin embargo permitía al gobierno atribuir templos a los protestantes y cismáticos.

El boicot nacional:
En medio de un ambiente cada vez mas tenso ocasionado por los inesperados levantamientos de los católicos en casi toda la república, como hemos visto, surge el Boicot o también llamado bloqueo económico contra el Gobierno llevado acabo por la Liga defensora de la Libertad Religiosa. El 7 de Julio de 1926, entregó el proyecto por escrito al Comité Episcopal quien, una semana más tarde, lo aprobó con estas palabras:"(damos nuestra autorización) Para la campaña pacífica denominada Bloqueo Económico Social, que emprenderá la Liga defensora de la Libertad Religiosa, a fin de obtener la derogación de las leyes que se oponen a dicha libertad."
Obtenida la aprobación con fecha del 31 de Julio, la Liga publicó una circular donde se contenía el programa de acción y decía: "A partir del 31 de Julio del corriente año y mientras esté vigente este decreto... el del 14 de Junio... los habitantes de la nación mexicana que amen la libertad desarrollarán una acción general en defensa y bloqueo en todo el país y consistirá en la paralización de la vida social y económica por los medios siguientes: Abstención de dar anuncios y comprar periódicos que se opongan a esta acción o no le presten ayuda. Se entenderá como falta de apoyo el silencio. Por lo que respecta a los periódicos de la ciudad de México, no se procederá contra ellos sino por determinación expresa de la Liga. Abstención de hacer compras que no sean indispensables para la subsistencia de cada día, la mayor abstención posible de vehículos. No concurrir a diversiones, ni públicas ni privadas. Limitarse en el consumo de energía eléctrica. Abstención total y definitiva de acudir a las escuelas laicas..." La respuesta del pueblo católico fue inmediata y muy positiva. Por toda la República, en las calles, en las esquinas, en las paredes, en los teatros, en los coches, en las hendiduras de las puertas y las ventanas se encontraban papelillos o etiquetas con estas inscripciones: "Adelante con el Boicot": El Boicot nos dará el triunfo"
El 4 de Diciembre de 1926, a las 13:00, por muchos lugares de la ciudad de México se elevaron por los aires cerca de 800 globos que llevaban por un lado, en letras grandes ¡BOICOT! y en el otro el escudo de la Liga y debajo seis banderas nacionales y, además tres paquetes de propaganda sujetos con mechas de diversos tamaños, para que, en los aires, soltaran primero la verde, luego la blanca y finalmente la roja. Esos globos llevaban cerca de 5,000 hojas. En esta ingeniosa y atrevida acción merecen mención especial las jóvenes que integraban la Brigada Santa Juana de Arco, sin ayuda de ellas tal propagada no hubiese obtenido los óptimos resultados.
El Boicot, a pesar de las negaciones del Gobierno y aunque no consiguió su fin, tuvo una repercusión muy dura sobre la vida económica del país; lo suficientemente dura como para expresar a los del gobierno quienes se vieron en la necesidad de importar maíz y algodón, descendió la producción petrolera, bajaron mucho las exportaciones de henequén y bajó el precio internacional de la plata. Según Lagarde: "El consumo interior ha disminuido mucho, los stocks se acumulan en la industria y el comercio, los pago son difíciles y muchas empresas se encuentran en una situación inquietante. El tesoro ha sufrido el contragolpe de esta situación... a causa de la fuga de capitales, la tasa del peso cae"  Para que tengamos una pálida  idea de la fuga de estos capitales pondremos como ejemplo al Banco de México quien, en la primera semana, sufrió el retiro de 7 millones de pesos y 3 millones más en las demás semanas. Balderrama, portavoz del gobierno, reconoce los efectos desastrosos del Boicot y cita un cablegrama de francés informando, en septiembre, que los "Los efectos del boicot han llegado a convertirse en un espectro aterrador" Ese mismo mes los cónsules norteamericanos en Manzanillo, Colima, Guadalajara, Torreón y Saltillo señalan la eficacia del movimiento.
La Cámara de Comercio, Industria y Minas de Guadalajara, dirigió un comunicado o memorándum al Congreso desafiando la situación angustiosa de sus miembros, lo que les valió ser expulsados, por orden presidencial, de la Confederación Nacional.
1927 fue bastante duro y negro porque el comercio y la banca dejaron de percibir 65 millones de pesos. El ministro de hacienda se vio obligado a vender en subasta los bienes robados al clero y el Gobierno determinó no pagar los salarios a los empleados públicos, federales y tropas que no estuvieran en campaña.
            En Guadalajara las diferentes agrupaciones católicas incluyendo a las empleadas católicas de comercio, se dividieron el trabajo en cuatro comisiones: fiestas, comercios, transportes y escuelas, la ciudad se convirtió en ciudad de peatones, además 800 maestros dimitieron de sus cargo en las escuelas publicas y 22,000 niños de escuela primaria de un total de 25,000 dejaron de ir a la escuela.
Si bien el boicot no logró hacer capitular al gobierno si afecto demasiado la economía de México y esto explica el porque el gobierno quiso hablar, por primera vez, con los obispos. Aceptando esa extraña entrevista realizada el 2 de agosto. Mons. Díaz escribía a Mons. Fulcheri: "El procurador de justicia, el licenciado Mestre y el señor Pani espontáneamente han ofrecido acercarse al señor Presidente para ver si se arregla de una manera decorosa, cesen las presentes dificultades. Hemos mandado a decir al Presidente que de nuestra parte encontrará, siempre que no trate de exigirnos algo en contra de nuestra conciencia o en contra de la Leyes Divinas, disposición absoluta para hacer todo lo que pidamos."
Continúa.. 

martes, 25 de febrero de 2014

NO ES POSIBLE NINGUN ACUERDO CON LOS MODERNISTAS QUE OCUPAN LA IGLESIA (2a parte)

NO ES POSIBLE NINGÚN ACUERDO CON LOS MODERNISTAS QUE OCUPAN LA IGLESIA
 P. Franz Schmidberger

LA BÚSQUEDA DE LA SANTIDADSi se desea reconstruir el cristianismo, es absolutamente necesario encontrar de nuevo este fervor, esta santidad que fue el origen del cristianismo.  Es una verdadera necesidad para nuestros sacerdotes, si queremos ampliar  nuestra irradiación hacia los fieles, a fin de que se santifiquen. Así debe realizarse, para una nueva unión entre seglares y sacerdotes.
Si por su comportamiento los progresistas han infravalorado el sacerdocio, nosotros debemos abrir manantiales de santidad para nosotros mismos, pero también para los seglares, para la salud de  las almas.
No es de modo distinto que el paganismo fue vencido, que triunfó la fe. Fue así como países enteros se convirtieron, gracias  a la santidad de los Apóstoles, de los Obispos, sus sucesores, de los sacerdotes. Estos Obispos vivieron especialmente con su clero, como San Atanasio de Alejandría; San Basilio; en Cesárea y Capadocia; y en Occidente San Agustín; San Martín de  Tours; Carlomagno y Luis el Piadoso prescribieron la vida en comunidad para todo el clero del reino de los Francos. Y el Concilio de Aix-la-Chapelle hizo otro tanto. Desgraciadamente esto se perdió. Se vio a los sacerdotes dispersarse y vivir solos, en su rectoral. De donde vino un relajamiento de interés por los estudios y por la celebración del Santo Sacrificio de la Misa. Y se vio un clero burgués,  que se ha secularizado, que ha perdido todo su fervor, y esto ha tenido consecuencias desastrosas, para toda la cristiandad.


 30 NUEVOS SACERDOTES CADA AÑO Si la situación actual de los seminarios permite contar con una treintena de nuevos sacerdotes cada año, nuestra preocupación es primeramente reforzar los baluartes que existen ya, y esto en el espíritu de los estatutos de la Hermandad, para proteger la vida sacerdotal, la vida comunitaria de nuestros sacerdotes. Es necesario prever en los puntos importantes,  el establecimiento de comunidades de tres o cuatro sacerdotes.
 A continuación, y en la medida de lo posible, fundaremos otros prioratos en los lugares en que somos solicitados, como por ejemplo en Brasil, donde se puede hacer mucho, y donde existen grupos tradicionalistas. Los sacerdotes de Mons. De Castro Mayer están enteramente absorbidos (mejor diría: agobiados), por el trabajo de sólo la diócesis de Campos, realmente no pueden hacer más.
 Poco a  poco podremos extendernos, pero hay que pensar también en reforzar nuestras posiciones en los países europeos, como Francia, Suiza, Alemania, mediante el establecimiento de una escuela por aquí, una casa de Ejercicios por allá, sin olvidar el trabajo teológico necesario. Por todos los medios, incluyendo la publicación de boletines, folletos de propaganda, debemos sostener nuestro trabajo y desenvolvimiento para nuestra ofensiva contra el modernismo. Nuestro objetivo es, por tanto, doble: fortalecimiento y extensión, pero, con prioridad fortalecimiento.


 NO HAY ACUERDO POSIBLE CON ROMA EN MANOS DE LIBERALES Y HUMANISTAS


 Quisiera decir ahora a los que dirigen su mirada hacia Roma, con la esperanza de un acuerdo para la Hermandad de San Pío X, que nada permite esperarlo.
Recientemente tuvo lugar en Austria el nombramiento de Obispos, considerados como conservadores. Esto desató tales protestas, que el Cardenal Arzobispo de Viena dijo: “Tranquilizaos; Roma no cambia, la línea actual permanece, la línea liberal y humanista”. Y añadió que Roma está interesada en tener una iglesia liberal austriaca. He aquí una declaración interesante de parte de un Prelado que no desarrolla gran acción, que expresa simplemente el pensamiento del Vaticano. Puede decirse que es, en cierto modo, el portavoz del Cardenal Ratzinger.
Por tanto,  mientras domine este espíritu liberal, no hay que esperar ningún cambio, ningún arreglo, porque nuestras diferencias no son ni humanas ni políticas, sino doctrinales.
Hace poco se publicó un libro que trata de la teología de Hans Urs von Balthasar, el jesuita que fue nombrado Cardenal por Juan Pablo II, y que murió dos o tres días antes de su investidura.
Si se dedica un examen profundo a su teología, puede constatarse que este hombre era herético en sus formulaciones concernientes a la Santísima Trinidad, las dos naturalezas de Nuestro Señor, el magisterio de la Iglesia, el primado del Papa, y referente también al cielo y al infierno, donde piensa que no hay nadie. ¡Es increíble!
Pues bien; este hombre recibió el premio Pablo VI, para recompensar sus méritos como teólogo…, lo que le valió, además, su cardenalato. Y, por si fuera poco, estaba considerado entre los teólogos ¡como un hombre de los más conservadores! El procuraba aparecer como tal. En un artículo declaró: “Hans Küng no tiene razón; tampoco la tiene Mons. Lefebvre. Es Ratzinger el que la tiene.” Por tanto, ni a derecha ni a izquierda: escogió la línea media.
 Así, cuando se examinan las cosas de cerca, se percibe que hay ahí una pandilla de liberales, de modernistas, que se conocen entre sí, y que se han hecho con el poder.
 Si se lee el libro del Cardenal Ratzinger “Foi chrétienne hier et aujourd´hui, ( Mame, 1969) (“Fe cristiana ayer y hoy”), se descubre una noción de la fe completamente a-Católica, hasta herética.  No duda, siquiera, en calificar a Teilhard de Chardin de gran pensador de nuestro tiempo. Es ciertamente asombroso.
En sus escritos, el Cardenal Wojtyla menciona al joven teólogo alemán José Ratzinger como alguien en quien se pueda fundar grandes esperanzas. Cita también a Teilhard de Chardin.
A propósito de Teilhard de Chardin, Urs von Balthasar escribió también de manera elogiosa, citando los informes que él proporcionaba a los jesuitas tras sus viajes, especialmente a China. El caso de Karl Rahner es idéntico.


   LA IGLESIA ESTA OCUPADA POR LOS MODERNISTAS       Se constata así que un grupo de intelectuales liberales y modernistas, que han roto con la Tradición de la Iglesia, para establecer su filosofía personal, su teología personal, se han apoderado del gobierno de la Iglesia y ocupan puestos importantes.
No se trata de una fantasía ni de un exceso de imaginación de parte de los tradicionalistas, sino que es algo real y exacto: la Iglesia está ocupada por estas gentes.
Una vez arribado al Papado, el Cardenal Wojtyla llamó a Roma al joven teólogo en quien tenía depositadas tantas esperanzas, el Cardenal Joseph Ratzinger, para hacerle guardián de la Fe. Si se quiere responder a los que dicen: “Pero Juan Pablo II es un buen Papa; dice cosas excelentes en el terreno de la moral, aunque no hace lo que quiere, porque es prisionero de los que lo rodean. “ Podrán darse cuenta de los actos que ha realizado, de las palabras que ha dicho, de los discursos que ha pronunciado, así como de todo su programa.
 Es verdad, sin embargo, que este Papa es relativamente conservador en el plano de la disciplina y de la moral.  Pero  la  destrucción  del  dogma y de la noción de la Iglesia es mucho  más  grave, porque es la moral la que fluye de la fe y no a la inversa.
 Con un ecumenismo insensato, con la libertad religiosa y la orientación de sus relaciones con socialistas y comunistas; la liturgia que celebra en esas grandes concentraciones, sin ninguna dignidad, sin el menor sentido de lo sagrado, fuerza es reconocer que el comportamiento de este Papa, es nocivo para la Iglesia y pernicioso para las almas.
No es posible que estos hombres tengan aún la fe en el Kyrios,  Nuestro Señor Jesucristo, Verbo encarnado.Es por esto que no podemos disminuir el celo de nuestra acción ni de nuestras oraciones. Con la ayuda del Señor debemos preparar las bases del restablecimiento de la Iglesia.

                                                                                                              P. Franz Schmidberger
                                                                            Superior General de la Hermandad de San Pío X


Declaraciones recopiladas en el Seminario del Santo Cura de Ars, en Flavigny  (Francia). Para conservar su carácter, se ha respetado el estilo coloquial. Los títulos y subtítulos son de la redacción.

NO ES POSIBLE NINGÚN ACUERDO CON LOS MODERNISTAS QUE OCUPAN LA IGLESIA (1990)

Presentamos a continuación un artículo publicado en 1990 en Tradición Católica, revista de la FSSPX. Como se podrán dar cuenta en ese entonces se preservaba la línea de la defensa de la Fé de forma intransigente cual DEBE de ser. El liberalismo se apoderó de la FSSPX de forma gradual y silenciosa, sobretodo después de la muerte del Arzobispo Lefebvre y de mons De Castro Mayer. Este liberalismo ha arrastrado a muchas almas al relajamiento de espíritu e indiferentismo que ahora vivimos. Este mismo relajamiento ha hecho que la reacción o resistencia haya sido ténue. El combate contra los enemigos de Nuestro Señor sigue en auge, los católicos y cristeros no debemos descansar mientras el enemigo trabaja sistemáticamente para borrar con lo que queda de la cristiandad. Que no decaiga el ánimo, el triunfo lo tendremos garantizado si somos fieles a Nuestro Señor Jesucristo.
Viva Cristo Rey



Pronto habrá transcurrido un año (año y medio para el lector) desde que tuvieron lugar las consagraciones. Por tanto es ya posible establecer un balance: 15 sacerdotes y 19 seminaristas han abandonado la Hermandad, lo que supone algo menos del 7%. Por muy dolorosos que sean estos abandonos, no significan, sin embargo una hemorragia.


 Contando los 50 monjes y 30 monjas del Barroux, y añadiendo los miembros de la Hermandad San Vicente Ferrer –que no pertenecían a la Hermandad San Pío X-  el Cardenal Mayer reunió en total un centenar de sacerdotes, religiosos y seminaristas.


 La Hermandad se vio compensada de esta defección con la ordenación de 15 nuevos sacerdotes, en el transcurso del año, tanto en Econe, por Mons. Tissier de Mallerais, como en Zaitzkofen, por Mons. Fellay, así como en Australia, por Mons. Williamson. En diciembre, 4 sacerdotes y 3 diáconos recibieron las órdenes de manos de Mons. De Gallarreta, en el Seminario de la Reja, en Argentina.


 Por tanto la Hermandad cuenta exactamente con 22 nuevos sacerdotes. 4 Obispos y Mons. Lefebvre.
 Después de la apertura de curso, que tuvo lugar en el Seminario de Nuestra Señora Corredentora, en Argentina, y de la Santa Cruz, en Australia, y teniendo en cuenta la disminución de seminaristas (como consecuencia de las ordenaciones), de nuevo contamos con 250 alumnos en nuestros seminarios.


 Por tanto podemos decir que la Hermandad va bien. Y podemos añadir que las consagraciones han aportado un progreso en relación a la calidad. Hay en nuestros seminaristas una gran convicción, fuerza interior, espíritu de combate y profundidad espiritual.


 A través de las pruebas, han aprendido a rezar con más fervor aún, a entregarse confiadamente a la Divina Providencia, a confiar en el Señor. Todo ello muy beneficioso.
 Se puede constatar igualmente análogos esfuerzos por parte de  los fieles, en los que se percibe más generosidad, más convicción, más adhesión a los verdaderos principios.
 
 Es innegable también que después de las consagraciones,  el número de fieles que frecuentan nuestras capillas ha aumentado en todo el mundo, aproximadamente en un 10%, lo que resulta muy reconfortante.


 Durante este tiempo nuestros Obispos no han permanecido ociosos. Mons. Williamson ha visitado diversos países anglosajones, como Inglaterra e Irlanda, África del Sur, Zimbabwe, Australia y Nueva Zelanda. En todas partes los fieles manifestaron su alegría y entusiasmo ante la presencia de un Obispo y el verle confirmar a sus hijos. Esta visita los confortó, y esto es también un testimonio muy edificante e importante.


 Mons. De G
alarreta, además de sus funciones episcopales, tiene a su cargo el distrito de la Argentina, y ha substituido temporalmente al Padre Morello al frente del Seminario de la Reja. Ha llevado a cabo las confirmaciones en Buenos Aires, así como en Santiago de Chile, y próximamente ha de ir a México, donde miles de niños esperan recibir la Confirmación. En Sudamérica hay cinco Prioratos, que van bien, y el Padre que está actualmente en Chile, ha encontrado una comunidad de fieles, que se desarrolla de una manera gozosa y extraordinaria. Sin embargo, si tenemos motivos para sentirnos satisfechos y estar reconocidos al Señor por todas las gracias que nos ha concedido, dolorosamente no nos sentimos menos sorprendidos por la actitud de los que han abandonado el campo de la resistencia y de la fidelidad a la Tradición.

 Si Dom Gérard y la  Hermandad de San Pedro han llevado a cabo un convenio con Roma, ha sido a nuestras espaldas. Pensaron que habían obtenido algo. Pero, por lo que parece, se vieron forzados a reconocer implícita o explícitamente, que el 30 de junio abrió un cisma, que la excomunión que hirió a nuestros Obispos es válida, y que nosotros estamos fuera de la Iglesia.


 Para conseguir un convenio se ven obligados a callarse, a someterse, a declarar que ya no invitarán  ni a Mons. Lefebvre ni a ninguno de sus cuatro Obispos a impartir los sacramentos. Esto ocasionará un problema a los padres, cuando se trate de la Confirmación para sus hijos.


 Nos sorprende también no haber oído decir jamás a los que ahora se han unido a la Hermandad de San Pedro, que desearan una vida más austera, de más oración, más virtuosa, anhelando una espiritualidad más profunda. Más bien se percibe en ellos un cierto relajamiento espiritual, que ya no es el espíritu de Dios. Siempre, en la Historia de la Iglesia, cuando se trató de superar una crisis, de renovar el sacerdocio, se recurrió a un ahondamiento espiritual, a una búsqueda ascética de la espiritualidad y del olvido de sí  mismo.


 Un aspecto no menos sorprendente es el constatar con qué facilidad, tanto los unos como los otros, han adoptado la terminología de Roma, y hablan de cisma, de desobediencia de Monseñor, de que hay una falsa noción de la Tradición.


  Ciertamente no queremos entrar en discusiones inútiles, puesto que ante todo nos interesa construir. Nuestra lucha es demasiado seria y moviliza todas nuestras energías. Tenemos que servir a la Iglesia, y los que han roto el frente común de la resistencia han asumido sus responsabilidades ante Dios. Lo sentimos profundamente, pero nos vemos obligados a considerar que se trata, desde luego, de una traición.


   NO SE PUEDE SEGUIR A LOS PASTORES QUE HAN ABANDONADO LA LUCHA


Si en ciertos casos los fieles se sienten turbados por el comportamiento de sus Pastores, deben comprender que se trata en nuestra lucha de una cuestión de fondo, de doctrina, de fe. Deben ser conscientes de la gravedad de la situación. Nadie puede evitarles el hecho de que tomen ellos mismos sus decisiones. No puede seguirse a los pastores que han abandonado la lucha. No es posible que permanezcan en sus puestos mientras puedan soportarlo, y que cuando no puedan más abandonen la parroquia.


En cuanto a nuestros sacerdotes, por  nosotros mismos y por los demás, necesitamos recordar los principios de nuestra vida sacerdotal. Las pruebas nos deben estimular para cumplir nuestra misión en la Iglesia, que es,  a saber: la renovación del sacerdocio (la recuperación del sacerdocio).


Ahora bien, esta renovación (esta recuperación) no se puede realizar si no es por la búsqueda de la santidad.  Necesitamos siempre retornar de nuevo a nuestros estatutos, que expresan perfectamente la forma de vida que el Señor nos pide.


 Sin duda no hemos podido realizar siempre las condiciones de una vida de comunidad como  hubiéramos deseado, porque hay tendencia a dispersarse, para acceder a los deseos de los fieles, que quisieran tener cerca de ellos a un sacerdote. Es el peligro que acecha a nuestros sacerdotes; la dispersión que conduce al aislamiento. Este ha sido un factor de la pérdida de santidad del clero pre-conciliar. Nuestro Señor  no instituyó así la vida de los Apóstoles. El no quiso que estuvieran aislados. Por el contrario, el Señor llevó con ellos una vida de comunidad todo el tiempo de su formación. Fue el Señor, en cierta manera, El que creó el primer seminario.


 Y después de la Ascensión, después que Nuestro Señor hubo retornado a Su Padre, los Apóstoles llevaron una vida comunitaria. El testimonio de los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas de San Pablo nos lo demuestran con frecuencia en momentos determinados, reunidos para la oración en comunidad. Por ejemplo, San Pedro y San Juan suben juntos al Templo a la hora nona para orar. Pablo y Silas, en prisión, se levantan a media noche, para cantar maitines. Hay muchos ejemplos de la Sagrada Escritura que nos demuestran que los Apóstoles, los primeros sacerdotes, habían adoptado y establecido bien la vida común, y se hacían acompañar cuando emprendían sus viajes a través del mundo. Primeros misioneros, tenían colaboradores, discípulos, que iniciaron e introdujeron en esta forma de vida y en el ministerio de Jesucristo.
Se reunían de vez en cuando en Jerusalén para tomar las decisiones importantes, y los fieles se reunían a su alrededor, alrededor de los altares,  y tomaban parte en sus oraciones.  Perseveraban en la doctrina de los Apóstoles, en la fracción del Pan, es decir, en el Santo Sacrificio de la Misa (Hechos de los Ap. Cap. 2). No solamente celebraban el Santo Sacrificio y estaban unidos en la oración, sino que además sus bienes los tenían en común.

LA BÚSQUEDA DE LA SANTIDAD

Si se desea reconstruir el cristianismo, es absolutamente necesario encontrar de nuevo este fervor, esta santidad que fue el origen del cristianismo.  Es una verdadera necesidad para nuestros sacerdotes, si queremos ampliar  nuestra irradiación hacia los fieles, a fin de que se santifiquen. Así debe realizarse, para una nueva unión entre seglares y sacerdotes.


Si por su comportamiento los progresistas han infravalorado el sacerdocio, nosotros debemos abrir manantiales de santidad para nosotros mismos, pero también para los seglares, para la salud de  las almas.


No es de modo distinto que el paganismo fue vencido, que triunfó la fe. Fue así como países enteros se convirtieron, gracias  a la santidad de los Apóstoles, de los Obispos, sus sucesores, de los sacerdotes. Estos Obispos vivieron especialmente con su clero, como San Atanasio de Alejandría; San Basilio; en Cesárea y Capadocia; y en Occidente San Agustín; San Martín de  Tours; Carlomagno y Luis el Piadoso prescribieron la vida en comunidad para todo el clero del reino de los Francos. Y el Concilio de Aix-la-Chapelle hizo otro tanto. Desgraciadamente esto se perdió. Se vio a los sacerdotes dispersarse y vivir solos, en su rectoral. De donde vino un relajamiento de interés por los estudios y por la celebración del Santo Sacrificio de la Misa. Y se vio un clero burgués,  que se ha secularizado, que ha perdido todo su fervor, y esto ha tenido consecuencias desastrosas, para toda la cristiandad.


 30 NUEVOS SACERDOTES CADA AÑO 

Si la situación actual de los seminarios permite contar con una treintena de nuevos sacerdotes cada año, nuestra preocupación es primeramente reforzar los baluartes que existen ya, y esto en el espíritu de los estatutos de la Hermandad, para proteger la vida sacerdotal, la vida comunitaria de nuestros sacerdotes. Es necesario prever en los puntos importantes,  el establecimiento de comunidades de tres o cuatro sacerdotes.


 A continuación, y en la medida de lo posible, fundaremos otros prioratos en los lugares en que somos solicitados, como por ejemplo en Brasil, donde se puede hacer mucho, y donde existen grupos tradicionalistas. Los sacerdotes de Mons. De Castro Mayer están enteramente absorbidos (mejor diría: agobiados), por el trabajo de sólo la diócesis de Campos, realmente no pueden hacer más.


 Poco a  poco podremos extendernos, pero hay que pensar también en reforzar nuestras posiciones en los países europeos, como Francia, Suiza, Alemania, mediante el establecimiento de una escuela por aquí, una casa de Ejercicios por allá, sin olvidar el trabajo teológico necesario. Por todos los medios, incluyendo la publicación de boletines, folletos de propaganda, debemos sostener nuestro trabajo y desenvolvimiento para nuestra ofensiva contra el modernismo. Nuestro objetivo es, por tanto, doble: fortalecimiento y extensión, pero, con prioridad fortalecimiento.


 NO HAY ACUERDO POSIBLE CON ROMA EN MANOS DE LIBERALES Y HUMANISTAS


 Quisiera decir ahora a los que dirigen su mirada hacia Roma, con la esperanza de un acuerdo para la Hermandad de San Pío X, que nada permite esperarlo.
Recientemente tuvo lugar en Austria el nombramiento de Obispos, considerados como conservadores. Esto desató tales protestas, que el Cardenal Arzobispo de Viena dijo: “Tranquilizaos; Roma no cambia, la línea actual permanece, la línea liberal y humanista”. Y añadió que Roma está interesada en tener una iglesia liberal austriaca. He aquí una declaración interesante de parte de un Prelado que no desarrolla gran acción, que expresa simplemente el pensamiento del Vaticano. Puede decirse que es, en cierto modo, el portavoz del Cardenal Ratzinger.


Por tanto,  mientras domine este espíritu liberal, no hay que esperar ningún cambio, ningún arreglo, porque nuestras diferencias no son ni humanas ni políticas, sino doctrinales.
Hace poco se publicó un libro que trata de la teología de Hans Urs von Balthasar, el jesuita que fue nombrado Cardenal por Juan Pablo II, y que murió dos o tres días antes de su investidura.


Si se dedica un examen profundo a su teología, puede constatarse que este hombre era herético en sus formulaciones concernientes a la Santísima Trinidad, las dos naturalezas de Nuestro Señor, el magisterio de la Iglesia, el primado del Papa, y referente también al cielo y al infierno, donde piensa que no hay nadie. ¡Es increíble!


Pues bien; este hombre recibió el premio Pablo VI, para recompensar sus méritos como teólogo…, lo que le valió, además, su cardenalato. Y, por si fuera poco, estaba considerado entre los teólogos ¡como un hombre de los más conservadores! El procuraba aparecer como tal. En un artículo declaró: “Hans Küng no tiene razón; tampoco la tiene Mons. Lefebvre. Es Ratzinger el que la tiene.” Por tanto, ni a derecha ni a izquierda: escogió la línea media.


 Así, cuando se examinan las cosas de cerca, se percibe que hay ahí una pandilla de liberales, de modernistas, que se conocen entre sí, y que se han hecho con el poder.
 Si se lee el libro del Cardenal Ratzinger “Foi chrétienne hier et aujourd´hui, ( Mame, 1969) (“Fe cristiana ayer y hoy”), se descubre una noción de la fe completamente a-Católica, hasta herética.  No duda, siquiera, en calificar a Teilhard de Chardin de gran pensador de nuestro tiempo. Es ciertamente asombroso.


En sus escritos, el Cardenal Wojtyla menciona al joven teólogo alemán José Ratzinger como alguien en quien se pueda fundar grandes esperanzas. Cita también a Teilhard de Chardin.
A propósito de Teilhard de Chardin, Urs von Balthasar escribió también de manera elogiosa, citando los informes que él proporcionaba a los jesuitas tras sus viajes, especialmente a China. El caso de Karl Rahner es idéntico.


 LA IGLESIA ESTA OCUPADA POR LOS MODERNISTAS      

 Se constata así que un grupo de intelectuales liberales y modernistas, que han roto con la Tradición de la Iglesia, para establecer su filosofía personal, su teología personal, se han apoderado del gobierno de la Iglesia y ocupan puestos importantes.


No se trata de una fantasía ni de un exceso de imaginación de parte de los tradicionalistas, sino que es algo real y exacto: la Iglesia está ocupada por estas gentes.


Una vez arribado al Papado, el Cardenal Wojtyla llamó a Roma al joven teólogo en quien tenía depositadas tantas esperanzas, el Cardenal Joseph Ratzinger, para hacerle guardián de la Fe. Si se quiere responder a los que dicen: “Pero Juan Pablo II es un buen Papa; dice cosas excelentes en el terreno de la moral, aunque no hace lo que quiere, porque es prisionero de los que lo rodean. “ Podrán darse cuenta de los actos que ha realizado, de las palabras que ha dicho, de los discursos que ha pronunciado, así como de todo su programa.
 Es verdad, sin embargo, que este Papa es relativamente conservador en el plano de la disciplina y de la moral.  Pero  la  destrucción  del  dogma y de la noción de la Iglesia es mucho  más  grave, porque es la moral la que fluye de la fe y no a la inversa.


 Con un ecumenismo insensato, con la libertad religiosa y la orientación de sus relaciones con socialistas y comunistas; la liturgia que celebra en esas grandes concentraciones, sin ninguna dignidad, sin el menor sentido de lo sagrado, fuerza es reconocer que el comportamiento de este Papa, es nocivo para la Iglesia y pernicioso para las almas.


No es posible que estos hombres tengan aún la fe en el Kyrios,  Nuestro Señor Jesucristo, Verbo encarnado.Es por esto que no podemos disminuir el celo de nuestra acción ni de nuestras oraciones. Con la ayuda del Señor debemos preparar las bases del restablecimiento de la Iglesia.

                                                                                                              P. Franz Schmidberger
                                                                           

 Superior General de la Hermandad de San Pío X


Declaraciones recopiladas en el Seminario del Santo Cura de Ars, en Flavigny  (Francia). Para conservar su carácter, se ha respetado el estilo coloquial. Los títulos y subtítulos son de la redacción.



                                                                                                                                                   

Domingo de Sexagésima: Pbro. Hugo Ruiz Vallejo

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Domingo de Sexagésima

lunes, 24 de febrero de 2014

VIDA Y OBRAS DE MONSEÑOR LEFEBVRE: Introducción

VIDA Y OBRAS DE MONSEÑOR LEFEBVRE


INTRODUCCIÓN



Nuestro Señor Jesucristo siempre cercado por sus enemigos y hostigado por ellos sobre todo por los doctores de la ley quienes siempre buscaban ocasión para hacerlo caer, un día uno de ellos le preguntó, para tentarle: “Maestro, ¿Qué he de hacer para lograr la herencia de la vida eterna”? respondiole: “En la ley, ¿que está escrito? ¿Cómo lees? Y el replicó diciendo: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con  toda tu alma, y con toda tu fuerza y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo” “Has respondido justamente. Has esto y vivirás”Quienes, por gracia de Dios, conocimos a Mons. Lefebvre nos dimos cuenta que, emulando a San Juan, nos pedía estas dos cosas: El amor a Dios y al prójimo, no sin razón nosotros que durante 8 años escuchamos con mucha atención sus palabras nos dimos cuenta del gran amor que a “Nuestro buen Padre Dios” le tenía y cómo amaba también a la esposa castísima de Nuestro Señor Jesucristo la Santa Madre Iglesia, era y veíamos a un hombre de Dios y a un gran hombre de Iglesia, que tanta falta hacen hoy en nuestros tiempos.Monseñor Lefebvre supo ser también un gran Padre de una gran comunidad a la cual dio lo mejor que tuvo de sus años postreros “quienes le conocimos, comimos y platicábamos con él damos fe de ello” y también sentimos en lo más profundo de nuestro ser su partida de entre nosotros. Pero su firmeza en la Fe, su caridad abundante, su sabiduría y otras tantas virtudes se quedaron como un depósito en nuestros corazones.Ahora considero que si nos decimos hijos de tal padre tenemos la obligación de transmitir lo que de él hemos recibido ya sea de viva voz o por escrito, debemos difundir ya sea su vida o sus obras que tanto iluminaron nuestras mentes y dirigieron nuestros vacilantes pasos hacia una Fe firme y a una Caridad propia de los amadores de Dios y de su Iglesia. Es una santa obligación que no admite dilación, no hacerlo sería ingratitud nuestra a pesar de los obstáculos que se puedan presentar o las dificultades apremiantes que nos acosen por falta de medios de comunicación, por un lado, y comprendiendo que otros por la gran cantidad de información que poseen se vean limitados para dar a conocer lo que nosotros nos proponemos. Debo admitir que, sin esos medios, cuyo sacrificio admiro no se hubieran enterado muchas almas del riesgo tan grande al que eran y son llevados, por desgracia, muchos de nuestros compañeros y feligreses, Dios premie el esfuerzo tan grande por la labor tan grande que hacen.El Ariete Católico será el sitio en el que escribiremos sobre la vida y obras de Monseñor Lefebvre, pues no tenemos otro deseo que cumplir con este deber de justicia ante quien fue nuestro padre y fundador. Nuestro plan no es ambicioso sino modesto pues se basa en: Vida y escritos de Monseñor Lefebvre correspondiente a la parte doctrinal, escritos espirituales de Monseñor Lefebvre así como de otros autores católicos, aquellos que fueron nuestro puntal espiritual en nuestra formación en el seminario. Así de manera sencilla queremos empezar con la vida de Monseñor Lefebvre en pequeños artículos extraída de una fuente segura y confiable. Quiera la Providencia Divina dirigir nuestro propósito, Monseñor Lefebvre bendecirla y a Uds., amados feligreses, fieles a la Iglesia de siempre, rezar para que este buen propósito alcance su fin.

ORIGENES.

Por mucho que nos remontemos en el tiempo, parece que en Turcoing siempre nos encontraremos con Lefebvres. El trece de octubre de 1644 el mercader fabricante Henri Lefebvre se casó con Isabeau Desumeaux, la ciudad tan solo era una villa floreciente que habitaban en ella unas quince mil almas, dedicadas por completo a la industria de la lana. La vecina Lille era el gran centro comercial de los productos textiles, en tanto que Roubaix no era sino una pequeña aldea.
El Flandes valón, cuya extensión va desde Lys a Douai, era la parte meridional de los países bajos españoles, hasta que la armada de Luis XIV incorporó Lille y su capellanía a Francia en el año 19668. Tras la guerra de Sucesión española (1701-1713), el tratado de Utrecht definió la frontera (que sigue siendo la actual) y Jacques-Antoine Lefebvre, hijo de Pierre-Allard Lefebvre, ya era del todo francés cunado se casó en Wasquehal, el 5 de octubre de 1738, con Catherine Dumortier .
De su hijo Jean-Baptiste, mercader, Louis, antepasado de quien será el Cardenal Joseph Lefebvre, Arzobispo de Bourges, y Jacques casado en Tourcoing (1799) con la hija de un mercader de telas.
Jacques Lefebvre era mercader y a la vez fabricante en Tourcoing, compraba con anticipación los vellones de cordero y, después de la esquila, la lana era llevada a su almacén. Cuando ya la cardaban, la desgrasaban y sacarla tomaba las mechas para hilarlas que se hacía en el domicilio o en las casas de los cardadores y hiladores, posteriormente se vendían en Lille o las exportaba. La geografía de Tourcoing era de basta vegetación la cual se vio afectada con el uso de telares de vapor producido por el carbón: como Roubaix y Lille pronto se lleno de chimeneas y las tres ciudades quedaron envueltas en una nube de humo.
Hijo de Charles (Carlos) Lefebvre, mercader de lana, Eugéne Lefebvre, era hilador de lana en Tourcoing cuando contrajo nupcias con Marie Théry (hija de Henri-Théodore notario famoso de Lille y de Hortense Van Rullen) en Lome el año 1875. Hortense y su hija Marie eran dirigentes de la tercera orden franciscana en sus respectivas ciudades, la primera en Lille y la segunda en tourcoing donde la llamaban “la buena señora Lefebvre.
Eugéne Lefebvre, hombre de negocios y de trabajo, bajo un ambiente casi familiar con sus empleados, digería muy bien su hilandería y la casa Vermersch-Lefebvre. Sin ser muy practicante, era hombre de palabra: su mujer, al morir santamente el 8 de octubre de 1917, le pidió que rezase el rosario cada día y, el cumplió la promesa: por la noche, con su cocinera Adelaida, rezaba su rosario. Murió el 8 de febrero de 1926, solo tuvo dos hijos: Rene nacido el 23 de febrero de 1879 y Margarita, esposa de Alphonse Lemaire, industrial de Roubaix.
Rene Lefebvre, el futuro padre de Monseñor, estaba internado en la ruda escuela de los jesuitas de Boulong-sur-Mer. Su padre no escatimo nada para hacer de él un industrial formal: hablaba correctamente inglés y alemán, fue a estudiar, en Alemania la técnica alemana. Sin embargo debido a su temperamento tímido y piadoso lo alejaban al retiro y la soledad y, en consecuencia,  a la vida religiosa en especial a la benedictina, aun así dudaba sobre el estado de vida religiosa cuando le presentaron a una joven de Roubaix, Gabriele Watine.
La familia Watine (hogar de Gabriele) era exitosa industrialmente hablando perteneciente al patriciado del norte. Hijo de Philippe Watine-Meurisse, Louis Watine (1814-1883), fabricante de Roubaix, se había casado con Élise Wattine, de Turcoing, nieta de Pierre Wattines-Dewavrin(1749-1812) que fue arquitecto y alcalde de Tourcoing en 1800. Su segundo hijo Louis Watine (1848-1919), fabricante de telas y vicepresidente de la caja de ahorros, seria para su mujer, Gabrielle Lorthiois, a quien tomo como esposa el 27 de junio de 1874, un guía seguro y un sólido apoyo…continuará     

domingo, 23 de febrero de 2014

LA CRUZADA POR LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MEXICO: La guerra cristera (2a parte)


4) LA ERA DE ALVARO OBREGON (1920 A 1924)


Cuando Carranza logró su tan acariciado plan de llegar a la presidencia gracias a Wilson, se lamentó de los resultados de la revolución comprobando que había sido utilizado. Hizo al Congreso proposiciones para la reforma de los artículos 3 y 130, en Noviembre y Diciembre de 1918. Por supuesto del Congreso rechazó dichas propuestas, por otro lado su protector Wilson, se enfermó, de manía cerca de la locura y se encontraba inepto para gobernar. Estalló la revuelta en Sonora bajo el famoso plan de Agua Prieta. Obregón asesinó a Carranza que trataba de huir al estado de Veracruz y luego hacia el norte.

A la muerte de Carranza subió al poder la dupla más anticlerical y revolucionaria compuesta por Alvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, ocupando la presidencia el primero Obregón; "Era Hombre práctico y comprendía  que no le convenía desempeñar, en la tragedia mexicana, el papel de perseguidor". Por otro, siguiendo el programa integral de las logias internacionales de "arrancar de cuajo el catolicismo de Hispanoamérica" preparó el camino siguiendo dos tácticas:

1) La primera tendiente a fortalecer en todos los estados el poderío de las organizaciones obrera y agraria que, en sus manos sería en su momento, una fuerte arma política contra la futura persecución religiosa.

2) La segunda consistió en continuar la política de Carranza de respecto a la Iglesia a quien "regresaba" todos los templos cerrados entre 1914 y 1919, pero por otro lado Calles y Morones (Dirigente de la C.R.O.M.) bajo la protección de Obregón lanzaron un plan llamado "de los buscapiés" o detonantes sociales en el cual sondearían la reacción de los católicos en toda la república. Serían puestos en marcha de forma escalonada, sucediéndose de la siguiente manera:

a) Después de la elección de Obregón hubo manifestaciones en las que se estigmatizó a la Iglesia y a los Católicos. Estuvieron presentes Luis Morones, Felipe Carrillo Puerto, Antonio Díaz Lombardo, etc., en sus discursos dijeron que no había "otro camino que el de Lenin"

Los católicos respondieron con la solemnidad y grandiosa coronación de la imagen de Ntra. Sra., de Zapopan  llavada acabo en Guadalajara los días 16, 17 y 18 de Enero de 1921, uniéndose a la peregrinación nocturna cerca de 20.000 personas llevando en sus manos lámparas verdes, blancas y rojas, gritaban; "Viva la Iglesia" "¡Viva Jalisco!" "Viva la libertad religiosa"

b) El 6 de febrero de 1921, estalló una bomba en la puerta del palacio arzobispal de la ciudad de México. Era la respuesta  a los acontecimientos de Guadalajara.

Los estudiantes católicos organizaron una manifestación a la que se unieron los obreros católicos y los miembros de las congregaciones marinas. La contramanifestación de la C.R.O.M. fue barrida a los gritos de "¡Muera Juárez!"  Llegando hasta el Zócalo del palacio presidencial donde aclamaron a Cristo, al Papa y a los Obispos.

c) En Guadalajara, con ocasión de las manifestaciones del primero de Mayo, la bandera roginegra ondeó unos instantes sobre la catedral siendo arrancada por Miguel Gómez Loza, dirigente sindicalista católico.

d) En Morelia Michoacán el 8 de Mayo de 1921, una pequeña manifestación "socialista" se lanzó por las calles de la ciudad lanzando consignas contra la Iglesia, algunos manifestantes treparon a las torres de la catedral para tocar las campanas y colocar la bandera roginegra, Joaquín Cornejo, obrero católico, subió para quitarla y quemarla. Por la tarde otros "comunistas" se presentaron en la catedral con el pretexto de reclamar la bandera acuchillando, de pasada,  una imagen de Ntra. Señora de Guadalupe.

La reacción no se hizo esperar una multitud de 7.000 personas, en actitud pasiva, integradas por la A.C.J.M., y obreros desfilaron por la principal avenida del grito de ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! con el fin de expiación por el sacrílego atentado. Resultando de esta manifestación reprimida a balazos por la policía, diez muertos entre ellos Joaquín Cornejo.

e) El 4 de junio de 1921, explotó una bomba en la residencia de Mons. Orozco y Giménez.

f) El 14 de Noviembre de 1921, Juan M. Esponda, funcionario de la secretaria particular de la presidencia de la República, deposito en medio de un ramillete de flores un cartucho de dinamita al pie de la imagen de la Virgen de Guadalupe en su basílica, el 18 de Noviembre hubo otra manifestación protestando contra el atentado.

g)En 1923, con ocasión de haberse colocado y bendecida la primera piedra de monumento nacional a Cristo Rey en el cerro Cubilete centro de la república, Obregón dicto la orden de expulsión del delegado apostólico Mons. Ernesto Filippi, todo esto sucedía el 12 de Enero un día después de la ceremonia religiosa  en el Cubilete. Esta expulsión fue solicitada por la "Federación Anticlerical Mexicana" y la española Belem de Zámarraga quien pidió a Calles, Secretario de Gobierno, la aplicación del art. 33 por violar, según ella, las leyes e "impulsaba a la  rebelión a la gente pacífica explotando el sentimiento religioso"  tres días le dieron para abandonar la república.

Cinco prelados mexicanos y algunas damas católicas protestaron contra esta orden inicua pero Obregón les contestó, con un telegrama, en estos términos: "La orden expulsión Mons. Filippi no debe ser considerada como ataque religioso cuyo libre ejercicio ampara el gobierno tengo honor de presidir, para todos los cultos, sin más limitaciones que las que la ley establece"

La A.C.J.M. en represalia a este telegrama publicó un manifiesto en el tono siguiente. “Más de diez años de guerra intestina nos ha traído la ruina económica, la disolución social, la desunión entre los mexicanos; ahora, los encargados de reparar los males nacionales, de hacer olvidar los agravios, siembran más copiosamente la discordia, hacen más profunda la división, olvidándose de que somos los católicos quienes formamos la inmensa mayoría del pueblo mexicano y de que nuestros hombres no  son tan resistentes que soporten la carga de los ultrajes que sobre ellos colocan”.

La situación se ponía difícil para el Gobierno. Alvaro Obregón, para calmar la tempestad que él mismo provocó, envió una larga carta a los Sres. Arzobispos José Mora y del Río, Leopoldo Ruiz y otros más, de la cual sacamos el siguiente extracto: "Yo lamento muy sinceramente que los Señores del alto clero católico no hayan sentido la transformación que se está produciendo en el espíritu colectivo, hacia orientaciones modernas, la Iglesia y el estado no se excluyen, tienen intereses complementarios, pero sería enojoso para aquella que no comprendiera; el movimiento revolucionario es cristiano, el conflicto es, por lo tanto, un conflicto entre instituciones, y es la Iglesia la que no quiere comprender. El programa social actual del gobierno emanado de la revolución es esencialmente cristiano, es un complemento del programa fundamental de la Iglesia católica."

Finalmente Obregón ofrecía a los Sres. Arzobispos una división de trabajo y una alianza para "un programa esencialmente cristiano y esencialmente humanitario" los Arzobispos agradecieron, en una carta las "buenas intenciones" del presidente y, de pasada le recordaron las enseñanzas sociales de los papas.

i) Finalmente el 20 de Marzo de 1923 la Iglesia, no dejándose intimidar por los acontecimiento del Cubilete, organizó el tan largamente deseado "CONGRESO EUCARISTICO" pero obligado por la guerra civil lo aplazo para el mes de Octubre, mientras desarrolló una intensa campaña en el país entero con el fin de llevar al mayor número posible de participar a la capital. El Congreso comenzó el 5 de octubre acompañado de festejos extraordinarios y movilizaciones en maza en toda la República. Muchos fueron los discursos que se pronunciaron siendo digno de mención el de Palomar y Vizcarra quien dijo que la mejor manera de ser vencido era "dejar al enemigo la plaza sin lucha" recordando el triunfo de los católicos en Jalisco, terminando con esta cita: "Los pueblos perecen no porque son débiles, perecen porque son viles." Las últimas palabras del Congreso fueron: "Angeles santos, que en cálices preciosos recibís la Sangre que brota de esas llagas No las llenéis hasta los bordes! Dejad lugar para la sangre nuestra! Queremos, como el gran San Pablo, poner con las tribulaciones nuestras lo que le falta a la Pasión de Cristo, para México, el hijito mimado de María Guadalupe, sea también el soldado más valiente del Rey muerto que reina vivo!" La ofrenda ya estaba puesta sobre el altar del Sacrificio. Este anhelo de martirio sin duda alguna fue escuchado con agrado por la Trinidad augusta por la gran cantidad de mártires que produjo la guerra Cristera.

La reacción del Gobierno no se hizo esperar, el 9 de Octubre dio órdenes para que el Congreso fuese suspendido al instante la razón: "por el delito de violación a nuestras leyes de reforma, a las personas que han hecho ostensibles manifestaciones de culto externo y a los inspiradores de tales delitos, y con esta fecha se ha servido acordar, además, que sean separados todos los empleados públicos que han incurrido en la misma falta."

Continua..

viernes, 21 de febrero de 2014

LA CRUZADA POR LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MEXICO: La guerra cristera (1a parte)

LA CRUZADA POR LA LIBERTAD RELIGIOSA EN MEXICO


 INTRODUCCIÓN

            No se puede hablar de "Guerra Cristera" sin antes decir algo sobre la cuestión religiosa de México.
            México o Virreinato de la Nueva España fue descubierto y conquistado por don Hernán Cortés, allá por el año del Señor de 1512. Desde esa fecha hasta 1810, el Virreinato de la Nueva España fue evangelizado por los franciscanos, dominicos y agustinos. Evangelización que se vio favorecida y bendecida por la aparición de la Santísima Virgen bajo la advocación de Guadalupe. En estas casi tres centurias, el pueblo mexicano, compuesto de españoles, criollos, mestizos y mulatos, se hizo profundamente católico y mariano, lo cual no era bien visto por sus vecinos del norte, es decir, los Estados Unidos.
            En 1810, se inició la llamada "Guerra de Independencia" y con ella los primeros ataques  contra la Iglesia de los sacerdotes insurgentes Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón.
            Sobre las atrocidades de Miguel Hidalgo y Costilla, el "cura de Dolores", como lo apodaban sus contemporáneos, nos dice el Pbro. Francisco Regis Planchet: "En lo que hace al tema religioso él fue sañudo deturpador y enemigo de las órdenes religiosas; humilló y atribuló cuanto pudo a la Iglesia con coartarle la libertad de su jurisdicción, escarnecer sus censuras, robarle sus recursos, encarcelar y degollar sacerdotes, saquear templos y desenterrar, emulando a las hienas, los cadáveres allí sepultados, a fin de despojarlos de sus alhajas"[1]. En otro lado, se afirma: "Todos los eclesiásticos europeos de Guadalajara estuvieron presos; y ya iban a descargar sobre ellos la cuchilla, si una particular providencia del Altísimo no los hubiera libertado"[2].

1) BENITO JUAREZ.

            Benito Juárez nació en un pueblito del estado de Oaxaca llamado Guelatao de familia humilde e indígena, a los pocos años lo dejó transladándose a la ciudad de Oaxaca donde, por recomendación, recurrió a la ayuda de un buen hombre para continuar sus estudios. Ingreso al seminario del cual salió por falta de vocación. Curso la carrera de abogacía, iniciando carrera política la cual lo llevaría a la gobernatura del estado y, posteriormente, a la presidencia de la república. Durante su gestión de gobierno se suscitó esa guerra contra Maximiliano de Austria y las tropas francesa siendo derrotado y fusilado este último. Una vez consolidado en el poder, gracias a los E.U.A., inició su ataque virulento contra la Iglesia reformando la constitución introduciendo, en ella, tres artículos de inspiración diabólica:
            Primero. La confiscación de todos los bienes de la Iglesia y la prohibición de la construcción de seminarios y conventos.
            Segundo, la expulsión del país de todos los sacerdotes extranjeros y reducción del clero mexicano.
            Tercero, la prohibición del habito telar o sotana.
            Durante su gestión presidencial estos artículos se aplico al pie de la letra, pero como le dijo nuestro Señor a san Pablo:"DURO TE ES DAR COSES CONTRA EL AGUIJON." no vio coronados sus esfuerzos porque la muerte lo sorprendió sin el auxilio de sacerdotes y en el baño de su casa, sin embargo dejo la simiente.

2) LA REVOLUCIÓN MEXICANA

            La revolución mexicana impulsada y apoyada por nuestros vecinos del norte tuvo como fin "primario" derrocar al "dictador" Porfirio Díaz pero su fin primordial continuar su lucha contra la Iglesia, interrumpida durante treinta y dos años.
            Y ¿Cuales fueron las razones de este levantamiento contra el gobierno? ¿El orden que impulso en la nación? ¿El progreso que le dio? ¿Su estabilidad económica? ¿Su ineptitud para gobernar en los últimos años de su vida? No, sus peores errores ante los ojos de los masones fueron su rebelión contra los E.U.A. y su imperdonable tolerancia religiosa. Antes de iniciar el conflicto armado hubo dos huelgas de corte puramente comunista una en la industria textil y la de Cananea en la que muere el conocido agitador comunista llamado Ricardo Flores Magon. Estas dos huelgas encendieron la mecha.
            Líderes de esta revolución fueron:
            Doroteo Arango por sobrenombre Francisco Villa hombre poco  letrado neófito en política y poco religioso, de oficio cuatrero o roba-ganado, excelente estratega militar  pero pésimo organizador de sus tropas las cuales, una vez ocupada la plaza, se dedicaban al pillaje o saqueo de Iglesias, conventos y quema de Iglesias.
            Francisco I. Madero era el cerebro de la revolución, abogado de profesión y masón de religión. Estuvo, antes de viajar a Europa, en los E.U.A. para recibir sus ordenes y el apoyo de la masonería yankee.
            Emiliano Zapata líder nato de ideales nobles pero ignorante del tema político su ideal estaba plasmado en dos palabra "TIERRA Y LIBERTAD"
            Los frutos de esta revolución en nada beneficiaron a la iglesia pues se vio de nuevo a merced de sus enemigos.

3) LA ERA DE VENUSTIANO CARRANZA. (1914-1919)


            Venustiano Carranza le dijo a Juárez, "haste a un lado que hay te voy" porque en su constitución de Querento de 1917 no solo dejo los artículos de Juárez sino que los aumento empeorando la situación de la Iglesia. Esta constitución esta compuesta de "ciento treinta y seis artículos" pero las subvenciones y artículos transitorios la conforman, en realidad de 250 artículos.
            "Las afirmaciones sobre garantías individuales, libertades y derechos comunes llenan muchas página del primer capitulo; suelen por lo general, sentarse el en principio, en el texto de cada articulo; pero, enseguida, viene una cerrada y odiosa limitación, en la práctica, que se da de bofetada con la vana y aparatosa declaración de derechos como por ejemplo;
            El articulo 3 pág. 4 se dice; "La enseñanza es libre, PERO SERA LAICA... lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior, que se imparta en los establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrán establecerse o dirigir escuelas primarias."
            En el art. 24 se concede a todos la mas amplia libertad para profesar cualquier opinión religiosa; pero, en el mismo art. se prohibe, es decir, se suprime la libertad de profesarla en público; y, si alguno profesa la opinión de obligarse a una vida mas perfecta, emitiendo los votos religiosos, le corta el paso y la libertad el art. 5 por el cual quedan absolutamente prohibidos los votos de profesión religiosa.
            Además dispone la constitución que el sacerdote que quiera ejercer el ministerio he de ser mexicano de nacimiento. Por otro lado en los artículos; 3, 27, 65, 59, 82 y 130 la misma constitución lo desmexicanizó de todas sus prerrogativas de mexicano, prohibiéndole el ejercicio de sus derechos políticos y civiles; no puede votar, no puede adquirir bienes para el, ni recibirlos por testamento, etc.
            El art. 7 dice que la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia esta es inviolable, pero el art. 13 dice :"Las publicaciones periódicas de carácter confesional, ya sea por su programa, por su titulo, o simplemente, por sus ordinarias, no podrá comentar asuntos políticos nacionales, ni informar sobre actos de la autoridad del país, etc.
            Finalmente el art. 27 prohibe a las corporaciones religiosas el derecho de regentar instituciones benéficas publicas o privadas, y el derecho de adquirir propiedades y dispone que si las tuviese pasen estas a dominio de la nación.
            En resumen: Todos los citados ejemplos equivale a estas palabras: "TIENES LA LIBERTAD MAS AMPLIA, PERO NO LA TIENES; TE DOY ESA GARANTIA, PERO NO TE LA DOY; TE RECONOZCO ESE DERECHO, PERO NO TE LO RECONOZCO." he aquí una obra maestra de la insensatez jacobina.
            Estas leyes o "disposiciones" no eran sino la confirmación de las leyes anteriores por ejemplo: La constitución de 1857 prohibía a la Iglesia poseer otros bienes inmuebles que los lugares de culto. La ley de 1859 había confiscado los lugares de culto. Estas disposiciones fueron adoptadas en 1873 y 1874, en las cuales, además se prohibieron los votos monásticos y las manifestaciones externas del culto entre otras cosas.
            Esta nueva Constitución zanjaba el problema del derecho de la iglesia a poseer al negarle todo personalidad jurídica, ponía fin al problema de la separación de la Iglesia y el Estado; prohibía al clero, como dijimos más arriba, toda intervención política y le cerraba las escuelas; sobre todo; la Constitución daba al estado el derecho de administrar la "profesión" clerical.
   Los obispos en una declaración pública rechazaron uno por uno los mencionados artículos diciendo: "LA CONSTITUCIÓN HIERE LOS DERECHOS SAGRADOS DE LA IGLESIA CATÓLICA DE LA SOCIEDAD MEXICANA Y DE LAS PERSONAS CRISTIANAS Y PROCLAMA PRINCIPIOS CONTRARIOS A LAS VERDADES ENSEÑADAS POR JESUCRISTO"
            Si bien esta Constitución fue proclamada en 1917, ya en 1914 las tropas carrancistas, es su marcha victoriosa sobre México, cometieron acciones sacrílegas que no tienen nombre indisponiendo a la Iglesia y a sus católicos contra ellos, testimonios sobran citaré solo algunos, juzguen Uds.
            "En cuanto en una ciudad, se apoderaban de las llaves de una Iglesia... tomaban los copones y vaciaban las hostias en los pesebres de los caballos... ponían los ornamentos sobre los lomos de los caballos... disparaban contra los tabernáculos... quemaban los confesionarios... bebían de los cálices..."
            En el transcurso de del verano de 1914, innumerables edificios religiosos fueron transformados en cuarteles. En Monterrey, fue saqueado el obispado y destruida la fabulosa biblioteca de Mons. Plancarte. En Guadalajara, San Luis Potosí, León Gto. Morelia Michoacán. y otras tantas ciudades se hizo algo semejante o cosas peores que por la falta de tiempo no se pueden decir.
            Ante estos sacrilegios descarados Dios N. S.  Castiga ejemplarmente a estos malvados hombres. "Los carrancistas, nos dice una anciana de Milpa Alta, sacaban los ornamentos de la Iglesia  y se los ponían. Cuando querían andar vestidos de estos vestimentas les pasaba algo grave y caían del altar. Otros bajan a los santos para jugar con ellos pero amanecían muertos. El santo de mi barrio, San Mateo azotaba muy duro. Cuando entraron los carrancista dizque los querían desnudar de sus vestidos... y el carrancista bajo la capa de San Mateo, empezó a hacerla pedazos y luego le dio fiebre... así murió.
            En 1916 las hostilidades del gobierno contra la Iglesia arrezaron sobre todo en estado de Jalisco en donde, con gran saña, se persiguió a Mons. Orozco y Giménez quien, a diferencia de sus hermanos en el episcopado, no tomo el camino del destierro, siendo el responsable de una encarnizada persecución, el gobernador militar Manuel M. Diéguez pero, gracias a la complicidad de la población en general, no pudieron aprehenderlo. Obregón también intento capturarlo pero sin éxito.
            En 1917, se leía, en los púlpitos de la iglesia de la Diócesis, la carta pastoral que decía entre otras cosas:
            "La instrucciones que he dado al clero, previniéndoles a sus miembros que jamas ni en el púlpito, ni en reunión alguna de carácter religioso, toquen para nada ni a las leyes, ni a las autoridades, ni se ocupen de política, y procuren siempre mantenerse dentro de la ley para que siempre puedan defenderse con ella.
             La respuesta del gobierno a la carta pastoral no se hizo esperar pues se abrogó el derecho de cerrar las Iglesias donde se había leído la carta pastoral. El decreto se fijó en las iglesias y decía lo siguiente; "Este gobierno ha estimado que, siendo las Iglesias propiedad de la nación, el consentir en ellas reuniones donde se predica incitando al pueblo al desconocimiento de sus leyes supremas, y por ende a la rebelión, seria hacerse cómplice de tales hechos sediciosos; que dejar los templos a esas personas sediciosas (decía) da lugar a la misma interpretación y que en tales casos debería recoger las Iglesias..."
            En 1918, el gobernador Manuel Bouquet publicó el decreto 1913 del congreso local, que  consta de tres artículos destacándose el primero con estos términos; "Habrá en el estado un ministro para cada templo abierto al servicio de cualquier culto; pero solo podrá oficiar uno por cada cinco mil habitantes o fracción". A este artículo inicuo toda la Diócesis del Estado de Jalisco respondió con la suspensión del culto en las Iglesia  siguiendo el ejemplo de Mons. Velazco en el vecino Estado de Colima. El 30 de julio los sacerdotes abandonaron las Iglesias y las casas se pusieron de luto.
            Ante la detención de Mons. Orozco y Giménez el pueblo católico del estado de Jalisco inició un mini Boicot en protesta contra las leyes arbitrarias y la detención y consiguiente deportación a los E.U.A. a consecuencia de este mini boicot, los diarios como el Occidental y el Jalisco suspendieron sus ediciones, se dejaron de usar los tranvías, autobuses y automóviles. El Gral. M. Dieguez el 1 de febrero de 1919 reconoció que; "El clero lejos de somenterse a los mandatos de la autoridad civil asumió desde luego una actitud rebelde y ningún sacerdote católico acudió a cumplir con lo mandado en el 1913 que, además de los ya citado mas arriba decía; "Ningún ministro de culto religioso podrá tener una Iglesia a su cargo ni oficiar, sin licencia del gobierno."... los jerarcas católicos suspendieron los oficios en esta ciudad y el resto del Estado, hicieron creer a los fieles que el gobierno cortaba la libertad de culto, y excitar en contra de éste en sentimiento religioso público que, enardecido, es susceptible de traducirse en rebeldía armada."

Continúa en siguientes entradas.



[1] La Cuestión Religiosa en México
[2] Carta Provincial de los Franciscanos