NdB: La falsa iglesia conciliar, también conocida como iglesia oficial o iglesia modernista tiene por principios, los principios masónicos de la Revolución Francesa. Es increíble que la nueva-FSSPX la reconozca como la Iglesia Católica sin tener ninguna de las notas de catolicidad. Monseñor Lefebvre no pensaba ni escribía así.
La falsa resistencia de Mons Williamson y ayudantes dicen que esa contra-iglesia es la Católica. Incluso se han inventado el neologismo de "eclesiovacantismo" para estigmatizar a los católicos que saben que la iglesia conciliar es una contra-iglesia. ¿Se atreverán a decir, como monseñor Lefebvre, que la iglesia conciliar es una contraiglesia revolucionaria y de principios masónicos? En público no; no vayan a ser confundidos con ultra-radicales y caiga sobre ellos mismos el epiteto de tradifariseos. Algunos de ellos prefieren no decir nada que los comprometa, sin doctrina clara ni pública.
Si la contra-iglesia tiene nueva teología, nueva Biblia ecuménica, nuevos sacramentos, nueva liturgia, nuevo Derecho Canónico y la religión que profesan es el modernismo, ¿que tienen de católicos? Sólo el nombre, y lo han usurpado, al igual que los puestos jerárquicos. Los modernistas se dicen católicos al igual que los protestantes se dicen cristianos. Los protestantes no tienen nada de cristianos.
Si la nueva FSSPX, la falsa resistencia de Mons Williamson, además de los grupos "indultados" reconocen a la iglesia conciliar o modernista como la católica, favorecen a la Revolución y están en contra de Cristo mismo, están en contra de la Iglesia Católica y contra los papas antiliberales.
Los fieles y sacerdotes dudosos que aún están en esa militancia abran bien los ojos. Dios es un Dios celoso. (Exodo 20:5)
Aquí Monseñor Lefebvre en Carta Abierta a los Católicos Perplejos, cap XIII (1985):
"Si se mira bien, la Revolución ha penetrado en la Iglesia de Dios con la divisa de la Revolución Francesa. La libertad es la libertad religiosa como hemos dicho antes, una libertad que da derecho al error. La igualdad es la colegialidad que destruye la autoridad personal, la de Dios, la del papa y la de los obispos. Es la ley del mayor número. Y por último, la fraternidad esta representada por el ecumenismo. En virtud de estas tres palabras, la ideología revolucionaria de 1789 reemplaza a la Ley y los profetas. Los modernistas han conseguido lo que querían."
(Cap XIV) "...Todos los papas repudiaron ese matrimonio de la Iglesia con la Revolución, que sería una unión adúltera. De una unión adúltera solo pueden salir hijos bastardos. El rito de la nueva misa es un rito bastardo, los sacramentos son bastardos, porque ya no sabemos si dan la gracia o no; y los sacerdotes que salen de los seminarios son bastardos, porque no saben ni que son, ni que han sido constituidos para subir al altar, ofrecer el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo y dar a Jesucristo a las almas.."
Extractos de una conferencia en el Retiro sacerdotal en Ecône, el 14 de septiembre de 1987.
"Pienso que podemos hablar de descristianización y que estas personas que ocupan Roma hoy son anticristos. He dicho anticristos, como lo describe San Juan en su primera Carta: “ya el Anticristo hace estragos en nuestro tiempo”. El Anticristo, los anticristos, ellos lo son, es absolutamente cierto. Yo le dije al Cardenal Ratzinger: “Nosotros estamos en todo por Cristo y ellos están contra Cristo. ¿Cómo quiere que podamos entendernos?” (…) Estoy íntimamente persuadido de que nosotros no sabemos ni la mitad de lo que sucede en Roma: y si ya estamos escandalizados por la mitad que conocemos, es necesario pensar en la otra mitad. Si conociéramos todo, estaríamos espantados. Verdaderamente nosotros tratamos con una increíble mafia, ligada ciertamente con la masonería. (…) Ellos no están ya dentro de la Iglesia Católica”