¿Buscan la verdad sobre la
tierra? Busquen a la Iglesia intolerante. Todos los errores pueden hacerse
concesiones mutuas, ellos son parientes próximos porque tienen un padre común: “Vos ex patre diabolos estis”. La
verdad, hija del cielo, es la única que no capitula jamás.
Y ustedes, que quieren examinar esta cuestión, aprópiense de la
sabiduría de Salomón. Si en medio de estas sociedades diferentes, entre las que
la verdad es motivo de litigio así como estaba ese niño entre las dos madres,
desean saber a quién adjudicarlo, digan que les den una espada, finjan cortar,
y examinen la cara que ponen los pretendientes: habrá muchos que se resignarán,
que se contentarán con la parte que les va a ser entregada.
Digan entonces: ellas no son las madres. Hay una que, por el contrario,
se rehusará a toda componenda, que dirá: La
verdad me pertenece y debo conservarla toda entera; no soportaré jamás que ella
sea disminuida, dividida. Entonces digan: Ésta es la verdadera madre.
Sí, Santa Iglesia Católica, tú tienes la verdad porque tú tienes la
unidad, y porque eres intolerante a dejar deshacer esa unidad.
Éste es mis hermanos, nuestro primer principio: La religión que desciende del cielo es verdadera, y en consecuencia es
intolerante en cuanto a las doctrinas. Me queda por añadir: La religión que viene del cielo es caridad,
y en consecuencia, plena de tolerancia en cuanto a las personas.
Cardenal Pie