lunes, 30 de agosto de 2021

LA VERDAD CONTRA EL ERROR (Cardenal Pie)

 



¿Buscan la verdad sobre la tierra? Busquen a la Iglesia intolerante. Todos los errores pueden hacerse concesiones mutuas, ellos son parientes próximos porque tienen un padre común: “Vos ex patre diabolos estis”. La verdad, hija del cielo, es la única que no capitula jamás.

   Y ustedes, que quieren examinar esta cuestión, aprópiense de la sabiduría de Salomón. Si en medio de estas sociedades diferentes, entre las que la verdad es motivo de litigio así como estaba ese niño entre las dos madres, desean saber a quién adjudicarlo, digan que les den una espada, finjan cortar, y examinen la cara que ponen los pretendientes: habrá muchos que se resignarán, que se contentarán con la parte que les va a ser entregada.

   Digan entonces: ellas no son las madres. Hay una que, por el contrario, se rehusará a toda componenda, que dirá: La verdad me pertenece y debo conservarla toda entera; no soportaré jamás que ella sea disminuida, dividida. Entonces digan: Ésta es la verdadera madre.

   Sí, Santa Iglesia Católica, tú tienes la verdad porque tú tienes la unidad, y porque eres intolerante a dejar deshacer esa unidad.

   Éste es mis hermanos, nuestro primer principio: La religión que desciende del cielo es verdadera, y en consecuencia es intolerante en cuanto a las doctrinas. Me queda por añadir: La religión que viene del cielo es caridad, y en consecuencia, plena de tolerancia en cuanto a las personas.

                                                                                                                                                  Cardenal Pie


jueves, 26 de agosto de 2021

CRONOLOGÍA DE LAS ADMIRABLES APARICIONES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA (2a Parte)


 PARA LEER LA PRIMERA PARTE AQUI

FUENTE

 Eventos importantes ligados con las apariciones de Fátima

17 de Diciembre 1927 

Nuestro Señor autoriza a Sor Lucía a revelar los primeros dos secretos de Fátima.

13 de Octubre 1930

Declaraciones del Obispo de Leiria, Mons. da Silva, relativas a la aprobación canónica de las apariciones, y a la autorización oficial del Culto en honor a Nuestra Señora de Fátima.

13 de Mayo 1931

Consagración de Portugal al Corazón Inmaculado de María.

31 de Agosto 1931

Antes de esta fecha el Santo Padre tiene ciertamente algún conocimiento del pedido de la Sma. Virgen de consagrar Rusia a su Corazón Inmaculado.

1ro. de Agosto 1935

Nuestro Señor se le aparece a la Beata Alexandrina da Costa a Baltasar, en Portugal y le pide que escriba al Santo Padre que consagre el Mundo al Corazón Inmaculado de María. El 11 de Septiembre de 1936, el confesor de la Beata Alexandrina transmite el pedido al Sumo Pontífice. Pío XI por medio del Cardenal Pacelli.

12 de Septiembre 1935

Traslado de los restos mortales de la pequeña Jacinta al Cementerio de Fátima. El rostro y el cuerpo de la pequeña están perfectamente conservados e intactos.

Diciembre 1935

Primer memorándum de Sor Lucía.

Marzo 1937

Pedido oficial del Obispo de Leiria al Papa Pío XI para consagrar Rusia al Corazón Inmaculado de María y para aprobar la devoción de los primeros cinco Sábados del mes.

Noviembre 1937

Segundo memorándum de Sor Lucía.

25 de Enero 1938

Se verifica el aguardado prodigio preanunciado por la Sma. Virgen en Fátima el 13 Julio de 1917. La noche se presenta iluminada por una luz desconocida (una aureola Boreal ?) que anuncia el inicio del gran castigo al Mundo a causa de sus pecados.

Junio 1938

Todos los Obispos Portugueses hacen al Santo Padre una suplica por que quieren consagrar el Mundo al Corazón


Inmaculado de María, como ellos ya lo han hecho con Portugal que será así milagrosamente protegido del peligro del Comunismo (en España), y de los horrores de la guerra por la intercesión de la Sma. Virgen.

10 de Febrero 1939

Muere en Roma el Papa Pío XI. Le sucede el Cardenal Pacelli, Pío XII que había sido consagrado Obispo por el Papa Benedicto XV el día 13 de Mayo de 1917, en la misma fecha de la primera aparición de la Sma. Virgen en Fátima.

3 de Septiembre 1939

Estalla la segunda guerra Mundial con la invasión a Polonia por parte del ejercito nazi, reinando el Papa Pío XII; en realidad la guerra ya había sido iniciada con la invasión a Austria el 12 de Marzo de 1938 bajo el reinado de Pío XI como había sido anunciado por la Sma. Virgen e1 13 de Julio de 1917 en Fátima.

13 de Septiembre 1939

El Obispo de Leiria, Mons. da Silva, oficialmente y públicamente anuncia en Fátima a los fieles la devoción de los primeros cinco Sábados del mes en honor de la Sma. Virgen.

24 de Octubre 1940

Sor Lucía le escribe una carta al Santo Padre Pío XII para comunicarle los primeros dos secretos de Fátima y la aparición en Pontevedra de 1925 y aquella de Tuy de 1929. Esta carta no será jamás entregada al Santo Padre.

2 de Diciembre 1940

Segunda carta de Sor Lucía al Santo Padre exacta a la del Obispo de Leiria. Esta carta será entregada al Papa Pío XII.

10 de Enero 1941

Sor Lucía escribe al Cardenal Cerejeira, Patriarca de Lisboa pidiendo exhorte a ruegos y penitencias para proteger a Portugal del castigo de la segunda guerra Mundial.

Julio - Agosto 1941

Sor Lucía redacta el tercer memorándum con la descripción de los primeros dos secretos de Fátima.

Noviembre 1941

Sor Lucía redacta el cuarto memorándum y escribe:

" Excepto la parte del secreto que no tengo permitido revelar, diré todo aquello que sé, sin esconder nada."

18 de Abril 1942

El Cardenal Schuster de Milán con una carta pastoral autoriza la divulgación del primero y del segundo secreto de Fátima.

Marzo 1942 - Agosto 1942

Por dos veces Sor Lucía insiste al Obispo de Gurza, en aquella época su Director espiritual, para que le sea dada la autorización para escribirle nuevamente al Santo Padre; su deseo no es escuchado y el Obispo la disuade de dar ese paso.

31 de Octubre 1942

Consagración, por parte del Santo Padre Pío XII en Roma, de la Iglesia y del Mundo entero al Corazón Inmaculado de María, en la alocución al Pueblo Portugués en ocasión del Jubileo convocado en honor de la Sma. Virgen de Fátima.

1943

En una carta a Mons. García, Obispo de Valladolid, Sor Lucía escribe: " Ruego al Corazón Inmaculado de María ayudar a Vs. Excelencia a dar cumplimiento al designo de la Providencia. Que el buen Dios no diga más de Ud., como ya antes ha dicho del Santo Padre " Lo hará, pero será demasiado tarde.

No comprendiendo el significado de esta frase el Arzobispo quiere mayor explicación, y Sor Lucía responde: " No ha hecho que se repitieran las palabras que Nuestro Señor me dice en ocasión de una urgente suplica mía en favor de su Santidad.” ( Mayo 1936 ).

Verano de 1943

Sor Lucía se enferma gravemente de pleuritis con frecuentes recaídas. Solicita escribir el tercer secreto, rechaza hacerlo sin una orden formal de parte de su Obispo. Finalmente en la mitad de Octubre de 1943, Monseñor da Silva le da esa orden, pero por más de dos meses Sor Lucía no consigue encontrar la fuerza para hacerlo, escribe en una de sus cartas a Mons. García, " Este fenómeno que me impide poner por escrito el tercer secreto no es debido a causas naturales"

Finalmente a continuación de la aparición de la Sma. Virgen del 2 de Enero de 1944 que autoriza a poner por escrito el tercer secreto, obtiene la fuerza necesaria para redactar la carta.

17 de Junio 1944 

El sobre con el tercer secreto de Fátima es consignado a Mons. da Silva, Obispo de Leiria, y al final de 1957 quedará en sus manos. En su exterior Mons. da Silva escribe “Este sobre deberá ser consignado al Cardenal de Lisboa en el momento de mi muerte.”

Periodo de 1944 al 1947

En septiembre de 1944 se produce una tentativa de invasión a España a través de los Pirineos por parte de los Comunistas Españoles refugiados en Francia.

En la Conferencia de Potsdam (Julio-Agosto 1945) Stalin obtiene de Truman, de Attlee y de de Gaulle que la España Franquista no sea invitada a formar parte de las Naciones Unidas, y que esta Nación sea marginada y considerada un peligro para Europa.

En este momento el reclamo de Nuestra Señora a Sor Lucía en 1943, dirigida al Obispo Español, llega claramente en toda su dramaticidad.

Por resolución de la O.N.U. del 13 de Diciembre de 1946, todas las Naciones fueron invitadas a retirar sus Embajadores acreditados en España, en Madrid quedaron únicamente el Nuncio Apostólico y los Embajadores de Portugal y de Suiza.

Sin embargo gracias a la unión y a la Fe de todos los Obispos Españoles (a los cuales Sor Lucía ha hecho llegar el mensaje de Nuestra Señora al Arzobispo de Valladolid), gracias a los ruegos y a la piedad de todo el pueblo Español, gracias por fin a la energía y al coraje del Generalísimo Franco, la grave amenaza pudo ser afrontada y resuelta con la más completa victoria de la España Cristiana y Franquista. En 1947 de hecho la situación puede considerarse normalizada.

Por segunda vez después del breve giro de pocos años, con la ayuda y la protección de Nuestra Señora estrechamente acompañada por los ruegos de todo un pueblo, a su vez valientemente guiados por sus Pastores, se ha salvado España del peligro comunista.

22 de Noviembre 1946

Por primera vez tiene lugar el milagro de la paloma de la Santísima Virgen.

Año 1948

El Santo Padre Pío XII manifiesta la voluntad de convocar un Concilio Ecuménico, que según sus intenciones deberá ser claramente un Concilio de Contra Reforma y Contra Revolución. A pesar de todo después de tres años de trabajo y de preparación , a causa de la oposición organizada de todo el sector progresista de la Curia y por la edad avanzada del Santo Padre que exigía vigor y coraje a su voluntad este Concilio fue primeramente aplazado y después definitivamente anulado en Enero de 1951

30 y 31 de Octubre, 1 al 8 de Noviembre 1950

Por cuatro veces seguidas en cuatro días distintos se repite el milagro de la danza del sol igual al ocurrido el 13 Octubre 1917 en Fátima. Este prodigio es visto exclusivamente por el Santo Padre Pío XII en el jardín del Vaticano, y él mismo nos a dado testimonio.

Imposible no relacionar este gran milagro con la proclamación del Dogma de la Asunción ocurrida el mismo 1° de Noviembre.

1ro. de Noviembre 1950

Presente en Roma la imagen de la Virgen peregrina de Fátima, es proclamado por Pío XII en San Pedro el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen al Cielo.

7 de Julio 1952

El Santo Padre Pío XII con la carta apostólica "Sagrado Año Virginal" dirigida al pueblo de toda Rusia, consagra la misma Rusia al Corazón Inmaculado de María.

Finalmente Rusia era explícitamente nombrada en la consagración, sin embargo nuevamente no fueron cumplidas todas condiciones exigidas, en particular :

a) No fue hecha explícita referencia a la devoción reparadora de los cinco primeros Sábados del mes;

b) el acto solemne de reparación no estuvo explícitamente hecho;

c) por fin y sobre todo el Papa no hubo ordenado a todos los Obispos del Mundo Católico unirse a el en este solemne acto de reparación y consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María.

Julio 1952

Sor Lucía escribe una carta: "Estoy dolorida porque la consagración de Rusia no ha sido hecha aún como la Sma. Virgen la había pedido"

Del 29 de Agosto al 1ro. de Septiembre 1953

Por cuatro días seguidos, en Siracusa, una estatuilla de la Sma. Virgen (que muestra el Corazón Inmaculado circundado de espinas y de lenguas de fuego como había aparecido en Fátima, en Pontevedra y en Tuy ) llora lagrimas de dolor y aflicción, sin dejar sin embargo ningún mensaje.

El Arzobispo de Siracusa declara:" Las lagrimas de la Sma. Virgen parecen dirigir a todos nosotros un reproche, un grave presagio."

Pío XII comentando el milagro exclamara "¿Comprenderán los hombres el significado misterioso de estas lagrimas? ".

12 de Octubre 1954

En ocasión del Congreso Mariano de Zaragoza, el Generalísimo Franco consagra a todo el pueblo y a la Nación Española al Corazón Inmaculado de María.

Febrero 1955

El Santo Padre Pío XII ordena que ninguno, de ahora en adelante podrá más encontrarse con Sor Lucía sin una autorización especifica de la Santa Sede.

Noviembre 1956

Represión de parte de la armada roja de la revolución de Budapest en Marzo 1957

La doble carta conteniendo el tercer secreto de Fátima es confiada a Mons. Cento, Nuncio en Portugal, el cual el 16 de Abril del mismo año la remite a Roma a las manos del Santo Padre.

26 de Diciembre 1957

Probablemente a continuación de un mensaje divino Sor Lucía confiaba al Padre Fuentes a propósito del tercer secreto de Fátima:

" Mientras tanto el Santo Padre y el Obispo de Leiria habrán podido, por voluntad de la Santísima Virgen María hacerlo conocer, pero no han querido hacerlo para no ser influenciados " y añadió,

" El demonio esta por desencadenar la batalla decisiva contra la Santísima Virgen; muchas Naciones desaparecerán de la faz de la Tierra y Rusia será el instrumento del castigo divino para el mundo entero, a menos que se obtenga primero la conversión de esta pobre Nación " y ahora,

" Lo que más aflige al Corazón Inmaculado de María y de Jesús, es la caída de las Almas religiosas y sacerdotales. El demonio sabe que los Religiosos y los Sacerdotes descuidando su excelsa vocación arrastraron muchas Almas al Infierno." y ahora,

“Estamos apenas a tiempo para detener el castigo del Cielo, pero debemos decirle a los fieles que no deben estar esperando un llamado del Sumo Pontífice al ruego y a la penitencia, ni de los Obispos, ni de los Párrocos, ni de los superiores Generales, Nuestro Señor ya ha hecho muchas veces alusión a este pedido que no fue jamás escuchado. Es tiempo que cada uno de nosotros por su propia iniciativa realice Obras Santas y reforme su vida según el reclamo de la Santísima Virgen " y ahora.

"El demonio quiere adueñarse de las Almas Consagradas, trabaja para corromperlas, para inducir las otras Almas a la condenación final, usa toda la astucia sugiriendo también aggiornar la vida religiosa" y ahora.

“La Sma. Virgen ha dicho expresamente: Se avecindan los últimos días y me lo ha hecho ver por tres motivos:

1) Porque el demonio a llamado a la lucha decisiva de la cual uno de los dos saldrá victorioso o vencido, O estamos con Dios, o estamos con el demonio, no hay termino medio.

2) Porque el ultimo remedio dado al Mundo para su salvación es el Santo Rosario y la devoción al Corazón Inmaculado de María.

3) Porque agotados todos los otros medios que han sido despreciados hasta ahora por los hombres, Nuestro Señor ofrece con temor nuestra ultima Ancora de Salvación: La Santísima Virgen en persona. Si rechazamos y despreciamos este ultimo recurso no habrá más perdón para nosotros del Cielo. Recordemos que Jesucristo es un hijo lleno de amor que no permitirá más que se vuelva a ofender o despreciar a su Santísima Madre." y terminando.

"Así porque mi misión en la Tierra no es llenar las Almas de miedo por el castigo material que irá a cumplirse.¡ No ! mi misión es sólo aquella de indicar a todos el peligro inminente en que se encuentran: perder así nuestra Alma para siempre si permanecemos obstinadamente atados al pecado.

9 de Octubre 1958

Muere el Santo Padre Pío XII sin haber leído el tercer secreto.

28 de Octubre 1958

Es electo Papa el Cardenal Roncalli- Giovanni XIII.

25 de Enero 1959

Anuncio de la convocación al Concilio Ecuménico Vaticano II.

17 de Agosto 1959

El sobre conteniendo el tercer secreto de Fátima es reenviado al Santo Padre a Castelgandolfo.

Agosto 1959

El Papa Juan XXIII toma conocimiento del tercer secreto de Fátima en presencia de su confesor Mons. Cavagna y de Mons. Tavares, Portugués, llamado en la ocasión para la traducción exacta del texto, escrito en esa lengua.

También el Cardenal Ottaviani fue puesto al corriente del contenido del mensaje Divino, probablemente lo fueron también otros Cardenales de la Curia.

Es difícil decir donde se encuentra ahora el nuevo sobre sellado conteniendo el tercer secreto de Fátima, Probablemente en el estudio del Santo Padre en el Vaticano.

13 de Septiembre 1959

En ocasión del Congreso Eucarístico en Catania el Card. Mimmi consagra solemnemente a Italia al Corazón Inmaculado de María, en la ocasión el Santo Padre envía un mensaje a todos los Obispos de la península, pero no se asocia expresamente al acto de consagración de Italia a la Sma. Virgen, ni cita a Fátima, ni cita a su tercer secreto del cual nosotros sabemos, había tenido conocimiento pocas semanas antes.

Igualmente el 14 de Septiembre no quiere recibir en persona la llegada de la Santa Imagen de la Virgen de Fátima, proveniente de Catania, en Roma en la Basílica de San Juan en Laterano.

8 de Febrero 1960

La agencia Portuguesa A.N.I. en una noticia de la Ciudad del Vaticano, declara que, "en el ambiente Vaticano digno de fe se ha estado declarado que el secreto de Fátima, tal vez no sea dado a conocer al publico por el siguiente motivo:

1) Porque Sor Lucía estaba todavía con vida.

2) Porque el Vaticano ya tenia conocimiento del contenido del tercer secreto.

3) Porque siendo la aparición de Fátima reconocida por la Iglesia ella no deseaba asumir la responsabilidad de garantizar como verdadero el mensaje que la Virgen habría revelado a los tres Pastorcitos!! "

El anonimato más completo cubría esta declaración relatada en el Vaticano, por otra parte ni el Papa Juan XXIII, ni el Papa Pablo VI, dieron en adelante alguna justificación por esta increíble decisión.

3 de Junio 1963

Muere el Santo Padre Juan XXIII, no habiendo hecho jamás alguna declaración publica sobre el tercer secreto de Fátima en el curso de su Pontificado.

21 de Junio 1963

Es electo Papa el Cardenal Montini, Pablo VI.

16 de Septiembre 1970

Sor Lucía le escribe a una Monja amiga suya, Madre Martins:

" Es doloroso ver tal desorientación en tantas personas que ocupan posiciones de responsabilidad " y agrega,

" yo me ofrezco en sacrificio por todos los Sacerdotes y por todas las Almas consagradas, especialmente por aquellos que son más desviados y engañados."

13 de Abril 1971

Sor Lucía le escribe al Padre José Valinho:

Veo en su carta que esta preocupado por la desorientación de nuestros días. Es triste en efecto que tantas personas se dejen dominar por la onda diabólica que cubre hoy al mundo entero, y que los ciega a tal punto que no son capaces de ver el error. La mayor culpa es haberse alejado de Dios que dice.

" Sin Mi Uds. no podrán hacer nada." y agrega, además en materia religiosa el pueblo es ignorante y se deja arrastrar donde uno lo lleva. Por este motivo, grande es la responsabilidad de aquel que se a encargado de guiar a la grey.

Noviembre 1984

El Cardenal Ratzinger en una entrevista al periodista Messori publicada en su revista "Jesús" (parte de esta declaración no será más publicada en el siguiente libro " Rapporto sulla Fede " editado en Junio de 1985 ).dice :

Si, he leído el tercer secreto de Fátima.

El tercer secreto no ha sido divulgado porque no agrega nada a cuanto un cristiano debe conocer de la Revelación es a saber,

a) el peligro que amenaza a la Fe.

b) y además la importancia de los últimos días.

No debemos confundir la profecía religiosa con el sensacionalismo, pero la cosa contenida en el tercer secreto corresponde a cuanto ha sido anunciado en la Sagrada Escritura.

 Algunas reflexiones y consideraciones sobre las apariciones de la Santísima Virgen María en Fátima.

Primera consideración sobre los tres secretos revelados en Fátima.

1) El secreto de Fátima revelado por la Sma. Virgen, forma todo una unidad aunque esté constituido de tres partes distintas y de una conclusión:

Nosotros conocemos las primeras dos partes.

a) La visión del Infierno (salvación de las Almas )

b) La consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María (salvación del Mundo) y conocemos también la conclusión:

c) El triunfo del Corazón Inmaculado de María y la Paz que seguido a esto podrá gozar el Mundo.

¿Que falta después,? el tercer anillo que une la segunda parte a la conclusión.

2) Este anillo de unión ciertamente resguarda la Fe porque la primera frase que es también la única frase del tercer secreto que nosotros conocemos, dice: "En Portugal se conservara siempre el Dogma de la Fe."

3) El contenido del tercer secreto puede ser un mensaje de extrema gravedad: lo prueban la condición dramática que Sor Lucía debe afrontar para la redacción del secreto mismo, y de tres meses de lucha interior y de verdadera agonía que la vidente deberá sufrir antes de tener la aparición de la Sma. Virgen del 2 de Enero de 1944 que le dio la fuerza para reeditar el texto del tercer secreto.

4) Otra cosa cierta es que el secreto tiene un contenido profético, lo prueban los testimonios del Cardenal Ottaviani y del Cardenal Razinger, y la reflexión del mismo Sumo Pontífice Juan XXIII "Todo esto no concierne a los años de mi Pontificado."

5) Ciertamente la profecía no se refiere al fin del Mundo porque después que sean realizados los advenimientos que son indicados en el tercer secreto, tenemos la seguridad final de parte de la Sma. Virgen que " El Mundo tendrá un periodo de Paz."

6) La atención de la divulgación del tercer secreto, que debió ocurrir después en 1960, fue desatendida por los tres Papas: Juan XXIII, Pablo VI, y Juan Pablo II (no hemos voluntariamente señalado al Papa Juan Pablo I, a causa de su breve Pontificado).¿ Cual es el motivo que puede haber impuesto el silencio a tres Pontífices, y que hayan sellado la boca de Sor Lucía a fin del lejano Febrero de 1955 ?

7) Ciertamente la profecía del tercer secreto se esta realizando bajo nuestros ojos y se refieren sin duda, al período que nosotros estamos viviendo. Nosotros sabemos en efecto de la misma voz de Sor Lucía que la afección del año 1960 para la divulgación del secreto estaba indicada porque, " En aquella fecha todo será más claro."

Por otra parte el acontecimiento concluyente, aún no se ha verificado,

" Rusia en efecto no ha sido aun consagrada al Corazón Inmaculado de María en la forma requerida ", quizás estamos ahora en la fase del acontecimiento que precede la fase final de la profecía que prevé al punto el triunfo de la Sma. Virgen y el periodo de Paz que fue prometido al Mundo como premio a la expiación de nuestros pecados.

Además Mons. Alberto de Amaral, Obispo de Leiria-Fátima, el 10 de Septiembre de 1984, bajo su responsabilidad declara:

- El secreto de Fátima no habla de Bombas Atómicas ni de Cabezas Nucleares.

- Su contenido no concierne con nuestra Fe. Identificar el secreto de Fátima con anuncios catastróficos o algún holocausto nuclear, significa deformar el sentido del mensaje.

- La perdida de la Fe en un continente es un mal peor que la destrucción de una nación: y es cierto además que la Fe tiende a disminuir progresivamente en Europa.

Por su parte el Padre Alonso comenta:

- La frase del tercer secreto es:" En Portugal se conservara siempre el Dogma de la Fe." lleva como lógica deducción que en otras partes de la Iglesia este Dogma podrá debilitarse o finalmente perderse.

- Que la época en que deberá verificarse la perdida de la Fe se sitúa dentro del periodo precedente al Concilio y aquel siguiente al Concilio mismo.

- Que en fin es muy probable que en este periodo (después del año 1960 y antes del triunfo del Corazón Inmaculado de María) el texto del secreto se refiere a la crisis de la Fe en la Iglesia, y a la negligencia de los mismos Pastores.

Segunda reflexión sobre el tercer secreto de Fátima.

1) El primer destinatario era el Obispo de Leiria que hubiera podido rápidamente tomar conocimiento del contenido de la carta pero no quiere hacerlo.

2) El Santo Padre hubiera podido conocer el tercer secreto al fin de Junio de 1944 cuando Sor Lucía había manifestado el deseo de encontrarse con el Santo Padre, igualmente habría podido leerlo en Abril de 1957, cuando el sobre fue entregado al Vaticano, pero aquí tampoco el Santo Padre quiere tomar conocimiento.

3) Cuando el Obispo de Leiria se rehusó a leer el contenido de la carta, Sor Lucía hace prometer que el secreto será hecho conocer al Mundo, " A la muerte de Sor Lucía o a más tardar en 1960, según cual de los dos acontecimientos se verifique primero."

El patriarca de Lisboa, Cardenal Cerejeira, el Cardenal Ottaviani, y el Cardenal Tisserant, todos debieron declarar, en diferentes ocasiones que la carta debió haber sido abierta en 1960.

4) El tercer secreto habría podido quizás ser divulgado a fin de 1944, pero debió serlo en 1960. A una pregunta precisa hecha a Sor Lucía."¿ Porque debe ser divulgado en 1960 ? " La respuesta fue igualmente precisa ." Porque así lo quiere Nuestra Señora." En otra ocasión Sor Lucía agrega." Por que ahora todo será más claro."

Tercera reflexión: ¿El Santo Padre pudo haber sido objeto de mención en el tercer secreto.?

A esta pregunta hemos sido llevados a responder afirmativamente:

1) Porque en la parte conocida del mensaje escrito de Sor Lucía, el Santo Padre es mencionado cinco veces.

2) Por que la responsabilidad confiada al Santo Padre es absolutamente determinante para el cumplimiento de los grandes designios de la providencia.

3) Por que en Tuy el 13 de junio de 1929 la Sma. Virgen dice: " ha llegado el momento en el cual Dios pide al Santo Padre que consagre Rusia a mi Corazón Inmaculado."

4) Porque siempre en Tuy el 29 de Mayo de 1930 Nuestro Señor mismo promete a Sor Lucía poner fin a la persecución en Rusia, si el Santo Padre hiciera y ordenara hacer a todos los Obispos del Mundo, un acto solemne y publico de consagración de Rusia al Sagrado Corazón de Jesús y María, y recomendara la practica de la devoción reparadora al Corazón Inmaculado de la Sma. Virgen

5) Por que la referencia al Rey de Francia está estrictamente ligada a la Jerarquía Eclesiástica. Nuestro Señor en Agosto de 1931, dice en efecto a Sor Lucía." Haced saber a mis ministros que habiendo así elegido seguir el ejemplo del Rey de Francia, retardando la ejecución de cuanto yo he pedido expresamente, ellos lo seguirán también en la desgracia y en el castigo."

6) Por que siempre Nuestro Señor en el mes de Mayo de 1936 dice a Sor Lucía, " ¡El Santo Padre! Ruega mucho por el Santo Padre, el hará la consagración pedida, pero será muy tarde."

7) Por que también la pequeña Jacinta, había tenido la visión del Santo Padre en una gran casa arrodillado y con lagrimas, teniéndose la cara con las manos mientras de afuera el gentío tiraba piedras y gritaba frases amenazadoras contra el.

8) Por que el Padre Schweigl después de haber encontrado a Sor Lucía el 2 de Septiembre de 1952, confesaba no poder revelar lo que había escuchado en Fátima, pero podía sin embargo decir que el tercer secreto estaba dividido en dos partes y que, " Una de esas concernía al Santo Padre."

9) Por que el Cardenal Ottaviani el 11 de Febrero de 1967 refiriéndose en la reunión preparatoria del 5° Congreso Mariano, al tercer secreto ha declarado que," Esto no está destinado a Sor Lucía, ni al Mundo entero, sino al Vicario de Cristo, al Sumo Pontífice."(aunque del contexto precedente, hemos visto que el mensaje era sí destinado al Sumo Pontífice, pero sólo para que fuese él, mismo a revelarlo al Mundo.)

Cuarta reflexión: La gran apostasía de los "Últimos días" anunciada por la Sagrada Escritura.

- Sor Lucía, refiere una fuente segura, parece haber dicho a cualquiera que insistiera para conocer el contenido del tercer secreto, " ¡Está escrito en el Evangelio y en el Apocalipsis, léanlo!"

- San Pablo, en la carta a los Tessaloniceses, escribiendo que Nuestro Señor, retornara en su segunda venida, dice:

"Se necesita que venga primero la Apostasía y que se revele el Hombre de la iniquidad (el hombre contra esas leyes) el Hijo de la perdición (el apóstata, el traidor) el Enemigo (Satanás) que se opone a todo aquello que lleva el nombre de Dios, al punto de estar en persona en el mismísimo Santuario de Dios, presentándose como el mismo Dios."

Y siempre San Pablo en la carta a Timoteo, escribe:

"En los últimos días algunos repudiaran la Fe, para adherirse a la mentira y a la doctrina diabólica.

- "Y el propio Obispo de Leiria, Mons. Venancio, al citar la epístola de San Pablo a los Tesalonienses en ocasión de una carta Pastoral escrita el 25 de Julio de 1966. El Obispo escribe:

" Fátima actualiza todo el sentido de una Iglesia abierta al futuro y confiada a la mano del Señor, pero que está todavía continuamente amenazada por el misterio de la iniquidad que ya esta actuando." ( II Thess. 2.7.).

- Por otra parte Nuestro Señor dice: " ¿Pero el Hijo del Hombre cuando vuelva, hallará Fe sobre la Tierra ?."

- San Pío X, por su parte, en la Encíclica "Cátedra del supremo apostolado " del 14 de Octubre 1903) escribe:

"Verdaderamente quien evalúa estas cuestiones debe necesariamente y firmemente creer que una tal perversión del espíritu no puede no ser el signo anunciador del inicio del mal previsto para los últimos días, y que el Hijo de la Perdición del cual habla el Apóstol Pablo no viva ya sobre esta Tierra."

En el libro del Apocalipsis al final esta escrito:

- Ahora se abre el Santuario de Dios en el Cielo, y aparece en el Santuario el Arca de la Alianza.

- En el Cielo aparece luego un signo grandioso; una Señora vestida de Sol, con la luna bajo sus pies y sobre su capa una corona de doce estrellas.

- Ahora aparece otro signo en el Cielo; un enorme Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y sobre su cabeza siete diademas.

- ¿Cómo no reconocer en la Señora vestida de sol con la capa rodeada por una corona de doce estrellas, a la Sma. Virgen aparecida en Fátima con el vestido adornado con esas doce estrellas ?.

- Como no reconocer en la Sma. Virgen María aparecida en Fátima el Arca de la Nueva Alianza, la Dímora y el Templo de Dios ?

- Como no relacionar el ultimo combate declarado por las fuerzas del Mal, representadas por el dragón con las siete cabezas y los diez cuernos con la Señora vestida de Sol descripta en el libro del Apocalipsis, con la frase dicha por la Sma. Virgen a Sor Lucía y que ella refiere al Padre Fuentes en el mes de Diciembre de 1957: " Nos acercamos a los últimos días, porque el demonio a declarado la lucha decisiva en cuyo final uno de los dos resultará victorioso o derrotado. O estamos con Dios o estamos con el demonio, no hay termino medio

lunes, 23 de agosto de 2021

LUCHAMOS POR DEFENDER LA FE NO SOLO LA MISA (MONS. LEFEBVRE)

 


FUENTE

I - La obra del arzobispo Lefebvre

I.1. El trabajo del arzobispo Lefebvre hasta 1988: mantener la

Tradición

Nota. Como en anteriores escritos este articulo contiene comentarios hechos por un servidor y están encerrados entre paréntesis con el fin de hacer más comprensibles, mediante ellos, las palabras de Mons. Lefebvre y aclarar la situación actual de las congregaciones tradicionalistas pertenecientes al dicasterio ECCLESIA DEI fundado por la Iglesia actual con el fin de reunir en el a todas estas congraciones que firmaron algún acuerdo con la actual Roma.

Nos adherimos a la verdadera Iglesia católica, guardiana de la fe católica y de las tradiciones necesarias para mantener esta fe, a la Roma eterna, dueña de la sabiduría y la verdad.

Por otro lado, nos negamos y siempre nos hemos negado a seguir la Roma de tendencia neomodernista y neoprotestante que se manifestó claramente en el Concilio Vaticano II y después del Concilio en todas las reformas que resultaron de él. (…)

Ninguna autoridad, ni siquiera la más alta de la jerarquía, puede obligarnos a abandonar o disminuir nuestra fe católica claramente expresada y profesada por el magisterio de la Iglesia durante diecinueve siglos.

"Si sucediera", dice San Pablo, "que nosotros o un ángel que vino del cielo les enseñamos algo diferente de lo que yo les he enseñado, sea anatema" (Gálatas 1, 8) (Declaración del 21 de noviembre de 1974)

“Porque queremos seguir siendo católicos. Esa es realmente la razón por la que nos demandan, es porque queremos seguir siendo católicos. Nos demandan porque queremos mantener la Misa católica, porque queremos mantener la fe católica, porque queremos mantener el sacerdocio católico. Estamos siendo demandados por eso.» (Mons. Lefebvre, Ecône, 4 de septiembre de 1987, Sal de la Tierra n ° 31, p. 201)

“Hay una lucha que se está librando en la Iglesia para acabar con el pasado, la tradición de la Iglesia. Esta persecución continua contra aquellos que quieren seguir siendo católicos, como lo fueron los papas antes del Vaticano II. Ésta es nuestra posición. Continuamos con lo que los papas enseñaron e hicieron antes del Vaticano II.

Nos oponemos a lo que han hecho hoy los Papas Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, (Benedicto XVI Y Francisco) porque han roto con sus predecesores. Preferimos la tradición de la Iglesia al trabajo de unos pocos papas que se oponen a sus predecesores.

Sin embargo, quisimos mantenernos en contacto con Roma, durante estos años, desde 1976, cuando recibimos la suspensión a divinis, porque seguimos haciendo ordenaciones sacerdotales. Queríamos mantenernos en contacto con Roma, esperando que la Tradición algún día recuperara sus derechos. Pero fue una pérdida de tiempo. (hoy mas que nunca debido al Motu proprio “Traditionis custodes”)

Frente a la negativa de Roma a tomar en consideración nuestras protestas y nuestras peticiones de retorno a la Tradición, y a la vista de mi edad porque ahora tengo 82 años, estoy en mis 83 años, es obvio que siento que se acerca el fin, necesito un sucesor.» (Conferencia del Arzobispo Lefebvre del 15 de junio de 1988, Fideliter, 29-30 de junio de 1988, p. 8-9)

 “No fue por alegría que tuvimos dificultades con Roma. No fue por diversión que tuviéramos que pelear. Lo hicimos por principios, para mantener la fe católica. Hablando de los monjes de Barroux, Mons. Lefebvre añade: “Han abandonado prácticamente la lucha por la fe. Ya no pueden atacar a la Roma modernista. (Como tampoco lo puede hacer la actual Fraternidad en virtud de los acuerdos alcanzados, ni le pueden señalar sus errores como antaño lo hacía Mons. Lefebvre. Es verdad hablan de la Santa Misa de la tradición etc. Pero no dicen nada o poco sobre los modernistas, pues no se les deben molestar.) Esto es lo que también hizo el padre de Blignières. Ha cambiado por completo. El que había escrito todo un volumen para condenar la libertad religiosa, ahora escribe a favor de la libertad religiosa. Esto no es serio. Ya no podemos contar con hombres como estos, que no han entendido nada de la cuestión doctrinal.» (Arzobispo Lefebvre, Fideliter, n ° 79, enero-febrero de 1991, p. 6.)

Lo esencial no es la Misa, sino la doctrina

“No es una pequeña cosa que se nos opone. No basta con que nos digan: se puede decir la Misa Tradicional, pero debemos aceptarlos. No, no es solo eso lo que se nos opone, es la doctrina. Está claro. Esto es lo serio de Dom Gérard y esto es lo que lo perdió. (Se refiere al acuerdo de este abad benedictino que firmó un acuerdo con Roma por la cuestión de la Misa y no reparo en la cuestión doctrinal que era y será el meollo del asunto con la Roma Modernista y hereje)

Dom Gérard siempre ha visto solo la liturgia y la vida monástica. No ve claramente los problemas teológicos del Concilio, de la libertad religiosa. No ve la malicia de estos errores. Nunca se preocupó por eso.» (Mons. Lefebvre, Fideliter, n ° 66, noviembre-diciembre de 1988, p. 14; cf. Fideliter, n ° 87, septiembre de 1990, p. 1)

Algunos han escrito que en el Concilio Vaticano II la única misa celebrada fue la Misa tradicional. Esto no impidió que dicho concilio promulgara los desastrosos decretos sobre la libertad religiosa y el ecumenismo ... (L’Hermine, año 2005, n ° 6)

 Acuerdo solo sobre la Misa: punto muerto

Los liberales “tradicionalistas” dicen: “Oh, mientras tengamos la Misa adecuada, podemos echarle una mano a Roma, no hay problemas. El arzobispo Lefebvre responde: "¡Así es como funciona! Están en un callejón sin salida porque no podemos al mismo tiempo dar una mano a los modernistas y, por otro lado, querer mantener la Tradición.» (un punto muy interesante el de Mons. Lefebvre, ¿No se puede servir a dos amos a la vez, como dice el Evangelio, porque agradara a uno y al otro desagradara? O non mantenemos en la tradición de siempre guardando la fidelidad a la Iglesia, o se firman acuerdos con ellos y solo, en apariencia se mantiene la Misa en latín y…otras cosas como de hecho lo hace la Fraternidad San Pedro y la San Pío X) (Arzobispo Lefebvre, Fideliter, n ° 87, septiembre de 1990, p. 3)

 “Debemos situar los acontecimientos que están sucediendo hoy y que sucederán mañana - particularmente la consagración episcopal de cuatro jóvenes obispos el 30 de junio - en el contexto de nuestras dificultades con Roma, no solo desde 1970, desde la fundación de Ecône, sino desde el principio.

En el Concilio, varios obispos y yo luchamos contra el modernismo y contra los errores que considerábamos inadmisibles e incompatibles con la fe católica. El problema básico es ese. Es una oposición formal, profunda y radical a las ideas modernas y modernistas que han pasado por el Concilio.» (todos aquellos grupos o congregaciones que hicieron acuerdos renunciaron han abandonado esta lucha radical y profunda contra la Roma modernista, he aquí la cuestión.) (Conferencia del Arzobispo Lefebvre del 15 de junio de 1988, Fideliter, 29-30 de junio de 1988, p. 8-9)

En 1987, durante las negociaciones con Roma, se habló de un cardenal visitante que habría tenido más o menos autoridad sobre las obras de la Tradición. Hablando de él, Mons. Lefebvre dijo: "Y luego, lo veo desde aquí, lo veo entre nosotros, y en pequeños grupos, va a pasear con los seminaristas. Luego dijo: “Pero estás exagerando las dificultades. Veamos, el Concilio: tomas lo que quieres, y no debes entender al Concilio literalmente ... pero esto, pero aquello ...” debemos minimizar, minimizar, minimizar nuestras dificultades, ¿no?, no, eso minimiza nuestra resistencia. He insisten en decir: “Pero la liturgia, la liturgia ...: como se te concede la Misa de San Pío V, todavía puedes decir la Misa Nueva de vez en cuando. Ella no es herética. Ella no es cismática. No debes exagerar”. Minimizar, minimizar; y luego, por el contrario, magnificar lo que nos va a dar la Santa Sede: "Hay que llegar a un entendimiento ... ¿A qué esperar?" No tienes que ser así con categorías y de una mente difícil.»» (Arzobispo Lefebvre, Ecône, 4 de septiembre de 1987, Sal de la Tierra n ° 31, p. 198)

 “No debemos tener miedo de afirmar que las autoridades romanas actuales desde Juan XXIII y Pablo VI se han hecho colaboradores activos de la masonería judía internacional y del socialismo mundial.

Juan Pablo II es ante todo un político filocomunista al servicio de un comunismo mundial con tintes religiosos.

Ataca abiertamente a todos los gobiernos anticomunistas y no trae ningún renacimiento católico a través de sus viajes.

Por tanto, estas autoridades romanas conciliares sólo pueden oponerse feroz y violentamente a cualquier reafirmación del Magisterio tradicional. Los errores del Concilio y sus reformas siguen siendo la norma oficial consagrada en la profesión de fe del Cardenal Ratzinger de marzo de 1989 ".

No bastaría una cierta piedad o una santidad aparente más que real: "Oigo decir a la gente:" ¡Estás exagerando! cada vez hay más buenos obispos que rezan, que tienen fe, que edifican ... ”¿Serían santos, en cuanto admitieran una falsa libertad religiosa, por lo tanto el estado secular, el falso ecumenismo, por lo tanto la admisión de varios caminos de la salvación, la reforma litúrgica, por tanto la negación práctica del sacrificio de la Misa, los nuevos catecismos con todos sus errores y herejías, contribuyen oficialmente a la revolución en la Iglesia y a su destrucción?  (Arzobispo Lefebvre, itinerario espiritual, p. 10-11)

Contender por la fe al ejemplo de los mártires

En una conferencia a los seminaristas de Ecône, Mons. Lefebvre dijo (lo resumimos): “No debemos dejarnos llevar por una dureza, una tensión sentimental contra esta situación rechazando cualquier jerarquía.

Es una tendencia bastante natural porque sentimos dolor. No debemos rechazar todo porque ¿cómo haríamos después para volver a una situación normal? Es una mente cismática.

Por otro lado, no hay que dejarse llevar por el desánimo: algunos no pueden quedarse siempre así, dando la impresión de que están fuera de la Iglesia, que son desobedientesEste desánimo, este cansancio de la lucha no es el espíritu de la Iglesia, de los que lucharon por la fe, que derramaron su sangre para mantener la fe: los mártires se negaron a ofrecer incienso al ídolo del momento. Los liberales, por el contrario, quieren llevarse bien con los enemigos de la Iglesia, quieren estar en buenos términos con el mundo, prefieren abandonar la fe para estar bien con el mundo antes que ser mártires. Debemos mantener el espíritu de los mártires: sufrir con la Iglesia y por la Iglesia.» (Este desanimo fruto de verse fuera de la Iglesia o verse como rebeldes fue lo que orillo realmente a todas las congregaciones tradicionalistas a claudicar en la verdadera lucha y terminaron cediendo “para tener un lugar dentro de la Iglesia modernista sin importarles la opinión de quienes opinaban lo contrario a lo que ellos hacían he incluso los persiguieron hasta verlos fuera de sus congregaciones por ser intransigentes con la Roma modernista) (Conferencia en Ecône, 3 de diciembre de 1982)

 Es necesario proteger la Tradición de las influencias modernistas y liberales

 “Habría firmado un acuerdo definitivo después de haber firmado el protocolo, si hubiéramos tenido la posibilidad de protegernos eficazmente del modernismo de Roma y de los obispos. Era esencial que existiera esta protección. De lo contrario, nos hubieran llevado Roma por un lado y por los obispos por el otro, que habrían intentado influir en nosotros, hacernos aceptar el Concilio, por supuesto, de hecho, hacer desaparecer la Tradición.” (Arzobispo Lefebvre,“ Después de las concentraciones sonará la hora de la verdad ”, Fideliter n ° 68, marzo-abril de 1989, p. 15)

Esta protección le parecía tan necesaria que la quería para todos: “Es, por tanto, un deber estricto para todo sacerdote que quiera seguir siendo católico separarse de esta Iglesia conciliar, siempre que no vuelva a encontrar la tradición del Magisterio de la Iglesia, la Iglesia y la Fe Católica.» (ES NECESARIO separarnos de esa Iglesia conciliar, no lo dice quien esto escribe sino el mismo Mons. Lefebvre) (Arzobispo Lefebvre, Itinerario espiritual, p. 31)


jueves, 19 de agosto de 2021

EL SANTO ABANDONO ( Capitulo 2. Fundamentos del Santo Abandono)

 



1. EL DESASIMIENTO

La condición previa de una perfecta conformidad es el

perfecto desasimiento. Porque si nuestra voluntad tiene

intensas aficiones, si se encuentra pegada y como clavada, no

se dejará cautivar cuando sea preciso hacerlo para unirla a la

de Dios. Por poco apegada que esté, pondrá resistencia,

habrá violencias y desgarramientos inevitables y estaremos

muy distanciados de una conformidad pronta y fácil, y más

distanciados aún del perfecto abandono, y esto por dos

razones: 

1ª El Santo Abandono es una total unión, una

especie de conformidad de nuestra voluntad con la de Dios,

hasta el punto de estar nosotros dispuestos de antemano a

todo lo que Dios quiera y a recibir con amor todo cuando haga.

Antes del acontecimiento es una espera tranquila y confiada;

después del acontecimiento es la sumisión amorosa y filial.


Por aquí se verá qué profundo desasimiento supone. Y 2ª,

este desasimiento ha de ser tan universal como profundo,

porque Dios, ¿nos querrá ricos o pobres, enfermos o con

buena salud, en las consolaciones o en las pruebas de la

piedad, estimados o despreciados, amados u odiados? Siendo

Él el Soberano Dueño, tiene absoluto derecho para disponer

de nosotros a su gusto. Por su beneplácito podrá probamos en

los bienes exteriores, en los del cuerpo, del espíritu, de la

opinión, como El quiera, sin consultamos, casi siempre de un

modo imprevisto. 


Es necesario, pues, que nuestra voluntad, si

ha de conservarse en disposición de recibir todos los quereres divinos, esté constantemente desasida de todos estos géneros

de bienes, desasida de las riquezas, de los parientes y

amigos, desasida de la salud, del reposo, del bienestar, de sus

propios quereres, de la ciencia, de las consolaciones,

desasida de la estima y del cariño de los demás. En todas

estas cosas y otras semejantes necesita estar siempre y por

completo desprendida, no buscando sino a Dios y su

santísima voluntad.


De esta suerte, el beneplácito divino, que podrá

manifestarse hasta de un modo imprevisto y bajo cualquier

forma, será recibido sin dificultad y de todo corazón. El que

desea llegar al Santo Abandono ha de tener, pues, en grande

aprecio la mortificación cristiana, cualquiera que sea su

nombre: abnegación, renuncia, espíritu de sacrificio, amor de

la cruz. En esto deberá ejercitarse lo más que pueda con

perseverancia infatigable, a fin de llegar por este medio al

perfecto desasimiento y conservarse en él para siempre.


Porque dice con mucha razón el P. Roothaan: «En vano sería

sin la mortificación tratar de conseguir la indiferencia, puesto

que por la sola mortificación o por la mortificación sobre todo,

puede uno llegar a ser y mostrarse indiferente.» Mas con no

menos razón añade el P. Le Gaudier: «No es pequeña la

dificultad de añadir a la observancia de los preceptos el

desprecio voluntario de las riquezas y de los bienes exteriores;

aún es más difícil juntar a esto el desprecio de la reputación y

toda gloria; mucho más difícil todavía, no hacer caso alguno

de la vida, del cuerpo y de la propia voluntad. Empero, lo más

dificultoso es subordinar a la sola voluntad y gloria de Dios los

dones sobrenaturales, los consuelos, los gustos espirituales,

las virtudes, la gracia, en fin, y la gloria.» Así, pues, el camino

que conduce al Santo Abandono es largo y muy penoso. He

aquí por qué sean tan escasas las almas que llegan a estas

alturas y tan numerosas, al contrario, las que se quedan en los

grados intermedios de la conformidad, o aun en la simple

resignación. 


Querrían el abandono perfecto, pero sin pagar lo

que éste vale. Dios no pide sino que llenemos con sus dones

los vasos vacíos, mas por desgracia no se hace bastante el

vacío, debido a lo que cuesta, viniendo aquí como de perlas la

feliz expresión de Taulero, que tanto gustaba San Francisco de Sales:

 «Cuando se le preguntaba dónde había encontrado

a Dios, decía allí donde me dejé a mí mismo; y allí donde me

encontré a mi mismo, perdí a Dios.»


Mas, entre todas las formas de renunciamiento, séanos

permitido señalar dos de las más difíciles, a la vez que de las

más indispensables: la obediencia y la humildad. ¿No son el

aprecio de nosotros mismos y el apego a nuestra voluntad el

postrer refugio de la naturaleza en sus últimas crisis, el

supremo obstáculo a los progresos y a la paz del alma?


Cuando todo lo demás se ha sacrificado, incluso los bienes

exteriores y hasta los del cuerpo, se continúa con harta

frecuencia preso con este doble lazo del orgullo y de la

voluntad propia. Necesario es, pues, si nuestra libertad ha de

ser completa, hacer un llamamiento a la obediencia y a la

humildad, dos virtudes hermanas que no quieren estar

separadas. ¡Feliz mil veces el que se aplica con celo

perseverante a desasirse de su propia voluntad, a obedecer

siempre y en todo, a abrazar la paciencia acallando a la

naturaleza en las cosas duras, en las contrariedades y

humillaciones! Mucho más feliz aún el que se halla satisfecho

en cualquier abatimiento y apuro, considerándose en todo

cuanto se le ordena como un obrero malo e indigno, y llega

hasta llamarse y sinceramente creerse en lo intimo de su

corazón el último y más vil de todos.


Las almas bien cimentadas en la obediencia y en la

humildad, evitarán por este medio muchos tropiezos que

provienen de la falta de virtud. A pesar de todo, el sufrimiento

llegará con frecuencia a alcanzarlas y ciertamente no serán

insensibles a él, pero estarán dispuestas a dispensarle una

buena acogida y su misma humildad las inclinará al perfecto

abandono. En el sentimiento siempre vivo de sus pecados

como almas humildes y puras, rinden homenaje a la Justicia

infinita que reclama lo que se le debe; y aceptan agradecidas

el castigo de sus faltas. A cada prueba que se les presenta

dicen: Yo debo sufrir para expiar. Gracias, Dios mío, no es aún

todo lo que he merecido, y si no temieran su debilidad,

añadirán con gusto: «Dadme aún, dadme siempre para que yo

satisfaga vuestra Justicia.»


O bien, considerando las malas inclinaciones que les quedan,

 y viendo que cosa de tan poca monta basta para

turbarlas, sienten una urgente necesidad de sufrir y de ser

humilladas; acogen como dichosa suerte la ocasión de morir a

sí mismas. A veces, olvidando su propia pena y no pensando

sino en la que han causado a Dios, le dicen, como Gemma

Galgani: « Pobre Jesús, os he ofendido demasiado...

sosegaos, sosegaos y volved a mí.» O con otra alma

generosa: « Lo que es más penoso que todos los tormentos

interiores, lo que es una verdadera tortura, es la ofensa

inferida al objeto amado, el dolor que yo le he causado.»


A pesar de su inocencia y de sus virtudes, estas almas,

llenas de luz, se consideran muy indignas de comparecer ante

la infinita Santidad, y en su ardiente deseo de agradarla

aceptan con gusto las purificaciones más dolorosas. De aquí

se deduce cuánto facilita la humildad la sumisión, y dispone al

Santo Abandono; al contrario, un alma imperfecta en la

obediencia y en la humildad, se rodea por esta causa de

dificultades sin cuento, y apenas se halla preparada para

darles buena acogida. Venga la prueba de Dios o de los

hombres, a menos de sentir que la tiene bien merecida y que

la necesita el alma, adopta la posición de quien no es

comprendido, toma modales de víctima, la rehúye o se enoja,

llegando a abusar de los favores divinos como si fuesen

pruebas. A este propósito, se podría decir que la humildad es

tan necesaria al alma colmada de gracias como el agua lo es

a la flor. Para que se desarrolle y se conserve fresca y

hermosa... es necesario que esta alma esté embebida en la

humildad y que se bañe continuamente en esta agua

bienhechora. Si tan sólo tuviera los ardores del sol, pronto se

secaría, se marchitaría y caería al fin.


Santa Teresita del Niño Jesús preconiza un camino de

infancia espiritual todo amor y confianza, tomando, como no

podía menos, por base la humildad. Su práctica y sus

lecciones pueden resumirse en estas palabras: amar a Dios y

ofrecerle muchos pequeños sacrificios, abandonarse en sus

brazos como un niño, y en este obedecer como un niño ser

humilde como un niño. Se hace con este fin la sirvienta de sus

hermanas, se esfuerza por obedecer a todas sin distinción, y

no abriga otro temor que el de conservar su voluntad. Se propone no

elevarse por el orgullo, sino permanecer siempre

pequeña por la humildad, tan pequeña que nadie piense en

ella, que todas la puedan poner bajo los pies y que el divino

Niño la trate como a juguete sin valor. ¡Qué muerte a si

misma, qué humildad, sobre todo, se necesita para llegar a

esto! No es de extrañar que Dios glorifique a un alma tan

humilde y tan generosa, haciéndola la gran taumaturga de

nuestros días.


Monseñor Gay, hablando de esta infancia espiritual había

dicho: «¡Qué perfecta es! Lo es más que el amor de los

sufrimientos, pues nada inmola tanto al hombre como ser

sincera y tranquilamente pequeño. El orgullo es el primero de

los pecados capitales: es el fondo de toda concupiscencia y la

esencia del veneno que la antigua serpiente ha inoculado en

el mundo. El espíritu de infancia lo mata más eficazmente que

el espíritu de penitencia. El hombre vuelve a hallarse a si

mismo fácilmente cuando lucha con el dolor, pudiendo creerse

allí grande y admirarse a si mismo; si es verdadera mente niño

el amor propio se desespera... Pensad este fruto de la santa

infancia, no extraeréis otra cosa que el abandono. Un niño se

entrega sin defensa y se abandona sin oponer resistencia.


¿Qué sabe? ¿Qué puede? ¿Qué entiende? ¿Qué pretende

saber, entender o poder? Es un ser al que se domina por

completo; por eso, ¡con qué precaución se le trata y cuántas y

qué caricias se le hacen! ¿Obramos de esta suerte con los

que se guían por sus propias luces?»