“Las Iglesias llorarán con un gran llanto, porque no se ofrece ya la oblación ni el incienso, ni el culto agradable a Dios.
Los edificios sagrados de las iglesias serán tugurios; y el precioso Cuerpo y Sangre de Cristo no podrá ser expuesto en aquellos días; la Liturgia será extinguida; el canto de los salmos (gregoriano) cesará; la lectura de la Sagrada Escritura no se oirá más. Habrá sobre los hombres oscuridad, y duelo sobre duelo y aflicción sobre aflicción."
“Entonces, la Iglesia se dispersará, será impulsada a ir al desierto, y será por un tiempo, como era en el principio, invisible, oculta en las catacumbas, las cuevas, las montañas, los escondrijos; Durante un tiempo será barrida, por así decirlo, de la faz de la tierra."