martes, 3 de mayo de 2016

¡VENID Y VAMOS TODOS!



Venid y vamos todos.- Recuerda este hermoso cántico que es una invitación a este mes. ¿Cuántas veces ha sonado en tus oídos? Piensa en los meses de mayo que han pasado en años anteriores. ¿Han sido fervorosos, tiernos, delicados? Recuerda algún mes de mayo que especialmente se grabara en tu corazón. ¿Fue en tu niñez quizá? ¿Cómo hacías aquellos obsequios que con tanto cariño infantil ofreciste algún día a tu Madre? Recuérdalo y avergüénzate.
  Si cada mayo hubieras quitado alguna espina, una mala hierba, si hubieras dado un pasito más en tu santificación, ¿te encontrarías ahora donde te encuentras en el camino de la santidad?

  No hay duda –muchos meses de mayo han pasado casi o sin casi ningún provecho, meses de mayo perdidos.

  Por eso,  la Iglesia invita a todos, en este mes, a honrar a María. Siempre se la puede honrar, pero en este mes se la debe honrar. La Iglesia dedica este mes entero a eso. El pueblo cristiano así lo entiende y lo canta: “Venid y vamos todos” –todos- sin excluir a nadie. ¿Cómo ir?

Con flores a porfía.- Esto es no dejándote ganar por nadie. Es una porfía santa. Es una emulación divina. Es de cobardes quedarse atrás. Tú no debes consentir que en este camino del amor a María, nadie se te adelante.

  Mira el desfile de las almas buenas ante el altar de María. Cuántas son y cómo corren y se esfuerzan. Piensa hasta en las almas frías y menos y menos devotas, cómo en este mes también quieren hacer algo por la Santísima Virgen. Pues tú, ¿qué has de hacer? ¿En qué grupo quieres figurar?

  Promete ser el primero. Que la Virgen te vea llegar diariamente en este mes, el primero ante sus plantas para obsequiarla.  Prométeselo así.

Con flores a María.-Y en esta carrera a porfía, no hay que llevar las manos vacías. Hay que ir con flores. Piensa en las flores que gustan a María. No son las flores materiales. Estas son para adornar su imagen. Las flores negativas son las más indispensables. Consisten en quitar, arrancar, extirpar aquello que en tu corazón no agrada a María. Ella quiere gozarse en el jardín de tu alma, pero… si hay allí algo desagradable… algo que María no puede mirar con gusto, debes generosamente arrancarlo.

  Pero aún más, todo lo podrás quitar, es mucha la maleza que hay en este jardín. Pero María es tan buena, que se contenta con que quites una sola cosa. Una sola yerba mala. Examínate y mira cuál es y en este mes arráncala en su honor.

  Las flores positivas son los obsequios diarios, tiernos, delicados pero prácticos, que sirven para ejercitar alguna virtud.  Piensa cuál es la virtud que más necesitas. ¿El fervor, la constancia, la fidelidad, la esclavitud mariana, la humildad? Elige las flores que más gustan a María, no las que te gustan a ti. No las que no te cuesten, sino las que suponen mayor sacrificio. Es el mes de María. Que sea un mes de mayo de María  y para María.

Que Madre nuestra es.-Es la razón dulcísima de todo. La Madre de Dios es tu Madre. Esto debiera bastarte. Esto encierra dos razones: una de cariño y amor. Es la principal. ¿Quién no querrá demostrar su amor a su Madre? Y ¡A tal Madre! Si no lo haces como debes, no eres digno hijo de María.

  Segunda razón, es la del santo egoísmo. Nunca la ganarás en generosidad. Si le das flores, si le haces obsequios, si le das amor, ¿Ella qué te dará?¿Qué cariño guardará para ellos en su Corazón?¿Por qué no trabajar con este dulcísimo pensamiento de llegar a merecer las caricias y el cariño de  esta Madre?  

R.P. Rodríguez Villar