PAX
Viva Cristo Rey, Ave María Purísima,
Estimado amigos y benefactores:
En esta navidad queremos agradecer a Dios y a ustedes toda su ayuda, ánimo y soporte
para con su Monasterio San José. Y le pedimos al la Santísima Virgen de Guadalupe sus
abundantes y más escogidas bendiciones para cada uno de ustedes.
También nosotros, como regalo navideño, queremos ofrecerles a San Benito junto
con todas sus bendiciones. Queremos que él sea su padre y protector: los queremos
invitar a todos a ser parte de la familia benedictina. Queremos exhortarlos a pedir ser
enrolados como oblatos seculares benedictinos.
Para animarlos a recibir tal gracia, primero queremos poner en contexto de la
actual crisis de la Iglesia, a nuestra Orden de San Benito y a nuestro Monasterio San
José:
El día de nuestro bautismo el sacerdote nos preguntó:
“V: ¿Qué pides a la Iglesia de Dios?
Y respondimos con firmeza a través de nuestros padrinos: ” La fe”.
“V: ¿Que te alcanza la Fe?” “R: La vida Eterna.”
Así comenzó la ceremonia más importante de nuestra vida con la que inició nuestra
vida sobrenatural, nuestra unión con Dios, nuestra felicidad que nos llevará al Cielo.
La fe en aquél día fue, y siempre será, la llave para entrar en la Vida íntima de Dios. Por
ello es que necesitamos insistir sin cansancio de que nuestro combate es por defender
ésta sacrosanta fe, nuestro combate no puede enfocarse en luchar por mantener la unidad
en torno de líderes o grupos como lo hace las falsas resistencias con menoscabo de
la fe.
Fieles ingenuos y engañados usan la expresión “resistencia organizada” para
nombrar a aquellos “resistentes” que tienen como líderes a obispos “tradicionales” aunque
de hecho no estén luchando por la fe. No nos dejemos engañar estimados amigos:
Cualquiera que no tenga como bandera de lucha la batalla por la fe, por la unidad en la
fe en Cristo, merece recibir el nombre de DESISTENCIA y NO de resistencia.
“Resistencia jerárquica y organizada” solamente podrá ser aquella que luche por
la fe junto con todos los ejércitos celestiales. Este tipo de Resistencia realmente existirá
cuando todo un ejercito del Cuerpo místico de Cristo esté en orden de batalla teniendo
como generala a la Santísima Virgen María. En estos momentos de debilidad y confusión
generalizada Dios está ofreciendo a nuestras almas una resistencia jerárquica y organizada:
la gloriosísima Orden de Nuestro Padre San Benito. Este es un ejército que lleva ya
más de 15 siglos de lucha para implantar el Reino de Cristo Rey en el mundo y que cuenta con la promesa de mantener ésta lucha inclusive hasta la segunda venida de Cristo
Nuestro Señor y prestar un servicio importantísimo a la Santa Iglesia Católica en su última
lucha contra los huestes del anticristo.
Nuestra santa Orden de San Benito posee todas las armas capaces de responder a
la presente crisis. El liderazgo de San Benito, terror de los demonios, con sus huestes de
57,000 santos luchando a través de vuestro humilde Monasterio San José. Posee en ésta
su familia jerárquica y organizada las gracias, las bendiciones, y las promesas para triunfar
en esta batalla al lado de Nuestro Señor Jesucristo y su Madre María Santísima.
Nuestra Orden se regula por la Santa Regla del glorioso Patriarca San Benito. Santa
Regla que fuera canonizada por 5 papas como inspirada por el Espíritu Santo y que
recibió la promesa de Dios de sobrevivir en la lucha hasta el fin del mundo. Nuestros
monjes cristianizaron y civilizaron Europa. Los benedictinos cimentaron y ayudaron a
construir los gloriosos Imperios teocéntricos. La Providencia Divina suscitó 17 papas benedictinos
que poderosamente imprimieron el espíritu de San Benito en la Cristiandad.
Entre ellos mencionemos a San Gregorio Magno, a San Gregorio VII y a Gregorio XVI.
Desde hace varios siglos los leyes de la Iglesia protegieron a la Orden de San Benito
y la nombraron Orden exenta de toda jurisdicción episcopal o archiepiscopal. La Providencia
quizo que la Orden dependiera directamente del papa en tiempos ordinarios.
Así fue como los obispos se mantuvieron desde entonces siempre al margen de intervenir
o gobernar los monasterios benedictinos. Esta excepción no cambia ahora en estos tiempos
extraordinarios de apostasía general. Estos actos de la Divina Providencia responden
a aquellos escrupulosos, carentes de doctrina, que sólo porque no ven un obispo gobernando
a un monasterio, no lo consideran a éste un fuerte bastión. ¡Cosa más absurda!
¡Es todo lo contrario! ¡Fue precisamente para fortalecer el espíritu monástico que la
Iglesia tomo esta sabia previsión! ¡Olvidan que donde esté un Monasterio Benedictino ahí
está San Benito junto con todo su ejército! En tiempos normales de la Iglesia, nuestros
abades y priores benedictinos siempre tuvieron perfecta jurisdicción sobre sus abadías y
monasterios, los obispos jamás se entrometían en su gobierno.
Por la gracia de Dios y por las leyes de la Iglesia, vuestro Monasterio San José disfruta
de todos los derechos, deberes y privilegios de la Orden benedictina. Pues, según
un principio del derecho, si los miembros de un cuerpo colegiado mueren o por alguna
otra razón dejan de ser parte de este cuerpo, los que queden, aún que fuera apenas
uno, éste único miembro representaría a todo el cuerpo colegiado con todos sus derechos
y deberes (CIC 102 -2). Así, por ejemplo, si llegaren a morir todos los cardenales
excepto uno, este cardenal solito podría elegir un papa. El Monasterio San José, a pesar
de ser el mas débil y pequeño de todos los monasterios tradicionales, después de la lamentable
defección de Le Barroux, Silver City, Bellaigue y Santa Cruz, es el único que
mantiene, por SOLA la gracia de Dios y A PESAR de nuestra indignidad, la integridad de la
lucha por la Fe Católica, y tiene por este motivo una gran razón de ser dentro de la Iglesia
y representa en el momento actual toda la venerable Orden de San Benito. Y por ese
mismo hecho todos los que estén ligados al Monasterio San José serán REALMENTE una
resistencia altamente jerárquica y organizada, reconocida como tal desde hace más de
un milenio y medio.
Lo que proponemos a todos nuestros amigos y benefactores, en esta crisis actual,
para poder luchar bien acompañados y fortalecidos bajo el ejercito de San Benito, es
que se alisten dentro de los rangos de la resistencia organizada benedictina. Para ello les
ofrecemos, en esta Navidad, hacerse cada uno de ustedes, ya sean niños, o jóvenes, o
adultos, casados o solteros, miembros de esta familia benedictina. Lo que necesitan hacer
para que esto se haga una realidad, es que ustedes nos pidan hacerse oblatos seculares
ligados a nuestro monasterio. Quien desee más información favor de escribirnos al
email benedictinosdesanjose@gmail.com.
Peleemos juntos al monstruo diabólico del modernismo dentro del ejército de San
Benito. Esto es lo máximo que la Divina Providencia reservó para los laicos en términos
de resistencia organizada para ésta apostasía final.
Pido que oren y mediten este ofrecimiento con mucho espíritu sobrenatural. Es
una oportunidad muy grande que San Benito nos ofrece para luchar junto con él esta batalla
de proporciones diabólicas, prometiendo las bendiciones, fortaleza, sabiduría, y
santidad necesaria para ganar la batalla en este gran ejército cuya gran generala invencible
es el Corazón Inmaculado de María.
Con la bendición deseándoles una bendita Navidad, y asegurándoles de nuestras
oraciones.
Padre Rafael OSB, Prior y monjes del monasterio San José
U.I.O.G.D.