jueves, 24 de diciembre de 2015

MONASTERIO BENEDICTINO SAN JOSÉ LES DESEA FELIZ Y SANTA NAVIDAD: Boletin Diciembre 2015



Información y donativos en: benedictinos.jimdo.com
Misas sábados y Domingos   10:00  am
« Y sirvaos de seña, que hallaréis al niño envuelto en pañales, y reclinado en un pesebre » (Lc II, 12)
« Entonces la región desierta y intransitable se alegrará; y saltará de gozo la soledad, y florescerá como lirio. Fructificará copiosamente, y se regocijará llena de alborozo. » (Is XXXV,1-2)


« Y sirvaos de seña, que hallaréis al niño envuelto en pañales, y reclinado en un pesebre » (Lc II, 12)
« Entonces la región desierta y intransitable se alegrará; y saltará de gozo la soledad, y florescerá como lirio. Fructificará copiosamente, y se regocijará llena de alborozo. » (Is XXXV,1-2)
Estimados amigos y benefactores:
Les deseamos a todos ustedes una muy feliz y bendita Navidad y les agradecemos una vez más por su apoyo, oraciones, y generosidad para con el Monasterio San José. Continuamos  con la  construcción  del secundo piso y con la excavación del pozo de agua, la cuál se espera encontrar a 50 metros de profundidad. Por favor sígannos ayudando para mayor gloria del Niño Dios.

 Los pormenores del nacimiento de nuestro Salvador deben ser para nosotros misterios llenos de amor: Él quiso nacer en un establo siendo que pudo haber escogido un palacio si hubiera querido; dando así  ejemplo de humildad y pobreza. No quiso tener como cuna sino un pesebre; como ropa, pañales prestados; y como adoradores, pobres pastores; tal ejemplo nos revela al mundo el desapego de los bienes de la tierra que debemos tener. Nuestro Señor quizo al nacer sufrir frio y  abandono. Desde pequeñito nos enseñó la mortificación voluntaria. Desde tan tierna edad ya habia comenzado a expiar por nuestros pecados: para curar nuestro orgullo, quizo ser humilde; para curar nuestro amor por las riquezas, nos enseñó el desapego; a nuestra sensualidad, sus sufrimientos. Estas solo algunas de las lecciones del pesebre de Belén. 

La práctica del ofrecimiento de las tres Misas en el día de Navidad es muy antigua. Ellas se ofrecen en honor y para para recordar los tres nacimientos de Nuestro Señor Jesucristo: su nacimiento según la carne, en el tiempo, de la Virgen María; su generación eternamente de  Dios Padre; y tercero, su nacimiento espiritual o místico en nuestras almas por fe y la caridad,  pero especialmente por la comunión Eucarística, que deberíamos recibir en esta bella fiesta de Navidad después de haber limpiado el pesebre de nuestra alma con una buena confesión sacramental. ¡Les deseamos a todos una feliz y santa Navidad!  


Explicación  sobre las tres misas 
celebradas en Navidad
Por San Antonio de Padua
Doctor Evangélico

Así como en la primavera Dios creó al mundo, así también en Natividad de su Hijo creó un mundo nuevo, que todo lo renueva. En el primero día dijo Dios: «Hágase la luz; y la luz fue hecha». Hoy el Verbo del Padre, por quien todo fue creado, se encarnó. Aquella luz, que dijo: «Sea hecha la luz», hoy fue hecha. Por eso, se canta hoy en la misa de la aurora: «La luz brillará, etc.» Noten que en este día se celebran tres misas. La misa de la Noche, en que se canta: «El Señor me dijo», la cuál representaba la generación oculta de la Divinidad, que nadie puede describir.  La misa de la Aurora, representa su nacimiento de su Madre el dia de hoy. La tercera misa representa al mismo tiempo su generación de la Madre y del Padre. Y por ello cantamos en el Introito: «Nos a nacido un niño; esto se refiere a la generación de la Madre; y se lee en el Evangelio: «En el Principio era el Verbo»; esto se refiere a la generación de la parte del eterno Padre. La primera misa la cantamos de noche, porque aquella generación de parte del Padre es para nosotros oculta, para los que en ella  creemos. La Secunda misa se celebra muy temprano, al principio de la mañana, porque la generación de parte de la Madre nos fue visible, mas como que diluida en una nube. Porque en efecto, quien podrá atreverse a desatar la correa de su calzado, esto es, poder entender el misterio de su  Encarnación? La tercera misa la cantamos estando todavía el día en claridad ya que en el día de la eternidad, cuando pase toda oscuridad, claramente veremos de que modo fue Jesucristo generado por el Padre y generado también por la Madre. De hecho, será entonces cuando sabremos lo que es el Omnipotente, ya que lo veremos cara la cara y seremos semejantes  a Él.
Te rogamos Oh! Señora expectante, Señora nuestra,  Santa Madre de Dios, que en esta Navidad de tu Hijo, en la que diste a luz siendo Virgen, tu que lo envolviste en pañales y lo reclinaste en un pesebre, pedirle al divino Niño indulgencia para nosotros, para que, con la intercesión de vuestra misericordia, pueda ser curada la quemadura de nuestra alma, aquella que contraimos por el fuego del pecado, a fin de que merezcamos llegar al gozo de la eterna festividad. A la cuál dígnese llevarnos Él mismo, ya que se digno nacer de ti, Virgen gloriosa, al Quién sea dada toda honra y gloria por los siglos de los siglos. Amén.