Zacarías: 13,8 Y sucederá que en toda la tierra, dice el Señor, dos partes de sus moradores serán dispersadas y perecerán, y la tercera parte quedará en ella. 14, 6 Y en aquel día no habrá luz, sino únicamente frió y hielo. 14, 7 Y vendrá un día que solo es conocido del Señor, que no será ni día ni noche; mas al fin de la tarde aparecerá la luz.
Isaías: 13, 9 Mirad que va a llegar el día del Señor, día horroroso y lleno de indignación, y de ira, y de furor, para convertir en un desierto la tierra, y borrar de ella a los pecadores. 13, 10 Porque las más resplandecientes estrellas del cielo no despedirán la luz acostumbrada: se oscurecerá el sol al nacer, y la luna no alumbrará con su luz. 13, 11 Y castigaré la tierra por sus maldades, y a los impíos por su iniquidad; y pondré fin a la soberbia de los infieles, y abatiré la arrogancia de los fuertes. 22, 5 porque día es este de mortandad, y de devastación, y de gemidos… 22, 3 Enteramente arruinada quedará la tierra, y totalmente devastada. 24, 6b Se libertará un corto número 24,13b como cuando vareado el olivo quedan unas pocas aceitunas en el árbol, y algunos rebuscos después de acabada la vendimia. 29, 6 Y será esto cosa repentina, y no esperada. El Señor de los ejércitos la visitará a esta muchedumbre en medio de truenos y de terremotos, y estruendo grande de torbellinos y tempestades, y de llamas de un fuego devorador. 34, 2 Porque la indignación del Señor va a descargar sobre todas las naciones, y su furor sobre todos los ejércitos: los matará, y hará en ellos una carnicería. 47, 14 He aquí que se han vuelto como paja, el fuego los ha devorado.
Sofonías: 1, 2 Yo quitaré de la tierra todo lo que hay en ella; la talaré toda, dice el Señor: 1, 3 exterminaré de ella hombres y bestias: exterminaré las aves del cielo, y los peces del mar; y perecerán los impíos; y exterminaré de la tierra a los hombres, dice el Señor. 1, 14 Cerca está el día grande del Señor: está cerca, y va llegando con suma velocidad: amargas voces serán las que se oigan en el día del Señor… 1, 15 Día de ira aquel, día de tribulación y de congoja, día de calamidad y de miseria, día de tinieblas y de oscuridad, día de nublados y de tempestades, 1, 16día del terrible sonido de la trompeta contra las ciudades fuertes, y contra las altas torres. 1, 17 Yo atribularé a los hombres: los cuales andarán como ciegos, porque han pecado contra el Señor: y su sangre será esparcida como el polvo, y arrojados sus cadáveres como la basura. 1, 18 Y ni la plata, ni el oro podrá librarlos en aquel día de la ira del Señor, cuyo ardiente celo devorará toda la tierra. 3, 8 b entonces derramaré sobre ellos mi indignación, y toda la ira y furor mío de modo que el fuego de mi celo devorará toda la tierra. 3, 9 Porque entonces purificaré los labios de las naciones, a fin de que todas ellas invoquen el nombre del Señor, y le sirvan debajo de un mismo yugo.
Jeremías: 4,23 Eché una mirada a la tierra, y la vi vacía y sin nada; y a los cielos, y no había luz en ellos. 4, 27 Toda la tierra quedará desierta: mas no acabaré de arruinarla del todo. 23, 19 He aquí que se levantará el torbellino de la indignación divina, y la tempestad, rompiendo la nube, descargará sobre la cabeza de los impíos. 23, 20 No cesará la saña del Señor, hasta tanto que se haya ejecutado y cumplido el decreto de su voluntad: en los últimos días es cuando comprenderéis su designio.
Ezequiel: 7, 5 Esto dice el Señor Dios: la aflicción única, la aflicción singularísima, he aquí que viene. 7, 7 viene el exterminio sobre ti, que habitas en la tierra... cerca está el día de la mortandad 30, 1 Me habló nuevamente el Señor, diciendo: 30, 2 Hijo de hombre, profetiza, y di: esto dice el Señor Dios: prorrumpid en aullidos, ¡ay, ay de aquel día! 30, 3 Porque cercano está el día, llega ya el día del Señor; día de tinieblas, que será la hora del castigo de las naciones.
Joel: 1, 15 ¡Ay, ay! qué día tan terrible es ese día que llega. ¡Ay! cercano está el día del Señor, y vendrá como una espantosa tormenta enviada del Todopoderoso.
Amós 5, 18 b Día de tinieblas será aquel para vosotros, y no de luz. 5, 20 ¿Por ventura aquel día del Señor no será día de tinieblas, y no de luz; y no reinará en él una suma oscuridad, sin rastro de resplandor?
Malaquías: 4, 1 Porque llegará aquel día semejante a un horno encendido, y todos los soberbios, y todos los impíos serán como estopa; y aquel día que debe venir, los abrasará, dice el Señor de los ejércitos, sin dejar de ellos raíz ni renuevo alguno. 4, 2 Mas para vosotros los que teméis mi santo nombre, nacerá el Sol de justicia, debajo de cuyas alas o rayos está la salvación; y vosotros saldréis fuera, saltando alegres como novillos de la manada. 4, 3 Y hollaréis a los impíos, hechos ya ceniza, debajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo obraré, dice el Señor de los ejércitos.
Romanos 9, 28 (citando a Isaías): porque el Señor en su justicia reducirá a un corto número, el Señor hará una gran rebaja sobre la tierra.
2 Pedro 3,5-7: así como un día desapareció el mundo destruido por las aguas del diluvio, así otro día los cielos y la tierra serán purificados con el fuego, y en ese día perecerán los impíos.