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lunes, 11 de agosto de 2014

EL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA (22 de Agosto)

                            


   El Corazón Santísimo de María es el más santo, noble y grande, que ha formado la mano del Todopoderoso; manantial perenne de bondad, dulzura, misericordia  y amor, dechado de las más excelentes virtudes, imagen acabada del Corazón de Cristo; corazón inflamado de ardiente caridad, el cual por sí solo ama más a Dios que todos los serafines juntos. Este Corazón dio una mayor gloria a la Beatísima Trinidad con el menor de sus actos, que todas las criaturas reunidas con  los actos más heroicos.

Es el Corazón de la Madre del Redentor y de la Madre de los hombres, Corazón amorosísimo, de caridad muy tierna, sumamente compasivo de nuestras desgracias, traspasado de dolor por nuestra salvación eterna, y que en medio de la inmensa gloria que tiene en el cielo, conserva las mismas disposiciones; por lo cual es digno de toda alabanza, de todo obsequio y amor,  y de que todas las criaturas lo veneren y pongan en él su confianza. Ábrele, pues, tu corazón, y pídele cuanto necesites, porque es tan tierno y bondadoso que otra cosa no desea que hacer mercedes. Ruégale de un modo especial por la conversión de los  pobres pecadores.

   Pida aquí las gracias que desee obtener y para mejor alcanzarla diga al Purísimo Corazón de  María las siguientes
                                                                
SALUTACIONES
1.- Os adoro, amabilísimo Corazón de María, que ardéis continuamente en vivas llamas del divino amor; por Él os suplico, Madre mía amorosísima, encendáis mi tibio corazón en ese divino fuego en que estáis toda abrasada.  Ave María y Gloria Patri.
2.- Os adoro, Purísimo Corazón de María, de quien brota la hermosa azucena de la virginal pureza; por El os pido, Madre mía inmaculada, purifiquéis mi impuro corazón, infundiendo en él la pureza y castidad.  Ave María y Gloria Patri.

3.- Os adoro, afligidísimo Corazón de María, traspasado con la espada del dolor por la Pasión y Muerte de vuestro querido Hijo Jesús, y por las continuas ofensas que se cometen contra su Divina Majestad: dignaos, Madre mía dolorida, penetrar mi duro corazón con un vivo dolor de mis pecados, y con el más amargo sentimiento, de los ultrajes e injurias que está recibiendo de los pecadores el divino Corazón de mi adorable Redentor.  Ave María y Gloria Patri.

   ¡Oh María Inmaculada, mansa y humilde de Corazón!
   Unid mi corazón con el del Divino Redentor.

                                                                  ORACIÓN
Clementísimo Dios que para la salvación de los pecadores y refugio de los miserables quisisteis hacer el Corazón de María tan semejante en el amor y en la misericordia al de Jesús; concedednos que, celebrando las admirables prerrogativas de este dulcísimo Corazón, merezcamos ser hallados según el Corazón de Jesucristo, que vive y reina con Vos en los siglos de los siglos. Amén.