lunes, 12 de julio de 2021

PREFIRIERON LA AMISTAD DE LOS HOMBRES QUE EL AMOR A LA VERDAD: SERMÓN R. P. HEWKO

 



EXTRACTOS DEL SERMÓN (14 MAYO 2017)


  ...Lo crean o no, en estos tiempos nos salvamos o nos condenamos en relación a Fátima.


  El Rosario, el Escapulario y los cinco primeros sábados son las armas que nos dio Nuestra Señora para sobrevivir y guardar la Fe en estos tiempos.

  La Santísima Virgen María es absolutamente enemiga del compromiso, del ecumenismo, de la falsa libertad religiosa.  Ella no se equivoca. En otras palabras, la Santísima Virgen aplasta Vaticano II y la nueva misa, lo odia porque ataca a su Hijo, se burla de Él.

  Es por esto que Monseñor Lefebvre fue una bendición para el mundo entero. Nuestra Señora del Buen Suceso predijo a Monseñor Lefebvre. Fue una gran pérdida cuando murió Monseñor. Los cuatro Obispos que él consagró hasta el 2012 más o menos siguieron la línea de Monseñor Lefebvre. Monseñor Fellay en el año 2000 empezó a mostrar a dónde quería llegar.

  En el 2007 cuando los Obispos celebraron la liberación de la Misa Tridentina, que suena bueno, pero si leemos los documentos Summorum Pontificum es un documento horrible del Papa Benedicto XVI, porque  este rito canonizado por San Pío V,  nadie lo puede cambiar dijo San Pío V, y si lo hicieran incurrirían en la indignación de Dios Todopoderoso y de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, pero Benedicto XVI puso la Misa Tridentina al mismo nivel del Novus Ordo, la misa masónica que fue escrita por Bugnini quien dijo que se retiró  todo aquello que pudiera molestar a los protestantes.  Por eso los protestantes dicen que pueden decir la misa nueva sin ningún problema. Los protestantes odian la Misa Tridentina porque es verdaderamente Católica, y realmente el Sacrificio del Calvario. Summorum Pontificum pone a Cristo a nivel de Barrabás, y los sacerdotes que dicen la Misa Tridentina tienen que aceptar la nueva misa. ¿Se dan cuenta del veneno? ¿Por qué Monseñor Fellay celebra esto? En 2009 los Obispos  pidieron que se levantaran las excomuniones. Estas excomuniones que involucraban también a Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer además de los cuatro obispos fueron un chiste, fueron inválidas. Y, pedir al Papa que las levantara es admitir que Monseñor Lefebvre estuvo equivocado, que la Tradición merece ser excomulgada, siendo que proviene de la Santísima Trinidad, de Cristo mismo y pasó a través de los Apóstoles.

  Monseñor Lefebvre siempre consideró como un honor el ser excomulgado por estos destructores de la Fe Católica y promotores de la religión de Asís, Vaticano II y la nueva misa. En 2012 Monseñor Fellay públicamente aceptó la nueva doctrina del Vaticano II y la nueva misa. Está en la declaración doctrinal, pueden leerla, cada sacerdote la recibió en la edición de Cor Unum de marzo 2013. No hay excusa. Lo dice todo ahí en frases modernas, pero es claro,  aceptó que la nueva misa es legítima, el nuevo código de derecho canónico, la nueva profesión de Fe que condenó Monseñor Lefebvre, el Vaticano II que es interpretado a la luz de la Tradición, la libertad religiosa, todo esto es una traicióna la Fe.

  La semana pasada Monseñor Williamson consagró Obispo al Padre Zendejas. La gente está confusa, dicen que es una alegría tener otro obispo para la Tradición. Mi pregunta es: ¿Son ellos tradicionales? Dicen la Misa Tridentina, pero los sacerdotes de la Fraternidad de San Pedro dice la Misa Tridentina pero ellos aceptan el Vaticano II y la nueva misa. El Instituto de Cristo Rey, ellos aceptan la misa nueva y Vaticano II pero dicen la Misa Tridentina. Si yo alguna vez, Dios me libre, aceptara Vaticano II o la nueva misa, que Nuestra Señora me mande la muerte antes de hacer tal cosa, pero si alguna vez yo lo aceptara, y continuara diciendo la Misa Tridentina, traicionaría a Nuestro Señor Jesucristo, sería un traidor. El problema sería que yo cambiaría la Fe Católica. Ese es el problema. Cualquiera que acepte Vaticano II  la misa nueva, aceptan cambiar la Fe Católica. El Dios que adoramos, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo no cambia. Dios no cambia. Él es todo perfección, toda pureza, toda claridad. Todo en grado sumo, sin límites o fronteras. Dios es perfecto en sí mismo.

  Yo quisiera que las cosas fueran diferentes, pero Monseñor Fellay dijo que Vaticano II es 95% aceptable.  ¡Vaticano II es 100% basura, 100% rechazable! Nuestra Señora lo odia, el Espíritu Santo no tiene nada que ver con Él porque ni siquiera lo invitaron en el Concilio! Los Papas rehusaron usar su autoridad infalible, y lo anunciaron públicamente. Dios dijo, ustedes han ignorado a mi Madre, van a tener una desorientación diabólica, que ha empezado desde 1917 con el modernismo, la infiltración de la Iglesia en los seminarios, por sacerdotes pervertidos, comunistas y masones, para llevar la Iglesia hacia abajo.

   Los cuatro obispos consagrados por Monseñor Lefebvre y los tres obispos consagrados por Monseñor Williamson todos ellos de alguna manera aceptan Vaticano II y la nueva misa. Por su propia boca, no estoy poniendo palabras en su boca. Pueden llamarles y preguntarles si dijeron estas palabras, si pueden retractarse públicamente, como sería su deber si dijeron esas palabras. Y, si son honestos y nobles delante de Nuestro Señor Jesucristo deben retractarse públicamente y corregir cualquier error que se hubiera dicho.

No podemos seguirlos y confiar en ellos hasta que hablen claramente como lo hizo Monseñor Lefebvre. Siempre respondió con la verdad Católica, no se avergonzó de ella. Le dijo a todo el mundo el por qué estaba consagrando Obispos, por qué Vaticano II estaba equivocado, por qué la nueva misa esta envenenada, por qué los Papas eran modernistas. Fue un Obispo que cumplió con su deber. ¿Por qué Monseñor Williamson se avergüenza de la verdad Católica? ¿Por qué teme la publicidad? No quiso cámaras, ni publicidad en la consagración de la semana pasada. Todo es en nombre de la humildad, pero cuántas almas están cayendo ahorita en el infierno por no haber escuchado la verdad.Un Obispo tiene el deber de predicar la verdad Católica, tiene el privilegio de ¡predicar la verdad!  La Fe viene de escuchar. 

Monseñor Lefebvre peleó como un león por la verdad Católica. Predicó y viajó a todos lados. Qué espíritu extraño, (yo diría  masónico) anticatólico, es este de no publicidad en las consagraciones, que yo no dudo de su validez, pero, aquí les leo unas cuantas citas:

  Monseñor Fellay: 95 % Vaticano II Declaración Doctrinal, aún está jugando con Roma y quiere el acuerdo con Roma.

  Monseñor Williamson: Hay algo bueno en la nueva misa, dice que la iglesia conciliar tiene verdad, que se pueden obtener gracias en la iglesia conciliar. Habla de los milagros en la nueva misa, que son realmente un chiste. Que la iglesia conciliar tiene algo de Católica.

Monseñor Tomás Aquino: Hay algo bueno en la nueva misa. Recemos por él. ¿Cómo podemos confiar cuando dice esta tontería?

Monseñor Faure: También se rehusa a condenar explícitamente la misa nueva. Está en la posición de Monseñor Williamson.

Monseñor Zendejas: Lean: The Recussant del mes de abril, hay una larga lista de citas del Padre Zendejas. Cuando él dejó la Fraternidad, ustedes saben, que la única razón que tiene un sacerdote para salir de su congregación, puesto que hicimos promesas  de obediencia, es cuando la congregación yerra sobre la Fe, y va contra la Fe.

Es claro el por qué el Padre Pfeiffer y muchos de los sacerdotes resistentes en el mundo salieron de la Fraternidad y todos ellos hicieron declaraciones públicas, porque los fieles tienen el derecho de saber dónde cual es la postura (doctrinal) del sacerdote. Ustedes tienen derecho de saber por qué dejamos la nueva Fraternidad de San Pío X. 

Nosotros aún formamos parte de la Fraternidad San Pío X y continuamos el trabajo de Monseñor Lefebvre por supuesto, pero ¿por qué tuvimos que salir? Porque Monseñor Fellay aceptó el Vaticano II y la nueva misa. Es un cambio de doctrina. Y nosotros lo hicimos público y claro. Pero el Padre Zendejas cuando se salió nadie supo por qué. Trató de tomar varias misiones, sin decirle al Padre Pfeiffer, en algunas tuvo éxito, en New Jersey le preguntaron por qué dejó la Fraternidad, le dijeron que sí sabían las razones de Padre Pffeifer, Padre Hewko y otros sacerdotes de la Resistencia, queremos saber el por qué de su salida, le preguntaron por tres veces, su respuesta fue:no me hagan otra vez esa pregunta a mi.Hasta el día de hoy nadie sabe por qué salió. 

Padre Pffeifer  estuvo dos horas con Padre Zendejas quien empezó la conversación con una mentira diciendo que no había celebrado la Santa Misa esa mañana siendo que sí lo había hecho, el demonio es el padre de la mentira, ustedes conocen al Padre Pffeifer, le hizo preguntas claras y directas sobre Vaticano II, la nueva misa, la nueva Fraternidad San Pío X  y por dos horas no pudo obtener una respuesta directa. ¿Qué significan estas consagraciones con estos Obispos que no profesan ni condenan públicamente los errores que atacan la Fe Católica, y juegan  con Vaticano II y la nueva misa? Son más obispos liberales y modernistas, esto es todo lo que es.

    El padre Rafael escribió en su carta de enero de este año estas grandiosas palabras:  (para leer la Carta Completa)
 “…  La actitud de la Fraternidad San Pío X y la de sus tres obispos resistentes, ahora 4, y la de todos sus seguidores, rompen flagrantemente contra los principios inalterables, ya no podemos considerarlos como defensores de nuestra sagrada Fe mientras no cambien su falsa doctrina. Y, contra todas las apariencias ya no son seguidores de Cristo, ni de los Santos, ni de Monseñor Lefebvre. 

Están perdiendo la batalla y luchando contra los intereses de Cristo, mientras no rectifiquen el camino tenemos que alejarnos de ellos, cuando hablen y actúen como obispos católicos nos acercaremos. Que quede claro que nunca vamos a dejar de rezar por ellos, siempre vamos a practicar la caridad hacia sus almas. 

El padre Rafael continúa en su carta:

Desde hace un poco mas de un año que los obispos de la llamada “Resistencia” cayeron en estos errores doctrinales graves, ya sea por palabra o por complicidad silenciosa. Algunos de ellos, obispos o sacerdotes, se dieron cuenta de los errores, pero amaron más el vínculo de amistad que la verdad. Prefirieron defender a su compañero en lugar de defender la verdad. Hasta uno de ellos llegó a decir “Ellos hacen mas cosas buenas que malas”, volviendo a romper el principio: en materia de fe o se está con Cristo o contra Cristo; o se enseña y se defiende todo, o no se está enseñando ni defendiendo nada). 

Esta actitud de todos ellos nos obliga a continuar la batalla a pesar de ellos para no tener que bajar las armas de combate por respeto humano. Por caridad debemos amonestarles y ponerles el ejemplo, invitándolos al martirio contínuo y a la gloriosa persecución y sufrimiento; herencia de los que luchan la buena lucha de la fe. Oremos para que los 6 obispos tradicionales (ahora 7) salgan de su sueño, de su trinchera confortable, para que con la gracia de Dios se levanten como lo hizo en otro tiempo David que sabía como pastorear rebaños, y combatir contra Goliat con la fuerza de Dios para salvar a su pueblo, pueblo que ahora es solo un remanente, pero remanente fiel, hijos de Dios, hijos conquistados al precio de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesuscristo para alcanzarles la eterna felicidad del Cielo.

Ya el ilustrísimo Cardenal Pie nos advertía del motivo de caídas tan dolorosas y que nos puede acontecer a cualquiera de nosotros si no nos ponemos en guarda con la armadura de la fe, y la fidelidad a los principios: 

 “Los mismos cristianos, viviendo en medio de esta atmósfera impura, no han evitado totalmente su contagio: aceptan demasiado fácilmente muchos de los errores. Fatigados de resistir en los puntos esenciales, a menudo cansados de luchar, ceden en otros puntos que les parecen menos importantes, y no advierten nunca — a veces porque no quieren percatarse — hasta dónde podrán ser llevados por su imprudente debilidad. 

Entre esta confusión de ideas y de falsas opiniones nos toca a nosotros, sacerdotes de la incorruptible verdad, salir al paso y censurar con la acción y la palabra, satisfechos si la rígida inflexibilidad de nuestra enseñanza puede detener el desborde de la mentira, destronar principios erróneos que reinan orgullosamente en las inteligencias, corregir axiomas funestos admitidos…

Nuestra época grita: “¡Tolerancia! ¡Tolerancia!" Se admite que un sacerdote debe ser tolerante, que la religión debe ser tolerante. Mis hermanos: en primer lugar, nada iguala a la franqueza, y yo vengo a decirles sin rodeos que no existe en el mundo más que una sola sociedad que posee la verdad, y que esta sociedad debe ser necesariamente intolerante. 

… Es de la esencia de toda verdad no tolerar el principio contradictorio. La afirmación de una cosa excluye la negación de esa misma cosa, como la luz excluye las tinieblas. Allí donde nada es cierto, donde nada es definido, los sentimientos pueden estar divididos, las opiniones pueden variar. Yo comprendo y pido la libertad en las cosas discutibles: In dubiis libertas. Pero cuando la verdad se presenta con los distintivos de certeza que la distinguen, por lo mismo que es verdad ella es afirmativa, es necesaria y, por consecuencia, es una e intolerante: In necessariis unitas. Condenar la verdad a la tolerancia es forzarla al suicidio.

La afirmación se aniquila si ella duda de sí misma, y duda de sí misma si permanece indiferente a que la negación se coloque a su lado. Para la verdad, la intolerancia es el anhelo de la conservación, el ejercicio legítimo del derecho de propiedad.Cuando se posee, es preciso defenderse, bajo pena de ser en breve totalmente despojado. Por eso, mis hermanos, por la necesidad misma de las cosas, la intolerancia es necesaria en todo, porque en todo hay bien y mal, verdad y falsedad, orden y desorden; en todas partes lo verdadero no soporta lo falso, el bien excluye el mal, el orden combate el desorden..."

Eso es lo que tenemos que hacer. Por nuestro Papa, rezar por su conversión. Por todos los Obispos modernistas, incluyendo los “tradicionales”, sólo podemos rezar por ellos y esperar que regresen a la Tradición Católica.  Cuando se trate de  los principios de nuestra Fe Católica, cero tolerancia, y esa es la caridad más grande hacia nuestro prójimo.

Oh María sin pecado concebida. Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. 

Rev. Padre Hewko
Mayo 14 2017