En abril del 2012 Monseñor Fellay propuso al papa modernista Benedicto XVI una declaración doctrinal a título de la FSSPX, a escondidas y en secreto de la mayoría de sus sacerdotes y sobretodo de los fieles. Mucho se ha hablado del motivo exacto, que no conocemos, al parecer para lograr un reconocimiento canónico (que no se logró legalmente, pero si de facto) por parte de la iglesia modernista a la FSSPX. Ese reconocimiento que nunca debió ser deseable y no necesario si la FSSPX se mantenía adherida a la Tradición.
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Esta propuesta doctrinal no sólo es ceder en la lucha en contra de los errores en materia de fe que sostiene el modernismo oficial (iglesia conciliar), sino es una adhesión a los mismos errores de la iglesia conciliar, que ha perdido la fe y que monseñor Lefebvre había dicho que los católicos deberíamos de estar alejados de ellos hasta que se convirtieran. También es una falta grave a su deber, de sucesores de los apóstoles (Obispos católicos) el de profesar y defender públicamente la fe.
Lamentablemente no solo en eso radica la gravedad, sino en aceptar las innovaciones modernistas adhiriendo al Romano Pontífice aunque no hable el ex cátedra. [II Nosotros declaramos aceptar las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia en materia de fe y de moral, dándole a cada afirmación doctrinal el grado de adhesión requerido, según la doctrina contenida en el n° 25 de la Constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II (1)] Esta adhesión significa unirse a el magisterio modernista, y aceptar la la nueva definición de infalibilidad del Sumo Pontífice junto al "Cuerpo Episcopal" [Revisar No. 24 Constitucion Lumen Gentium].
Veamos que dice la teología moral respecto a la fe.
276. El concilio Vaticano I (D 1792) enseñó con toda precisión y claridad cuál es el objeto material de la fe en las siguientes palabras:
Hay que creer con fe divina y católica todo lo que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por la tradición y que la Iglesia por definición solemne o por su magisterio ordinario y universal propone como divinamente revelado.
277. Escolio: ¿Puede crecer el objeto material de la fe, o sea, el número de verdades que han de creer los fieles como reveladas por Dios?
Hay que contestar que NO cabe un crecimiento substancial y objetivo. En efecto: es doctrina católica que con la muerte del último apóstol (San Juan) quedó cerrado definitivamente y para siempre el depósito de la revelación pública y oficial que Dios se ha dignado hacer a los hombres (D 2021). Ninguna verdad puede añadirse a la fe católica que no esté contenida explícita o implícitamente en ese depósito revelado. No cabe, pues, un progreso dogmático objetivo (de nuevas verdades no reveladas por Dios explícita o implícitamente) ni tampoco una «evolución dogmática que haga cambiar de sentido antiguos dogmas ya definidos. Este progreso y evolución substancial, hasta cambiar de sentido, ha sido expresamente condenado por la Iglesia en el concilio Vaticano I (D 1818).
De estos principios se desprende una consecuencia muy importante, y es que cualquiera que negara un solo artículo de la fe, perdería ipso facto la fe en toda su universalidad o extensión, o sea, en todas las demás verdades reveladas por Dios. No vale decir: «Yo creo todo lo que enseña la Iglesia, menos tal cosa». El que diga esto ha perdido totalmente la fe católica. Porque muestra claramente que el motivo o la razón de su fe en las demás verdades reveladas no es ya la autoridad de Dios, que revela (porque en este caso no rechazaría absolutamente nada de cuanto Dios ha revelado), sino su propio criterio o capricho, en virtud del cual acepta o rechaza lo que le parece o no le parece bien. Ha destruido el motivo formal de la fe (la autoridad de Dios, que revela), substituyéndole por otro completamente distinto (su propio criterio o capricho), y, por consiguiente, ha perdido enteramente la fe en toda su universalidad o extensión (cf. 11-11,5,3). Manual de Teología Moral. P. Royo Marin O.P.
Entonces la nueva FSSPX que en el 2012 aceptó el magisterio modernista, el código de derecho canónico nuevo (modernista), la legalidad de la nueva misa. No solo infringieron, (en la actualidad infringen porque no se han retractado), un error condenado por la Iglesia, sino que aceptan y hacen suya herejías modernistas, haciendo esto, la fe que aceptan como verdadera es distinta a la Fe de la Iglesia Católica.
Hemos visto con claridad desde hace más de 8 años que la FSSPX comulga con una fe que no es católica, peor, con una enseñanza herética, y si no formalmente, al menos materialmente cometen el escándalo de aceptar la herejía.
El propio criterio o capricho de los modernistas son sus innovaciones, el reconocerlas válidas altera completamente el contenido de la fe, y altera el objeto formal de la fe. Es decir creen en las innovaciones de los hombres pero no en la Revelación y Tradición de la Iglesia.
Dios le dé la gracia a la FSSPX de retractarse públicamente, aquellos sacerdotes y fieles que tengan amor a la Verdad y a la Iglesia Católica deben alzar la voz en contra de tan grande mal y deben evitar la cooperación al mal.
Como esta expuesto aceptar una nueva fe, significa la perdida completa de la fe verdadera y como dice el apóstol: Sin fe es imposible agradar a Dios. Hebreos 11,6