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jueves, 26 de marzo de 2020

RESISTIR EL LIBERALISMO Y DEFENDER LA FE ES DEBER DE TODO CATÓLICO


La Resistencia, imperativo cristiano. Antonio Caponnetto


...Los pacificos no son los rendidos o pusilanimes son los soldados probados en la milicia de Cristo. Bienaventurados los pacificos porque seran llamados hijos de Dios...

sábado, 21 de marzo de 2020

LA MEJOR ARMA CONTRA EL CORONAVIRUS: El Santo Rosario



“… NO HAY PROBLEMA POR DIFÍCIL  QUE SEA QUE NO SE PUEDA RESOLVER CON EL REZO DEL SANTO ROSARIO”

    Si repasamos la historia de la humanidad,  recordaremos que siempre han existido dificultades, guerras, epidemias, sufrimientos.
   El mundo tiene sus encantos,  y si Dios no mandara pruebas  olvidaríamos rápidamente que estamos de paso y que somos peregrinos.
“El alma se purifica y fortalece en la tribulación”, le dijo Nuestro Señor a Sor Josefa Menéndez.
La tempestad es  tempestad y, como  el marinero, resignación en las pruebas y a trabajar.
San Bernardo nos exhorta a recurrir siempre a nuestra divina Madre, y San Agustín nos dice: “Quiere el Señor concedernos sus gracias, pero sólo las da a aquel que se las pide”.
   Así que, imitando a los niños, arrojémonos en los brazos de Nuestra Madre Santísima en cualquier tribulación que tengamos,  recordando que todo es permisión divina para nuestra santificación, y que abrazando la Cruz damos gusto a Dios.
  En la frase de Sor Lucía: “No hay problema por difícil que sea que no se pueda resolver con el rezo del Santo Rosario”, tenemos el mejor plan de acción y por consiguiente la  respuesta a toda circunstancia de la vida.
   El Santo Rosario es de origen celestial, pero para los tiempos presentes Dios ha otorgado al Santo Rosario un mayor poder.
   Sor Lucía le dijo al Padre Fuentes en 1957: “No hay ningún problema, por difícil que sea, temporal o sobre todo espiritual, referido a la vida espiritual de cada uno de nosotros, de  nuestras familias, de las familias del mundo o de las comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones, no hay ningún problema, repito, por difícil que sea, que no podamos resolver por el rezo del Santo Rosario. Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas”.
   Esta fuerza del Santo Rosario reside en la excelencia de  las oraciones que la componen:
   El Credo, con el cual hacemos un acto de Fe sobre las verdades más importantes de  nuestra Santa Religión.
   El Gloria, con que glorificamos a la Santísima Trinidad.
   El Padrenuestro, es la oración de Nuestro Señor Jesucristo y el Padre Celestial no la desoye nunca.
   El Avemaría,  se dirige a la Madre de Dios, y es además un acto de adoración y alabanza a Jesucristo.
   Es decir, con el  rezo del  Santo Rosario pondremos en las manos de nuestra Madre Santísima todas nuestras intenciones, todas. Ya lo decía San Pablo: nosotros por nuestras propias fuerzas, no podemos ni siquiera pensar en hacer el bien.
   Citemos algunos ejemplos del poder del Santo Rosario:
   *Portugal fue salvado del comunismo en 1975 gracias al Santo Rosario. Más de un millón de personas se comprometió a rezar diariamente el Santo Rosario.
   *Austria se vio libre del Ejército Rojo en 1955 gracias al Santo Rosario. El Canciller proclamó públicamente: “Somos libres María, te lo agradecemos a  Ti”. Entre 500 mil y 600 mil católicos austriacos firmaron su compromiso de rezar diariamente el Rosario.
   *La Ciudad de la Inmaculada fundada por San Maximiliano Kolbe quedó ilesa con la bomba atómica arrojada en Nagasaki, allí se rezaba diariamente el Rosario.
   La Santísima Virgen es la Medianera de todas las gracias. Acudamos a Ella con amor, con confianza, recordando que con Su ayuda podremos cumplir la Voluntad de Dios, y es ahí donde está nuestra felicidad, en el cumplimiento de Su Santísima Voluntad.  
   El pequeño Francisco, vidente de Fátima rezaba hasta 18 Rosarios al día. De nosotros depende el curso que queremos que tome nuestra vida, no debemos dejar nada a la deriva, somos ricos teniendo a la Santísima Virgen por Madre nuestra, lo menos que podemos hacer es rezar diariamente sus 50 Avemarías y encargarle todas nuestras necesidades.
   Dios nos está probando, así que a comenzar, nunca es tarde, o a rezar con mucho más fervor, si ya lo hacíamos, a invitar a más personas a hacerlo, a vivir  la vida como verdaderos Católicos.
   No cesemos de invocar a Nuestra Madre en todo peligro pues siempre vendrá en nuestro socorro. De la confianza se sigue la paz, porque entonces, no habrá nada que temer.  Dios sabe lo que hace.
   ¿Qué proporción hay entre lo poco que se padece y lo mucho que se espera? La oración es poderosa.
    Así, ¡seremos los primeros asombrados de vernos fuertes!
   Levantad la cabeza y ved la patria que os espera… le dijo Nuestro Señor a Sor Josefa, así que ¡manos a la obra!

  

jueves, 19 de marzo de 2020

ATRIBUTOS DE SAN JOSE (Santa Teresa)


1. Después de Jesús y María, San José ha de ser el Santo más honrado y amado de nuestro corazón, porque lo fue de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
2. El Patriarca San José es un Santo sin igual y el más honrado y amado de Dios, porque es padre virginal de Jesús, Hijo de Dios y verdadero Esposo de María, Madre de Dios.
3. Es Ayo de Jesús, tesorero y dispensador de las gracias del Rey de la gloria.
4. Es Provisor de la gran familia cristiana y Patrón de la Iglesia Universal. (Pio IX, 8 de diciembre de 1870).
5. San José es guía del Gobernador de cielos y tierra, y preceptor del Niño Jesús, Sabiduría encarnada.
6. En el cielo Jesús hace cuanto le pide su Padre virginal San José. (Santa Teresa).
7. San José es Maestro de oración y de conocimiento y unión íntima con Jesús.
8. Jamás pedí cosa por intercesión de San José que no la haya alcanzado (Santa Teresa).
9. San José, tengo experiencia, socorre en toda necesidad; todos los años en su día le pedí alguna gracia y siempre la vi cumplida (Santa Teresa)
10. Quien no tenga maestro que le enseñe oración, tome a San José por maestro y no errará el camino. (Santa Teresa).
11. San José alcanza una buena muerte a todos sus devotos.
12. Querría ver a todo el mundo devoto de mi Padre y Señor San José. (Santa Teresa)
13. No he conocido persona que de veras sea devota de San José y le haga particulares servicios, que no la vea más aprovechada en la virtud. (Santa Teresa).
14. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio del bienaventurado San José, de los peligros que me ha librado, así del cuerpo como del alma. (Santa Teresa).
15. Pruébelo quien no lo creyere, y verá por experiencia cuán gran bien es encomendarse a este glorioso Patriarca San José y tenerle devoción. 

(Santa Teresa)

martes, 17 de marzo de 2020

EL DEMONIO NO PUEDE NADA CONTRA SAN JOSÉ


El demonio jamás franqueaba la puerta de su taller. Se sentía confundido y desarmado frente a este hombre humilde. Por listo que fuese, no era capaz de comprender el misterio de quien le parecía a la vez indefenso e inexpugnable. No sabía por donde atacarle, por donde tentarle. Para tener éxito con un alma, necesita encontrar en ella un mínimo de rebelión, un esbozo del non serviam!Pero este misterioso carpintero parecía tan feliz aserrando troncos de árboles y dando forma a las ruedas de las carretas, que Satanás odiaba hasta el ruido de su martillo y de su sierra, que, a sus oídos, sonaba como una música religiosa. El espectáculo de aquel hombre justo era una tortura para él.

viernes, 6 de marzo de 2020

Papa Juan XXIII (Caballo de Troya de la masonería)


NdB: Compartimos excelente conferencia sobre la actividad subversiva del que fue primero Cardenal Angelo Roncalli, después Papa Juan XXIII. Los editores de este sitio rechazamos la tesis sedevacante.

lunes, 2 de marzo de 2020

Ayuno y abstinencia: DE UN SERMÓN DE MONS. LEFEBVRE:



Nuestro Señor nos dio el ejemplo durante Su vida, aquí en la tierra: orar y hacer penitencia. Nuestro Señor, siendo libre de la concupiscencia y el pecado, hizo penitencia y ofreció reparación por nuestros pecados, mostrándonos así que nuestra penitencia puede ser beneficiosa no sólo para nosotros mismos, sino también para otros.

Orad y haced penitencia. Haced penitencia con el fin de orar mejor, con el fin de estar más cerca de Dios Todopoderoso. Eso es lo que todos los santos hicieron, y es lo que nos recuerdan todos los mensajes de la Santísima Virgen.
¿Osaríamos decir que esta necesidad es menos importante en nuestros días que lo que fue en tiempos pasados? Por el contrario, podemos y debemos afirmar que hoy, más que nunca, la oración y la penitencia son necesarias porque se ha hecho todo lo posible para disminuir y denigrar estos dos elementos fundamentales de la vida cristiana.
Nunca antes se había visto que el mundo buscase satisfacer, sin ningún límite, los desordenados instintos de la carne, incluso hasta el punto de asesinar a millones de inocentes niños no nacidos.
En estos tiempos, cuando incluso los hombres de Iglesia se alinean con el espíritu del mundo, somos testigos de la desaparición de la oración y la penitencia, particularmente en su carácter de reparación de pecados y para obtener el perdón de las culpas.
En el Concilio los obispos pidieron una disminución del ayuno y la abstinencia en tal manera que las prescripciones prácticamente han desaparecido. Debemos reconocer el hecho de que esta desaparición es consecuencia del espíritu ecumenista y protestante que niega la necesidad de nuestra participación para la aplicación de los méritos de Nuestro Señor para cada uno de nosotros en la remisión de nuestros pecados y la restauración de nuestra filiación divina, esto es, nuestro carácter de hijos adoptivos de Dios.
En el pasado los mandamientos de la Iglesia preveían:
Ayuno obligatorio todos los días de la Cuaresma (excepto los Domingos), los días de las Témporas y en muchas vigilias;
Abstinencia todos los Viernes del año, los Sábados de Cuaresma y, en numerosas diócesis, todos los Sábados del año.
Lo que quedó de esas prescripciones fue el ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, y la abstinencia para el Miércoles de Ceniza y los Viernes de Cuaresma.
Uno se sorprende ante los motivos de tan drástica disminución.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de santidad, pues serán saciados. La santidad se obtiene por medio de la Cruz, la penitencia y el sacrificio. Si verdaderamente buscamos la perfección, debemos seguir el Camino de la Cruz.
Escuchemos, durante este tiempo de Cuaresma, el llamado de Jesús y María, y comprometámonos a seguirlos en esta Cruzada de Oración y Penitencia.
Que nuestras oraciones, nuestras súplicas y nuestros sacrificios nos alcancen del Cielo la gracia para aquellos que están en lugares de responsabilidad en la Iglesia retornen a la verdadera y santa tradición, que es la única solución para revivir y florecer nuevamente las instituciones de la Iglesia.