lunes, 24 de febrero de 2014

VIDA Y OBRAS DE MONSEÑOR LEFEBVRE: Introducción

VIDA Y OBRAS DE MONSEÑOR LEFEBVRE


INTRODUCCIÓN



Nuestro Señor Jesucristo siempre cercado por sus enemigos y hostigado por ellos sobre todo por los doctores de la ley quienes siempre buscaban ocasión para hacerlo caer, un día uno de ellos le preguntó, para tentarle: “Maestro, ¿Qué he de hacer para lograr la herencia de la vida eterna”? respondiole: “En la ley, ¿que está escrito? ¿Cómo lees? Y el replicó diciendo: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y con  toda tu alma, y con toda tu fuerza y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo” “Has respondido justamente. Has esto y vivirás”Quienes, por gracia de Dios, conocimos a Mons. Lefebvre nos dimos cuenta que, emulando a San Juan, nos pedía estas dos cosas: El amor a Dios y al prójimo, no sin razón nosotros que durante 8 años escuchamos con mucha atención sus palabras nos dimos cuenta del gran amor que a “Nuestro buen Padre Dios” le tenía y cómo amaba también a la esposa castísima de Nuestro Señor Jesucristo la Santa Madre Iglesia, era y veíamos a un hombre de Dios y a un gran hombre de Iglesia, que tanta falta hacen hoy en nuestros tiempos.Monseñor Lefebvre supo ser también un gran Padre de una gran comunidad a la cual dio lo mejor que tuvo de sus años postreros “quienes le conocimos, comimos y platicábamos con él damos fe de ello” y también sentimos en lo más profundo de nuestro ser su partida de entre nosotros. Pero su firmeza en la Fe, su caridad abundante, su sabiduría y otras tantas virtudes se quedaron como un depósito en nuestros corazones.Ahora considero que si nos decimos hijos de tal padre tenemos la obligación de transmitir lo que de él hemos recibido ya sea de viva voz o por escrito, debemos difundir ya sea su vida o sus obras que tanto iluminaron nuestras mentes y dirigieron nuestros vacilantes pasos hacia una Fe firme y a una Caridad propia de los amadores de Dios y de su Iglesia. Es una santa obligación que no admite dilación, no hacerlo sería ingratitud nuestra a pesar de los obstáculos que se puedan presentar o las dificultades apremiantes que nos acosen por falta de medios de comunicación, por un lado, y comprendiendo que otros por la gran cantidad de información que poseen se vean limitados para dar a conocer lo que nosotros nos proponemos. Debo admitir que, sin esos medios, cuyo sacrificio admiro no se hubieran enterado muchas almas del riesgo tan grande al que eran y son llevados, por desgracia, muchos de nuestros compañeros y feligreses, Dios premie el esfuerzo tan grande por la labor tan grande que hacen.El Ariete Católico será el sitio en el que escribiremos sobre la vida y obras de Monseñor Lefebvre, pues no tenemos otro deseo que cumplir con este deber de justicia ante quien fue nuestro padre y fundador. Nuestro plan no es ambicioso sino modesto pues se basa en: Vida y escritos de Monseñor Lefebvre correspondiente a la parte doctrinal, escritos espirituales de Monseñor Lefebvre así como de otros autores católicos, aquellos que fueron nuestro puntal espiritual en nuestra formación en el seminario. Así de manera sencilla queremos empezar con la vida de Monseñor Lefebvre en pequeños artículos extraída de una fuente segura y confiable. Quiera la Providencia Divina dirigir nuestro propósito, Monseñor Lefebvre bendecirla y a Uds., amados feligreses, fieles a la Iglesia de siempre, rezar para que este buen propósito alcance su fin.

ORIGENES.

Por mucho que nos remontemos en el tiempo, parece que en Turcoing siempre nos encontraremos con Lefebvres. El trece de octubre de 1644 el mercader fabricante Henri Lefebvre se casó con Isabeau Desumeaux, la ciudad tan solo era una villa floreciente que habitaban en ella unas quince mil almas, dedicadas por completo a la industria de la lana. La vecina Lille era el gran centro comercial de los productos textiles, en tanto que Roubaix no era sino una pequeña aldea.
El Flandes valón, cuya extensión va desde Lys a Douai, era la parte meridional de los países bajos españoles, hasta que la armada de Luis XIV incorporó Lille y su capellanía a Francia en el año 19668. Tras la guerra de Sucesión española (1701-1713), el tratado de Utrecht definió la frontera (que sigue siendo la actual) y Jacques-Antoine Lefebvre, hijo de Pierre-Allard Lefebvre, ya era del todo francés cunado se casó en Wasquehal, el 5 de octubre de 1738, con Catherine Dumortier .
De su hijo Jean-Baptiste, mercader, Louis, antepasado de quien será el Cardenal Joseph Lefebvre, Arzobispo de Bourges, y Jacques casado en Tourcoing (1799) con la hija de un mercader de telas.
Jacques Lefebvre era mercader y a la vez fabricante en Tourcoing, compraba con anticipación los vellones de cordero y, después de la esquila, la lana era llevada a su almacén. Cuando ya la cardaban, la desgrasaban y sacarla tomaba las mechas para hilarlas que se hacía en el domicilio o en las casas de los cardadores y hiladores, posteriormente se vendían en Lille o las exportaba. La geografía de Tourcoing era de basta vegetación la cual se vio afectada con el uso de telares de vapor producido por el carbón: como Roubaix y Lille pronto se lleno de chimeneas y las tres ciudades quedaron envueltas en una nube de humo.
Hijo de Charles (Carlos) Lefebvre, mercader de lana, Eugéne Lefebvre, era hilador de lana en Tourcoing cuando contrajo nupcias con Marie Théry (hija de Henri-Théodore notario famoso de Lille y de Hortense Van Rullen) en Lome el año 1875. Hortense y su hija Marie eran dirigentes de la tercera orden franciscana en sus respectivas ciudades, la primera en Lille y la segunda en tourcoing donde la llamaban “la buena señora Lefebvre.
Eugéne Lefebvre, hombre de negocios y de trabajo, bajo un ambiente casi familiar con sus empleados, digería muy bien su hilandería y la casa Vermersch-Lefebvre. Sin ser muy practicante, era hombre de palabra: su mujer, al morir santamente el 8 de octubre de 1917, le pidió que rezase el rosario cada día y, el cumplió la promesa: por la noche, con su cocinera Adelaida, rezaba su rosario. Murió el 8 de febrero de 1926, solo tuvo dos hijos: Rene nacido el 23 de febrero de 1879 y Margarita, esposa de Alphonse Lemaire, industrial de Roubaix.
Rene Lefebvre, el futuro padre de Monseñor, estaba internado en la ruda escuela de los jesuitas de Boulong-sur-Mer. Su padre no escatimo nada para hacer de él un industrial formal: hablaba correctamente inglés y alemán, fue a estudiar, en Alemania la técnica alemana. Sin embargo debido a su temperamento tímido y piadoso lo alejaban al retiro y la soledad y, en consecuencia,  a la vida religiosa en especial a la benedictina, aun así dudaba sobre el estado de vida religiosa cuando le presentaron a una joven de Roubaix, Gabriele Watine.
La familia Watine (hogar de Gabriele) era exitosa industrialmente hablando perteneciente al patriciado del norte. Hijo de Philippe Watine-Meurisse, Louis Watine (1814-1883), fabricante de Roubaix, se había casado con Élise Wattine, de Turcoing, nieta de Pierre Wattines-Dewavrin(1749-1812) que fue arquitecto y alcalde de Tourcoing en 1800. Su segundo hijo Louis Watine (1848-1919), fabricante de telas y vicepresidente de la caja de ahorros, seria para su mujer, Gabrielle Lorthiois, a quien tomo como esposa el 27 de junio de 1874, un guía seguro y un sólido apoyo…continuará