viernes, 22 de enero de 2016

PERMANEZCAN LEJOS DE LAS MISAS DE LA FSSPX Y EL PORQUE: R. P. DAVID HEWKO


Arzobispo Lefebvre sobre las misas del indulto:“Es una posición muy ambigua y no es conforme a la que defendemos y que los tradicionalistas siempre han defendido. Ellos también aceptan la legitimidad de la nueva misa…” [Igual que la Neo-FSSPX]







   La Santísima Virgen María amó a su Divino Hijo con todo el corazón. Lo probó con su martirio.  Se preguntarán por qué Nuestra Señora es mártir si no la mataron, nunca fue crucificada,  San Bernardo la llama: mártir. Cuando los soldados atravesaron el costado de Nuestro Señor en la Cruz, Él ya estaba muerto, Él no sintió ese dolor, pero la Santísima Virgen sí sintió esa lanza directo en su Corazón. La Santísima Virgen sufrió más de lo que podamos imaginar.  En la Sagrada Escritura tenemos las profecías de sus dolores en el  Profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones capítulo I y capítulo II.

   Cuando los judíos se burlaban de  Nuestro Señor y le decían que si es que era el Mesías lo probara bajando de la cruz, allí estaba la Santísima Virgen, ella era la Madre de este criminal que condenaban, los judíos se burlaban de Él, lo ridiculizaban, toda la ciudad estaba contra Él. A los ojos de los judíos, también se estaban burlando de Nuestra Señora. Hoy honramos sus grandes dolores.

   En la Santísima Virgen María vemos la perfección de los mandamientos de Dios. Amarlo con todo el corazón, con toda la mente, con toda el alma. Ella estaba llena de gracia y totalmente consagrada a Dios. Ella nunca estuvo bajo el poder del demonio. Cuando honramos el Corazón de la Santísima Virgen María, tocamos  el Corazón de Dios mismo. María cargó con Jesús la Cruz, fue mártir con su Hijo. Cuando Nuestro Señor murió en la Cruz terminó su sufrimiento, pero la Santísima Virgen continuó sufriendo todo el viernes, todo el sábado y realmente todo el resto de su vida. Es muy importante que siempre estemos cerca de su corazón porque como nos lo dijo en Fátima: Dios quiere establecer la devoción a mi Inmaculado Corazón.

   Podemos decir que Ella vivió el audiovisual de la vida de Cristo. Así que cuando recemos el Rosario, tratemos de ver los misterios a través de sus ojos. Toda la Pasión a través de sus ojos. Pidámosle la gracia de comprender de una manera profunda los misterios de la Fe, de adorar como Ella lo hizo a Cristo que es verdadero Dios, que incluso aun cuando estaba en la Cruz, pues los apóstoles perdieron la Fe,  incluyendo al primer Papa y a los primeros obispos católicos, todos huyeron, la única que no perdió la Fe fue la Santísima Virgen María. Ella siempre creyó que es verdadero Dios, nunca dudó. Conocía las Escrituras y sabía que Nuestro Señor Jesucristo iba a resucitar. Permaneció inamovible en la Fe.

  Es  este el tiempo de la gran batalla de Satanás  contra la Iglesia Católica,  donde parece que Satanás está ganando, la profecía  dice que la Iglesia Católica parecerá que se extingue, estará tan humillada, que parecerá que no le queda nada, y ese es el estado de la Iglesia ahora, con la apostasía de las naciones desde el Vaticano II, en nombre de la libertad religiosa, los países que alguna vez fueron  católicos,  en nombre de esta herejía que se ha infiltrado en la Iglesia, junto con el ecumenismo, junto con la colegialidad, han retirado de sus constituciones el ser católicos y ahora están cayendo a la apostasía. Este desastre ha hecho que todos los días diez mil católicos hayan abandonado la Fe en Sudamérica. Cuando el Papa Francisco estuvo en Brasil para el escandaloso día de la juventud, Brasil estaba en ese momento en el debate de la ley para aprobar el aborto, el Papa Francisco  no dijo absolutamente nada, ni una sola frase contra la ley del aborto.  La ley se aprobó por el silencio del Vicario de Cristo. 

Este Papa ha guardado silencio respecto a condenar la homosexualidad, no dijo que Dios condena este vicio, no condena la apostasía, la infidelidad de los judíos, la idea de que los ateos pueden entrar al cielo, el mismo Papa está en el modernismo, de él sólo escuchamos errores liberales. Estamos en este tiempo del Apocalipsis que vio San Juan, y el rol de la Santísima Virgen en estos días. El vio esta bestia levantarse del mar y que con su cola barrió la tercera parte de las estrellas, esto es que barrió con la mayoría del clero, los sacerdotes y los obispos, incluso la cabeza de la Iglesia para caer  en el error, en la obscuridad, en el no más predicar contra el error y ya no predicar la Fe Católica Tradicional.

   Este es nuestro tiempo justo ahora. El gran odio y la guerra de Satanás contra Dios, contra su Iglesia Católica, contra Nuestro Señor Jesucristo Rey y contra la Santísima Virgen María.
    Es por eso que nosotros, en estos tiempos, cuando tantos están comprometidos, cuando tantos están cayendo en la apostasía, se nos pide estar cerca del Corazón Inmaculado de María, su Corazón es la llave al Corazón de Jesús, su Corazón es la llave al Corazón del Padre, su Corazón es la clave para todos nosotros para mantener la Fe, cuando tantos la están perdiendo y cuando tantos la están comprometiendo. Monseñor Williamson tiene una carta muy buena donde explica los pasos comprometedores que ha estado dando el último bastión de la Tradición Católica, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Monseñor Lefebvre realmente gracias a la ayuda del Espíritu Santo  y de la Santísima Virgen María milagrosamente consagró la Fraternidad, la que sería el último bastión de la Fe Católica, de la defensa de  la verdadera Misa, del verdadero catecismo, de toda la doctrina verdadera de todos los papas de la Tradición.  Fue establecida como una muralla contra los errores modernos, contra el tsunami del modernismo, liberalismo, socialismo, comunismo y todos los  ismos que están destruyendo la sociedad y la Iglesia.  Ahora vemos los terribles pasos comprometedores en la parte más alta de la Fraternidad San Pío X, que era el último bastión. No nos alegramos por esto. 

    Tanto ustedes como yo mismo amamos la Fraternidad, la misión de la Fraternidad, que era mantener el verdadero sacerdocio católico, la verdadera Misa Católica, la verdadera doctrina, pero también el alzar la voz, ladrar como buenos perros contra los lobos que están atacando las ovejas, y eso incluye decirle al mismo Papa, como Vicario de Cristo, que mantenga la Fe Católica y no la cambie, no la comprometa, y el Papa necesita  que los hijos leales de la FSSPX levanten la voz, y ahora con estos documentos comprometedores de julio de 2012,  tan serio es que es la primera vez en cuarenta años que la FSSPX oficialmente dijo, no necesitamos la conversión de Roma, que regrese a la Tradición, queremos tener un acuerdo con Roma de cualquier modo. Permitan que les pregunte: ¿Qué tipo de acuerdo puede haber con Roma modernista si no es en la Fe Católica Tradicional? Eso no es unión, eso es pluralismo, es  indiferentismo, que pone todos los credos al mismo nivel. Y Papas, tras Papas tradicionales, han condenado este error. El indiferentismo conduce a la pérdida de la verdadera Fe.


    El Arzobispo Lefebvre nunca habló de esta manera. Sí, Monseñor Fellay tiene la gracia de estado, pero no es infalible. Quien sí tenía la gracia de estado fue su mismo fundador, y el mismo fundador insistió mucho especialmente en los últimos tres años de su vida: NO HAGAN UN ACUERDO CON ROMA HASTA QUE ROMA REGRESE A LA TRADICIÓN. Escuchen el magnífico sermón  en You Tube que predicó Monseñor Lefebvre en 1988 cuando consagró a los cuatro Obispos. En ese sermón  dice claramente tres veces: Nunca debemos hacer un acuerdo con Roma hasta que Roma regrese a la Tradición. Ahora quieren tratar de reexplicar este regreso a la Tradición en un nuevo molde, pero el Arzobispo fue muy claro en lo que quiso decir. Debemos oponernos a la Iglesia Conciliar hasta que Roma regrese a la Tradición, eso significa como el mismo Monseñor lo dijo: Cuando el mismo Papa profese Quanta Cura que condena los errores modernos, la libertad religiosa, la libertad de conciencia, libertad de prensa, separación de la Iglesia y el Estado, todos los errores modernos que destruyen una sociedad y no solo la Iglesia.

Hasta que el Papa profese Pascendi de Papa San Pío X, condenando el modernismo, y el Juramento Anti modernista, cuando el Papa profese la gran Encíclica de León XIII condenando las falsas ideas de libertad e independencia de Dios, poniendo los derechos del hombre sobre los derechos de Dios, y hasta que el Papa profese Quas Primas de Papa Pío XI, que Cristo debe ser Rey de todos los estados, gobiernos y constituciones. Eso es lo que queremos como Católicos, es por lo que peleamos. También la condena del falso ecumenismo, que es como una enfermedad que destruye la Iglesia desde dentro. Y cuando el Papa profese estas doctrinas infalibles de la Iglesia Católica sabremos que Roma  ha regresado a la Tradición. Mientras tanto es una falsa unidad hablar de normalización con Roma que ha traicionado a Nuestro Señor Jesucristo. Oponernos pública y abiertamente a esta destrucción de la Iglesia y de la Misa  es el mayor servicio que le podemos hacer a la Iglesia Católica, dijo Monseñor Lefebvre. 

Y esto es lo que ha sido comprometido el pasado julio de 2012 en un decreto oficial de los líderes de la FSSPX. Esto merece oración y penitencia. Es un desastre. Es increíble, y lo que es más increíble es el silencio de los sacerdotes, todos hemos sido entrenados para pelear contra el modernismo, hemos sido entrenados para conocer las tácticas de cómo trabajan los modernistas, la táctica principal es el lenguaje ambiguo. Lean las seis condiciones, el lenguaje es ambiguo, lean la declaración doctrinal de abril 15 la cual  no ha sido retirada.  No es una declaración prudencial, es una declaración doctrinal. La Iglesia Católica está construida sobre doctrina. Si no creemos en la Fe Católica no vamos a poder salvar nuestra alma. Para quien se atreve a jugar con la Fe Católica deben flashear todas las luces rojas. ¡Cuántos mártires hubieran podido escapar del martirio usando ambiguas frases! 

-          La aceptación de que el Concilio Vaticano II puede ser interpretado a la luz de la Tradición, como parte de toda la Tradición. FALSO. El Concilio Vaticano II está condenado por la Tradición Católica; no hay ninguna manera en que pueda ser contemplado. “¡Ay! Pero hay cosas buenas en él”. Pero esas cosas buenas llevan a las cosas malas. El veneno en el pastel es suficiente para matar… y esparcirse por todo el pastel.

El Concilio Vaticano II ya está condenado por la Tradición y será condenado de nuevo. No hay una manera en la que podamos verlo como parte de la Tradición, como dice Mons. Fellay. Eso es totalmente inaceptable.

-   Segundo: la aceptación al diálogo, la Libertad religiosa, ecumenismo, estas cosas no son discutibles, estos errores están condenados por todos los grandes Papas y condenados INFALIBLEMENTE. ¿Y cómo es posible que alguien, que un sacerdote de la Tradición, ni hablar de un obispo, diga que el 95% del Concilio es aceptable, que la libertad religiosa es limitada…? ¡Es imposible!

El documento del 15 de Abril dice que el Nuevo Código de Derecho Canónico está bastante bien, sin distinciones. Y una de las cosas más mortales en él es decir que la nueva misa, que los nuevos sacramentos del Concilio Vaticano II fueron promulgados legítimamente. Ahora, decir “legítimamente promulgado” es lo mismo que decir “son legítimos”. Muchas escuelas de pensamiento están intentando decir que “legítimamente promulgado” no es lo mismo que decir “legítimo”, pero eso es FALSO. Incluso el Padre De la Roche(sacerdote de la FSSPX), el año pasado, dijo en una conferencia de la FSSPX que decir “legítimamente promulgado” es lo mismo que decir “legítimo”, es como decir “está bien”.

Mons. Lefebvre NUNCA dijo que la Nueva Misa era legítima. Decía que era ilegítima, “la misa bastarda”, lo que significa “la misa ilegítima”. Es por eso que rechazaron la nueva misa, la misa masónica-protestante-neo-modernista, porque es mortal para sus almas; lleva almas al infierno.

Y esto es lo que se admite en el documento del 15 de Abril. ¿Ha sido condenado por Mons. Fellay? NO. ¿Ha sido corregido? NO. ¿Ha sido erradicado formalmente y expulsado? NO. De hecho apareció en el Cor Unum como un buen documento, para que lo vieran todos los sacerdotes de la FSSPX. ¿Dónde está la reacción? ¿Dónde está la reacción con la fundación de nuestra fe siendo atacada? Y es por eso la Resistencia. 

Recuerden que la Bienaventurada Virgen María es Nuestra Madre; ella es cariñosa, dulce, ella es Nuestra Madre Amorosa; nos ama con el corazón de una madre. Y todas esas almas perdidas, que están alejadas de su Hijo, los musulmanes, judíos, paganos… ella los quiere salvados. ¡Sí! Pero ella también es, como dice San Maximiliano Kolbe, la enemiga del falso ecumenismo, ella es enemiga de los que dicen “bueno, todas las religiones son básicamente lo mismo” (como dice el Concilio Vaticano II), “todas las religiones son vehículos del Espíritu Santo”, eso está totalmente condenado y es falso. Y la Virgen María permanece enemiga del ecumenismo. Y aun así, está esta enfermedad en las mentes de los Papas conciliares y sus clérigos. Y es esta misma enfermedad la que está infectando la FSSPX, la está ablandando con respecto al CV II, la aceptación de la nueva misa como legítima, la aceptación del Nuevo Código de Derecho Canónico, aceptación del Juramento de Fidelidad… todo eso derrama muerte y una vez que muerdes ese veneno, acuerdo o no acuerdo, una vez que aceptes ese veneno ya estás acabado. Acabado

Ahora, San Bernardo y San Ambrosio dicen que al pie de la Cruz todos los evangelistas describieron lo que pasó en la Pasión, y algunos describieron la tremenda oscuridad, el Sol no dando su luz. Algunos describieron los llantos blasfemos de los judíos, algunos describieron el tremendo terremoto en el partimiento de las rocas y el velo del templo rasgado a la mitad, de arriba hacia abajo; el velo del templo era 60 pies de alto de fibras pesadas. Ustedes, las mujeres, saben que no es fácil cortar con unas tijeras un pedazo delgado de tela, ni hablar de una muy gruesa… rasgada de arriba hacia abajo, lo cual fue milagroso. Pero sólo uno de los evangelistas y apóstoles toca un tema que es muy importante, que excede todas las demás pruebas de la Divinidad de Cristo y él es San Juan. Él dice que vio algo muy importante, que ellos estuvieron parados al pie de la Cruz, la Bienaventurada Virgen María, la madre de Jesús, y Jesús, desde la Cruz, dio no solo Su Vida a nosotros, no solo un ángel guardián para ser nuestra guía, no solo la gracia santificante por la cual la Santísima Trinidad vive en nosotros, no solo Su Sangre Preciosa para lavarnos de las horribles manchas del pecado (también del mortal), disolviendo las cadenas que llevarían a nuestra alma a la condenación eterna; no solo nos ha dado la Sagrada Eucaristía, que es su Precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad; no solo nos ha dado la continuación del Sacrificio en cada Misa válida; no solo nos ha dado la estructura de la Iglesia del Papa, los obispos, quienes se supone deberían guardar la Tradición y pasarla y encontrar almas y defender los derechos de Cristo Rey… pero nos dio algo que San Juan vio que era tan hermoso e importante y eso es que nos dio a Su propia Madre y a quien llamamos Madre Mía no es una linda frase metafórica, ella es realmente Nuestra Madre porque Nuestro Señor Jesucristo realmente derramó Su Sangre por cada alma y como su sangre es una con la de Nuestro Señor Jesucristo, porque ¿cómo obtuvo Él Su Sangre? ¿de dónde sacó el Eterno Amor de Dios, ardiendo de amor por cada alma, un corazón vivo en la carne? ¿de dónde sacó su corazón? Lo sacó del Inmaculado Corazón de María. 

Es por eso que pueden decir que el corazón de la Virgen María es el horno, es la fundación de todo el trabajo de la Redención, es por eso que se le llama Corredentora, porque Dios muestra su sangre en su corazón para dar Sus pies y Sus manos para ser despedazado en la Cruz para salvarnos del infierno y abrir las puertas del Cielo, para derramar Su Gracia a los sacramentos, tener confesión, la Sagrada Eucaristía, la Confirmación y así… 

Entonces la Virgen María se para frente a la Cruz y es por eso que es central. Si van a la Virgen María, conservarán su fe, no la comprometerán y es por eso que los insto a hacer la Consagración al Corazón Inmaculado de María y entender siempre que la Virgen María es enemiga al compromiso de la fe Católica. Incluso Mons. Tissier dijo lo siguiente el año pasado, en sus mejores días: “La Virgen María, el Corazón Inmaculado de María no puede ser complacido con un acuerdo con Roma; ella es una enemiga de este falso acuerdo con Roma…”. Aun así, los documentos de la FSSPX, de ahora, están ligados a las seis condiciones para la normalización, regularización, “reconocimiento” y acuerdo falso con Roma Modernista. Es por eso que es muy serio el asunto porque no haces tratados de paz con los enemigos de Nuestro Señor Jesucristo.

Ahora, quiero leerles las palabras del mismo Mons. Lefebvre, es de una carta escrita al Padre Couture el 18 de Marzo de 1989. El Padre Couture estaba preguntado sobre las personas que querían saber si podían asistir a Misas de la Fraternidad de San Pedro, donde los sacerdotes dan misas de indulto. Esta es su respuesta:

“Estimado Padre Couture,

A vuestra amable carta, recibida ayer en St Michel, le respondo de inmediato para decirle lo que pienso respecto de esos sacerdotes que reciben un “celebret” de la Comisión Romana…” Esto es, un sacerdote que recibió permiso de decir la Misa en Latín) “…encargada de dividirnos y destruirnos...”. Mons. no habla ligeramente: la Comisión Romana quiere dividir la Tradición Católica.

“…Es evidente que al ponerse en las manos de las autoridades conciliares actuales, ellos admiten implícitamente el Concilio y las Reformas salidas de él…”.
Palabras del mismo Mons. Lefebvre: el buscar un acuerdo con Roma Modernista es admitir el Concilio Vaticano II y la nueva misa y todas las reformas. Es por eso que no debe haber acuerdo sino hasta que Roma vuelva a la Tradición. ¡ES OBVIO! Aquí está (en la carta).
incluso si se reciben privilegios que continúan siendo excepcionales y transitorios…”
Y es por eso que Mons. Lefebvre en otra conferencia incluso si Roma nos concediera, para mantener nuestros seminarios, un obispo, también otorgándonos la Misa en Latín no podríamos hacer un acuerdo porque hasta que Roma no vuelva a la Tradición sería fatídico, estaríamos inundados y eso pondría a los fieles en peligro de perder su fe. Continúo con esta carta.

“…Sus palabras están paralizadas por esta aceptación. ¡Los Obispos los vigilan!
Es lamentable que estos sacerdotes no tomen conciencia de esta realidad. Pero nosotros no podemos engañar a los fieles.
Es lo mismo para esas « Misas tradicionales » organizadas por las diócesis. Son celebradas entre misas conciliares. El sacerdote celebrante dice tanto la nueva misa como la antigua. ¿Cómo y por quién será distribuida la comunión? ¿Y el sermón cómo será? Etc…”

Y Mons. Lefebvre concluye:
“…Estas Misas son trampas que llevan a los fieles al compromiso…”
Noten el corazón de un buen obispo: está preocupado por sus ovejas, está preocupado por los fieles de todo el mundo que están perdiendo su fe por aceptar la nueva misa o llamándola “legítima”.
“…Ya muchos han abandonado la Tradición.
Lo que ellos deben cambiar, es su doctrina liberal y modernista.
Hay que armarse de paciencia y rezar. La hora de Dios llegará.
Que Dios le conceda santa fiesta de Pascua.

Muy cordialmente vuestro en Cristo y María,
Mons. Marcel Lefebvre.”

Ahora escuchen a este otro artículo que escribió para la revista canadiense, en 1985. Está hablando otra vez de las misas de indulto. Escuchen (lean) con atención, porque esto aplica para hoy en día.
“Es una posición muy ambigua y no es conforme a la que defendemos y que los tradicionalistas siempre han defendido. Ellos también aceptan la legitimidad de la nueva misa…”

Y es por eso que dice que no pueden ir a las misas de indulto; ellos aceptan que la nueva misa y los nuevos sacramentos son legítimos. Nosotros, los tradicionalistas, estamos en un grave aprieto porque la FSSPX, en un documento oficial, dice que la nueva misa y los nuevos sacramentos (de la Iglesia Conciliar) fueron legítimamente promulgados. Misma cosa. Y aquí está la mente del fundador (en la revista, en la carta…).

“… Ellos aceptan la legitimidad y ortodoxia de la nueva misa, que nos rehusamos a decir.
No decimos que la nueva misa sea herética, ni que sea inválida, pero nos rehusamos a decir que sea legítima, que sea perfectamente ortodoxa. Si bien los fieles se preguntan si deben asistir a estas misas que ahora están autorizadas por los obispos, para nosotros es siempre la misma consigna: pensamos que no hay que ir a esas misas porque es peligroso afirmar que la misa nueva es tan válida como la tradicional...”

Entonces, si esto es cierto, y que lo es, ¿por qué si dicen que la nueva misa y la Misa Tradicional son básicamente lo mismo? Que es exactamente lo que dijo el Summorum Pontificum, que el Motu proprio del Papa Benedicto XVI, del 2009, en el cual él “liberó” la Misa Tridentina. Ese documento es horrible y nunca debió haber sido celebrado. ¿Por qué? Porque pone a la VERDADERA MISA al mismo nivel del Novus Ordo Missae. Está poniendo luz con oscuridad, Cristo con Satán. No pueden hacer eso. Y es por eso que ese Motu proprio es resbaladizo y venenoso. Y les pregunto: ¿Qué si Roma aceptó el documento del 15 de Abril (del 2012)? La única razón por la cual Roma no lo aceptó, fue porque Roma leyó la carta filtrada, gracias a Dios, que mostraba a los tres obispos oponiéndose a Mons. Fellay (en ese momento). Y Roma no quiere un pedacito, ella quiere toda la FSSPX. Es por eso que no hubo ningún acuerdo.

Entonces, para nosotros siempre es el mismo punto: creemos que no debemos de ir a esas misas porque es peligroso decir que la nueva misa es tan buena como la tradicional. Ese es el Summorum Pontificum. Ese documento es veneno puro.  

“…Poco a poco estos sacerdotes que aceptan estas condiciones, tendrán las mismas tendencias que aquellos que dicen la nueva misa y un día, quizá ellos mismos la dirán y llevarán a nuestros tradicionalistas a la Iglesia Conciliar.”

Es por eso que la lucha es ahora muy peligrosa, porque el veneno ha sido tragado. Por lo que sabemos, aún no hay “acuerdo público” con Roma y aun así, el veneno aparece tragado. Y los fieles se están “durmiendo” y los sacerdotes ya no pueden predicar (yo mismo fui ordenado) contra un acuerdo con Roma. “No estás permitido decir algo sobre el acuerdo con Roma”.
Pero, ¡miren a Mons. Lefebvre! En casi todos los sermones, conferencias está hablando del peligro para los fieles que es un acuerdo con Roma. Entonces, los sacerdotes de la FSSPX comenzaron a ser callados y ya no predican sobre esto, ya no advierten al rebaño sobre este “juego”. ¿Qué pasa con las ovejas? ¿Y los sacerdotes? Cualquier sacerdote que habla sobre esto es silenciado; las transferencias toman lugar, como 40-50 años atrás donde todos los sacerdotes tradicionales y conservadores fueron puestos fuera a los barrios lejanos, a los desiertos. Eso es lo que está pasando ahora. Todos los campeones de Mons. Lefebvre están siendo enviados fuera y las altas posiciones las están dando a los hombres que dicen “sí”, que van a la par con este compromiso de la fe.

Por eso, esta situación está muy grave y es la más grave ahora porque muchas personas piensan “¡Oh! No es ningún problema”, “No pasa nada”, “No hay acuerdo, así que todo está en paz”.  Pero no es cierto. Si todo estuviera bien, Mons. Fellay hubiera rechazado y condenado públicamente todos esos documentos desde Abril. La verdad es todo lo contrario. Él dijo al Papa Benedicto XVI: “Estoy completamente comprometido para las clarificaciones de esta normalización”. Está totalmente determinado y puesto a ello; y no ha cambiado. Es por eso que es muy serio. En tiempos normales, en congregaciones normales todos los sacerdotes y obispos se levantarían y pedirían que fuera removido porque está llevando a su congregación a la muerte.

La Virgen María nos advirtió en Akita y escuchen (lean) sus propias palabras, esto es después de su terrible profecía, que el Cardenal Ratzinger, que leyó el Tercer Secreto de Fátima, dijo que este era el Tercer Secreto de Fátima.

Dijo que fuéramos con Mons. Ito para darles a leer este mensaje, dado en Japón a la Hermana Agnes Sasagawa el 6 de Junio de 1973; esta es la Santísima Virgen María hablando:

Como te dije (en Fátima), si los hombres no se arrepienten y se mejoran, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio (el diluvio de Noé), tal como nunca se ha visto antes. Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les quedarán serán el Rosario y la señal dejada por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del Rosario. Con el Rosario, reza por el Papa, los obispos y los sacerdotes.
La obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia, de tal manera que se verán cardenales contra cardenales (eso es hoy), obispos contra obispos…”

Incluso eso se ve dentro de la FSSPX, Mons. Williamson lo ha venido diciendo, como Mons. Lefebvre: “ningún acuerdo con Roma es posible hoy en día. Ahora, Mons. Fellay ha persuadido a los otros dos obispos a seguir esa nueva dirección.
“…Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros...iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan compromisos (aquí está, está pasando ahora) y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor.
El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. (¿cuál tristeza? El del Inmaculado Corazón de María). Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos.”

Estas son palabras duras y no es de extrañarse por qué Juan XXIII, teniendo todos sus “regalos” en la canasta del Concilio Vaticano II en 1960, no reveló el Tercer Secreto de Fátima, porque era todo contrario a su sueño utópico del Vaticano II.

Así que, queridos fieles, permítanme cerrar con otra cita, y este es el Papa Pío XI en 1937, que aplica a todos nuestros sacerdotes de la FSSPX y la cito instándoles, pidiéndoles, rogándoles y rezando porque ustedes también recen por los sacerdotes, obviamente porque el Papa consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María y se convierta al tradicionalismo; recen por Mons. Fellay porque su alma está en grave peligro con todos estos compromisos, recen por los otros tres obispos, recen por todos los sacerdotes de la FSSPX, porque cada uno tiene que hacer una decisión enorme sobre ya sea ser fieles a Cristo, a los Papas, a Mons. Lefebvre, nuestro fundador; o vayan por la vía del compromiso y den la espalda a toda la Tradición Católica, porque eso es precisamente a lo que se dirige. Así que escuchen (lean) al Papa Pío XI y cierro con esto, lo prometo, y recen, recen por todos los sacerdotes.

“El primer regalo de amor hecho por los sacerdotes alrededor de Él es aquel que es el más necesario, es el cual consiste en servir la a la Verdad, toda la Verdad en cada descubrimiento y rechazando el error, no importa cómo está cubierto o disfrazado (piensen en todos los documentos de compromiso con Roma). Una falla en este punto, no sólo será una traición a Dios y de su sagrada vocación como sacerdotes sino también un crimen contra los intereses verdaderos de sus gentes en sus países. La Iglesia no puede esperar a que sus altares sean derribados y manos sacrílegas hayan destruido los templos (Porque, ¿cuántos sacerdotes están diciendo ahora “no haré algo sino hasta que me ordenen decir la nueva misa y hasta que me lo digan reaccionaré”. Pero para entonces será muy tarde. Eso “apesta”, voy a saltar del barco y dejarlo hundirse hasta el fondo del océano. Y el Papa está condenando esa idea) para empezar a llorar y protestar.”—Papa Pío XI.

Así que, queridos fieles, dupliquen sus oraciones, especialmente el Santo Rosario. Recen por todos los sacerdotes, y saben que hay buenos sacerdotes. Traten de hablar con ellos, intenten hacerlos leer, ver cómo la mente del fundador está opuesta a esta nueva mentalidad de la FSSPX de compromiso y acercamiento a la regularización con Roma. Es verdaderamente peligroso y una traición. Por favor, recen por ellos y por todos nosotros y ustedes, queridos fieles, perseverarán. Mantengan la lucha, la fe. Estos son grandes días, y los Santos en el Cielo los envidian porque ustedes sostienen la luz de la Verdad en una era que es más oscura que nunca y que trata de anular esa luz.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del Alma mía
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.