España romana.
P. ¿Cuándo empezó en España la dominación romana?
R. En el siglo III antes de Jesucristo, con la derrota de los cartagineses.
Escipión, antes de partir para el África, dejó encargado el gobierno de España a dos procónsules, y fue dividida en dos provincias, que llamaron Ulterior y Citerior: ésta comprendía desde los Pirineos hasta el Ebro, y aquella el resto de la península.
P. Los romanos ¿gobernaron bien a España?
R. Al contrario, abusaron de su poder, y los españoles se sublevaron muchas veces contra los gobernadores que Roma enviaba, por lo mal que trataban a los naturales. Hacia el año 150 antes de Jesucristo sostuvieron los españoles varias batallas contra los romanos, y reunido como 30.000 guerreros españoles, enviaron un embajador al gobernador Galba solicitando un tratado de paz.
El gobernador traidor los recibió muy bien, les ofreció amistad sincera, y después de una capitulación muy honrosa, se pusieron a sus órdenes los españoles. En seguida, valiéndose de mil astucias, los dividió en varios grupos, y cuando estuvieron separados, y por consiguiente sin fuerzas para resistir, los hizo desarmar y degollar, resultando de aquella orden cruel más de 20.000 víctimas.
P. ¿Y nadie protestó contra aquella infamia?
R. Sí; un pastor joven, llamado Viriato, de alma generosa y elevados
pensamientos, indignado de tal alevosía, se puso al frente de muchos españoles, y empezó una nueva guerra contra los romanos, en la que estos llevaron siempre la peor parte: los venció en muchas batallas, y por fin les hizo firmar un tratado en que el senado romano le reconoció como señor del terreno conquistado.
P. ¿Qué sucedió a Viriato después de firmar aquel tratado?
R. Se retiró a descansar después de catorce años de guerra, en la que tanto abatió el orgullo de Roma; fiado en su tratado, fue sorprendido por el cónsul Quinto Servilio Cepión, y hubo de retirarse a los montes; desde allí mandó tres oficiales de su ejército a enterarse de la intenciones del general romano, y estos traidores, en vez de cumplir las órdenes de su general, se dejaron seducir por Cepión, y cuando volvieron al campo asesinaron a Viriato mientras dormía.
P. ¿Qué me dice V. de Numancia?
R. Era una ciudad independiente, que se alzaba sobre una colina, muy cerca de donde hoy se halla Soria. Después de la muerte de Viriato, algunos de sus soldados se refugiaron en Numancia, y los romanos pidieron su entrega a los numantinos; estos contestaron que no podían hacer tal cosa sin faltar a las leyes de hospitalidad. Por esta noble contestación se vieron acometidos por 30.000 infantes y 2.000 caballos; dentro de la ciudad había como 6.000 hombres en estado de defenderse, y no tenían otras murallas que un castillo incapaz de contener a 4.000 guerreros.
P. ¿Desmayaron los numantinos ante un enemigo tan superior?
R. Persuadidos de la sinrazón de aquel ataque brusco, Numancia se convirtió en una plaza de héroes, y antes que lograron los romanos formalizar el cerco, fueron acuchillados y destrozados completamente por los valerosos numantinos; aunque al campo romano llegaron refuerzos muchas veces, otras tantas fueron vencidos, sin conseguir dominar aquellas peligrosas alturas. Por fin, debilitados los numantinos, acometidos por un nuevo ejército de 60.000 hombres, que llegaron a las órdenes de Escipión Emiliano, acosados por el hambre y faltos de todo recurso, trataron de negociar la paz, no admitiéndoles los romanos otra condición que la de entregarse a discreción.
No quedaba a aquellos héroes otro recurso que humillarse o morir, y prefirieron lo último, lanzándose al campo enemigo, sembrando la muerte al recibirla; por fin, imitando la conducta de los saguntinos, mataron a sus mujeres e hijos, y dieron fuego a la ciudad, a los quince meses de sitio y muchos años de guerra, a cuyos hechos siguieron muchos años de paz.
P. ¿Cómo se explica V. las guerras de Sertorio?
R. Sila, señor y tirano de Roma, entre sus muchas crueldades mandó dar muerte a 2.000 caballeros allí donde fueren habidos; Sertorio pudo huir y vino a España, donde en poco tiempo se hizo querer por sus buenas condiciones; muchos pueblos se declararon a su favor, y así pudo reunir un crecido ejército, con el que hizo frente a las legiones de Sila, que fueron derrotadas en todos los encuentros.
Creó una república semejante a la romana, y fundó una universidad, sin duda la primera que hubo en España, y al fin murió asesinado por su segundo, Perpena, y otros conjurados, 73 años antes de Jesucristo.
P. ¿Qué ocurrió con la muerte de Sertorio?
R. Se hizo jefe el asesino Perpena; pero Pompeyo el Grande, que había peleado muchas veces contra Sertorio le hizo preso y le mandó matar por traidor a su general. El ejército de Sertorio, que había empezado a disputar por no seguir las órdenes de un traidor, ya no dio señales de vida, y Pompeyo conquistó en poco tiempo y sin dificultad más de quinientos pueblos; pero no a Osma y Calahorra, que se mantuvieron fieles, prefiriendo ser destruidas, y así quedo España nuevamente sujeta a Roma.
P. ¿Qué me dice V. de las guerras de Julio César y Pompeyo?
R. Roma estaba dividida en dos bandos: unos a favor de Pompeyo, notable por la influencia que le dieron sus conquistas, y otro a favor de Craso, célebre por sus riquezas. Julio César, que era amigo de Craso, y ambicionaba ser nombrado cónsul, casó una hija con Pompeyo, y así formaron el triunvirato. Muerto Craso, empezaron las rivalidades entre César y Pompeyo, que siguieron hasta la muerte de la hija de César y mujer de Pompeyo; entonces, roto el único lazo que los sujetaba, se declararon implacables enemigos.
César vino a España y Pompeyo se dirigió a Macedonio y luego a África, donde fue asesinado por un esclavo; los hijos de Pompeyo continuaron la guerra, ayudados por los españoles, y después de varios encuentros, dieron la gran batalla de Munda, donde César empezó llevando la peor parte; mas cuando sus tropas, desalentadas, empezaron a ceder, el mismo César, descubriéndose la cabeza y tomando la espada de un soldado, empezó a batirse cuerpo a cuerpo.
Animó tantos los suyos este ejemplo, que, imitando a su general, acometieron con nuevos bríos al enemigo, consiguiendo una completa victoria.
Julio César volvió a Roma, y después de haberle recibido en el triunfo, murió asesinado por Bruto.
P. ¿Quién heredó el poder a la muerte de César?
R. Por disposición suya heredó el mando su sobrino César Augusto, primer emperador romano, el cual venció a todos sus enemigos y se consagró a hacer feliz a su pueblo, hasta que le alcanzó la muerte.
En el año 42 de su reinado, el día 25 de Diciembre, nació Jesucristo.
Algunos años después, los emperadores romanos persiguieron cruelmente a los cristianos. Empezó a dar ejemplo de esta crueldad el emperador Nerón, quien mandó dar fuego a Roma, y por contener el enojo del pueblo, culpó a los cristianos de su maldad.
España continuó en poder de los romanos hasta el siglo V de Jesucristo, en que siendo Honorio emperador de Roma, llegaron los bárbaros del Norte.