viernes, 11 de abril de 2014

Carta de los tres obispos a Mons Fellay: Testimonio de un feligrés

A continuación presentamos el testimonio de un fiel respecto al acuerdismo en la FSSPX


LO QUE MENOS IMPORTA PARA LA FRATERNIDAD SAN PIO X: LOS FIELES

En una situación, como la que llevamos soportando los fieles durante estos dos años,  veo dos acciones: una activa y  otra pasiva.

En cuanto a la activa: en este caso son los superiores de la Fraternidad; el superior general, los asistentes, los sacerdotes, los priores y hasta las propias religiosas (si!, no exagero, hasta las propias religiosas!) son los que han hecho, deshecho, corregido, sacado, vuelto a poner, etcétera, y etc., como se dice vulgarmente "han hecho lo que han querido". Sin respetar al fundador de la congregación.

No era eso lo que ellos mismos nos habían enseñado por años y años; no fue eso lo que hemos aprendido con Monseñor Lefebvre. ¿Cuándo Monseñor Lefebvre habló de la manera en la cual ahora debemos escuchar y releer las palabras de Mons. Fellay?, Pero siendo simples personas, casi sin estudios, hombres de campo, mujeres dedicadas al cuidado de la familia, simples amas de casa, al leer a nuestro querido Monseñor Lefevbre, no necesitábamos preguntar a los sacerdotes qué quería decir tal o cual cosa. Él nos hablaba y nos escribía de la manera más sencilla y directa. ¿O quién no recuerda el primer libro que se nos ponía en la mano, cuando comenzamos a frecuentar las "misas de antes" era: "Carta Abierta a los Católicos Perplejos?

¿Tuvimos alguna duda por aquél entonces? No. Vimos con tanta claridad lo que estaba pasando y la gracia actuó en nosotros,  tuvimos la gracia de Dios de comprender, a través de las palabras tan sencillas de Monseñor Lefebvre, que no éramos unos renegados y ni excomulgados. Que éramos y seguimos siendo católicos y que no necesitábamos ir a Roma, ¿a qué? Así nos lo explicaban los sacerdotes por aquellos años, ya que nunca nos sentimos fuera de la Iglesia Católica, aunque por la calle nos decían "integristas." Y ahora resulta es necesario tratar con la Roma modernista para eso se nos mando rezar a nuestra Señora de Fátima los miles y miles de rosarios quizá fueron millones cuando más bien debíamos rezar por la conversión de Rusia, pero no a esta Roma actual. Por favor, ¿qué es lo que quiere realmente Mons. Fellay? ¿Por qué hay que ir a Roma?...

En cuanto a la pasiva: que somos nosotros los pobres fieles. Antes la vida de comunidad en la capilla, era las charlas de los padres, las clases de catecismo para los niños,  aquellas clases de confirmación en donde más de uno tenía ya varios años encima, pero felices por comprender lo que se nos enseñaba. Sí, sí, suena un poco ridículo, pero es que era así!! Las reuniones con las familias, con los jóvenes, había mucha vida de comunidad, mucha unión. La capilla y el priorato, eran el centro de nuestra vida. Vivíamos para ello. La preocupación constante de las necesidades de los sacerdotes, del mantenimiento de las capillas, había un verdadero, y sacrificado Apostolado, sí, muy sacrificado, porque antes....éramos pobres!!! Y qué hacían estos "agentes pasivos"?: simplemente colaboraban con dinero, con trabajo. El fiel se volcó hacia la Hermandad San Pío X, porque allí se encontraba muy seguro. Quisiera preguntarle a Mons. Fellay ¿Cuánta gente ha donado sus propiedades, sus sueldos, su colaboración para la "casa en donde se encontraban seguros”?

Qué ha hecho el fiel: poner las "peras", como se dice, poner su dinero. Y combatíamos el error con la ayuda de los sacerdotes, de los priores, de los obispos! Nos equivocábamos, claro que sí, pero ahí siempre estaba la figura y la presencia del pastor. Claro que éramos ovejas y muy descarriadas; pero allí estaba el pastor. Por eso no dejábamos la Hermandad, porque allí estábamos seguros y con la verdad. Éramos (y somos), católicos, apostólicos y romanos y no teníamos ninguna necesidad de ir a Roma; al contrario, se la combatía! El fiel seguía poniendo su dinero en las limosnas pero no podía decir que Mons. Fellay era un liberal. Veíamos lo que pasaba y la bola de nieve que se venía cada vez más cargada de novedades. 

¿Fuimos tontos por tantos años junto a la Hermandad, por señalarnos a los liberales con sus enseñanzas?  ¡Hemos aprendido la lección! ¿Qué han traído todos estos años de tanto desgaste en nuestra fidelidad a la congregacion? Hemos perdido verdaderos amigos en la fe; amistades con las familias tradicionales, con nuestros primos, con nuestros hermanos. Aquel adagio "todo tiempo pasado fue mejor".

¡Qué cierto  que es! Nunca nos sentimos tan manipulados como ahora. ¿Se creen que somos tontos? Tomen algunas de las revistas de 25, 30 ó 40 años atrás, ¿Es lo mismo que se dicen ahora? Mi cabeza se volvió blanca al leer en el diario Clarín de Argentina que, padre Bochacourd dijo que los judíos no mataron a Nuestro Señor! Y lo que es peor el no desmintió nada. ¿Qué les ha pasado? ¿Por qué los que son tan inteligentes nos traen cosas nuevas y malas y hay que aceptarlas?


¿Porqué siguen diciendo que, "...seguimos las enseñanzas de Monseñor Lefebvre...?" Mentirosos! Mentirosos!