miércoles, 30 de septiembre de 2015
martes, 29 de septiembre de 2015
DE LA SANA INTRANSIGENCIA CATÓLICA EN OPOSICIÓN A LA FALSA CARIDAD LIBERAL
XXI.- DE LA SANA INTRANSIGENCIA CATÓLICA EN
OPOSICIÓN A LA FALSA CARIDAD LIBERAL.
R.P. FÉLIX SARDÁ SALVANY
EL LIBERALISMO ES PECADO
¡Intransigente! ¡Intransigencia! Oigo exclamar aquí a una
porción de mis lectores más o menos resabiados, tras la
lectura del capítulo anterior. ¡Qué modo de resolver la
cuestión tan poco cristiano! ¿Son o no prójimos, como
cualquier otro, los liberales? ¿A dónde vamos a parar con
estas ideas? ¿Cómo tan descaradamente se recomienda
contra ellos el desprecio de la caridad?
"¡Ya apareció aquello!", exclamaremos nosotros a nuestra
vez. Ya se nos echa en nosotros lo de la "falta de caridad".
Vamos, pues, a contestar también a este reparo, que es
para algunos el verdadero caballo de batalla de la cuestión.
Si no lo es, sirve a lo menos a nuestros enemigos de
verdadero parapeto. Es, como muy a propósito ha dicho un
autor, hacer bonitamente servir a la caridad de barricada
contra la verdad.
Sepamos ante todo qué significa la palabra caridad.
La teología católica nos da de ella la definición por boca de
un órgano el más autorizado para la propaganda popular,
que es el sabio y filosófico Catecismo. Dice así: Caridad es
una virtud sobrenatural que nos inclina a amar a Dios sobre
todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos por
amor de Dios. De esta definición, después de la parte que a
Dios se refiere, resulta que debemos amar al prójimo como
a nosotros mismos, y esto no de cualquier manera, sino en
orden y con sujeción a la ley de Dios y por amor de Dios.
Ahora bien: ¿Qué es amar? Amare est velle bonum, dice la
filosofía: "Amar es querer bien a quien se ama",. ¿Y a quién
dice la caridad que se ha de amar o querer bien? Al
prójimo, esto es, no a tal o cual hombre solamente, sino a
todos los hombres. ¿Y cuál es este bien que se le ha de
querer para que resulte verdadero amor? Primeramente el
bien supremo de todos, que es el bien sobrenatural: luego
después, los demás bienes de orden natural, no
incompatibles con aquél. Todo lo cual viene a resumirse en
aquella frase "por amor de Dios,", y otras mil de análogo
sentido.
Síguese, pues, de ahí, que se puede amar y querer bien al
prójimo (y mucho) disgustándole, y contrariándole, y
perjudicándole materialmente, y aun privándole de la vida
en alguna ocasión. Todo estriba en examinar si, en aquello
que se le disgusta o contraría o mortifica, se obra o no en
bien suyo, o de otro que tenga más derecho que él a este
bien, o simplemente en mayor servicio de Dios.
1.° O en bien suyo. Si claramente aparece que disgustando
y ofendiendo al prójimo se obra en bien suyo, claro está
que se le ama aún en aquello en que por su bien se le
disgusta y contraría. Así al enfermo se le ama abrasándole
con el cauterio o cortándole la gangrena con el bisturí; al
malo se le ama corrigiéndole con la reprensión o el castigo,
etc. Todo lo cual es excelente caridad
2º O en bien de otro prójimo que tenga derecho mejor.
Sucede frecuentemente que hay que disgustar a uno, no en
bien propio suyo, sino para librar de un mal a otro a quien
el primero se lo procure causar. En este caso es ley de
caridad defender al agredido de la violencia injusta del
agresor, y se puede hacer mal a éste cuanto sea preciso o
conveniente para la defensa de aquél. Así sucede cuando
en defensa del pasajero, a quien acomete el ladrón, se
mata a éste. Y entonces matar o dañar, o de otra cualquier
manera ofender al injusto agresor, es acto de verdadera
caridad.
3.° O en el debido servicio de Dios. El bien de todos los
bienes es la divina gloria, como el prójimo de todos los
prójimos es para el hombre su Dios. De consiguiente, el
amor que se debe a los hombres, como prójimos, debe
entenderse siempre subordinado al que debemos todos a
nuestro común Señor. Por su amor y servicio, pues, se
debe (si es necesario) disgustar a los hombres; se debe (si
es necesario) herirlos y matarlos. Adviértase la fuerza de
los paréntesis (si es necesario), lo cual dice claramente el
caso único en que exige tales sacrificios el servicio de Dios.
Así en guerra justa, como se hieren y se matan hombres
por el servicio de la patria, se pueden herir y matar
hombres por el servicio de Dios; y como con arreglo a la ley
se pueden ajusticiar hombres por infracción del Código
humano, pues dense en sociedad católicamente organizada
ajusticiar hombres por infracción del Código divino, en lo
que obliga éste en el mero externo. Lo cual justifica
plenamente a la maldecida Inquisición. Todo lo cual
(cuando tales actos sean necesarios y justos) son actos de
virtud, Y pueden ser imperados por la caridad.
No lo entiende así el Liberalismo moderno, pero entiende
mal en no entenderlo así. Por esto tiene y da a los suyos
una falsa noción de la caridad, y aturrulla y apostrofa a
todas horas a los católicos firmes, con la decantada
acusación de intolerancia e intransigencia. Nuestra fórmula
es muy clara y concreta. Es la siguiente: La suma
intransigencia católica es la suma católica caridad. Lo es en
orden al prójimo por su propio bien, cuando por su propio
bien le confunde y sonroja y ofende y castiga. Lo es en
orden al bien ajeno, cuando por librar a los prójimos del
contagio de un error desenmascara a sus autores y
fautores, les llama con sus verdaderos nombres de malos y
malvados, los hace aborrecibles y despreciables como
deben ser, los denuncia a la execración común, y si es
posible, al celo de la fuerza social encargada de reprimirlos
y castigarlos. Lo es, finalmente, en orden a Dios cuando por
su gloria y por su servicio se hace necesario prescindir de
todas las consideraciones, saltar todas las vallas, lastimar
todos los respetos, herir todos los intereses, exponer la
propia vida y la de los que sea preciso para tan alto fin.
Y todo esto es pura intransigencia en el verdadero amor, y
por esto es suma caridad, y los tipos de esta intransigencia
son los héroes más sublimes de la caridad, como la
entiende la verdadera Religión. Y porque hay pocos
intransigentes, hay en el día pocos caritativos de veras. La
caridad liberal que hay está de moda es en la forma el
halago y la condescendencia y el cariño; pero es en el
fondo el desprecio esencial de los verdaderos bienes del
hombre y de los supremos intereses de la verdad y de Dios.
viernes, 25 de septiembre de 2015
CARTA ABIERTA A TODOS LOS MIEMBROS DE LA FSSPX FIELES Y AFILIADOS: R. P. Rafael Arízaga OSB
Volvemos a reproducir esta carta del padre Rafael Arízaga OSB después de más de un año de haberse publicado debido a que la mayoría de los sacerdotes y fieles de la FSSPX permanecen aún dormidos en la indiferencia ante la crisis que azota a la cristiandad.
Esta carta va dirigida a todos los católicos que militamos en el ejército de Nuestro Señor Jesucristo y se nos convoca a luchar por Él.
El catolicismo liberal, condenado por el Syllabus, ha impregnado las filas de la FSSPX, es indispensable que antes de que empiece el año Jubilar, la FSSPX y sus fieles den muestra y profesión pública de Fé rechazando el Concilio Vaticano II y rechazando a Francisco ultraliberal y modernista.
No olviden la historia queridos hermanos en la Fé, recuerden que el papa Honorio I fue excomulgado post mortem por hacer un "acuerdo" entre católicos y monotelitas. Con la Fe no se juega, con Cristo no se juega; aceptar el 95% o el 10% del Concilio Vaticano II, aceptar el Código de Derecho Canónico de 1982, aceptar la nueva misa, aceptar el año jubilar con las intensiones perversas de Francisco es una nueva traición a la Iglesia verdadera de Jesucristo. Nunca se debe acordar con el error.
Quizá ahora muchos sacerdotes y fieles de la FSSPX piensan que hacen un servicio a Dios acercándose a los modernistas romanos, pero recuerden que de Dios nadie se burla, piensen muy bien lo que hacen; por lo tanto rechacemos el error por caridad para con el errado, y si eso nos atrae la ira y persecución de los enemigos de Cristo, recordemos que el siervo no es superior al Señor, si a Cristo lo persiguieron con mayor razón a sus hijos; así pues entonces digamos ¡¡vayamos con Cristo y muramos con Cristo!!!
Tomás Moro
29 DE AGOSTO, 2014
“La intransigencia es a la virtud lo que el instinto de conservación es a la vida. Una virtud sin intransigencia o que odia la intransigencia, no existe, o conserva apenas la exterioridad. Una fe sin intransigencia, o está muerta, o sólo vive exteriormente, porque perdió el espíritu. Siendo la fe el fundamento de la vida sobrenatural, la tolerancia en materia de fe es el punto de partida para todos los males, especialmente para las herejías.”
(Carta pastoral, Junio de 1953, sentencia verdadera No. 37).
Algunas veces con la palabras y otras veces con las obras, y esto cada vez mas frecuentemente, la FSSPX ha demostrado que ya NO ES intransigente en la fe con respecto a los enemigos de la Iglesia Católica que la tienen ocupada. Al abandonar dicha intransigencia en la fe, tomando las palabras de Mons. Don Antonio de Castro Mayer, la FSSPX ha perdido el espíritu católico, el espíritu de su fundador, Mons. Marcel Lefebvre. Su defensa por la fe, por lo tanto, o está muerta o es farisaica, y sólo con apariencia defiende la fe verdadera.
Este espíritu farisaico, usando las palabras de Dom Antonio, “es el punto de partida para todos los males”; es decir, la “caja de pandora” que se ha desatado desde y hacia la FSSPX.
La FSSPX está desgraciadamente cayendo en la misma actitud de los modernistas al ponerse a atacar a aquellos de nosotros que defendemos enérgicamente la intransigencia en la fe; teniendo por otro lado tolerancia y simpatía para con los enemigos de la Iglesia, que en este momento se encuentran ocupando la Sede de San Pedro como lobos vestidos de oveja. Haciendo aquello que ya había mencionado Garrigou Lagrange: “Los católicos son intolerantes en la doctrina porque creen, pero tolerantes en la caridad porque aman. Los enemigos de Cristo son tolerantes en la doctrina por que no creen, e intolerantes en la caridad porque no aman. Esta es la contradicción en la que caen siempre los enemigos de la Iglesia. Ya que ellos toleran todas las opiniones excepto aquella opinión de los que dicen que la fe es intransigente. Porque, si para ellos esta es sólo una opinión como tantas otras, ¿Por qué no la toleran? Y si esta opinión es falsa, ¿porque no la ignoran haciendo de ello algo tolerable?
Explica Mons. De Castro Mayer esta sentencia diciendo que esta falta de intransigencia en la fe, que en encuentra en común en todos y cada unos de los enemigos de la Iglesia, “nos debe abrir los ojos y ver la importancia soberana que tiene para la vida de la Iglesia la intolerancia en cuestiones doctrinales”. Precisamente por ello decía el Cardenal Pie a los católicos franceses del siglo XIX: “Las batallas se pierden o se ganan al nivel doctrinal, el error de los católicos franceses del siglo XIX fue el esperar a ver la consecuencias de los falsos principios de la revolución francesa para reaccionar”. Esperar a ver la consecuencias de la tolerancia doctrinal de la FSSPX para reaccionar, ya será muy tarde para reaccionar, para dar la batalla contra los revolucionarios. No debemos esperar a que haya un acuerdo visible entre la Roma Conciliar y la FSSPX para reaccionar si es que queremos seguir defendiendo el Reinado de Cristo Rey a través de la Fe, la Esperanza y la Caridad (en las circunstancias actuales dicho acuerdo sería un acuerdo práctico necesariamente tolerante en los principios ya que quienes ocupan Roma no se han convertido).
El servicio que hemos prestado los miembros de la RESISTENCIA a la FSSPX al advertirles acerca del error gravísimo en que han caído, ha sido un acto de caridad grandísimo y sobre el tema más importante que hay en nuestra existencia: la defensa de la fe, de la vida de la Iglesia, de la razón de ser de la FSSPX. Lo que hemos estado tratando de hacer es el rescatar la FSSPX de las garras de los enemigos de Cristo, de las trampas del demonio, de las apariencias de bien; y esto a costa de nuestro bienestar y reputación. Esta es una de las obras de misericordia para con el prójimo, que consiste en corregir al que yerra. Pero con gran desilusión hemos visto los miembros de la Resistencia que en lugar de que se nos agradeciera tan enorme obra de caridad para con ellos, solo hayamos recibido a cambio palos, expulsiones, anatemas y persecución. ¿Acaso esta actitud no confirma claramente de que la FSSPX está diabólicamente desorientada y de que ha perdido su razón de existir?
Se nos acusa de que nos hemos excedido en nuestra reacción, pero respondemos con el Cardenal De Lai, Secretario de la Sagrada Congregación Consistorial durante el pontificado de San Pío X: “Siempre es preferible excederse un poco al advertir el peligro que callarse y dejarlo crecer”.
Por todas estas razones volvemos a lanzar un nuevo llamado a nuestros hermanos de la FSSPX a rectificar el verdadero camino de defensa en la fe que es la de la intransigencia en materia doctrinal tanto en la teoría como en la práctica, antes de que sea demasiado tarde.
Los dejamos con las palabras que su propio patrono, San Pio X, dirigiera al periódico católico L’Unitá que había sido creado para preservar la fe y que se también se puede aplicar a la FSSPX:
“Todo está bien cuando se trata de respetar las personas, pero yo no querría que por el amor de la paz se llegase a compromisos, y que para evitar odios se faltase a la verdadera misión de la L’Unitá (FSSPX), que consiste en velar por los principios y ser el centinela avanzado que da la voz de alerta, aunque fuese a la manera de los gansos del Capitolio, y que despierta a los semidormidos. En esta caso la L’Unitá (FSPPX) no tendría razón de existir” (Disquisitio, pág. 107, apud Pensée Catholique, No.23, pág. 84).
Padre Rafael Arízaga, osb
jueves, 24 de septiembre de 2015
SOBRE EL NÚMERO E INTENSIDAD DE LA DEFENSA DE LA VERDAD: Félix Sardá y Salvany
CAPÍTULO XXXVII DEL LIBRO: EL LIBERALISMO ES PECADO
Y, sin embargo, como hemos dicho antes, el sueño
dorado, la eterna ilusión de muchos de nuestros hermanos.
Creen éstos que lo que le importa principalmente a la
verdad es sean muchos sus defensores y amigos. [Nota del editor: Cualquier semejanza con la FSSPX y los grupos Ecclesia Dei es solo coincidencia].
Número paréceles sinónimo de fuerza: para ellos sumar, aunque
sean cantidades heterogéneas, es siempre multiplicar la
acción, así como restar es siempre disminuirla. Vamos a
esclarecer un poco más este punto, y a emitir algunas
últimas observaciones sobre esta ya agotada materia.
La verdadera fuerza y poder de todas las cosas, así en lo
físico como en lo moral, está más en la intensidad de ellas
que en su extensión. Mayor volumen de igual intensa
materia es claro que da mayor fuerza; mas no por el
aumento de volumen, sino por el aumento o suma mayor
de intensidades. Es regla, pues, de buena mecánica
procurar aumento en la extensión y número de las fuerzas,
mas a condición de que con esto resulten verdaderamente
aumentadas las intensidades. Contentarse con el aumento,
sin detenerse a examinar el valor de lo aumentado, es no
solamente acumular fuerzas ficticias, sí que exponerse,
como hemos indicado, a que con ellas salgan paralizadas en
su acción hasta las verdaderas, si algunas hubiere.
Es lo que pasa en nuestro caso, y que nos costará
poquísimo demostrar.
La verdad tiene una fuerza propia que comunica a sus
amigos y defensores. No son éstos los que se la dan a ella;
es ella quien a ellos se la presto. Mas a condición de que
sea ella realmente la defendida. Donde el defensor, so capa
de defender mejor la verdad, empieza por mutilarla y
encogerla o atenuarla a su antojo, no es ya tal verdad lo
que defiende, sino una invención suya, [NB: Acuerdos prácticos, aceptación del 95% del CV II] criatura humana de
más o menos buen parecer, pero que nada tiene que ver
con aquella otra hija del cielo.
Esto sucede hoy día a muchos hermanos nuestros, víctimas
(algunos inconscientes) del maldito resabio liberal. Creen
con cierta buena fe defender y propagar el Catolicismo;
pero a fuerza de acomodarlo a su estrechez de miras y a su
poquedad de ánimo, para hacerlo (dicen) más aceptable al
enemigo a quien desean convencer, no reparan que no
defienden ya el Catolicismo, sino una cierta cosa particular
suya, que ellos llaman buenamente así, como pudieran
llamarla con otro nombre.
Pobres ilusos que, al empezar el combate, y para mejor ganarse al enemigo, han empezado por mojar la pólvora y por quitarle el filo y la punta a la espada, sin advertir que espada sin punta y sin filo no es espada, sino hierro viejo, y que la pólvora con agua no lanzará el proyectil.
Sus periódicos, libros y discursos,
barnizados de catolicismo, pero sin el espíritu y vida de él,
son en el combate de la propaganda lo que la espada de
Bernardo y la carabina de Ambrosio, que tan famosas ha
hecho por ahí el modismo popular para representar toda
clase de armas que no pinchan ni cortan.
¡Ah! no, no, amigos míos; preferible es a un ejército de
esos una solo compañía, un solo pelotón de bien armados
soldados que sepan bien lo que defienden y contra quién lo
defienden y con qué verdaderas armas lo deben defender.
Denos Dios de esos, que son los que han hecho siempre y
han de hacer en adelante algo por la gloria de su Nombre, y
quédese el diablo con los otros, que como verdadero
desecho se los regalamos.
Lo cual sube de punto si se considera que no sólo es inútil
para el buen combate cristiano tal haz de falsos auxiliares,
sino que es embarazosa y casi siempre favorable al
enemigo. Asociación católica que debe andar con esos
lastres, lleva en si lo suficiente para que no pueda hacer
con libertad movimiento alguno. Ellos matarán a la postre
con su inercia toda viril energía; ellos apocarán a los más
magnánimos y reblandecerán a los más vigorosos; ellos
tendrán en zozobra al corazón fiel, temeroso siempre, y con
razón, de tales huéspedes, que son bajo cierto punto de
vista amigos de sus enemigos. Y, ¿no será triste que, en
vez de tener tal asociación un solo enemigo franco y bien
definido a quien combatir, haya de gastar parte de su
propio caudal de fuerzas en combatir, o por lo menos en
tener a raya, a enemigos intestinos que destrozan o
perturban por lo menos su propio seno? Bien lo ha dicho La
Civiltá Cattolica en unos famosos artículos.
"Sin esa precaución, dice, correrían peligro ciertísimo no
solamente de convertirse tales asociaciones (las católicas)
en campo de escandalosas discordias, mas también de
degenerar en breve de los sanos principios, con grave ruina
propia y gravísimo daño de la Religión."
Por lo cual concluiremos nosotros este capítulo trasladando
aquí aquellas otras tan terminantes y decisivas palabras del
mismo periódico, que para todo espíritu católico deben ser
de grandísima, por no decir de inapelable autoridad. Son
las siguientes:
"Con sabio acuerdo las asociaciones católicas de ninguna
cosa anduvieron tan solicitas como de excluir de su seno,
no sólo a todo aquel que profesase abiertamente las
máximas del Liberalismo, si que a aquellos que, forjándose
la ilusión de poder conciliar el Liberalismo con el
Catolicismo, son conocidos con el nombre de católicos
liberales".
martes, 22 de septiembre de 2015
DEL CÓMO UN CATÓLICO SE HACE CÓMPLICE DEL LIBERALISMO: Félix Sardá y Salvany
Capítulo XVII del Libro El Liberalismo es pecado
Dánse varios modos con que sin ser precisamente liberal,
puede un católico hacerse cómplice del Liberalismo. Y he
aquí un punto todavía más práctico que el anterior y acerca
del cual debe estar muy frustrada y prevenida la conciencia
del fiel cristiano en estos tiempos.
Sabido es que hay pecados de los cuales nos hacemos reos,
digámoslo así, no por verdadera y directa comisión de ellos
sino por mera complicidad o connivencia con sus autores.
Siendo de tal naturaleza esta complicidad, que llega
muchas veces a igualar en gravedad a la acción
pecaminosa directamente cometida. Puede, pues, y debe
aplicarse al pecado de Liberalismo cuanto sobre este punto
de complicidad enseñan los tratadistas de Teología moral.
Nuestro objeto no es más que dejar apuntados aquí
brevemente los principales modos con que acerca del
Liberalismo se puede contraer hoy día esta complicidad.
1.° Afiliándose formalmente a un partido liberal. Es la
complicidad mayor que puede darse en esta materia, y
apenas se distingue de la acción directa a que se refiere.
Muchos hay que, en su claro juicio, ven toda la falsedad
doctrinal del Liberalismo y conocen sus siniestros
propósitos y abominan su detestable historia. Mas, o por
tradición de familia, o heredados rencores, o por
esperanzas de medro personal, o por consideración a
favores recibidos, o por temor a perjuicios que les puedan
sobrevenir, o por otra causa cualquiera, aceptan un puesto
en el partido que tales doctrinas sustenta y tales propósitos
abriga, y permiten se les cuente públicamente entre sus
individuos y se honran con su apellido y trabajan bajo su
bandera. Estos desdichados son los primeros cómplices, los
grandes cómplices de todas las iniquidades de su partido;
aun sin conocerlas detalladamente, son verdaderos
coautores de ellas y participan de su inmensa
responsabilidad. Así hemos visto en nuestra patria a
hombres muy de bien, excelentes padres de familia,
honrados comerciantes o artesanos, figurar en partidos que
traen en su programa usurpaciones y rapiñas que ninguna
honradez humana puede justificar. Son, pues, ante Dios
responsables de este atentado como el tal partido que los
cometió, siempre que el tal partido los considere, no como
hecho accidental, sino como lógico procedimiento suyo. La
honradez de tales sujetos sólo sirve de hacer más grave
esta complicidad. Porque es claro que si un partido malo no
se compusiera más que de malvados, no habría gran cosa
que temer de él. Lo horrible es el prestigio que a un partido
malo dan las personas relativamente buenas que le honran
y recomiendan con figurar en sus filas.
2º Aun sin estar formalmente afiliados a un partido liberal,
antes haciendo publica protesta de no pertenecer a él,
contraen también complicidad liberal los que manifiesten
por él públicas simpatías, elogiando sus personajes,
defendiendo o excusando sus periódicos, tomando parte en
sus festejos. La razón es evidente. El hombre, sobre todo si
vale algo por su talento o posición, hace mucho en favor de
cualquier idea con sólo mostrarse en relaciones más o
menos benévola con sus fautores. Da más con el obsequio
de su prestigio personal, que si diese dinero, armas, o
cualquier otro material auxilio. Así, por ejemplo, honrar un
católico, sobre todo si es sacerdote, a un periódico liberal
con su colaboración, es manifiestamente favorecerle con el
prestigio de su firma, aunque con ella no se defienda la
parte mala del periódico, aunque con ella se disienta de
esta misma parte mala. Se dirá tal vez que con escribir allí
se logra hacer oír la voz del bien por muchos que en otro
periódico no la escucharían. Es verdad, pero también la
firma del hombre bueno sirve allí de abonar tal periódico a
la vista de los lectores poco hábiles en distinguir las
doctrinas de un redactor de las de su vecino; y así, lo que
se pretendía fuese contrapeso y compensación del mal, se
convierte para la generalidad en efectiva recomendación de
él. Mil veces lo hemos oído: "¿Malo es tal periódico? Pues
¿no escribe en él D. Fulano de tal?" Así discurre el vulgo, y
vulgo somos casi la totalidad del género humano. Por
desgracia es frecuentísima en nuestros días esta
complicidad.
3.º Se comete verdadera complicidad votando candidatos
liberales, y esto aunque no se voten por la razón de tales,
sino por opiniones económicas o administrativas, etc., de
aquel diputado. Por más que en una cuestión de éstas
puede estar conforme tal diputado con el Catolicismo, es
evidente que en las demás cuestiones ha de hablar y votar
según su criterio herético; y se hace cómplice de sus
herejías el que le puso en el caso de que fuese a
escandalizar con ellas el país.
4.° Es complicidad estar suscrito al periódico liberal o
recomendarlo en el periódico sano por falsa razón de
compañerismo, o lamentar por análoga razón de falsa
cortesía, su cese o suspensión. Ser suscriptor de un
periódico liberal es dar dinero para fomentar el Liberalismo;
más aún, es ocasionar que otro incauto se decide a leerlo
viendo que vos lo tomáis; es, además, propinar a la familia
y a los amigos de la casa una lectura más o menos
envenenada. ¿Cuántos periódicos malos debieran desistir
de su ruin y maléfica propaganda, si no los apoyasen
ciertos bonachones suscriptores? Lo mismo decimos de la
frase de cajón entre periodistas: nuestro estimado colega,
o la otra de desearle abundante suscripción, o la más
común de sentimos el percance de nuestro compañero,
tratándose respectivamente de la primera salida o de la
suspensión de un periódico liberal No debe haber estos
compadrazgos entre soldados de tan opuesta bandera como
lo son la de Dios y la de Satanás. Al cesar o ser suspendido
un periódico de éstos deben darse gracias a Dios porque
tenga Su Divina Majestad, un enemigo menos: al
anunciarse su aparición debe, no saludarse ésta, sino
lamentarse como una calamidad.
5.º Complicidad es administrar, imprimir, vender, repartir,
anunciar o subvencionar tales periódicos o libros, aunque
sea haciéndolo a la vez con los buenos, aunque sea por
mera profesión industrial, aunque sea como medida
material de ganar el diario sustento.
6.º Es complicidad en los padres de familia, directores
espirituales, dueños de talleres, catedráticos y maestros,
callar cuando son preguntados sobre estas cosas; o
simplemente no explicarlas cuando tienen obligación, para
ilustrar las conciencias de sus subordinados.
7.º Es complicidad a voces ocultar la convicción, propia
buena, dando lugar a que se sospeche que se tiene malo.
No se olvide que hay mil ocasiones en que es obligación del
cristiano dar público testimonio de la verdad, aun sin ser
formalmente requerido.
8.º Es complicidad comprar fincas sagradas o de
beneficencia sin el beneplácito de la Iglesia, aunque las
saque a pública subasta la desamortización, como no se
compren para devolverlas a su legitimo dueño. Es
complicidad redimir censos eclesiásticos sin permiso del
verdadero señor de ellos, aunque se presente muy lucrativa
la operación. Es complicidad intervenir como agente en
tales compras y ventas, publicar los anuncios de subastas,
practicar corredurías, etc. Todos estos actos traen además
consigo obligación de restituir en la proporción de lo que
con ello se ha contribuido al inicuo despojo.
9º.-Es en algún modo complicidad prestar la casa propia
para actos liberales o cederla en alquiler para ello, como
por ejemplo, para casinos patrióticos, escuelas laicas,
clubs, redacciones de periódicos liberales, etc.
10º .-Es complicidad celebrar fiestas cívicas o religiosas por
actos notoriamente liberales o revolucionarios; asistir
voluntariamente a dichas fiestas; celebrar exequias
patrióticas que tienen más de significación revolucionaria
que de sufragio cristiano; pronunciar discursos fúnebres en
elogio de difuntos notoriamente liberales; adornar con
coronas y cintas sus sepulcros, etc. ¡Cuántos incautos han
flaqueado en su fe por estas causas!
Estas indicaciones hacemos, abarcando sólo lo más común
en esta materia. Las complicidades pueden ser de variedad
infinita, como los actos de la vida del hombre, que son, por
lo infinitos, inclasificables. Grave es la doctrina que en
algunos puntos hemos sentado, pero si es cierta la Teología
moral aplicada a otros errores y crímenes, ¿ha de serlo
menos aplicada al que nos ocupa esta ocasión?
lunes, 21 de septiembre de 2015
sábado, 19 de septiembre de 2015
EL CLAMOR DE FRANCISCO PARA QUE VENGA EL GOBIERNO MUNDIAL: Sermón R. P. Altamira
Queridos hijos:
Hoy rezamos la Misa de la Solemnidad del Papa San Pío X, nuestro santo patrono, el patrono que Mons. Lefebvre quiso para sus
sacerdotes. Como ya habíamos adelantado, predicaremos sobre la encíclica de Francisco, “Laudato si; o: Un intento por construir La
Ciudad del Hombre”, la ciudad sin Dios, sin la Santísima Trinidad. La ciudad para el Ánomos, el Anticristo.
Este domingo, la prédica podría ser llamada: EL CLAMOR DE FRANCISCO PARA QUE VENGA EL GOBIERNO MUNDIAL (ver más abajo).
San Pío X, en su primera encíclica, “E Supremi Apostolatus” (4 octubre 1903), se preguntaba si no había nacido ya el Hombre de
Pecado, el Anticristo:
Es indudable que quien considere todo esto tendrá que admitir de plano que esta perversión de las almas es COMO UNA MUESTRA, COMO EL PRÓLOGO DE
LOS MALES que debemos esperar EN EL FIN DE LOS TIEMPOS; O INCLUSO PENSARÁ QUE YA HABITA EN ESTE MUNDO EL HIJO DE LA PERDICIÓN (8) de quien habla el
Apóstol. En verdad, con semejante osadía, con este desafuero de la virtud de la religión, se cuartea por doquier la piedad, LOS DOCUMENTOS DE LA FE
REVELADA SON IMPUGNADOS y se pretende directa y obstinadamente apartar, destruir cualquier relación que medie entre Dios y el hombre. Por el
contrario -esta es la señal propia del Anticristo según el mismo Apóstol-, el hombre mismo con temeridad extrema ha invadido el campo de Dios,
exaltándose por encima de todo aquello que recibe el nombre de Dios; hasta tal punto que -aunque no es capaz de borrar dentro de sí la noción que
de Dios tiene-, tras el rechazo de Su majestad, SE HA CONSAGRADO A SÍ MISMO ESTE MUNDO VISIBLE COMO SI FUERA SU TEMPLO (nota: qué parecido es esto a lo
que dice Francisco de “este mundo visible”) para que todos lo adoren. Se sentará en el templo de Dios, mostrándose como si fuera Dios (9).
Volviendo a Francisco, habíamos dicho que su encíclica es mucho más que un texto “ecológico”, es una cosmovisión, es la visión de
Francisco sobre el hombre y el mundo, su visión sobre el hombre y el universo, hacia dónde vamos y qué es lo que se va a construir.
Con semejantes tópicos, cómo no va a ser importante preguntarse sobre el fin para el cual ha sido creado el hombre.
Y Francisco lo hace, pero lamentablemente sus palabras son otra verificación de que estamos frente a UNA NUEVA FALSA RELIGIÓN, la
Religión Mundial (o su esbozo) para el Gobierno Mundial del Anticristo.
Debemos decirlo: Lo que predica Francisco, lo que han creado con el Concilio Vaticano II, eso ya no es Catolicismo, ES UNA FALSIFICACIÓN,
UNA ADULTERACIÓN de la Iglesia Católica.
Pero escuchemos entonces cuál es el fin del hombre según Francisco:
160. (…) ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? (…) ¿para qué nos necesita esta tierra? (…) Se requiere advertir que LO
QUE ESTÁ EN JUEGO es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en DEJAR UN PLANETA HABITABLE PARA LA HUMANIDAD QUE NOS
SUCEDERÁ… (nota: ¡ay, tonto de mí!, pensé que un "supuesto" Papa iba a decir “lo que está en juego es nuestra propia salvación”, “lo que está en juego
es salvarse, llegar al Cielo, evitar el Infierno”, pero no. Está en juego “nuestra dignidad” y nuestro fin en este mundo es “dejar un planeta habitable
para la humanidad de que nos sucederá”).
163. He intentado analizar LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA HUMANIDAD (nota: ¡ah!, con semejante título o introducción, seguro que aquí dice del terrible
alejamiento de la humanidad con respecto a Dios y a su Santa Religión Católica; escuchemos), [he tratado de analizar LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA
HUMANIDAD] tanto en las grietas que se observan en el planeta que habitamos, COMO EN LAS CAUSAS MÁS PROFUNDAMENTE HUMANAS (nota: las causas
más profundamente humanas… ¿del alejamiento de Dios? No; sino:) [las causas más profundamente humanas] de la degradación ambiental…
Siendo el "supuesto" Papa, pensé –tontamente- que hablaría como nuestros antiguos Catecismos Católicos:
“¿Para qué fin ha creado Dios al hombre? Dios ha creado al hombre para que éste le conozca, le ame, y le sirva en esta vida, y mediante
esto salvar su alma y llevarle Cielo”. Es lo mismo que dice San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales. San Ignacio lo llama “El
Principio y Fundamento” (de la vida del hombre sobre la tierra), y que Francisco debería conocer por ser jesuita, pero no: Ahora tenemos un
nuevo fin aquí en la tierra y Francisco nos ilustra sobre él: Dejar un planeta “habitable” (crear La Ciudad del Hombre).
Ahora el tema del Gobierno Mundial.
En su momento nos había impresionado mucho cuando Benedicto en el año 2009, por medio de una “encíclica”, llamaba y aclamaba
la necesidad de formar un Gobierno Mundial. Uno se pregunta cómo puede ser que hable a favor del Gobierno Mundial, un Papa no puede desconocer las profecías del Apocalipsis y de quién va a ser ese Gobierno Mundial.
Y Francisco, en su encíclica, también hablará de la necesidad de formar el Gobierno Mundial utilizando palabras propias y palabras de
Benedicto.
Está muy bien pensaba LA GRADUACIÓN con que lo hará: Primero insistirá en los problemas mundiales y la necesidad de resolverlos de
una vez, insistirá en la necesidad de que haya leyes mundiales “fuertes” que sean respetadas y que se apliquen sanciones para quienes
no las cumplan. Después de este desarrollo o exposición dirá: “Se debe hacer el Gobierno Mundial”.
Escuchemos primero su intento de mostrar la necesidad de crear “El Gobierno Mundial” por los problemas “globales”:
159. (…) Las crisis económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae aparejado el desconocimiento de un destino
común... 164. Desde mediados del siglo pasado… se ha ido afirmando la tendencia a concebir EL PLANETA COMO PATRIA y LA HUMANIDAD COMO PUEBLO que
habita UNA CASA DE TODOS. Un mundo interdependiente… procurar que las soluciones se propongan desde una perspectiva global… La
interdependencia nos obliga a pensar en UN SOLO MUNDO, en UN PROYECTO COMÚN. (…) Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser
resueltos por acciones de países aislados, es indispensable UN CONSENSO MUNDIAL… 166. (…) las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos
años… no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces. 167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992
en Río de Janeiro… la Declaración de Estocolmo (1972)… los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se establecieron
adecuados MECANISMOS DE CONTROL, de revisión periódica y de SANCIÓN de los incumplimientos. Los principios enunciados siguen reclamando caminos
eficaces… 169. (…) Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar
significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre EL BIEN COMÚN GLOBAL… 173. URGEN ACUERDOS
INTERNACIONALES QUE SE CUMPLAN… Hacen falta MARCOS REGULATORIOS GLOBALES que impongan obligaciones y que IMPIDAN ACCIONES INTOLERABLES… 174.
Mencionemos también el sistema de gobernanza de los océanos… la ausencia de SEVEROS MECANISMOS DE REGLAMENTACIÓN, control y SANCIÓN terminan
minando todos los esfuerzos… necesitamos UN ACUERDO SOBRE LOS REGÍMENES DE GOBERNANZA para toda la gama de los llamados «bienes comunes
globales» (nota: es impresionante aquí con qué insistencia pide Francisco la creación de leyes internacionales fuertes y que se apliquen sanciones a
los que no las cumplan, leyes que incumban a todos los hombres y a todos los países “con mano fuerte”).
Y luego de esta preparación, ahora dirá -lisa y llanamente- que debe haber un Gobierno Mundial:
175. (…) la dimensión económico-financiera, de características transnacionales, tiende a predominar sobre la política. En este contexto, SE VUELVE
INDISPENSABLE la maduración de INSTITUCIONES INTERNACIONALES más fuertes y eficazmente organizadas, CON AUTORIDADES designadas
equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y dotadas de poder PARA SANCIONAR.
Como afirmaba Benedicto XVI… «para gobernar la economía mundial… para lograr un oportuno desarme integral, LA SEGURIDAD alimenticia y LA
PAZ, para garantizar la salvaguardia del ambiente… URGE LA PRESENCIA de una verdadera AUTORIDAD POLÍTICA MUNDIAL , como fue ya
esbozada por mi Predecesor, Juan XXIII» [nota 129: Benedicto XVI, Carta enc. CARITAS IN VERITATE (29 junio 2009), su número 67: AAS 101 (2009), 700].
Pero escuchemos la cita completa porque, en este caso Benedicto, dice más cosas en su texto. Se trata del nº 67 de su encíclica
“Cáritas in veritate”:
(nº 67 continuación) ESTA AUTORIDAD deberá estar regulada por el derecho… estar ordenada a la realización del bien común2
, comprometerse en la
realización de un auténtico DESARROLLO HUMANO INTEGRAL…
DICHA AUTORIDAD, además, deberá estar reconocida por todos, gozar de PODER EFECTIVO para garantizar a cada uno LA SEGURIDAD…
Obviamente, debe tener la facultad de HACER RESPETAR SUS PROPIAS DECISIONES a las diversas partes, así como [tener la facultad hacer respetar] LAS
MEDIDAS DE COORDINACIÓN ADOPTADAS EN LOS DIFERENTES FOROS INTERNACIONALES… (nota: “medidas de coordinación de foros internacionales” son leyes).
El desarrollo integral de los pueblos y la colaboración internacional EXIGEN el establecimiento de UN GRADO SUPERIOR DE ORDENAMIENTO INTERNACIONAL
de tipo subsidiario PARA EL GOBIERNO DE LA GLOBALIZACIÓN, [EXIGEN] que se lleve a cabo FINALMENTE UN ORDEN SOCIAL conforme al orden moral… ya
previsto en EL ESTATUTO DE LAS NACIONES UNIDAS (nota: pensábamos, como se trataba de un Papa, que pediría que se forme “un orden
social” conforme al Catolicismo, conforme a la Verdad, conforme a la Doctrina Católica, para Cristo Rey; pero no. El “orden social” pedido por estos "supuestos" Papas es el de LAS NACIONES UNIDAS, una organización absolutamente contraria a Dios Nuestro Señor Jesucristo y absolutamente contraria a
su Catolicismo, ¡eso piden!).
Tanta insistencia en “PAZ Y SEGURIDAD” para el mundo por medio de un Gobierno Mundial, nos recuerda un pasaje de la Sagrada
Escritura, donde se nos narra literalmente sobre sobre “paz y seguridad” en relación al final y al castigo de este Gobierno Mundial del
Anticristo. Escuchemos la Sagrada Escritura:
(I Tesalonicenses, cap. 5, 1ss) “1 Por lo que toca a los tiempos y a las circunstancias… 2 Vosotros mismos sabéis perfectamente que, como ladrón de
noche, así viene EL DÍA DEL SEÑOR. 3 Cuando digan “PAZ Y SEGURIDAD”, entonces vendrá sobre ellos de repente la ruina… y no escaparán…”.
Francisco y otros dan varias excusas para pretender formar el Gobierno Mundial: Que haya “paz” contra la guerra, que haya
“seguridad” (seguridad civil, seguridad económica), que se cuide el medio ambiente, etc.
Y aquí, luego de haber pedido explícitamente que haya un Gobierno Mundial, reafirmará LA EXCUSA de LA ECONOMÍA para formarlo: Los
bancos y las crisis financieras. En definitiva es otra excusa de “SEGURIDAD”, tener la tranquilidad de que la economía no va a “estallar en
mil pedazos”:
189. (…) La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de REVISAR Y REFORMAR EL ENTERO SISTEMA,
reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis… LA CRISIS FINANCIERA DE 2007-2008 era LA
OCASIÓN para el desarrollo de UNA NUEVA ECONOMÍA… y para UNA NUEVA REGULACIÓN de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia.
Pero NO HUBO UNA REACCIÓN que llevara a repensar LOS CRITERIOS OBSOLETOS QUE SIGUEN RIGIENDO AL MUNDO
Oyendo palabras así, nos preguntamos si no harán, como tantos rumorean, UNA MEGA CRISIS económica y financiera a nivel mundial,
donde “más de medio mundo quiebre”, para usarlo de excusa para hacer el Gobierno Mundial, con El Nuevo Mesías, que será el Nuevo
Salvador de la Humanidad, y nos solucionará todos estos problemas, y la guerra, y la falta de seguridad, etc.
Les compartimos un último sobre el Gobierno Mundial:
202. Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo LA HUMANIDAD NECESITA CAMBIAR. Hace falta la conciencia de UN ORIGEN COMÚN, de
UNA PERTENENCIA MUTUA y de UN FUTURO COMPARTIDO POR TODOS… Se destaca así UN GRAN DESAFÍO cultural, espiritual y educativo… 207. LA CARTA DE LA
TIERRA nos invitaba a todos a dejar atrás una etapa de autodestrucción y a COMENZAR DE NUEVO, pero todavía no hemos desarrollado UNA CONCIENCIA
UNIVERSAL que lo haga posible. Por eso me atrevo a proponer nuevamente aquel precioso desafío: «COMO NUNCA ANTES EN LA HISTORIA, EL DESTINO COMÚN
nos hace un llamado a buscar UN NUEVO COMIENZO… » (comentario: por supuesto que este “NUEVO COMIENZO” es algo puramente naturalista, del
hombre y para el hombre, donde Jesucristo no cabe: ¡LA CIUDAD DEL HOMBRE! descrita por San Agustín. En la nota de esta frase, la nota nº 148, se nos
dice que estas son palabras e ideas de La Carta de la Tierra, La Haya, año 2000: ¡Caray!, pensábamos que siendo un supuesto Papa, ese “nuevo
comienzo” sería que la Humanidad volviera a Dios Nuestro Señor Jesucristo, que la Humanidad se convirtiera a Cristo, pero no. Todo queda en el
hombre y para el hombre, para construir La Ciudad del Hombre con un amor de signo contrario al amor a Dios (“dos amores hicieron dos ciudades…).
Por lo visto nosotros estamos “bastante equivocados” sobre cómo deben ser las cosas, las pensamos “católicamente”, mas no es el caso).
Así como Francisco ha llamado a la formación del Gobierno Mundial, así también en su encíclica da, no muchos, muchísimos conceptos de lo que
nosotros vemos que será LA RELIGIÓN MUNDIAL, la Religión del Hombre, “La Religión de La Ciudad del Hombre”.
Como la prédica se hace excesivamente larga, habiendo visto el Gobierno Mundial, este otro tema de la Religión Mundial lo predicaremos en forma
exclusiva en otra oportunidad. Hoy daremos sólo dos pinceladas como adelanto:
Fíjense bien la gravedad de todo esto. “Laudato si”, se trata, en teoría, de una “encíclica”, es decir, el documento “oficial” de los Papas para enseñar a
los fieles católicos, y allí “para enseñar a los católicos” se coloca la [entre comillas] “enseñanza” del máximo líder (honorario) de una religión falsa; nos
referimos al Patriarca Bartolomé de la Religión Ortodoxa.
No siendo esto suficiente, Francisco hará también alusión a las enseñanzas de un maestro “espiritual” musulmán Ali Al-Kawwas.
Todo esto para formar parte de la enseñanza de una encíclica.
¿Y cómo cierra Francisco esta “tan hermosa y católica” encíclica?
La cierra con dos oraciones “bergoglianas” que él ofrece al final. La cierra con dos “invitaciones” a hacer communicatio in sacris, algo gravísimo, es
decir “unirse, comunicar” (participar juntos, mezclar) en las cosas sagradas del Catolicismo la intervención de religiones falsas. En la época del Papa San
Pío X (con su código canónico), el culpable de communicatio se hacía “sospechoso de herejía” y, si no se retractaba, era declarado hereje y
excomulgado.
Pues bien, Francisco, cierra una “encíclica” con el ofrecimiento de dos oraciones. Una, para todas las personas que creen en Dios
(del cualquier religión: Islam, Judaísmo, etc, etc). Otra, para todos los cristianos (obviamente allí se incluyen los herejes ortodoxos, los protestantes, los
anglicanos). ¡Y Francisco hace estas cosas así, públicamente! Escuchemos, es el último apartado de su “encíclica”:
246. Después de ESTA PROLONGADA REFLEXIÓN, gozosa y dramática a la vez (nota: nosotros diríamos “más dramática que gozosa”), PROPONGO DOS
ORACIONES, UNA que podamos compartir TODOS LOS QUE CREEMOS EN UN DIOS CREADOR OMNIPOTENTE, y OTRA para que LOS CRISTIANOS sepamos asumir los
compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús (nota: ¡Dios mío!, ¡qué es esto!, ¡esto no es Catolicismo, esto no es la Iglesia
Católica!, no sólo se presenta “oficialmente” una invitación a una communicatio in sacris, si no que en lo que toca con ortodoxos, protestantes y
anglicanos el fin dado por Francisco en dicha oración es, teilhardianamente, “asumir los compromisos con la creación”, compromisos ¡que ¡nos
plantea el Evangelio de Jesús”!, quisiéramos saber dónde dice el Evangelio algo así, uno dice: ¡ Qué – Es – Esto !)
Si todavía tienen “estómago y coraje” escuchemos las dos oraciones:
Invitación a una “Communicatio in sacris” con todas las religiones: El título que le da Francisco es “Oración por nuestra tierra”. Escuchemos:
Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo… Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie. (…)
Sana nuestras vidas, para que seamos PROTECTORES DEL MUNDO y no depredadores… [Enséñanos] a reconocer que ESTAMOS PROFUNDAMENTE UNIDOS CON
TODAS LAS CRIATURAS en nuestro camino HACIA TU LUZ INFINITA… (nota: nuevamente, muy teilhardiano todo esto…).
Invitación, ahora, a una “Communicatio in sacris” con ortodoxos, protestantes y anglicanos, con “los cristianos”. Francisco la llama
“Oración cristiana con la creación”. Escuchemos:
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas… llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las
cosas… te hiciste parte de esta tierra… Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas (nota: también un poco, o “un
mucho”, expresiones teilhardianas. Otro tema: Tampoco vayan a concluir, “mire, por fin lo llama Dios a Jesús”, porque “hijo de Dios” también se
puede entender heréticamente, con la herejía del modernismo, con la herejía de los gnósticos; tal vez otro día hablaremos de esto). Espíritu Santo,
que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación… Alabado seas.
Señor Uno y Trino (nota: cuidado también aquí con lo de la Trinidad, ya expliqué en otros sermones sobre las herejías de los modalistas y los
sabelianos)… enséñanos a contemplarte en la belleza del universo… Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe (nota:
“hola, Teilhard”, otra vez).
Dios de amor… Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los
débiles, y cuiden este mundo que habitamos. Los pobres y LA TIERRA están clamando (nota: algún tinte izquierdista-socialista):
Señor (nota: ¿será “el Señor del Mundo”?), tómanos a nosotros con tu poder y tu luz… para preparar un futuro mejor, PARA QUE VENGA TU REINO…
(nota: ¿El reino de quién?, ¿de cuál de los dos?, ¿de Cristo o del Anticristo?).
Este mes de septiembre, se reunirá Francisco con Obama en la Casa Blanca, y se reunirá con la ONU.
Veremos si ya declaran el Gobierno Mundial y la Religión Mundial… o todavía esperan un poco.
Nosotros pensábamos que tal vez Francisco todavía no teníamos a “El Falso Profeta” (el de las profecías finales, esjatológicas).
Pensábamos que podía ser un precursor, o modelo, o tipo, del Falso Profeta. Porque nos decíamos: “Caramba, hasta para ser malo de
verdad hay que ser serio, y Francisco se nos presenta demasiado… payasesco. No le da la talla, no le da el perfil, para ser el Falso
Profeta”.
Pero leyendo esta última encíclica, ya nos da más miedo, y decimos: “No sé si no es el Falso Profeta”. En fin, Dios dirá…
Y en medio de todo esto, Mons. Fellay, al frente de la obra de Monseñor Lefebvre, le agradece, ¡a Francisco! , “el gesto paternal” que
tuvo hace unos días con la nuestra Congregación, al permitirnos confesar “lícita y válidamente” en este Año de la Misericordia. Todo
esto es increíble… Y por supuesto que Mons. Fellay no dice una palabra de esta encíclica y otras cosas de Francisco.
jueves, 17 de septiembre de 2015
EUROPA ¿Qué futuro te espera?
EUROPA
Evidentemente la desestabilización de los
países árabes fue promovida por los mentores del NOM (Nuevo Orden Mundial) con
la finalidad de crear el califato islámico.
El objetivo de los islamistas es implantar
la sharia en todo el mundo a sangre y
fuego pero la Cristiandad es el objetivo prioritario a batir.
Así que vienen mandando sucesivas oleadas
de migraciones musulmanas sobre Europa, a modo de quinta columna, antes de
lanzarse sobre ella.
Los gobiernos europeos, fieles marionetas
del poder oculto, hacen que el flujo no se detenga esgrimiendo argumentos
humanitarios, como si no hubiese otras soluciones.
Los medios de comunicación, hijos
predilectos del mismo poder en la sombra, manipulan a la opinión pública a
favor de los “refugiados” entre los que llegan miles de yihadistas.
Y por supuesto la iglesia conciliar con Bergoglio a la cabeza, se vuelca para recibir
con los brazos abiertos a los invasores.
Europa, ¿qué futuro te espera?
Tomado de Periscopio
martes, 15 de septiembre de 2015
lunes, 14 de septiembre de 2015
MONASTERIO SAN JOSÉ: Boletín informativo Agosto - Septiembre del 2015
Estimados amigos y benefactores:
La oración, la penitencia, y la vigilancia nos apremian a cada uno de nosotros hoy más que
nunca en medio de la crisis sin precedentes que vivimos y que azota a la Iglesia Católica, a la FSSPX
y por lo tanto a todo el mundo entero, visualizándose por lo mismo, por todos lados, un castigo
inminente de proporciones insospechadas.
La Iglesia Conciliar desde el Vaticano II, hace ya 50 años, ha optado por incorporar los falsos
principios de la Revolución a su doctrina como su propia herencia; principios ya condenados
multitud de veces por la Iglesia Católica por su Magisterio infalible.
Han pasado ya cincuenta años
de apostasía, de traición; 50 años de haber destronado a Nuestro Señor Jesucristo y de haber
puesto al hombre y su “sagrada” libertad en su lugar. Ahora Francisco convoca a un jubileo “santo”
para conmemorar estos 50 años de apostasía. Y para colmo de males, la misma FSSPX, el que era el
último bastión organizado de defensa de la fe hasta hace algunos años, se ha unido a los festejos de
los enemigos de Cristo, llamando también a este año “santo”(DICI, comunicado de la casa
general, 1 de Septiembre 2015), aceptando además el “regalo” que les ofreció Francisco por este
jubileo, de ser contados como parte de la Iglesia Conciliar, borrando el estado de necesidad real
que ha creado la apostasía de la Roma modernista.
Al realizar estos actos, la FSSX ha canonizado
como “santo” al Vaticano II y ha puesto la etiqueta de católica a la nueva Iglesia masónica apostata
Conciliar. Con este acto de ceguera y compromiso traidor, la FSSPX se ha unido a la destrucción de
la Iglesia Católica por omisión y por comisión.
Alejémonos de todos estos traidores al reinado social e individual de Nuestro Señor Jesucristo
para no ser partícipes de su pecado, vigilando sobre la defensa de la fe, con oración asidua para
encontrar nuestro refugio, fortaleza y consolación debajo de los sagrados corazones de Jesús,
María, y José. Y hagamos frutos dignos de penitencia para que ayudemos a Jesucristo a
reconquistar su Reino desde el madero de la Cruz a través de nosotros: “Regnabit a ligno Deus”
(Dios reinó desde el madero de la Cruz), para que podamos escapar sino ya al castigo temporal
inminente, por lo menos escapar al castigo del fuego eterno del infierno.
Con nuestras oraciones y la santa bendición.
Padre Prior y la comunidad benedictina del Monasterio San José
Avisos sobre la vocación religiosa
De los medios para conservar la vocación
San Alfonso Maria de Ligorio
El que desea obedecer fielmente a la voz de Dios debe determinarse, no sólo a
seguirla, sino a seguirla sin demora y cuanto antes, si no quiere exponerse a grave riesgo
de perder la vocación.
Tres son los medios más principales para custodiar la vocación: secreto, oración y
recogimiento.
1. Del Secreto.
Ordinariamente hablando, debemos guardar secreto sobre nuestra vocación, de
suerte que nadie se entere de ella, excepción hecha del director espiritual; porque, de
ordinario, las gentes del siglo no tienen escrúpulo ni reparo de insinuar a los jóvenes
llamados al estado religioso que en todas partes, aun en medio del mundo, se puede
servir a Dios. ¡Lástima que semejantes proposiciones salgan a veces de labios de
sacerdotes y de religiosos, pero de religiosos que entraron en la Orden sin vocación o
que ignoran lo que esta palabra significa! Es cierto que podemos servir a Dios en todas
partes; pero esto se ha de entender de los que no son llamados a la religión, y no de
aquellos que se sienten con vocación de Dios y se quedan en el mundo para satisfacer
sus caprichos. Estos con gran trabajo, como queda dicho, llevarán vida arreglada y
servirán a Dios.
De modo especial se debe ocultar la vocación a los parientes. Falsamente opinó
Lutero cuando afirmó, según el testimonio de Belarmino, que pecaban los hijos
entrando en religión sin el consentimiento de sus padres, y por toda razón añadía que
los hijos están obligados a obedecerlos en todo. Esta opinión ha sido combatida
unánimemente por los Concilios y los Padres de la Iglesia.
El décimo Concilio de Toledo dice expresamente que es lícito a los hijos entrar en
religión sin licencia de sus padres, siempre que hayan pasado los años de la pubertad.
Dice así: "Los padres podrán negar su permiso a los hijos que desean hacerse religiosos
hasta los catorce años; pasados los catorce años, podrán los hijos abrazar lícitamente el
estado religioso, ora lo consientan los padres, ora sea por libre voluntad y elección de
los hijos". Lo mismo dice el canon 24 del Concilio Tiburtino, y lo enseñan los Santos
Doctores Ambrosio, Jerónimo, Agustín, Bernardo, Tomás y otros que dicen con San
Juan Crisóstomo: "Cuando los padres son estorbo para el adelantamiento
espiritual de los hijos, no se deben atender sus razones".
Son de parecer algunos autores que, cuando un hijo llamado por Dios al estado
religioso puede fácilmente y sin ningún obstáculo obtener el consentimiento de sus
padres, convendría que les pidiese su bendición y consentimiento. Este parecer,
especulativamente hablando, se podría sostener; pero en la práctica está
ordinariamente cercado de mil peligros. Conviene aclarar aquí este punto para acabar
con ciertos escándalos farisaicos. Es cierto que en la elección de estado no tenemos
obligación de obedecer a los padres.
Esta es sentencia común entre los Doctores, y concuerdan con Santo Tomás, que
dice así: "Cuando se trata de contraer matrimônio o de guardar castidad o de cosa
semejante, ni los criados están obligados a obedecer a sus señores ni los hijos a sus
padres".
Sin embargo, cuando el hijo quiere contraer matrimonio, el P. Pinamonti, en su
obra de la Vocación religiosa, sigue la opinión de Sánchez, Koning y otros teólogos, que
aseguran, y con razón, que el hijo está obligado a pedir consejo a sus padres, porque en
estos negocios tienen más experiencia que el hijo, y en semejantes circunstancias
fácilmente los padres tienen en cuenta sus obligaciones.
Pero tratando de la vocación religiosa no están obligados los hijos, como
atinadamente observa el P. Pinamonti, a pedir consejo a sus padres, ya porque
en este asunto carecen de experiencia, ya porque sus miras e intereses los
convierten en enemigos de los hijos. Hablando Santo Tomás de la vocación
religiosa, dice: "No pocas veces los amigos de carne y sangre se oponen a
nuestro adelantamiento espiritual".
Y antes prefieren que los hijos se condenen viviendo en compañía que se salven si
tienen que abandonarlos. Por esto exclama San Bernardo: "¡Oh padre cruel, oh madre
sin entrañas!, que sólo hallan consuelo en la condenación de su hijo, y prefieren que
perezca en su compañía antes que reine lejos de ellos".
Cuando Dios llama a uno a la vida religiosa, dice un grave autor, le exige que se olvide
de sus padres, recordándole estas palabras del Salmista: "Escucha, hija, y
considera, y presta atento oído, y olvida tu pueblo y la casa de tu padre".
Con
estas palabras advierte el Señor que, cuando nos convida a seguirle, no se debe pedir
consejo a los padres. He aquí las palabras del citado autor: "Si es voluntad de Dios
que el alma llamada a la religión se olvide de sus padres y de su casa,
también lo es que para llevar a la práctica el consejo del Señor no debe
pedir consejo a sus padres y hermanos".
Explicando San Cirilo las palabras que Jesucristo dijo al joven del Evangelio:
"Ninguno que después de haber puesto mano en el arado vuelve los ojos atrás es apto
para el Reino de los Cielos", dice que el que pide tiempo para consultar la vocación con
los parientes, ese es cabalmente quien mira atrás y el declarado por el Señor como
imposibilitado de entrar en el Reino de los Cielos. Por esto Santo Tomás aconseja con
mucho encarecimiento a los que son llamados a vida más perfecta que no pidan parecer
sobre la vocación a sus parientes. De la consultación en este asunto, en primer lugar,
ella debe marcharse a los parientes.
Por consiguiente, hermano mío amadísimo, si Dios te manda abandonar el mundo,
sé muy cauto y no cometas la imprudencia de declarar semejante determinación a tus
padres. Pide a Dios su santa bendición, obedece cuanto antes al divino llamamiento, sin
que ellos lo entiendan, si no quieres exponerte al peligro de perder tu vocación.
Porque, ordinariamente hablando, los parientes, como queda dicho, y, sobre
todo, los padres, ponen mil trabas a la ejecución de semejantes designios.
Y
hay padres y madres que, no obstante ser muy temerosos con Dios, alucinados por la
pasión y por sus propios intereses, se fatigan en inventar mil trazas para estorbar, sin
escrúpulo alguno y bajo especiosos pretextos, la vocación de sus hijos.
Es que el infierno pone en pie de guerra todas sus fuerzas y se arma con
todo su poder para impedir que los que son llamados por Dios a la vida
religiosa lleven a la práctica sus designios.
Por esto conviene ocultar semejante determinación a los amigos, los cuales no
tendrán escrúpulo ni reparo, si no de aconsejaros lo contrario, a lo menos de publicar
vuestro secreto, viniendo por aquí vuestros padres en conocimiento de los designios
que meditáis.
" Vosostros no me escogiteis a Mí, pero Yo os escogí y os he designado para
que vayáis, y llevéis fruto" (Juan XV, 16)
" Niguno puede venira Mí, si el Padre que me envió, no lo atrae." (Juan VI, 44)
" Nadie va al Padre, sino po Mí" (Juan XIV, 6)
" Los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad,
porque también el Padre desea que los que adoran sean tales". (Juan IV, 23)
" A fin de que todos honren al Hijo como honran al Padre".(Juan V, 23)
" Si alguno me sirve, el Padre lo honrará" (Juan XII, 26)
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