Queridos hijos:
Este domingo cede su lugar a la Fiesta de Todos los Santos, 1º de noviembre. Por ser el día de Todos los Santos, para que aprecien lo que han sido nuestros mártires y santos del Catolicismo, y para que se aprecie la Liturgia Católica (con sus textos, enseñanzas, etc), queríamos hoy hacer una prédica sobre “EL MARTIROLOGIO ROMANO”, ese hermosísimo libro litúrgico oficial del Catolicismo. En este libro, cada día debe haber mención de alrededor de veinte mártires y santos, y por supuesto que no son todos; allí han quedado los que -a través de los siglos- han sido un poco más conocidos y recordados (en realidad, entonces, cada día habría aun más de los que allí se mencionan).
Sobre el Martirologio, Dios mediante, siempre insistiremos para que ustedes lo tengan y lo lean cada día. Pensamos, con la ayuda de Dios, tal vez hacer una edición tipo de lujo para ofrecerles (tal vez con tapa dura y bordes o cantos dorados en las hojas).
Un católico debe leer y recordar esos mártires. La prédica de hoy será leerles el Martirologio, leerles algunos extractos –si quieren- “impactantes” de allí. De este libro, hemos escogido un muestreo brevísimo de lo que han sido los santos mártires, escogiendo algunos pocos, y sobre temas variadísimos.
Escuchemos:
Expresando amor a Cristo: Todos lo expresan, pero queríamos comenzar por repetirles lo de San Ginés, humorista y cómico. Porque nos han conmovido por lo hermoso y hasta lo tierno –si quieren- de sus palabras de amor a Cristo: -(Día 25 de agosto…)
EN ROMA también, SAN GINÉS mártir, el cual, siendo gentil (i.e. pagano) y cómico, mientras se burlaba en el teatro de nuestros sagrados misterios, delante del Emperador Diocleciano, de improviso se convirtió por divina inspiración a la Fe y fue bautizado. Al punto, por orden del Emperador, fue cruelísimamente apaleado, suspendido en el potro, desgarrado por mucho tiempo con uñas aceradas y quemado con hachas, y al cabo, como perseverase constante en la Fe de Cristo, diciendo: “No hay más rey que Cristo, y si por Él me quitáis mil veces la vida, no me le quitaréis de la boca ni del corazón”, mereció, cortada la cabeza, la palma del martirio.
Amor a Cristo y a la Cruz de Cristo: El primer Papa, San Pedro; su hermano San Andrés; y el apóstol de las Indias, San Bartolomé: -(Día 29 de junio…) EN ROMA, el triunfo de los Santos Apóstoles SAN PEDRO y San Pablo, los cuales, en un mismo año y día padecieron, de orden del Emperador Nerón. El primero fue crucificado cabeza abajo en la misma ciudad y enterrado en el Vaticano junto a la Vía Triunfal, donde es visitado con veneración de todo el Orbe…
-(Día 30 de noviembre…) EN PATRÁS de Acaya, el triunfo de SAN ANDRÉS Apóstol, que predicó el Sagrado Evangelio de Cristo en Tracia y Escitia. Preso por el procónsul Egea fue primero encerrado en una cárcel; luego, azotado cruelísimamente y, por último, clavado en una cruz, sobrevivió en ella dos días, enseñando al pueblo; y habiendo rogado al Señor no permitiese que le quitaran de ella, le cercó un gran resplandor del cielo, y al desaparecer poco después, entregó su espíritu.
-(Día 24 de agosto…) SAN BARTOLOMÉ apóstol, el cual predicó el Evangelio de Cristo en la India, y pasando de allí a la Armenia Mayor, habiendo convertido muchísimos a la Fe, fue desollado vivo por los bárbaros, y decapitado por orden del Rey Astiages, consumó el martirio
Ahora, hombre y mujeres, jovencitas delicadas, dando la vida por Cristo y luchando además por la virtud de la pureza y la virginidad:
-(Día 28 de julio…) EN LA TEBAIDA de Egipto, la conmemoración de MUCHÍSIMOS SANTOS MÁRTIRES, que padecieron en la persecución de Decio y Valeriano, cuando, anhelando los Cristianos ser, por el nombre de Cristo, degollados, el astuto enemigo inventaba suplicios que retardasen la muerte, intentando más bien matar las almas que los cuerpos... [Uno de ellos] atado muellemente en un lecho de flores, acercándosele una desvergonzada ramera para excitarle a liviandad, cortándose con los dientes (su propia) la lengua, la escupió a la cara de quien le acariciaba.
-(Día 13 de diciembre…) EN SIRACUSA de Sicilia, el triunfo de SANTA LUCÍA, virgen y mártir, en la persecución de Diocleciano. Esta noble doncella, entregada, de orden del Consular Pascasio, a hombres impúdicos que la llevasen donde el populacho ultrajase su pudor, no la pudieron en modo alguno mover, ni valiéndose de sogas, ni con muchos pares de bueyes; después, habiendo superado, sin recibir lesión, el tormento de la pez, resina y aceite hirviendo, por fin, atravesada con un cuchillo la garganta, consumó el martirio.
-(Día 28 de junio…) EN ALEJANDRÍA y en la persecución de Severo… la virgen SANTA POTAMIENA, la cual padeció primero infinitos y peligrosísimos combates por la virginidad, después también exquisitos e inauditos tormentos por la Fe, y últimamente, junto con su madre, fue quemada en la hoguera.
(Día 29 de julio…) Asimismo, EN ROMA, SANTA SERAPIA virgen, la cual, en tiempo del Emperador Adriano, fue entregada a jóvenes lascivos, y no pudiendo ser de ellos burlada, ni después abrasada con teas encendidas, por orden del juez Derilo fue apaleada y después degollada. Su cuerpo fue depositado por Santa Sabina en el sepulcro que ésta tenía junto a un terreno de Vindiciano…
-(Día 3 de mayo…) EN CONSTANTINOPLA, los santos mártires SAN ALEJANDRO soldado, y SANTA ANTONINA virgen. A ésta, en la persecución de Maximiano, condenada por el Presidente Festo a un lugar infame, la sacó secretamente Alejandro, cambiando los vestidos y quedándose allí por ella; por lo cual fue poco después atormentado con ella, y ambos juntos, cortadas las manos, fueron por la Fe de Cristo arrojados en la hoguera, y consumado el glorioso combate, fueron coronados.
Uno que convirtió ladrones y otro que fue muerto por ladrones: -(Día 28 de agosto…) Igualmente, SAN MOISÉS ETÍOPE, el cual, trocado de insigne ladrón en insigne Anacoreta, convirtió muchos ladrones y los llevó consigo al monasterio.
-(Día 21 de enero…) En el Monasterio de Einsiedeln, EN SUIZA, SAN MEINRADO, presbítero y monje, el cual, consagrado a la vida eremítica en aquel paraje, donde más tarde surgió dicho monasterio, fue muerto por unos ladrones…
Tenemos santos que han destruido templos y estatuas de falsas religiones y de falsos dioses con un soplo o con la señal de la Cruz, o templos que se han caído mientras los atormentaban. Suponemos todos saben la etimología de la palabra “ídolo”: Viene del latín y del griego, y ella significa estatua o imagen de un falso dios, o simplemente “un falso dios”. Por eso en el Martirologio se lee muchas veces que “cayeron por tierra los ídolos”. Escuchemos:
-(Día 27 de enero…) EN SORA, SAN JULIÁN mártir, el cual, en la persecución de Antonino y siendo Presidente Flaviano, fue preso, y habiéndose caído el templo de los ídolos mientras él era atormentado, cortada la cabeza, recibió la corona del martirio.
-(Día 15 de septiembre…) EN MARCIANÓPOLIS de Tracia, SANTA MELITINA mártir, la cual, en tiempo del Emperador Antonino, de orden del Presidente Antíoco, conducida una y otra vez a los templos de los Gentiles, y cayendo siempre los ídolos por tierra, fue colgada y despedazada, y por último decapitada.
-(Día 27 de junio…) EN CESAREA de Palestina, SAN ANECTO mártir, el cual, en la persecución de Diocleciano, y siendo presidente Urbano, por haber exhortado a otros al martirio y derribado con su oración los ídolos, fue mandado azotar por diez soldados, y por último, cortados los pies y las manos, y decapitado, recibió la corona del martirio. -(Día 12 de enero…) EN ACAYA, SAN SILVÁCOLA mártir, que al pasar por delante de un ídolo, de un soplo y signándose en la frente, al punto lo derribó en tierra, por lo cual fue degollado.
Unos han aguantado los tormentos en grado inaudito (otros bastante menos). Pero no hay que pensar que a los mártires no les “dolían” –entrecomillas- estos suplicios: Todos, o casi todos, sentían fuertemente los dolores, era sólo una excepción el recibir la gracia de no sentirlos. Y así, veamos estos nuevos ejemplos:
-(Día 16 de setiembre…) EN CALCEDONIA, el triunfo de SANTA EUFEMIA, virgen y mártir, la cual, en tiempo del Emperador Diocleciano y del Procónsul Prisco, sufrió por Cristo la tortura, cárceles, azotes, máquinas de ruedas, el fuego y el peso de las piedras, las fieras, las heridas de las varas, las sierras afiladas y las sartenes hirvientes. Pero de nuevo expuesta a las fieras en el anfiteatro, rogó al Señor que se dignase ya recibir su espíritu, y entonces, mordiéndole una [de las fieras] el santo cuerpo, mientras las otras le lamían los pies, entregó su incontaminado espíritu a Dios.
-(Día 19 de enero…) EN ESPOLETO, el triunfo de SAN PONCIANO mártir, a quien, imperando Antonino, mandó el juez Fabián, por odio a Cristo, azotar cruelísimamente con varas, y que después anduviese descalzo sobre brasas; pero, quedando ileso, le suspendieron en el potro y garfios de hierro, y, en tal estado lo arrojaron a la cárcel, donde mereció ser confortado de los Ángeles; le echaron luego a los leones, rociaron su cuerpo con plomo derretido, y, por último, le acabaron con la espada.
-(Día 28 de octubre…) EN ROMA, los santos mártires SANTA ANASTASIA la mayor, virgen, y SAN CIRILO. Anastasia, en la persecución de Valeriano, siendo Prefecto Probo, fue aprisionada, abofeteada, atormentada con el fuego y con azotes; mas, permaneciendo inmoble en la confesión de Cristo, le cercenaron los pechos, le arrancaron las uñas, le rompieron los dientes, le cortaron los pies y las manos, y últimamente la cabeza, y engalanada con tantas joyas de suplicios, voló al Esposo. San Cirilo, por ofrecerle un vaso de agua que le había pedido, recibió en recompensa el martirio.
-(Día 9 de febrero…) EN ALEJANDRÍA, el triunfo de SANTA APOLONIA, virgen y mártir, a quien, imperando Decio, primeramente arrancaron los verdugos todos los dientes, y después, preparada y encendida una hoguera, amenazaron con quemarla viva si no profería con ellos palabras impías; mas ella, deliberando un momento consigo misma, se desasió repentinamente de las manos de aquellos impíos, y encendida el alma en el fuego del Espíritu Santo, [fuego] mayor que el que le tenían preparado, espontáneamente saltó a la hoguera, dejando consternados aun a los mismos autores de la crueldad, al ver una mujer más pronta a morir que el verdugo a quitarle la vida.
(Día 19 de enero…) EN ESMIRNA, el triunfo de SAN GERMÁNICO mártir, que en tiempo de Marco Antonino y Lucio Aurelio, hallándose en la hermosa flor de la primera edad, condenado por el juez, y venciendo, por virtud de la gracia divina, el miedo natural de la muerte, él, de suyo, provocó a la fiera que le aguardaba, y, triturado entre sus dientes, mereció, muriendo por Jesucristo, ser incorporado al mismo Señor, pan verdadero.
Son muy hermosas estas vidas. Los católicos debemos que tener una gran devoción hacia los Mártires: ¡Los ejemplos que nos han dejado! Y no sólo devoción, sino cariño y respeto, por supuesto. Y para tener devoción a los Mártires, nada mejor –creemos- que leer cada el día el Martirologio Romano.
Hay una epístola que bien puede ser aplicada para expresar los sentimientos de estos mártires, sentimientos que nosotros querríamos tener (Filipenses 3,7-12): Fratres: Quae mihi fuerunt lucra, haec arbitratus sum propter Christum detrimenta: Hermanos: Lo que [antes] fue ganancia para mí, estas cosas he considerado pérdida a causa de Cristo. Verumtamen exístimo omnia detrimentum esse propter eminentem scientiam Iesu Christi Dómini mei: En verdad que todas las cosas considero pérdida en comparación con el eminente conocimiento [y amor] de Jesucristo, mi Señor. Propter quem omnia detrimentum feci, et árbitror ut stércora, ut Christum lucrifaciam, et invéniar in illo…: Por quien lo he perdido todo, y por quien considero todas las cosas como basura, para ganarme a Cristo y ser encontrado en Él… […] quae ex Deo est iustitia in Fide, ad cognoscendum illum… la cual justicia (santidad) que viene de Dios es por la Fe… et [ad] societatem passionum illíus: y para unirme a los padecimientos de Él; configuratus morti eius: (y ser yo) configurado en su muerte: si quo modo occurram ad resurrectionem, quae est ex mortuis: por si de esta manera puedo yo llegar a su Resurrección de entre los muertos [llegar al premio]. Non quod iam accéperim, aut iam perfectus sim:
No que ya haya conseguido yo (el premio), o que yo ya sea perfecto: sequor autem, si quo modo comprehendam: pero sigo por si logro apresarlo, in quo et comprehensus sum a Christo Iesu: ya que a mi vez, YO FUI APRESADO POR CRISTO. Qué hermosa esta última expresión: “Ya que a mi vez, yo fui apresado por Cristo”. ¿Qué movía a estos seres humanos “de carne y hueso” –igual que nosotros-? ¿Qué les movía para padecer todo eso por Cristo? Un gran amor, un gran amor a Dios Nuestro Señor Jesucristo, “sus vidas estaban capturadas por Cristo”, “yo fui apresado por Cristo”. ¡Y así querríamos ser nosotros: ser apresados por Cristo! ¡Y así le pedimos a María Santísima!
AVE MARÍA PURÍSIMA.