La postura de monseñor Lefebvre respecto a la Iglesia Conciliar, Iglesia Oficial o Iglesia Modernista (características que mejor la describen, y nótese, no es la Iglesia Católica) fue y es la siguiente:
El Arzobispo dijo después de las Consagraciones Episcopales de 1988:
No aceptaré estar en la posición donde me pusieron durante en diálogo (de 1988). No más. Yo colocaré la discusión al nivel doctrinal: “¿Están de acuerdo con las grandes encíclicas de todos los papas que los precedieron? ¿Están de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX, Immortale Dei and Libertas de Leo XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de Pío XI, Humani Generis de Pío XII? ¿Están en completa comunión con estos Papas y con sus enseñanzas? ¿Aceptan el Juramento Antimodernista completo? ¿Están a favor del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo? Si ustedes no aceptan la doctrina de sus predecesores, ¡es inútil hablar! Mientras que ustedes no acepten la corrección del Concilio, en consideración a la doctrina de estos Papas, sus predecesores, no es posible ningún diálogo. Es inútil. (Entrevista al Arzobispo Lefebvre, Fideliter, no. 66, Nov.-Dic. 1988.)
Si la Iglesia Conciliar fuera todavía católica, aceptarían las Encíclicas de los papas antiliberales, pero como no son católicos, sino modernistas, lo que aceptan como válido son las innovaciones inherentes al modernismo, expuestas en el Concilio Vaticano II. El regreso debe ser de Roma a la tradición católica, no de los católicos que durante 60 años han resistido el modernismo, a Roma conciliar.
Respecto a las excomuniones de la Iglesia Conciliar, las cuales Monseñor Fallay celebró con un Te Deum, son inválidas e ilícitas. Esa algarabía demostrada por mons Fellay y muchos de la FSSPX solo avizoraba su tendencia liberal. Esto escribió Mons Lefebvre sobre las excomuniones de los modernistas:
“El Osservatore Romano publicará la excomunión, evidentemente una declaración de “cisma.” ¿Qué significa todo esto? ¿Excomunión por quién? Por Roma modernista, por una Roma que sin duda ya no tiene la fe Católica. (…)
Entonces estamos (vamos a ser) excomulgados por Modernistas, por personas que han sido condenados por papas anteriores. Entonces, ¿qué es lo que pueden hacer realmente? Somos condenados por hombres que están condenados, y que serán públicamente condenados. Eso nos deja indiferentes. Evidentemente, eso no tiene valor. Una declaración de cisma; ¿cisma con qué? ¿Con el Papa que es sucesor de Pedro? No; cisma con el Papa modernista, sí, cisma con las ideas que el Papa esparce, sobre todo, con las ideas Revolucionarias, las ideas modernas, sí. Estamos en cisma con ellas.” (Monseñor Lefebvre, Conferencia de prensa, Ecône, 15 de Junio de 1988)
En vista de que la Fraternidad San Pio X en lo general y particular estuvo de acuerdo con la declaración doctrinal de Monseñor Fellay de Abril 2012, son complices de la misma, excepto aquellos que se salieron de esa Congregación y rechazaron públicamente esa traición, la FSSPX y sus sacerdotes son cómplices de aceptar una fe y doctrina opuesta al catolicismo y que monseñor Lefebvre no quiso aceptar nunca, aun y que fue excomulgado (ya vimos que no tiene ningún valor la excomunión de los modernistas).
¿Por qué la Fraternidad solapó a Mons. Fellay? ¿Qué es más importante un reconocimiento canónico o la fidelidad a la doctrina? La pérdida del amor a la Verdad es la explicación a esta conducta, la Fraternidad Sacerdotal piensa que al tener la misa verdadera y los sacramentos, es suficiente para salvar sus propias almas y las de los fieles que les siguen. ¿Cómo se podrían salvar tan fácilmente las almas si se les ha obligado, bajo pena de expulsarlos de sus capillas, a tolerar el cambio de doctrina y aceptar el modernismo? Es acaso voluntad de Dios que se negocie la fe y Doctrina con tal de no ser perseguidos? ¿No fue Nuestro Señor mismo condenado injustamente por Caifás y el Sanedrín por testificar ser Hijo del Dios vivo y que no se retractaría de la Doctrina que Su Padre le mandó enseñar? Aceptar la nueva doctrina del modernismo, el nuevo magisterio de los papas modernistas (desde Juan XXIII hasta Francisco), la misa nueva como válida y lícita y el Código de Derecho Canónico, aceptar eso, ¿no es aceptar toda la herejía modernista?
Para lograr de nuevo una buena distinción entre la Iglesia Católica y la Iglesia Conciliar u Oficial, recordemos las palabras de Mons. Lefebvre:
Mons. Lefebvre en Ecône durante una conferencia dada a sacerdotes el 9 de Septiembre de 1988:
La iglesia visible es reconocida por las marcas que siempre le han dado visibilidad: Una, Santa, Católica y Apostólica. Yo pregunto: ¿Dónde están las verdaderas marcas de la Iglesia? ¿Están más evidentes en la Iglesia oficial (esta no es la Iglesia visible; es la Iglesia oficial) o en nosotros, lo que representamos, lo que somos? Claramente somos los que preservan la unidad de la Fe, que ha desaparecido de la Iglesia oficial. Estos signos ya no pueden ser encontrados en los otros… No somos nosotros los que dejamos la Iglesia, sino los modernistas. El decir “dejar la Iglesia visible,” es incorrecto el identificar la Iglesia oficial con la Iglesia visible. Nosotros pertenecemos a la Iglesia visible, a la sociedad de fieles bajo la autoridad del Papa, porque no rechazamos la autoridad del Papa, sino lo que hace…Por lo tanto, ¿es necesario dejar la Iglesia oficial? Hasta cierto punto, sí, obviamente.
Somos nosotros los que somos la Iglesia visible… Son los otros los que ya no son parte de ella. (Entrevista en Le Choc, no. 6, Paris, Francia, 1989)
La Declaración Doctrinal de Mons Fellay y de la FSSPX, pues nunca fue retractada, versa sobre la concesion en 5 puntos importantes, los cuales son la aceptacion formal de la herejía modernista:
La promesa de fidelidad a la Iglesia y al Papa (I) (sin distinguir entre modernista y tradicional)
- La aceptación de las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia en materia de fe y moral, de acuerdo con la doctrina de la sección no. 25 de Lumen gentium (II);
- La declaración de aceptación de las doctrinas conciliares (III):
o Sobre el Papa y el colegio de obispos (colegialidad);
o Sobre el ecumenismo y libertad religiosa;
o Sobre la nueva noción de Tradición y su desarrollo.
- La aceptación de la validez y legitimidad de la Misa Tradicional y sacramentos, así como esos de editio typica de Pablo VI y Juan Pablo II (IV);
- La aceptación del nuevo Código de Derecho Canónico (1983).
Pensar en concesiones doctrinales para muchos catolicos liberales puede considerarse algo relativo o teórico, lo cual es una manifestación de liberalismo y pérdida de la fe, aceptar como verdadera una doctrina falsa es alterar la Fe completa e íntegra, por lo cual solo hay dos opciones tanto para clérigos y fieles, o mantenerse fiel a la fe católica de siempre y seguir siendo católicos, o aceptar las innovaciones doctrinales a las que la Fraternidad San Pio X aceptó en el 2012. El fingir aceptarlas para no ser perseguido o como un acto de falsa prudencia es pecado contra el primer mandamiento. Aceptar la herejía modernista es rechazar la fe de la Iglesia Católica. Hay quienes dicen que no se meten en política o que son cosas de los superiores, eso es falso, eso es tener la actitud de Poncio Pilatos, lavarse las manos y observar como se destruye la fe verdadera pero a la vez "aprovecharse" de los Sacramentos, Misas, escuelas a costa de aceptar el modernismo. Recordemos las palabras de Nuestro Señor:
"Quien no me reconozca delante de los hombres, no lo reconoceré delante de mi Padre Celestial"
"Quién no esta conmigo esta contra Mí, quien no recoje conmigo, desparrama"
"No todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino aquel que haga la voluntad de mi Padre"
¿Es necesario explicar a los católicos estas palabras de Nuestro Señor?
La Fraternidad San Pio X no se quedó ahí, después de expulsar o perseguir tanto a fieles o sacerdotes que significarían un estorbo para su conciencia, aceptó la jurisdicción ordinaria para el sacramento de la penitencia ofrecida por Francisco, otro acto grave, que explícitamente acepta a la Iglesia Modernista como la Católica, haber aceptado esa jurisdicción fue rechazar que exista estado de grave necesidad de la Iglesia, por lo tanto la verdadera religión católica que resiste al modernismo no tendría necesidad de existir.
Para profundizar el tema leer aquí catalogo de concesiones de la FSSPX.
La FSSPX no rechazó la vacuna anticovid fabricada por el nuevo orden mundial con tejidos de fetos abortados, gran desgracia para el mundo, esa fue una prueba de que la fraternidad ya estaba sometida al nuevo orden mundial.
¿Qué decir de todo esto? Aquellos fieles con todavía amor a la Verdad, deben apartarse por amor a Dios y a la Iglesia de congregaciones comprometidas con el modernismo como la FSSPX, FSSP, IBP, y esperar con la Esperanza de los hijos de Dios, manteniendo, defendiendo, protegiendo la fe, la cual nos ha sido heredada con el precio de la Sangre de Nuestro Salvador, los sufrimientos de la Santísima Virgen, la sangre de nuestros mártires y de todos aquellos católicos que han permanecido fieles a Dios y a la Iglesia.
Recordemos el epitafio de Mons Lefebvre:
"Por eso me obstino, y si se quiere conocer el motivo profundo de esa obstinación, es este; en la hora de mi muerte, cuando Nuestro Señor me pregunte: ¿Que has hecho de tu episcopado y de tu gracia episcopal y sacerdotal? No quiero oír de su boca estas terribles palabras: Has cooperado con los demás a destruir mi Iglesia"