lunes, 22 de junio de 2020

¿Por qué es lícito la “desobediencia” aparente de la Regla Monástica por obedecer a Dios?






La Voluntad de Dios Significada y de Beneplácito.  (El Santo Abandono. Dom Vital Lehodey)

La Voluntad de Dios significada son las reglas que Dios nos ha dado para cumplirlas, sin las cuales no podríamos salvarnos. Esta voluntad nos propone claramente las verdades que Dios quiere que creamos para salvarnos (Fe), nos propone los bienes que debemos esperar (esperanza), nos propone lo que debemos de temer si no creemos u obedecemos (castigos de Dios); nos propone también lo que debemos amar, los mandamientos que debemos observar y los consejos que debemos seguir.

La conformidad de nuestro corazón con la voluntad significada consiste en que queramos todo cuanto la Divina Bondad nos manifiesta ser de su intención, creyendo según su Doctrina, esperando según sus promesas, temiendo según sus amenazas, amando y viviendo según sus mandatos y advertencias.

La voluntad significada abarca 4 partes que son los mandamientos de la Ley de Dios, los mandamientos de la Iglesia, los consejos, las inspiraciones, las Reglas y Constituciones. Es necesario que cada cual obedezca a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, porque es la voluntad de Dios absoluta que quiere que los obedezcamos, si deseamos salvarnos.

En el año 2013 en el Monasterio Benedictino de Nuestra Señora de Guadalupe se suscitó el rechazo de un sólo monje, de ese monasterio, a la adhesión de la política acuerdista y de concesiones doctrinales de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. 

Dicha Fraternidad supuestamente no tenía o no debía tener injerencia en las decisiones que el Monasterio Benedictino de Nuestra Señora de Guadalupe tomaría respecto al liberalismo de la FSSPX. Este monasterio se decantó por apoyar incondicionalmente a Monseñor Fellay y su política pro modernista.

En que consistía ese liberalismo al que este monasterio se adhirió, pues a la política de hacer amistad con el modernismo y con la Iglesia Conciliar. En ese año (2013) se descubrió que Monseñor Fellay propuso de forma secreta (desde el 2012), involucrando a toda su Congregación y feligresía, una propuesta doctrinal a los modernistas para ser aceptados tales como son, y no ser perseguidos.

En esta propuesta doctrinal secreta de Monseñor Fellay se aceptó el Magisterio de los papas modernistas como magisterio católico, se aceptó la legalidad de la nueva misa (Novus Ordo Missae), rito protestantizado y bastardo.  Se aceptó además el Nuevo Código de Derecho Canónico, este Código intenta legalizar las herejías modernistas impuestas en el Concilio Vaticano II. Todo esto a cambio de una prelatura que no sucedió, porque los modernistas querían sumisión completa, no sumisión en apariencias astutas...

Entonces el rechazo de este sólo monje a la adhesión de esta política acuerdista y traidora a la religión católica no puede ser de ninguna forma ilícita, es mas bien un acto heroico de Amor a Dios. Es el cumplimiento de la Voluntad de Dios significada en sus mandamientos: Amarás a Dios sobre todas las cosas.

Es bien conocido que los votos, las leyes monásticas, las órdenes y consejos de los Superiores constituyen para los monjes la expresión de la Voluntad Divina y el Código de los deberes de estado de los monjes. Pero no puede ser la Voluntad Divina aceptar propuestas doctrinales en contra de la Religión Católica y en contra del Reino de Dios y su Justicia. De manera que desobedecer al Superior en esta materia de Fe, constituye una obligación; pues para cumplir la Voluntad de Dios significada, se deben cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios, y el Primer Mandamiento es el Amor a Dios sobre todas las cosas.

En pocas palabras la obediencia a Dios es primero que la obediencia al Superior del monasterio. Si se quiere obedecer a Dios y cumplir lo que nos pide para salvarnos tenemos que rechazar a quienes proponen concesiones doctrinales con el modernismo. 

Esta “desobediencia” aparente es la que sufrió también Monseñor Lefebvre al rechazar unirse al modernismo celebrando una sola vez el “novus ordo” propuesto por el entonces Cardenal Ratzinger.

 Dios es un Dios Celoso, es una frase que se repite mas de 20 veces en el Antiguo Testamento. ¿No habremos de temer tan gran desobediencia a Dios, el hacer amistad con los enemigos de la Iglesia y comprometiendo nuestra Fe?

La Voluntad de Dios significada también nos enseña lo que debemos temer en caso de desobedecer a Dios. Para cumplir la Voluntad de Dios debemos temer las consecuencias de la infidelidad a Dios, por eso aquel monje heroico prefirió la “desobediencia” aparente al Superior para obedecer la Voluntad de Dios. 

¿Qué le pasó a los hijos de Aarón, ministros de los Sagrados Misterios de la Antigua Ley, cuando desobedecieron a Dios ofreciendo un fuego extraño? La Muerte, y sin duda eterna. Entonces ¿porque no imitamos el Santo Temor de Dios de este monje y rechazamos los acuerdos doctrinales y acercamientos con los modernistas?

Ahora bien, respecto a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y al Monasterio Benedictino de Nuestra Señora de Guadalupe, se puede uno preguntar si, con sus concesiones doctrinales al modernismo, para buscar la amistad o beneplácito de los modernistas ¿van de acuerdo con la Intención de la Divina Bondad? Por supuesto que no.

La Divina Voluntad Significada la conocemos de forma precisa y es enseñada por Dios mismo mediante la Revelación y sus mandamientos. La primera prescripción para aceptar la Voluntad de Dios significada es creer los que nos manda creer por medio de la Verdadera Doctrina Revelada y enseñada por el verdadero magisterio de la Iglesia. 

Las innovaciones del modernismo son herejías, por lo tanto, quienes se adhieran a las concesiones Doctrinales propuestas por la FSSPX y el resto de las comunidades religiosas “tradicionales”,  no cumplen ni cerca con la Divina Voluntad Significada.

La conformidad de nuestro corazón con la voluntad significada consiste en que queramos todo cuanto la Divina Bondad nos manifiesta ser de su intención, creyendo según su Doctrina, esperando según sus promesas, temiendo según sus amenazas, amando y viviendo según sus mandatos y advertencias.

Este monje del que se habla es el incansable padre Rafael OSB, con la gracia de Dios y el amor por la Verdad sigue trabajando por el Reino de Dios y su Justicia.

El pasado 19 de junio cumplió 11 años de sacerdocio católico. Perseguido, difamado y denostado en varios países por el enemigo común (católicos liberales, modernistas y masones), sigue cargando la Cruz de NSJ; y aquellos perseguidores no hacen sino solo confirmar la autenticidad de su ministerio, recordando las palabras de Nuestro Señor Jesucristo: “No es el discípulo mayor que el Maestro…” y ... “Si el mundo os aborrece sabed que a Mí me ha aborrecido antes que vosotros…”

Imitemos el gran celo y amor a Dios de este fiel servidor de la Iglesia, y pidamos nunca anteponer nuestros intereses antes que los intereses de Nuestro Señor Jesucristo y de su Iglesia.
Viva Cristo Rey