lunes, 27 de noviembre de 2023

Fiesta de la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa

 


A quienes  porten la Medalla  la  Santísima Virgen les garantiza una protección contínua, inagotable y universal para el alma y el cuerpo, en la vida y en la muerte, para todos y para siempre; una protección constante, infalible e indefectible porque se funda en el poder de Dios.

 La Medalla es, por tanto, un escudo, porque quien la lleva está bajo el especialísimo amparo de la Madre de Dios. La Virgen confirma su poderosa protección maternal en toda dificultad material, y sobre todo espiritual. Es un escudo contra las adulaciones del mundo, contra las seducciones del demonio y las tentaciones de la carne, los tres enemigos internos del hombre.

martes, 21 de noviembre de 2023

"PARECERÁ EL FIN DEL MUNDO"

 


   EXTRACTO DE UNA CARTA DE LA MADRINA

   DE JACINTA MARTO AL PAPA PÍO XII

 

   De una carta de la madre Godinho  al Santo Padre Pío XII, de fecha 25 de abril de 1954, la revista portuguesa “Mensagem de Fátima” transcribe sin comentarios, lo que sigue:

   “… Yo soy la madrina de Jacinta Marto, vidente de Fátima, la cual me ha comunicado un secreto   que he guardado religiosamente  durante  muchos años. Siento la muerte muy próxima y deseo comunicárselo a vuestra Santidad.  Le garantizo bajo juramento que ésta mi exposición contiene palabras textuales, tal y como me las pronunció ella.  Estas palabras son mi secreto. Helas aquí:

   “Madrina, “dígales” al Santo Padre que el mundo está revuelto y que Nuestra Señora ya no puede contener el brazo de su amado Hijo, muy ofendido por los pecados que se comenten en el mundo; pero que si el mundo se resolviese a hacer penitencia, Ella vendría en su ayuda; mas en caso contrario el castigo caería infaliblemente sobre él. Me pidió más que las Hermanas Clarisas, Madre María del Costado, habían de estar unidas al Vaticano, debiendo prepararse para el año 1972, porque el pecado de la  impureza, de la vanidad y del lujo excesivo habían de atraer sobre el mundo tales castigos que harían sufrir mucho al Santo Padre, pobrecito”, decía ella”.

   “Continuando su relato me decía que aún habría de venir el triunfo de Nuestro Señor, pero que antes de eso,  habría muchas lágrimas, porque en el mundo no se cumple la Voluntad de Dios. Me dijo además, que sentía honda pena por no saber explicarse mejor, pero que lo iba a intentar”.

   “Hay un secreto del cielo y otro de la tierra. Este es tremendo; parecerá ya el fin del mundo, y en este cataclismo quedará todo aislado del Cielo que se volverá blanco como la nieve. Nuestra Señora dijo  además, que se rezase mucho y que hiciésemos muchos sacrificios de los sentidos, que tanto agradan a Nuestro Señor, que amásemos a Dios con todo nuestro corazón, que respetásemos a los sacerdotes que son la sal de la tierra y sirven para encaminar las almas al cielo…”.

   Hasta aquí la carta de la Madre Godinho. Jacinta, como vemos, no descubre el secreto, solamente se siente autorizada para decir que será  “algo tremendo”; “parecerá el fin del mundo”.

                   EL TERCER SECRETO DEL MENSAJE DE FÁTIMA

                                                                                Arturo Eloy C.M.F.


martes, 14 de noviembre de 2023

SOBRE LA MORTIFICACION (SANTO CURA DE ARS)

 


“No hay duda: una persona que ama el placer, que busca comodidades, que huye de todo lo que pueda significar sufrimiento, que es sumamente ansioso, que se queja, que culpa, y que se impacienta ante la más mínima situación porque las cosas no salen a su manera; una persona así es Cristiana solamente de nombre; él es solo una deshonra para su religión, porque Jesucristo lo ha dicho así: ‘Cualquiera que desee venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz todos los días de su vida, y que me siga’ “. 

Santo Cura de Ars

martes, 7 de noviembre de 2023

LA GRAVEDAD DEL ESCANDALO

 


Quienes tuvieron la desgracia de dar escándalo, durante su vida, sufren mucho en el Purgatorio, si es que no van al Infierno.

Es muy doloroso sufrir por las propias faltas; pero somos tratados mucho más duramente por aquellos a quienes hemos obligado a cometer pecado. Ahora bien, ¡cuántas almas sufren en el purgatorio a causa de sus escándalos!

Un pintor, muy estimado por su vida piadosa, se encontraba pintando un cuadro en una de las casas carmelitas cuando allí murió. Pocos días después de su muerte, se apareció a un monje, todo llorando y luchando en medio de las llamas, y le suplicó que tuviera piedad de él en sus insoportables tormentos. El monje le preguntó cómo podía ser castigado así él, que había vivido tan piadosamente. Él respondió que, tan pronto como había entregado su alma, había sido llevado al tribunal del Juez Supremo, y había visto a varias personas quejándose de haber tenido malos pensamientos y haber sucumbido a deseos impuros, mientras contemplaban una imagen inmodesta, que él había hecho; lo que les había hecho ser condenados a un terrible purgatorio, en expiación por los restos de estos pecados.

Otros, lo que fue mucho peor, gemían en el infierno, en la tortura eterna, en la misma ocasión. Todos estos desdichados declararon que él era al menos digno de las mismas torturas, por haberles proporcionado esta piedra del escándalo, contra la cual se habían quebrantado.

Entonces, vinieron del cielo, varios santos, que tomaron su defensa, explicando que esta mala imagen era obra de la juventud, expiada por penitencia y muchas otras imágenes santas, que había pintado para gloria de Dios y de los santos. Estos santos en el cielo eran a quienes había honrado. Pidieron su perdón en consideración también de las limosnas que había dado.

El Juez soberano, conmovido por sus oraciones, lo había eximido del infierno; pero lo había condenado al purgatorio, hasta que esa mala imagen fuera reducida a cenizas, para no escandalizar a nadie más. Le imploró al monje que fuera y pidiera a la persona que tenía esta imagen que la quemara lo antes posible, ya que este instrumento de pecado debía ser destruido.

“Al decirle en qué triste estado me encuentro, no me negará esta gracia. En fe de que me he aparecido a ti y de que todo esto no es una ilusión, dile que dentro de poco perderá a dos de sus hijos, como castigo por haber conservado esta imagen durante tanto tiempo, y que se niega a aniquilarla, No pasará mucho tiempo antes de que él mismo pierda la vida, por una muerte prematura. "

Al enterarse de estas cosas, el dueño de esta imagen la agarró y la arrojó al fuego.

En menos de un mes vio morir a sus dos hijos e hizo una dura penitencia por la falta que había cometido. Para repararlo hizo pintar hermosas y piadosas imágenes de los santos, a quienes quería tener como protectores en el cielo.

Nunca miremos malas imágenes, nunca las guardemos, ya que esto atrae castigos tan crueles, en el infierno o en el purgatorio.