Sermón Padre Hewko
Fiesta de Cristo Rey
Fiesta de Cristo Rey
La única diferencia entre Dios presente aquí en el Santísimo Sacramento y en el Cielo es que aquí no vemos Su majestad y su gloria. Adorémosle con humildad y con todo nuestro corazón especialmente en reparación por tantos pecados de esta era apóstata.
Sabemos que el gobierno mundial va a ser establecido por los enemigos de Cristo, San Pío X habló de esto hace cien años. Quieren un gobierno mundial, una sola religión, quieren destruir la Fe Católica de la faz de la tierra. De eso se trata el Concilio Vaticano II, quieren demoler la Fe Católica.
Como católicos debemos pelear, debemos ver que nuestra era apóstata merece un gran castigo, y el castigo va a llegar. La única solución es Jesucristo Rey, las leyes de Jesucristo, de Jesucristo Juez. La Suprema Corte debe reconocer, adorar e implementar las leyes de Nuestro Señor Jesucristo, Su nombre debe ser honrado en la Constitución, Su Corazón debe estar en la bandera, si no tenemos esto en nuestra mente el amor a Él en nuestros corazones vamos a colapsar. Como dice la Escritura: Oh Señor, la nación que no te sirva perecerá, será destruida por completo.
¿Por qué Cristo es Rey? Porque Nuestro Señor Jesucristo no es una persona humana, es una persona divina, es Dios quien asumió la naturaleza humana. Así que cada acción, cada respiro, cada pensamiento de Nuestro Señor era una acción divina, Él se queda con nosotros en el Santísimo Sacramento.
Jesucristo es Rey porque es Dios, es Rey porque Él venció al demonio, de quien nosotros éramos esclavos por el pecado original. Con los Sacramentos, especialmente con el Bautismo y con la Confesión la Sangre de Cristo arrasa con el demonio, ya no somos más esclavos ni del pecado original ni del pecado mortal. La victoria de la Cruz es la espada con la cual se aplasta la cabeza de satanás. Jesucristo por su Cruz vence al demonio, destruye el pecado y nos libera con la contrición, confesión y con el Bautismo.
Nuestro Señor Jesucristo también venció a la muerte. Todos vamos a resucitar con nuestro cuerpo fuerte y sano a la edad de 30 por el poder de Cristo Rey. Aquí está oculto en el Santísimo Sacramento pero no olviden que va a ser el mismo Jesucristo que está vivo ahora, su Corazón está latiendo en el altar y vamos a estar delante de Él mismo y vamos a ver su majestad, su gloria, su poder. Hasta los enemigos de Cristo tendrán que arrodillarse frente a Nuestro Señor. Los mismos demonios serán forzados a doblar las rodillas ante Nuestro Señor. Vamos a adorarlo y vamos a hacer reparación por tantos pecados contra Nuestro Señor Jesucristo.
Leamos al Papa Pío XI en su Encíclica Quas Primas sobre el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo. El reinado de Nuestro Señor no es solo para los Católicos; los musulmanes, los judíos también deben arrodillarse ante Cristo Rey, todos, toda la raza humana, bautizados o no. En Él está la salvación del individuo y de la sociedad. Si se excluye a Nuestro Señor de las constituciones, de las escuelas, de la vida pública vamos a la muerte. La sociedad se hace pedazos.
¿Por qué somos Católicos Tradicionales? No es porque vamos a la Misa en latín. Muchos liberales en tiempos de Pío IX fueron a la Misa en latín. Los modernistas decían la Misa en latín, en tiempos de San Pío X; quienes van a la Fraternidad San Pedro van a la Misa en latín, pero ellos no son verdaderos Católicos Tradicionales, porque aceptan la revolución que destronó a Cristo Rey, aceptan el Vaticano II y la nueva Misa, no pueden predicar contra el Vaticano II, no pueden predicar contra la misa nueva, no estoy juzgando el interior de esta personas ni de estos sacerdotes, sólo Dios sabe; sé que hay sacerdotes que no les gusta la nueva misa, que no les gusta el Vaticano II pero como pertenecen a una congregación, al igual que lo que está pasando en la Fraternidad San Pío X, con Monseñor Fellay que ha hecho compromisos con la Fe Católica.
Es por esto que seguimos con la gracia de Dios la línea de Monseñor Lefebvre. No podemos hacer compromiso con Vaticano II y con la nueva misa. Entonces ¿Por qué somos Católicos Tradicionales? Porque creemos lo que la Iglesia Católica siempre ha enseñado a través de los Papas y del Magisterio. Nuestro Señor es Dios, es Rey, debe ser Rey de Estados Unidos, de Canadá, debe ser Rey del mundo entero. Rey por derecho, es verdaderamente Hijo de Dios Padre, si alguno de ustedes no cree en esto, lo va a creer en el día del Juicio. Cada uno de nosotros vamos a arrodillarnos ante Cristo Rey. Va a has un hermoso y grande día ver a Cristo honrado como Rey. Va a ser un día feliz para los amigos de Jesucristo.
Las grandes naciones católicas han quitado a Nuestro Señor Jesucristo de sus constituciones. Y todo esto lo hicieron en nombre del Concilio Vaticano II, esto es de lo que se trata esta pelea. Los hijos del Concilio Vaticano II, los hijos del infierno promueven destronar a Nuestro Señor Jesucristo y lo ponen a un nivel igual con las demás religiones falsas, esto conduce al ateísmo y a la destrucción de las naciones. Monseñor Lefebvre dijo: yo no soy de esta religión, no soy de esta religión del hombre y del Vaticano II, soy católico, voy a permanecer católico y voy a pelear por Cristo Rey, Rey de todas las naciones. Y esta es la pelea queridos fieles.
Estamos en guerra, satanás no descansa, quiere llevarnos a todos al infierno, él no para. Si queremos descansar necesitamos estar en el Cielo. Aquí en la tierra está la Iglesia militante. Estaremos en una batalla hasta el día que muramos. Nosotros nunca nos retiramos. ¿Cuáles son nuestras armas?La buena doctrina de los Papas de la Tradición. Debemos rehusar la religión del Vaticano II y permanecer fieles a Cristo Rey. De esto se trata la verdadera resistencia. Monseñor Lefebvre fue muy claro, dijo que no podemos ir a la nueva misa, no podemos ir a la misa sedevacante. No es solo la Misa, no somos Católicos Tradicionales sólo por la misa en latín. Si ustedes van a la misa sedevacante van a escuchar sermones, la gente, la librería, van a tomar ese espíritu sedevacante. Monseñor Lefebvfre fue el mejor teólogo de los últimos años, tuvo la humildad y la honestidad de decir: aunque tengamos malos Papas, yo no tengo la autoridad para decir que él no es Papa, ninguno de nosotros tenemos esa autoridad. En la Misa rezamos por el Papa Francisco, significa eso que admitimos todo lo que enseña, claro que no, significa que decimos: Santo Padre usted está conduciendo las almas al infierno, usted está destruyendo al Iglesia, tenemos que resistirle públicamente. Es un Papa para dos Iglesias, para la Iglesia Católica y para la Iglesia Conciliar. Retrocedamos a 1985 y recordemos que Juan Pablo II recibió en India la marca de Shiva. Los primeros cristianos prefirieron morir antes que participar en una ceremonia pagana. Paulo VI se postró ante un obispo cismático ortodoxo. El Papa Francisco no es nada nuevo. Tenemos cincuenta años sufriendo con malos Papas. Pero seguimos Católicos con la ayuda de Nuestro Señor y de Nuestra Señora, seguimos con los Papas de la Tradición. Los Católicos deben pelear por el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo. Él hizo todo, y todo es para Su gloria. Esa es la solución a nuestra era apóstata.
Amemos a Nuestro Señor Jesucristo con todo el corazón. Amemos sus mandamientos. Nuestro gobierno, nuestro congreso deben ser Católicos. Debemos pelear por un Estado Católico.
Los castigos de Dios ya vienen. Una bomba nuclear por ejemplo. Lo merecemos. Si viven después de la Tercera Guerra Mundial o después de estos castigos, busquen siempre el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo. Nuestro Dios está tan accesible, está aquí en el Santísimo Sacramento. ¡Adorémosle! ¡Pidámosle que nos convierta! ¡Que te ame con toda mi mente, con todo mi corazón! Que reines en mi mente, en mi alma, en mi corazón, en nuestras familias y en nuestras naciones. Felices días cuando veamos presidentes de los países arrodillados ante en Santísimo Sacramento. Presidentes que vayan en la procesión con el Santísimo Sacramento.
Cuando Roma vuelva a coronar a Cristo como Rey entonces hablaremos de un acuerdo con Roma decía Monseñor Lefebvre. Si el Papa regresa a la Tradición no hay problema.