viernes, 22 de abril de 2016

CONCILIO DE TRENTO VS CONCILIO VATICANO II


De un Concilio (junta del Papa con todos los obispos del mundo) los católicos esperan directivas claras y una mejoría en la Iglesia. En el siglo XVI, durante la revolución protestante, que hizo la Iglesia en el Concilio de Trento? Que medidas tomó y cómo venció la agresión protestante?

Reformó su clero y las costumbres católicas y fortaleció el catolicismo, a tal punto que pudo evangelizar a muchos pueblos paganos. En el siglo XX, el Concilio Vaticano II abrió las puertas de la Iglesia al mundo neopagano actual y practicó el aggiornamiento, es decir, la puesta al día de la Iglesia para hacer suyos los valores de la revolución anticristiana. Las consecuencias de estos dos concilios fueron muy diferentes para la Iglesia y para los pueblos católicos.



La Iglesia, en el Concilio de Trento reafirmó claramente su doctrina y su tradición, y condenó los errores de los herejes protestantes, como Lutero y Calvino. Lo contrario sucedió en el Concilio Vaticano II: el partido modernista pro protestante introdujo ambigüedades tales en los documentos del Concilio, que hoy los católicos viven en la confusión, en el relativismo. Es decir, cada quien cree en lo que quiere y rechaza lo que no le gusta. En algunos lugares, como Europa y los Estados Unidos, los católicos de hecho ya son protestantes.

En el Concilio de Trento, los obispos de doctrina segura fueron apoyados, mientras que los innovadores fueron rechazados. En el Concilio Vaticano II, los innovadores y sus teólogos ya condenados fueron apoyados, mientras que los obispos católicos fueron silenciados.

En el Concilio de Trento, que duró unos 18 años, los obispos se tomaron el tiempo necesario para madurar sus decisiones mediante la reflexión y así evitar las decisiones precipitadas; en el Concilio Vaticano II, que duró tres años, todo se hizo con precipitación y manipulación.

El Concilio de Trento creó los seminarios, disciplinó a los sacerdotes y reformó todo en el sentido más católico que pueda existir. 

El Concilio Vaticano II bajo la influencia liberal-masónica y protestante desarmó a los sacerdotes, sometiéndolos a un lavado de cerebro, quitándoles a muchos la verdadera definición del sacerdocio y convirtiéndolos en asistentes sociales; quitándoles la sotana confundiéndolos entre la masa anónima, debilitó la disciplina eclesiástica, favoreció el desorden espiritual y moral, cambió todo en la Iglesia a tal punto que sacerdotes y católicos fueran mal formados por no decir envenenados.
Hay sacerdotes formados en la llamada ¨Teología de la liberación¨, que no es otra cosa sino el comunismo marxista revolucionario, disfrazado de católico.
¨Sin el Concilio Vaticano II no habría Teología de la liberación¨ Dijo Gustavo Gutierrez.

El Vaticano mismo tuvo que cerrar seminarios y poner alto a estas locuras, que causaron tantas guerras civiles en Colombia, Argentina, Chile, Guatemala, y Chiapas en México, por ejemplo. Todo esto fue el fruto de la apertura al mundo pagano de hoy, tan admirado por los soñadores que manipularon al Concilio Vaticano II y engañaron a los Obispos.


 El Concilio de Trento dio a la Iglesia generaciones de santos sacerdotes, celosos del honor de Nuestro Señor Jesucristo, de la salvación de las almas, orgullosos de la fe católica y propagadores de la misma, porque estaban convencidos de que la única verdadera Iglesia es la Católica y de que todas las demás, que usurpan el título de Iglesia de Cristo están bajo el influjo del demonio, según el Catecismo romano del Concilio de Trento.

El Concilio Vaticano II provocó una crisis aguda del sacerdocio y de la identidad sacerdotal. Miles de sacerdotes, quizá unos 80,000 abandonaron el sacerdocio. Miles de seminaristas perdieron su vocación. Esta catástrofe fué propiciada por la revolución desencadenada por el mismo Concilio contra la Iglesia.

El Concilio de Trento realmente reformó la Iglesia, comunicó a los católicos la doctrina católica pura, eliminó los abusos, los desórdenes y la decadencia que afectaba a la Iglesia, comunicó al clero y a los fieles un ideal de santidad y de conquista católica.

El Concilio Vaticano II no reformó sino que introdujo la crisis y la decadencia por doquiera, favoreció el desorden y hasta la inmoralidad en algunos seminarios estadounidenses, por ejemplo; aceleró la decadencia y la paganización de la mente y las costumbres de los pueblos católicos,ridiculizó a la Iglesia y la puso al nivel de cualquier secta, aceptando el derecho común, renunciando a todos sus derechos adquiridos y naturales, laicizando la sociedad y entregando a los católicos a la propaganda libre de todas las sectas.

Frente a los herejes protestantes, el Concilio de Trento reformó la santa Misa romana de los Papas San León Magno y San Gregorio Magno reafirmando la Fe Católica en la Misa como sacrificio propiciatorio de la cruz renovado sobre el altar con la misma eficacia en nuestro provecho.

El Concilio Vaticano II, aunque no haya dicho que se hiciera una nueva Misa, favoreció el espantoso desorden litúrgico actual, permitió la fabricación de la nueva misa, que es copia de la cena protestante.

 El Concilio de Trento reformó la Santa Misa Romana de los Papas San León Magno y San Gregorio Magno, es decir hizo buscar los manuscritos más antiguos, para que la Misa fuera lo más antigua posible y prohibió los ritos que no tenían al menos 200 años de historia.

El Concilio Vaticano II, aunque no haya dicho que se hiciera una nueva misa, favoreció el espantoso desorden litúrgico actual, permitió la fabricación artificial de la nueva misa, que es copia de la cena protestante; vació los templos, hizo perder la fe en la Misa como sacrificio a muchos sacerdotes; los católicos masivamente dejaron de frecuentar los templos y muchos de ellos se hicieron indiferentes, otros para buscar algo serio se hicieron protestantes, otros pensando ser católicos, aun sin saberlos y sin quererlo adquirieron una mentalidad protestante.

El Concilio de Trento dio a la Iglesia un catecismo católico auténtico, integral y claro, mediante el cual los católicos sacerdotes y fieles fueron armados espiritual y moralmente.

El Concilio Vaticano II, después de un vacío alrededor de veintisiete años, hizo publicar el Catecismo de la Iglesia Católica en 1992. Por desgracia, los errores deliberados del mismo fueron introducidos en el catecismo.

Lo que debería de ser un alimento sano, causa enfermedad en los fieles, bajo etiqueta católica. Prácticamente desde el Vaticano II hasta hoy, salvo algunas excepciones fueron mal formados, con errores e incluso herejías.

El Concilio Vaticano II, es responsable de todo este desorden que deshonra hoy al catolicismo y favorece a las sectas. Necesitamos un Concilio de Trento II para solucionar la crisis actual y reafirmar la fe.


La Mayor desgracia que puede caer sobre un pueblo es perder la Fe católica, esta desgracia fue favorecida por el Concilio Vaticano II.

Tomado de: ECCE CHRISTIANUS