martes, 26 de julio de 2022

AMOR A LA DOCTRINA Y A LA VERDAD

 


FUENTE

COMBATIVIDAD

No penséis que he venido a la Tierra a sembrar paz, no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra, los enemigos de cada uno serán los de su propia casa. El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí, el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí, y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí.

Como mucha gente de nuestros días, con la cual espíritus acomodaticios y pacifistas prefieren contemporizar perpetuamente, también los fariseos tenían “algo de bueno”. Sin embargo, ellos no fueron tratados según la táctica del terreno común. Con una lógica impecable el Maestro los fustigó diciendo las siguientes palabras: Plantad un árbol bueno y el fruto será bueno, plantad un árbol malo y el fruto será malo, porque el árbol se conoce por el fruto. Raza de víboras, ¿Cómo podéis decir cosas buenas si sois malos? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca. El hombre bueno saca del caudal bueno cosas buenas, pero el hombre malo saca del caudal malo cosas malas.

Cuando la experiencia demostró que los fariseos rechazaron la inmensa y adorable gracia contenida en las fulminantes palabras del Salvador, e incluso se rebelaron contra Él, no por eso cambió de táctica.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: ¡la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre, lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad. ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo escaparéis del infierno? Mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas. A unos los mataréis y crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad. Así recaerá sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra. Y entregará a la muerte el hermano al hermano y el padre al hijo, se levantarán hijos contra padres y se darán muerte, y seréis odiados por todos a causa de mi nombre, pero quien persevere hasta el fin se salvará.

Es un error ocultar sistemáticamente al pecador su verdadero estado. San Juan, por ejemplo, no dudó en decir: Quien comete el pecado es del diablo. Por ello fue el apóstol del amor categórico al escribir: Todo el que se propasa y no se mantiene en la doctrina de Cristo, no posee a Dios, quien permanece en la doctrina, éste posee al Padre y al Hijo. Si os visita alguno que no trae esa doctrina, no lo recibáis en casa ni le deis la bienvenida, quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas acciones.