Nuestro Señor envía a Sus discípulos a predicar el Evangelio, entonces,
tenemos que recordar que predicar el Evangelio es para los sacerdotes, pero
todo Católico es hijo de Dios y está obligado a también a predicar, con el ejemplo, confesando
la Fe, siendo testigos de nuestra Fe, de Nuestro Señor Jesucristo, de Su
Divinidad, de Su bondad, con nuestro
comportamiento, por nuestra forma de hablar, por cómo practicamos la paciencia,
la caridad, la corrección fraterna, nuestros deberes, todo lo que hagamos y
digamos debe reflejar nuestra Fe, nuestro amor, nuestra esperanza por Nuestro
Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, por eso tenemos que ser como los
Discípulos.
Los consejos de Nuestro Señor son muy importantes pues son para
nosotros, primero, ir de dos en dos, o sea ir en comunidad, los Católicos no
somos independientes, no practicamos nuestra religión solos, tenemos que estar
asociados en obras de caridad, en oración, en el Rosario, aprendiendo, pidiendo
consejos, debemos ser una familia, estamos en comunión con los Santos y uno con
otro; significa que cualquier cosa que hagamos sea ayuda para los otros. De la
misma manera dañamos a los demás con nuestro mal ejemplo, con nuestras
omisiones, o por no practicar nuestra religión, la esperanza, la caridad. Los Católicos
también debemos sufrir juntos. Los sufrimientos de mi prójimo deben ser los
míos, y mis sufrimientos son de hecho, los sufrimientos de Nuestro Señor y
de los Santos, compartimos la Cruz. Por
la Comunión de los Santos, estamos trabajando, caminando, sufriendo, amando a Dios y
confesando la Fe juntos. Nuestro Señor
dijo, quien me confiese a Mí delante de los hombres, yo lo confesaré delante de
Mi Padre. Nuestro Señor quiere que nosotros lo confesemos, que la gente pueda
ver en nosotros a Cristo, debemos edificar a los demás.
Nuestro Señor dijo también, la mies es mucha pero los operarios pocos,
y, puesto que se supone que tenemos que ayudar a los demás a cargar sus cruces,
y enseñarles, por tanto estamos obligados a hacer apostolado, a preocuparnos
por tener vocaciones, religiosos, monjes, monjas, sacerdotes. Hablarles a los
niños de la vida religiosa y fomentar las vocaciones. Todos nosotros estamos
obligados a ser apóstoles de vocaciones. De las vocaciones dependerá cuántas
gracias vamos a recibir. Hoy en día no
se está poniendo mucha atención, oración
y preocupación por las vocaciones. De
hecho, en las edades de la Fe, los padres, los abuelos trataban de animar a
los niños a ser religiosos, o sacerdotes si fuera posible, y si no tenían
vocación, entonces buscaban por otra cosa. Es un principio de los Santos, que
si nosotros cooperamos al desarrollo de las vocaciones, tendremos un sacerdote
a nuestro lado en nuestro lecho de muerte, que
nos ayude a morir bien. Recuerden, en la proporción que demos, vamos a
recibir. Si damos tiempo, oraciones, muchas cruces por un sacerdote, por
vocaciones, vamos a recibir de esas vocaciones muchos beneficios.
En la defensa de la Fe, hay que proteger a los hombres de los errores,
es un trabajo de los padres, es muy triste ver padres que no se preocupan por
la vocación de sus hijos, antes de ver otras profesiones deben pensar en la
vocación religiosa.
Nuestro Señor dijo también, los envío como ovejas en medio de lobos. En
un hecho en este momento más que nunca, estamos en medio de lobos. Por eso
ahora más que nunca debemos estar estudiando nuestro catecismo. Por eso, más
que nunca, debemos estar rezando a la Santísima Virgen y los Santos. Por eso,
debemos tener mucha prudencia, mucha paciencia,
mucha caridad, más Fe, más
mortificaciones y penitencias, básicamente estamos obligados a practicar las
virtudes heroicas, para sobrevivir como ovejas en medio de lobos. Por eso vemos
sacerdotes que se supone que deberían alimentar a su rebaño con doctrina
correcta y sacramentos correctos, pero también deberían ser sacerdotes que
protegan a las ovejas del lobo. No es
buen sacerdote el que solo alimenta, un buen pastor también debe proteger de
los lobos, de las herejías, errores, peligros, corrupción, inmoralidad. Cuando
un sacerdote, de manera habitual está
negociando o comprometiendo la Fe, y no se corrige, se convierte en un lobo,
porque si perdemos la Fe, lo perdemos todo.
Nuestro Señor sigue dando los consejos, cuando vayan a predicar no
carguen zapatos extra, ropa extra, alimento
extra, esto es muy importante, no estamos atados a las cosas de este mundo. No
dependemos de la gente, del gobierno, del trabajo, de mis parientes, somos
peregrinos. Solo confiamos en Nuestro Señor día a día, de acuerdo a la Voluntad
de Dios, caminando al Cielo, cargando la Cruz, sin estar atado o dependiente de
las cosas. Y sigue diciendo Nuestro Señor, no saludes a nadie en el camino,
significa no entretenerse en cosas no importantes o inútiles. No es malo
saludar a alguien, pero Nuestro Señor se refiere a no perder el tiempo en cosas
que no benefician el serio asunto de la salvación.
Nuestro Señor dice, cuando entren a una casa digan paz. La paz es la
tranquilidad del orden. Significa que le deseamos a la gente que esté en orden
con Dios. Les predicamos la Fe, el
Evangelio, los corregimos, los ayudamos, les enseñamos para que tengan orden.
La gente debe ver en nosotros a un Católico. Por ejemplo, desafortunadamente,
los protestantes visten mejor que los Católicos. Me han platicado mujeres de la
Tradición que visten con modestia que les preguntan en la calle si son
protestantes.
Entonces, para desear la paz a
otros, (es el moto Benedictino PAX), significa que les llevamos doctrina, buen
ejemplo, caridad, hospitalidad, paciencia, especialmente cargando la cruz, eso
es paz. Dice Nuestro Señor, coman lo que les ofrezcan, significa no ser una
carga extra para los demás, debemos de
ser considerados. Por eso San Pablo, trabajaba con sus propias manos, para
ganar su propio pan. De hecho, al menos que sea una emergencia, nosotros no
pedimos dinero, es algo voluntario. Puede suceder que la gente no nos quiera
recibir en sus casas porque es una carga, son gastos, por eso los sacerdotes
muchas veces cargamos con esos gastos. Es muy modernista, mal hábito, siempre
pedir dinero. Dice Nuestro Señor, a los enfermos cúrenlos. Es una obra de
misericordia, hay 14 obras de misericordia, tenemos que predicarles la Verdad,
corregirlos, si están tristes, consolarlos, si están enfermos, proveerles
ayuda, si están en prisión, si hay que enterrarlos, si están hambrientos,
desnudos, porque cualquier omisión en
caridad va contra Nuestro Señor. Él nos
dice, todo lo que hagan con los demás, me lo hacen a Mí.
Por eso queridos amigos, estamos rezando juntos, trabajando juntos, sufriendo juntos, tratamos de edificarnos
unos a otros, por el buen ejemplo. Ser una familia es muy importante, porque
podemos caer, y si tenemos una comunidad voy a encontrar a alguien que me ayude
a seguir caminando hacia el Cielo. Pero si tú estás solo por propia voluntad, y
caes, nadie te va a ayudar. La idea del individualismo es horrible, es muy
protestante es muy peligroso. Debemos estar constantemente preocupados y al
pendiente de las necesidades de los demás, especialmente con los de nuestra
familia espiritual. Muchos tradicionalistas vienen a Misa porque quieren
recibir algo y se olvidan de los demás. Todos nos necesitamos unos a otros. A veces,
la única manera de ayudar a los demás es rezar por ellos. Pidamos a San Marcos
esta gracia, de tener espíritu de caridad.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.