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martes, 16 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN (16 JULIO)

 


Quienes tengan impuesto el Escapulario del Carmen y lo vistan (lo lleven consigo), se hacen acreedores de LA PROMESA DE LA SALVACIÓN ETERNA y también de especial protección en esta vida, todo ello por intercesión de María Santísima. 

Las condiciones son: 

a) Que dicho Escapulario sea de tela 

b) Que sea impuesto por un sacerdote con la fórmula o palabras del Ritual.  La fórmula de imposición debe ser la antigua, la cual se encuentra en los libros Rituales y en los Breviarios anteriores al Concilio Vaticano II. 

c) Que se utilice constantemente, incluso para dormir. Por sentido común: uno puede quitárselo unos momentos para ducharse 

d) El tema de los enfermos graves en los Hospitales: Muy frecuentemente uno ve que en los Hospitales, los enfermos o los familiares de los enfermos atan el Escapulario al borde o barandilla de la cama, mas ello no debe ser así: El Escapulario debe estar en el cuerpo de la persona. Puesto que los médicos no permiten que haya nada sobre el pecho, después de haber sido impuesto, se puede atar en el tobillo del enfermo, y pedir a las enfermeras que por favor lo respeten y no lo quiten. 

e) La imposición que hace un sacerdote en las condiciones descritas vale para toda la vida. De modo tal que si el Escapulario se extraviase o se rompiera, simplemente habría que comprar otro de tela y ponérselo directamente (no es necesaria ninguna nueva bendición). 

f)La condición mas importante para alcanzar las promesas es ser fiel devoto de la Santísima Virgen María

A continuación las palabras de imposición del Escapulario del Carmen del Ritual Romano de la Iglesia Católica:

"Señor Nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, este hábito, el cual por tu amor y el amor de tu Madre, la Virgen María del Monte Carmelo, tu siervo devotamente va a llevar, santifícalo con tu diestra, para que intercediendo tu misma Madre, defendido del maligno enemigo (del diablo), persevere en tu gracia hasta la muerte."

La oración de imposición pide no sólo la Salvación Eterna, sino también protección en esta vida:

"Recibe este hábito bendito, rogando a la Santísima Virgen, que por sus méritos lo lleves sin mancha (sin pecado), y que Ella te defienda a ti de todo mal (adversidad), y que te lleve a la Vida Eterna. Amén."  

Y la bendición final es para ser protegido contra el diablo en el momento final de la muerte y para llegar a la Salvación Eterna:  

"Te bendiga el Creador del cielo y de la tierra, Dios omnipotente, el cual se ha dignado admitirte en la Confraternidad de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, a la cual pedimos que en la hora de tu muerte, aplaste la cabeza de la antigua serpiente (del diablo),  y consigas finalmente la palma y la corona de la herencia sempiterna (la Salvación)."