martes, 13 de junio de 2023

MARTIROLOGIO BENEDICTINO (SANTOS BENEDICTINOS) 12 DE JUNIO

 



1. SS. Marinus, Zimius, sacerdotes, y Vimius, hermano lego, eran ermitaños escoceses cerca de Kriegstetten, en la diócesis de Ratisbona, en el siglo XI. Se dice que Zimius y Vimius llegaron de Escocia (o Irlanda) cuando Christian era abad del monasterio escocés de Ratisbona, y se establecieron como ermitaños en el lugar antes mencionado. Allí se les unió Marinus, prior de los escoceses de Ratisbona, y vivieron según la Regla de San Benito. Tras su muerte fueron venerados como santos. El abad Christian enterró sus cuerpos en un lugar a cierta distancia de su ermita y construyó una iglesia en honor de San Martín, que se convirtió en una peregrinación favorita. En 1680 se levantaron los restos y se colocaron en nuevas tumbas detrás del altar del coro. El presente día es el aniversario de este levantamiento, y por esa razón se celebra su fiesta. El 2 de julio de 1862 el cuerpo de San Marino fue colocado bajo la mesa del altar mayor y los cuerpos de los otros dos santos bajo los altares laterales de Kriegstetten

2. San Plácido, fundador del monasterio cisterciense de S. Spirito en Pretula en la diócesis de Aquila, Italia, fue hijo de padres virtuosos en el antiguo reino de Nápoles. Después de regresar de una peregrinación a Compostela, estuvo postrado por la enfermedad por espacio de cinco años. Aunque apenas podía mover una extremidad de su cuerpo, siempre estaba alegre. Una vez recuperado, recibió el hábito religioso de manos de un ermitaño en el Monte Corno y fue instruido por él en los principios de la perfección cristiana. Un año después entró en el monasterio de San Nicolás y posteriormente en el de S. Salvatore, que abandonó para escapar de cierto peligro que amenazaba su bienestar espiritual. Después de varios otros cambios de domicilio, finalmente se instaló en Pretula, donde llevó una vida extremadamente austera durante treinta y siete años. Por invitación del Conde Bernardo de Ocri, estableció el monasterio de S. Spirito y lo gobernó según la Regla de San Benito. Cuando se acercaba la muerte, encomendó el cuidado de su monasterio a los cistercienses de Casanova y murió poco después de Pentecostés en el año de 1248 entre lágrimas y lamentos de los habitantes de los alrededores. 

3. Bl. Sigo, abad de Glonne y Saumur, sucesor del beato Federico, fue un erudito capaz, dotado de un fino gusto artístico y un modelo de verdadera santidad. Entre sus logros estaba un profundo conocimiento del griego y el hebreo; fue un excelente organista, y se preocupó en todos los sentidos por el adelanto intelectual y espiritual de los hermanos, sin olvidar al mismo tiempo las temporalidades de la casa encomendada a su cargo. Murió en 1070.