sábado, 18 de abril de 2015

MEDITACIONES: Domingo del Buen Pastor



Meditación
Por el P. Alonso de Andrade
Del buen Pastor (Juan.10)

   Punto I.- Considera cómo Cristo, Hijo de Dios vivo Unigénito del Eterno Padre, bajó del cielo a ser pastor  de las almas y de la tuya, y pudiendo hacer este ministerio un ángel, u otra criatura racional, no quiso sino tomarla a su cargo, y cuidar de tu bien, y apacentarte por su propia persona. Pondera quién es Dios y quién eres tú, y lo que debes a tan grande Señor: dale mil gracias por este beneficio, y disponte cuánto pudieres para servirle eternamente.

   Punto II.- Considera que el oficio de buen Pastor es apacentar sus ovejas, y Cristo le cumplió tan abundantemente, que les dio en pasto su propio Cuerpo, y por bebida su propia Sangre. Gózate de tener tal  Pastor, y dale infinitas gracias por tan incomparable merced, y aprende a cuidar de las tuyas y a sustentarlas a costa de tu sudor, y si fuere necesario de tu sangre, a ejemplo de Cristo.

   Punto III.- Considera lo que dice Cristo, que es bueno y verdadero pastor, que defiende sus ovejas del lobo hasta poner su vida por ellas; y el jornalero, que no las tiene por suyas, huye y las deja sin defenderlas, y perecen a manos de sus enemigos. Cristo es el verdadero Pastor que dio la vida pos sus ovejas, y las defiende siempre de los lobos carniceros, por lo que tienes grande motivo para agradecer a Dios tan señalado beneficio, menos importará que tú perdieras la vida a mano de tus enemigos, que no el Señor de la vida a manos de los suyos, y fue tan crecido su amor que la dio en la Cruz por ti. ¡Oh Señor! ¿Con qué os agradeceré tan insigne merced? ¡Oh, quién diera la vida por Vos, como Vos la disteis por mí! Aprende a no ser mercenario, ni servir a Dios y a tus prójimos por sólo el interés, sino por la gloria de Dios y el bien de sus almas, por las cuales has de poner tu vida, si fuere necesario, a ejemplo de Cristo nuestro Señor que la puso por ti.

   Punto IV.- Considera que así como Cristo es el buen Pastor, así por el contrario el mal pastor es el demonio, que en todo procura la emulación del Salvador. Fíjate cómo cuida y apacienta cada uno de estos pastores sus ovejas y la diferencia tan grande que hay del bueno al malo y de las ovejas del uno a las del otro, y mira a cuál de los dos rebaños quieres pertenecer. Mira cómo trata Cristo a los suyos, dándoles hasta su propia Sangre y llevándolos sobre Sus hombros, y el premio que al último les da, y el que hace Satanás al rebaño de sus seguidores, teniéndolos por esclavos y tratándolos con suma tiranía, y por último los despeña en el abismo del infierno, a donde los apacienta, como dice David con muerte eterna. Ruega al Señor que te reciba en su rebaño y que no te deje de su mano, ni te permita caer en la tiranía de Satanás; resolviéndote firmemente a ser una de sus ovejas y ofreciéndote a servirle eternamente.