jueves, 9 de junio de 2016

Explicación de la devoción de los cinco minutos diarios para el Señor San José




   Invocar a los santos en nuestras necesidades es una cosa tan útil y provechosa, que la feliz experiencia de  todos los días nos lo afirma más y más, porque de hecho los santos son honrados con mayor gloria accidental a medida de la devoción que les tenemos, porque Dios es honrado en las alabanzas que dirigimos a sus escogidos, porque nuestro Señor premia nuestra devoción concediéndonos por la intercesión de los santos las gracias que le pedimos. Mas así como no todos los santos son iguales, así queremos notar aquí que no todos tienen la misma protección, pero así como la Virgen, por gracia y privilegio, puede lo que Dios puede, así, de un modo semejante, podemos decir de San José cuyo poder es tan grande ante Dios que sirve para alcanzar todas las cosas. Nada más justo, pues, que arreglar una devoción diaria a San José, que abrace  los siete días de la semana, en los que le pediremos, entre muchas otras cosas, la gracia de extender su devoción por medio de las imágenes, de conformarnos con la voluntad de Dios en los trabajos de la vida, de invocarlo durante en día por medio de jaculatorias, de ponernos bajo su amparo como nuestro protector especial, de tomarlo por nuestro compañero como Jesús y María y de detestar el pecado de modo que tengamos una buena y santa muerte.