martes, 12 de mayo de 2015

RESISTENCIA CATÓLICA EN BOGOTÁ COLOMBIA: Sermón del Domingo quinto después de Pascua del R. P. Fernando Altamira




 Sermón del Domingo V después de Pascua (Bogotá, año 2015)
“LA VIDA PARA DIOS  versus LAS INCOHERENCIAS DE NOSOTROS LOS CATÓLICOS”

Queridos hijos:
Los sacerdotes debemos predicar en un pivote que gira hacia dos puntos: La Verdad, la Verdad de Dios, la Fe, el dogma católico; esto más dirigido a la inteligencia, y lo cual es y debe ser el punto de partida, lo primero a hacer. Y luego la consecuencia del dogma, que es la Caridad: Nuestras acciones en concordancia (o en coherencia) con la Verdad, con la Fe Católica, en coherencia con Dios.

Hoy queríamos hablar sobre estas consecuencias del dogma, sobre la moral, sobre nuestras acciones.
Recientemente les decíamos de la invitación “pascual” a vivir una vida nueva, una vida hermosa, sin pecado, sin el pecado mortal, una vida llena de luz, para Dios, y para poder –quiera Él- salvarnos y vernos todos en el Cielo:
(Col 3,1-4) Fratres: Si consurrexistis cum Christo (Hermanos: Si habéis CON-resucitado con Cristo), quae sursum sunt quaérite (¡buscad las cosas de arriba!)… quae sursum sunt sápite (¡saboread las cosas de arriba!), non quae super terram (¡no las de la tierra!)… vita vestra est abscóndita cum Christo in Deo (vuestra vida está escondida con Cristo en Dios)…”. (1 Cor 5,7-8) “Expurgate vetus fermentum ut sitis nova conspersio (expurgad, quitaos, el viejo fermento, para que seáis una nueva masa)…”, ázimos de sinceridad, de pureza y de Verdad.

Les habíamos dicho también, sobre el buen Padre Castellani (+ 1981), cómo en alguno de sus sermones él decía que le gustaría predicar como hacían los Apóstoles: Hacer una enumeración de pecados y concluir: Los que tales cosas hacen no heredarán el Reino de los Cielos, se condenarán en el Infierno, y el Infierno, hijos, es para toda la eternidad.
Escuchemos de nuevo a San Pablo con estas enumeraciones:

(1 Cor 6,9ss) “9 An nescitis quia iniqui regnum Dei non possidebunt (O no sabéis que los inicuos –i.e. los que hacen pecado mortal- no poseerán el reino de Dios)? Nolite errare (No os equivoquéis): neque fornicarii (ni los que hacen fornicación), neque idolis servientes (ni los idólatras), neque adulteri (ni los que hacen adulterio), 10 neque molles (ni los afeminados), neque masculorum concubitores (ni los homosexuales), neque fures (ni los ladrones), neque avari (ni los avaros), neque ebriosi (ni los borrachos), neque maledici (ni los que maldicen), neque rapaces (ni los que viven de la rapiña), regnum Dei possidebunt (poseerán el reino de Dios).”

En Gálatas: (Gálatas 5,19ss) “19 Y las obras de la carne son manifiestas, a saber: fornicación, impureza (“immunditia” es una de las formas de decir en latín el pecado de impureza o lujuria “solo”, porque de hecho ese pecado es una “inmundicia”); impudicitia (impudor), lujuria o lascivia (luxuria), 20 idolatría (idolorum servitus), hechicería (veneficia), enemistades (inimicitiae), contiendas (contentiones), celos (aemulationes), iras (irae), litigios (rixae), banderías (dissensiones, los bandos dentro de una familia, dentro de una comunidad, etc), divisiones (sectae), 21 envidias (invidiae), homicidios (“homicidiae”, también entran LOS ABORTOS aquí), embriagueces (ebrietates), orgías (comessationes), y otras cosas semejantes (et his similia), RESPECTO DE LAS CUALES OS PREVENGO, como ya os lo he dicho, QUE LOS QUE TALES COSAS HACEN NO HEREDARÁN EL REINO DE DIOS.”

Por eso la diferencia que debe haber entre lo que éramos y lo que debemos ser, entre lo que fuimos y lo que debemos desear ser para el futuro: Las buenas y “SINCERAS” intenciones de cambiar, de corregirse, de hacer nuestras vidas para Dios y según Dios:

(1 Cor 6,11) “Et hæc quídam fuistis (Y estas cosas ciertamente habéis sido): sed abluti estis (pero habéis sido lavados), sed sanctificati estis (pero habéis sido santificados), sed justificati estis (pero habéis sido justificados; es decir: habéis recibido la gracia santificante) in nomine Domini nostri Jesu Christi (en el nombre de Dios Nuestro Señor Jesucristo), et in Spiritu Dei nostri (y en el Espíritu de nuestro Dios; el cual es el Espíritu Santo por supuesto)”. Lavados, santificados y justificados de la vida anterior.

Sigamos:
(2 Cor 7,1ss) “1 …purifiquémonos de toda contaminación de la carne (esto es: de los pecados de la lujuria) y (y de toda contaminación) de espíritu (podemos decir: los pecados sobre todo contra la Fe, contra la Verdad, dejar que se nos pervierta el Catolicismo o que se nos cambie el Catolicismo; además pecados del espíritu son también: nuestro orgullo, nuestra soberbia, etc, etc), santificándonos cada vez más con un santo temor de Dios. 2 …a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos explotado… 4 estoy lleno de consuelo, reboso de gozo en medio de toda tribulación. 5 [Porque llegados a Macedonia, no tuvo nuestra carne ningún reposo, sino que de todos los modos éramos atribulados], por fuera: luchas, por dentro: temores. 6 Pero Dios, que consuela a los humildes, nos ha consolado con la llegada de Tito… 10 …LA TRISTEZA QUE ES SEGÚN DIOS, PRODUCE ARREPENTIMIENTO PARA LA SALVACIÓN… en cambio, la tristeza del mundo produce muerte”.1


Los católicos de hoy en día, en el mundo entero, mostramos constantemente nuestras incoherencias, nuestras hipocresías; decir blanco y hacer negro; no saber nada de nuestra Santa Religión ¡y no interesarse por saber!, ¡y se trata de la única religión verdadera!

Ser católicos que nunca o casi nunca hacemos la Confesión, y ni hablemos de los que reciben la Comunión con pecado mortal… Se arreglen ellos con Dios.

Frente a lo cual, deberíamos tratar de ser dignos hijos de Dios, buenos católicos, sin el farsante que llevamos dentro.
Demos algunos ejemplos de incoherencias (podrían ser miles por supuesto):

(1 a) Sí, muy católico, muy católico… pero llego siempre o casi siempre tarde a la Santa Misa, con ello falto el respeto a Dios, distraigo a los que llegaron temprano (y algunos de ellos vienen desde muy lejos), les doy un pésimo ejemplo a mis propios hijos, a mi esposa, etc.

(1 b) Sí muy católico, muy católico… pero no voy a Misa el domingo por irme a jugar al tenis, por jugar al fútbol, por irme a hacer un programa, por cualquier cosa menos “el cumplir con Dios”, menos “el cumplir con el día del Señor”.
(2) Sí muy católico… pero en Semana Santa, ¡en Semana Santa!, me voy de vacaciones en vez de asegurar la asistencia a las ceremonias religiosas ¡en la semana más santa del año! No entro en los detalles de la falsa “Religión del Concilio Vaticano II”, pero cada vez hay más católicos que se van de vacaciones en Semana Santa: Es una vergüenza.

(3 a) Sí, muy católica, muy católica… pero uso escotes, blusas o camisetas con escotes. El andar “mostrándose”, lo cual no se hace ni dentro ni fuera de la iglesia, pero peor si se hace dentro de la Iglesia, dentro de un lugar sagrado y donde se reza la Santa Misa, en los Bautismos, ni hablemos de cómo van vestidas a los Matrimonios o cómo es el mismo vestido de la novia.

(3 b) Sí, muy católica… pero uso pantalones, peor si son pantalones ajustados, uso faldas cortas (por arriba de las rodillas). Hay que terminar con esa enfermedad de andar mostrándose: Si una dama es soltera, tiene un solo dueño: Dios. Si una dama es casada, tiene dos dueños: Dios y luego su esposo. Y el resto de los hombres “no existen”; “yo no debo andar mostrándome”… ni mucho: ser muy “mostrona” (como dicen aquí en Colombia), ni poco: ser “poquito mostrona”. Lo que está mal no se hace ni mucho ni poco (¡sentido común!).

(3 c) Y perdón que lo diga, pero es mi obligación: Hay algunas que hasta dejan ver la ropa interior, ¡y peor si es al recibir la Comunión, al recibir a Dios en la Comunión! Es una vergüenza.

(4) Sí, muy católico, muy católico… pero tengo relaciones con mi novia (“muy bien, felicitaciones”); vivo o quiero vivir en unión libre o vivir con mi novia sin estar casado (“adelante, felicitaciones”); veo pornografía, pecado de impureza solo (“muchas felicitaciones, siga así”); soy casado pero tengo una mujer por allí –una “moza” como dicen en Colombia- o “tengo una aventura de vez en cuando”, y traiciono sin problema a Dios y al Matrimonio y a mi esposa y a mis hijos; o una dama que hace “cosas” con el jefe de la oficina o con un compañero del trabajo (“muy bien, adelante”); me separé de mi esposa y ahora estoy muy bien con Fulanita (“bien, siga así”); me he divorciado.

(5) Sí, muy católico… pero jamás les enseñé a mis hijos que la unión libre (o irse a vivir con la novia) está mal, que se tienen que casar por la Iglesia, que los novios no deben tener relaciones antes del Matrimonio; jamás les enseñé el ideal católico y lo único correcto: llegar virgen hasta el Matrimonio, tanto la mujer como el hombre, ambos por supuesto, ¡COMO SIEMPRE HA SIDO Y COMO TIENE QUE VOLVER A SER!

(6 a) Sí, muy católico… pero estoy en contra de la Familia Numerosa, en contra de tener muchos niños en el Matrimonio, en contra del fin principal del Matrimonio; y al revés: estoy a favor de tener sólo dos (“la parejita” que dicen aquí en Colombia), o sólo uno, o máximo tres (“bien, felicitaciones”); estoy a favor de la planificación o anticoncepción, a favor de cuanta basura viene o se hace para no tener hijos; a favor de cortarme las trompas (Pomeroy), o ligarme las trompas, o hacerme la vasectomía (“muy bien, muchas felicitaciones por todo esto”).

(6 b) Sí muy católico o muy católica… pero si veo una mujer embarazada que tiene más de “la parejita”, o que tiene un hijo y muy prontamente se embaraza del segundo, en vez de felicitarla, de defenderla, la critico, la insulto, la hago sentir mal: “burra, ignorante, cómo va ser, embarazarse de nuevo, con esta situación… el encarte de los niños” (“muy bien, veremos cómo le va después con Dios”).

(6 c) Sí, SOY UNA MAMÁ O UNA SUEGRA MUY CATÓLICA…pero si la hija o la nuera vuelven a embarazarse, las insulto de arriba abajo, las hago sentir mal, todo menos felicitarlas y alentarlas a que sigan teniendo niños; les digo que tienen que aprovechar el parto o la cesárea para mandarse ligar o cortar la trompas. Nos preguntamos: ¿Cómo les va a ir a esa suegra o esa madre ante Dios cuando se mueran y sean juzgadas? No creo que muy bien…

(6 d) Peor aun: Sí, muy católica… pero llevo a mi hija a que el médico le enseñe y le dé algo para “planificar”, que le enseñe la anticoncepción.

(6 e) Sí, muy católico y muy católica… pero haremos un aborto con mi esposa, o con la novia (“bueno, adelante; asesinar al propio hijo”). Y llega a pasar, Dios mío, que una madre llevará a su propia hija a que le hagan un aborto… ¡Cómo puede ser! ¿Cómo se van a presentar después ante Dios, y cómo les va a ir?

(7) Sí, muy católico y muy católica… pero les digo a mis hijos o hijas que tengan relaciones con las novias o novios; o sé que andan en eso “y me hago la tonta” (o el tonto) y no les digo nada. Peor aún: Les dejo dormir juntos en el mismo cuarto en la propia casa: Es inadmisible una cosa así.

(8) Muy católico… pero ¡a ver televisión!, horas y horas frente a esa pantalla, fútbol el domingo todo el día, pero ir a Misa, de leer la Sagrada Escritura o algo espiritual católico: “no, de eso no hablemos”. No agreguemos el tema de ver cosas malas, sean películas, sean las novelas, etc. ¿Internet? Estar enviciado con él, por las cosas que allí se ven o por las horas que paso en el internet. Jueguitos de la computadora: Me “idiotizo” yo mismo, y dejo que mis hijos “se idioticen” en vez de cuidar y desarrollar sus facultades intelectuales.
(9) Muy católico… pero permito y llevo a mis hijos a festejar “el Halloween”, una festividad satánica. “No, es que mis hijos no lo hacen por eso, es sólo para coger un disfraz (yo los disfrazo de santos) y pasarla bien”. “No, es que yo no los puedo hacer faltar a la escuela el día que festejan Halloween”. “No, es que en el conjunto donde vivimos hacemos esa fiestita entre todos, pero es inocente”.

(Conclusión)
Y al revés de toda esa incoherencia que muchas veces cargamos en las filas del Catolicismo, simplemente terminamos con el deseo de que podamos ser buenos católicos, y lo deseamos de corazón. Y el deseo de poder ayudar al prójimo, ayudar a nuestros seres queridos, amigos, conocidos, desconocidos, a que sean buenos católicos.

Tiene que ver con la epístola de hoy (Santiago 1,22ss): “Carísimos: Sed hacedores de la Palabra (del Verbo, de la Doctrina Católica, cumplir con Dios; estote factores verbi), y no oidores solamente (et non auditores tantum; los que oyen y no hacen nada, no acomodan su vida según el Catolicismo), engañándoos (así) a vosotros mismos (fallentes vosmetipsos). Porque si alguien es oidor de la Palabra y no hacedor (de ella): Éste se compara a un hombre que mira el rostro de su nacimiento en un espejo, y pues se miró, y se fue, e inmediatamente se olvidó quién era (qualis fúerit)”.

Quiera el buen Dios darnos su gracia para poder cumplir con estas cosas, y ser hacedores de la Palabra y no sólo oidores, y que se pueda aplicar en nosotros esas palabras del Evangelio:

“Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras, Y GLORIFIQUEN A VUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS” (San Mateo 5,13ss, in fine).
Ése es nuestro deseo, a eso aspiramos, y así lo pedimos a Dios Nuestro Señor Jesucristo.

AVE MARÍA PURÍSIMA.

1 Otras citas sobre el mismo tópico: (Fil 2,3ss) “3 No hagáis nada… sino con humilde corazón (…) 5 Tened en vuestros corazones los mismos sentimientos que Cristo Jesús… 12 …OBRAD VUESTRA SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR… 13 …Dios es el que, en su benevolencia, da en vosotros el querer y el obrar… 15 (Sed) …hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, entre los cuales resplandecéis como antorchas en el mundo…”. (Fil 4,1ss) “Por tanto, hermanos míos, amados y muy deseados, gozo mío y corona mía, manteneos así en el Señor: amados… 4 Alegraos en el Señor siempre; otra vez os lo digo: Alegraos. 5 Sea de todos conocida vuestra sencillez. El Señor está cerca. 6 No os inquietéis por cosa alguna, sino que en todo vuestras peticiones se den a conocer a Dios mediante la oración y la súplica, acompañadas de acción de gracias. 7 Y entonces la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, cuantas cosas sean conformes a la Verdad, cuantas serias, cuantas justas, cuantas puras, cuantas amables, cuantas de buena conversación, si hay virtud alguna… a tales cosas atended”.