jueves, 28 de septiembre de 2017

NOVENA AL ÁNGEL DE LA GUARDA




 Oh Santo Ángel, a quien Dios, por el efecto de Su bondad y ternura cuida de mi bienestar espiritual, te ha encargado el cuidado de mi conducta, y que me asistas en todas mis necesidades y me consueles en todas mis aflicciones, que me apoyes cuando estoy desalentado y que continuamente me obtienes nuevos favores, te doy un profundo agradecimiento, y te suplico, oh amable Protector, que continúes tu cuidado caritativo y defensa contra los ataques malignos de todos mis enemigos. Mantenme alejado de todas las ocasiones de pecado. Obtén para mí la gracia de escuchar atentamente tus santas inspiraciones y de ponerlas fielmente en práctica. En particular, te imploro que me obtengas el favor que pido por esta novena.
[Aquí menciona tus intenciones]

  Protégeme en todas las tentaciones y pruebas de esta vida, pero más especialmente en la hora de mi muerte, y no me dejes hasta que me conduzcas ante la Divina Presencia de mi Creador en las mansiones de la felicidad eterna. Amén.

  Oh, fiel compañero, designado por Dios para ser mi Guardián, y que nunca abandonas mi lado, ¿cómo agradecerte por tu fidelidad y amor y por los beneficios que has obtenido para mí?

  Me cuidas cuando duermo; me consuelas cuando estoy triste; evitas los peligros que me amenazan y me avisas de los venideros; me retiras del pecado y me inspiras al bien; me exhortas a la penitencia cuando caigo y me reconcilias con Dios.

  Te ruego que no me dejes. Confórtame en la adversidad, contenedme en la prosperidad, defiéndeme en el peligro, y ayúdame en las tentaciones, para que en ningún momento caiga en ellos. Ofrece a la Divina Majestad mis oraciones y peticiones, y todas mis obras de piedad, y ayúdame a perseverar en la gracia hasta que llegue a la vida eterna. Amén

ERRORES DE LOS OBISPOS WILLIAMSON, ZENDEJAS, FAURE (FALSA RESISTENCIA) 2a Parte


NdB: Este articulo fue escrito cuando el padre Pfeiffer guardaba la fidelidad catolica, en el 2020 se hizo consagrar or un falso obispo, sin embargo la doctrina que enseño y expuso en ese enconces es valida.
Los seguidores de  la falsa resistencia (seguidores de mons Williamson y asociados), persiguen a estos sacerdotes (Hewko, Rafael OSB entre otros) que predican la verdad, los llaman facinerosos, y tradifariseos.

La realidad es que las palabras que éstos sacerdotes dicen no halagan sus oídos. La realidad es que no soportan los motivos sobrenaturales de la verdadera resistencia. Han hecho de su "resistencia" un control de grupos de fieles, atenuando la reacción de los católicos. Peor aún, inyectan ideas modernistas entre los católicos que quieren resistir de verdad: se les habla de las bondades de la misa nueva, se les permite confesarse con modernistas, se atenúan los errores del Concilio Vaticano II, se les permite ir a la FSSPX liberal que tanto critican. Alguien de ellos dice: pero nuestros obispos hacen mas cosas buenas que malas, otros dicen que no hay estado de necesidad, otros convencen de no salirse a los sacerdotes indecisos en la FSSPX. --¿Qué clase de resistencia es esa?-- por eso y otras muchas cosas que se explican en esta conferencia se les llama FALSA RESISTENCIA.

No resisten ellos ni permiten que sus fieles resistan. Ellos mismos se han encargado de desprestigiar la Resistencia Católica, de forma ¿premeditada? sólo ellos saben.

La verdadera resistencia es una batalla por la Fe. Los motivos de la resistencia de Mons. Lefebvre no sólo fueron preservar la liturgia tradicional, sino defender la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo y defender los derechos de la verdadera Iglesia Católica. Esto significa defender todo lo católico, sin dar lugar a errores e innovaciones, compromisos humanos ni acuerdos. 
¡Adelante católicos cristeros contrarrevolucionarios!

CONTINUACIÓN A PARTIR DEL MINUTO 40
(EXTRACTOS DE LA CONFERENCIA)

 "... El asunto del Padre Abraham es un problema de moral, es un problema que entra en el orden  secundario pero es un problema serio dentro de la categoría de secundario, por tanto tiene que ser denunciado, por el hecho de que Monseñor Williamson se haya hecho cargo del Padre Abraham,  la mayoría de los fieles en Inglaterra no va las misas con el Padre Abraham ni con Monseñor Williamson, en parte por este problema. 

Monseñor Faure dice, contra el derecho canónico, que conoce a un buen abogado canónico, un sacerdote de la Resistencia en Francia, quien dice que con un tiempo suficiente de penitencia ha mostrado buenas señales de recuperación y que parece no haber ningún problema para los fieles de que vuelva a suceder de nuevo, así que el sacerdote puede regresar a su ministerio. 

La respuesta es NO, eso no es correcto. Esto no es lo que la Iglesia enseña respecto a este pecado. Para otros pecados, para otros crímenes, puede ser el caso, tienen su tiempo de penitencia, no hay problema y regresan a su ministerio. En lo que concierne a perversión, pedofilia y homosexualidad la Iglesia siempre ha dicho  NUNCA regresar al ministerio. Monseñor Faure está respaldando a Monseñor Williamson contrariamente a las leyes de la Iglesia.


  También, en lo que concierne a nosotros, aquí en Kentucky, cuando Monseñor Faure fue consagrado obispo, yo hablé con él,  estuve en su consagración, pusimos nuestro apoyo para él desde un principio, le pedimos que visitara el seminario, me dijo que iría, y a pesar de haber dicho que iría, nunca ha respondido una llamada telefónica, un correo electrónico, no ha respondido ninguna forma de comunicación indirecta, pues pedimos a personas que directamente  le pidieran que se contactara con nosotros en Kentucky, o que nos respondiera.

   Desde el tiempo que Monseñor Faure fue consagrado obispo no hemos tenido ninguna respuesta. Le solicitamos óleos, le solicitamos que visitara nuestro seminario, le solicitamos hablar con nosotros, y no ha habido respuesta de ningún tipo. Hasta el día de hoy, Monseñor Faure es bienvenido en nuestro seminario, lo mismo Monseñor Williamson, tenemos una habitación para ellos , y nos gustaría platicar sobre cualquier dificultad que tengan con nosotros, estamos abiertos, y nosotros también hablar sobre nuestras dificultades, que son que:  defiende lo indefendible,  sobre las falsas enseñanzas de Monseñor Williamson,  y que no profesa la Fe pública y claramente al mundo y en un lenguaje que un niño de siete años pueda comprender;  usan palabras complicadas que no se sabe qué significan, o sea con ambigüedad, que es el lenguaje del demonio, no es el lenguaje de Cristo, con respuestas claras y verdaderas que conciernen a la Fe. 

La acusación contra nosotros es que nos cortamos de Monseñor Faure y de Monseñor Williamson, eso no es verdad; ellos cortaron con nosotros.  Nosotros estamos con la verdad, confesamos esa verdad, y no tenemos nada personal contra Monseñor Faure, ni contra Monseñor Williamson ni contra Monseñor Zendejas. El problema que tenemos es su falsa enseñanza, su lenguaje ambiguo y que no hablan de una manera clara sobre la doctrina católica y la tradición. Problema positivo: enseñan errores, Vaticano II, misa nueva; problema negativo, no enseñar la verdad, no confesar públicamente delante de los hombres la verdad católica.

   Monseñor Zendejas habla de una manera confusa y errónea, por ejemplo, en el Blue Paper de 17 de noviembre de 2015 dice: “En los días del Concilio las enseñanzas y novedades sobre el humanismo fueron opuestas y silenciadas  por  más o menos hombres honestos y medios honestos, pero la adhesión después de esto ha sido instalada en posiciones clave de poder durante el periodo del Concilio, de tal manera que el nuevo sistema demanda obediencia”.  Esto es completamente absurdo, el Concilio enseñó  error y herejía y lo que se ha hecho hoy es una implementación del Concilio. El Papa Francisco en sus escandalosos pronunciamientos y en sus escandalosas acciones, está solamente implementando el Concilio. No está haciendo nada que no esté contenido en el Concilio, por tanto es falso lo que dice el obispo Zendejas.

  Monseñor Williamson, Faure y la mayoría de los que están en la falsa resistencia dicen que el problema esencial son los malos hombres, el mal obispo en Roma, el cardenal malo en Roma, malos líderes en la Iglesia,  lo mismo dice Monseñor Fellay. Dicen: no queremos regresar con Roma modernista porque no confiamos en esos hombres. Este es un pronunciamiento falso. Ha habido malos sacerdotes, malos obispos, malos fieles desde el principio. Nuestro Señor dijo que el trigo y la cizaña crecerían juntos en el campo hasta el final, y luego  hará la separación de buenos y malos. Hay que tener  mucho cuidado porque la semilla de la Fe puede envenenarse y convertirse en cizaña; debemos enseñar esto a nuestras ovejas, para que continúen siendo trigo y no cizaña.

  Por tanto debemos enseñar que la misa nueva y  el Vaticano II llevan al infierno, que son malos. También enseñamos que la gente que está en la nueva iglesia es gente buena, queremos sacarla de la nueva iglesia y llevarla a la Iglesia verdadera. La nueva iglesia está muriendo, la nueva iglesia va a morir. Sólo la Iglesia Católica continuará. Así que el problema esencial no es la gente mala, el problema esencial es la mala enseñanza. Deben basarse en la verdad, en el dogma. Es por eso que en el 2012 nos levantamos porque los pronunciamientos de que nos vamos a poner bajo la Roma modernista equivale a comprometer la Fe, ¿por qué? Porque eso significa  aceptar el modernismo, por lo tanto es un compromiso de la Fe. Nosotros no podemos tolerar eso. Rezamos por Monseñor Williamson, por Monseñor Faure, por Monseñor Zendejas, rezamos por todas las almas en el mundo. Debemos pelear por la Fe y defender la verdad católica.

  Tenemos que desobedecer al Papa Francisco porque no está siguiendo la Verdad. La siguiente autoridad es el obispo de la diócesis, lo estamos desobedeciendo porque está enseñando Vaticano II  y mi autoridad en la FSSPX es Monseñor Fellay quien es el superior de la Fraternidad pero yo tengo que obedecer los estatutos de la FSSPX, los demás obispos son obispos auxiliares, no tienen autoridad  por eso estamos siguiendo la posición  de Monseñor Marcel Lefebvre y la tradición de la Iglesia de dos mil años.  Estamos firmes en la Fe,con la Fe no se juega. La Santísima Virgen nos va a proteger.


martes, 26 de septiembre de 2017

SIETE INSTANTES EN LA ETERNIDAD


                                                       

   Petición: Santo temor de Dios.
   1.- PRIMER INSTANTE: EL DE LA MUERTE.
   ¡Qué terrible, qué desconocido, qué trascendental! De él depende toda la eternidad. ¿Cuándo será? Dios lo tiene prescrito y fijado. ¿Estaré en gracia o en pecado? ¿Dónde me cogerá? ¿Quién me acompañará?

   2.- SEGUNDO INSTANTE: EL DEL JUICIO.
   En sólo ese instante veré de una vez toda mi vida, todos mis actos y omisiones, todos mis pensamientos, deseos, imaginaciones, afectos, sensaciones. Cada acto con su mérito o demérito, sus agravantes o atenuantes.
   En ese instante no habrá más que juez y reo, Dios y el alma. Iluminará la conciencia una luz sobrenatural vivísima, que descubrirá las motas imperceptibles del alma, como cuando en una habitación oscura, donde no se ve nada, entra de repente un rayo de sol y descubre los millones de corpúsculos microscópicos que flotan en el ambiente.
   Con más claridad se verán los actos de nuestra vida, la suma exactísima de todos los buenos con la resta exactísima de todos los malos.
   Acuérdate, Jesús piadoso, que por mí bajaste al mundo; no me pierdas en aquel día.

   3.- TERCER INSTANTE: LA SENTENCIA.
   Pensémoslo o no, llegará indefectiblemente. ¿Cuál será nuestra sentencia? ¿Eternidad feliz? ¿Eternidad desgraciada? Si feliz, ¿con qué grado de gloria? Si desgraciada, ¿con qué grado de pena? Si al purgatorio, ¿con qué intensidad de pena? ¿Por cuánto tiempo? ¡Qué inmensa dicha ir al cielo! ¡Qué inmenso dolor ir al infierno!

   4.- CUARTO INSTANTE: PARA EL ALMA PECADORA: ENTRADA EN EL INFIERNO.
   ¡Qué horrendo instante! ¡Entrar en aquel pozo sin fondo! ¡Caer en manos de los demonios! ¡Sufrir la compañía de tanto malvado! ¡Abrasarse en aquel fuego! ¡Padecer aquellas tinieblas! ¡Desesperarse sin fin! ¡Sentir que se cierra la puerta para no abrirse jamás! ¡Oír aquel reloj: siempre, siempre, siempre!

   5.- QUINTO INSTANTE: PARA EL ALMA JUSTA: ENTRADA EN EL PURGATORIO.
   Si tiene que purgar, ¿quién la conducirá? ¿Por dónde irá? ¿Con quiénes padecerá? ¿Por cuánto tiempo? ¿Con qué intensidad? ¿Qué clase de penas?

   6.- SEXTO INSTANTE: PARA EL ALMA DEL PURGATORIO: SU SALIDA DE ÉL.
   ¿Quién se la comunicará? ¿Quién sacará al alma de aquella cárcel? ¿Quién la acompañará hasta el cielo? ¿San Miguel Arcángel? ¿El Ángel de la Guarda? ¿Las almas de sus padres, hermanos, hijos? ¿Las almas de sus hermanos en religión? ¿Las que favoreció con sufragios?

   7.- SÉPTIMO INSTANTE: LA ENTRADA TRIUNFANTE EN EL CIELO.
   ¡Qué inmenso gozo! ¡Qué luz clarísima y dulcísima! ¡Qué vista la de los ángeles, los santos, la Santísima Virgen María, Cristo, la Trinidad beatísima! ¡Qué recibimiento! ¡Qué entrada tan triunfal hasta el trono de Dios! El coronará al alma con la corona de la justicia, corona de inocencia, de penitencia, de virginidad, de martirio, de los votos religiosos.

  Y ya puesta en su trono cantará eternamente:  ¡Te Deum laudamus! ¡Llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria!




Ignacianas, Angel Anaya, S.J.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

ERRORES DE LOS OBISPOS WILLIAMSON, ZENDEJAS, FAURE (FALSA RESISTENCIA) 1a Parte


(EXTRACTOS DE LA CONFERENCIA)

La batalla de la Resistencia es una batalla de la Fe.  ¿Por qué somos Católicos Tradicionales? San Pablo dice: he transmitido lo que recibí. Tenemos que transmitir la Fe que recibimos sin adiciones, sin supresiones, sin alteraciones. El Concilio Vaticano II es una alteración oficial de la fe hecha por la iglesia conciliar. Ellos mismos se auto llamaron la iglesia conciliar. Esta iglesia es diferente de la que fundó nuestro Señor Jesucristo, está centrada en el hombre. La Iglesia que nuestro Señor fundó está centrada en adorar a Dios, aleja a las almas  del infierno.

  El único medio de salvación es el cuerpo místico de nuestro Señor Jesucristo, y puesto que nuestro Señor Jesucristo es la Verdad,  Él  mismo dijo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida,  es así que la Verdad es nuestro Señor Jesucristo, y su Cuerpo místico que representa  a Jesucristo debe ser el Camino,  el único camino que conduce al Cielo, la Verdad, que es la expresión de la verdad completa de nuestro Señor sin alteración, la Vida, la única manera de vivir fuera del pecado y evitar el infierno es por el Cuerpo Místico de Jesucristo.

  El Vaticano II tiene documentos que van contra la enseñanza de la Iglesia en los cuales dicen que sí hay otro camino: el ecumenismo; que hay otra verdad: la libertad religiosa; y por supuesto otra vida fuera del Cuerpo místico de Cristo y fuera de la Tradición.

  Monseñor Lefebvre se levantó contra los errores del Vaticano II para mantener la Tradición. Fundó la Fraternidad San Pío X. Puesto que la mayoría de la iglesia tomó la dirección de la iglesia conciliar alejando a las almas de Dios, se hizo un estado de grave necesidad, de crisis en la iglesia.

  En  2012 la Fraternidad cambió su actitud frente a Roma, y Monseñor Fellay comenzó a decir que Roma estaba cambiando su actitud respecto a ellos. El problema esencial es que comenzaron a cambiar la doctrina.  En 2012 la FSSPX a través de la declaración doctrinal estableció que el ecumenismo y la libertad religiosa son una dificultad reconciliable con la Tradición. Esto es un error pues el ecumenismo y la libertad religiosa son contrarios a la Fe. 

También en 2012 la FSSPX bajo seis condiciones se obligó a si misma a hacer un acuerdo con Roma modernista. La primera condición es contraria a la Fe y es pedir la libertad para criticar personas y novedades y  la libertad para profesar la Fe. Profesar la Fe es una obligación, no es un derecho, y puesto que es una obligación, el católico que pide el derecho de ser católico y la libertad para ser católico renuncia a su Fe.   San Pío X dice que si alguien hace de la Fe católica una opción, la hace un asunto de un derecho, está dejando la Fe en la puerta.

  El propósito de la FSSPX es mantener la Fe Católica Romana sin alteración. La alteración en este caso es la aceptación del Vaticano II a la luz de la tradición, la aceptación de la nueva misa como válida y legítimamente promulgada.

  Ahora veamos la crisis visible en la Resistencia que inició en noviembre-diciembre 2014. Al principio estábamos todos trabajando juntos, Monseñor Williamson, Padre Chazal, Padre Hewko. ¿Cuál era la fuente de esta unidad? Hubo una fuente negativa de unidad que es el trabajar contra Monseñor Fellay en su movimiento hacia Roma, contra Vaticano II y la misa nueva. La unidad positiva consiste en ser católicos y defender la fe contra todo aquello que esta en su contra.

Entonces ¿que paso? Monseñor Williamson (Noviembre 2014) comenzó a decir públicamente que puede haber gracia en la misa nueva. Yo mismo [R.P.Pfeiffer] le dije a mons. Williamson que no podía decir eso, que era incorrecto, fui acusado de criticar a mons Wiliamson, yo sólo dije lo que el dijo públicamente. Mas tarde en junio de 2015 repitió lo mismo, que si hay gracia en la misa nueva, esto mismo lo repitió después en múltiples comentarios Eleison. Esto que ha dicho mons Wiliamson va en contra de lo enseñado por el arzobispo Lefebvre, si fuera cierto lo dicho por Williamson, tendríamos que unirnos a la iglesia conciliar y esperar mejores tiempos.

Tenemos que ver si el Vaticano II es un problema esencial o es un problema  secundario. En nuestra batalla con el Vaticano II hay niveles de problemas secundarios, algunos son más serios que otros; pero la iglesia conciliar es un problema esencial, el Vaticano II y la misa nueva son problemas esenciales.

Si yo estoy convencido de que el Vaticano II es un problema esencial y alguien me dice que no hay ningún problema no le voy a creer; si alguien me dice que asistiendo a la misa nueva me voy a salvar, no le voy a creer, porque   yo sé que el Vaticano II lleva al infierno y que está lleno de herejías.  Entonces, mejor me dicen que no hay ningún problema con el Vaticano II ni con la nueva misa, que porque el problema está afuera del Vaticano II y afuera de la misa nueva. Así las personas tendrían que dejar de pensar que estos son problemas esenciales, para después pensar que son problemas secundarios y finalmente pensar que en realidad ni son problemas, para luego decir que hay la obligación de obedecer. Así que todo error sigue estos pasos.

Por ejemplo, en el siglo XVII los protestantes  estaban tan  horrorizados con la idea del  ecumenismo tanto como los católicos, pues ellos pensaban que formaban parte de la religión católica.   Tomó tiempo para que este error siguiera la ruta que señalamos, hasta que llegó a convertirse en un asunto de ley, para ahora decir que todas las religiones están bien, y quien no acepte esto puede ir a prisión. De ser un problema esencial pasó a un problema secundario, después a no ser ningún problema para después convertirse en un asunto de ley; este es el modo como el ecumenismo y todos los errores se comportaron.

Aplicado al asunto de la Resistencia, Monseñor Williamson, cambió  Vaticano II y la misa nueva de ser un  problema esencial a un problema muy serio pero secundario.  Monseñor Williamson está  conduciendo las mentes de las almas de la Resistencia a la idea  que la nueva misa y el Vaticano II aún son malos, dañinos, pero que son un problema secundario. 

Esta es la nueva visión que tienen los que llamamos “falsa Resistencia”, sobre la nueva misa y Vaticano II. Monseñor Wiliamson dice que la nueva religión puede ayudar a vivir tu fe, pero no dice que la nueva religión  es buena. El problema de Vaticano II es ambiguo dice, esto es falso. Vaticano II es erróneo y también tiene cosas ambiguas. Si vamos a decir que Vaticano II es ambiguo, eso significa que no va más allá que ambiguo.

   Debemos decir que Vaticano II es falso, es erróneo y es herético y no que es ambiguo, pues es mucho más que eso.  El obispo Zendejas dice la misma  cosa. Dijo en el blue paper 300 que el problema del Vaticano II es que es ambiguo. No sólo es ambiguo es erroneo. Se le preguntó: ¿Hay fe en la iglesia conciliar? Sí hay contestó. Es un deber del obispo señalar el peligro, estos cambios no son cambios secundarios. Cuando decimos que un problema esencial es ahora un problema secundario, va a significar que es  ya no es nuestro objetivo principal. Entonces, ¿cuál va a ser el objetivo principal?

Por ejemplo, un sacerdote me llegó a decir que no hay diferencias sustanciales entre los sedevacantes y los no sedevacantes, porque lo que importa es el nivel de moral, ir a la misa en latín, rezar el Rosario, ser espiritual; que estas son cosas esenciales y que los dogmas, la libertad religiosa, el ecumenismo, Vaticano II, la misa nueva,  son asuntos secundarios, y que lo principal es la moral. Esto es falso. San Atanasio en el credo de San Atanasio dice que ningún hombre puede salvarse a menos que acepte la Fe total y completa.

   Debemos creer toda la enseñanza de la Fe. Monseñor Williamson enseña que la misa nueva no es muy buena, la nueva misa todavía no me gusta, Vaticano II no es muy bueno, no me gusta, que el problema es la ambigüedad del Concilio, que aún hay bien en el Concilio, que aún hay bien en la misa nueva… por supuesto que hay muchas personas maravillosas en la nueva misa, muchos sacerdotes maravillosos, muchos fieles maravillosos que van a estar en el cielo cuando mueran y que muchos católicos tradicionales pueden ir  al infierno cuando mueran; sin embargo, sólo aquellos que sigan la doctrina católica tradicional de la Iglesia van a salvarse.

  El obispo Faure defiende a Monseñor Williamson, y esto es dañino para las almas. En St Marys Kansas en el 2015 dijo que está de acuerdo con Monseñor Williamson cuando habló de  milagros en la misa nueva, yo mismo hablé con él en India y habló de los milagros en la misa nueva. Esto no puede ser  verdad, ya que los milagros vienen de Dios con el propósito de CONFIRMAR en la Fe y estos falsos milagros vienen del demonio para alejar a las almas de la Fe. Sabemos que en tiempo del Anticristo habrá muchos falsos milagros, para engañar si fuera posible incluso a los elegidos. Estos falsos milagros confirmarían lo bueno de la misa nueva, llevaría las almas a esa misa, confirmaría lo bueno de la nueva iglesia,  conducirían a las almas a creer que la nueva iglesia no es tan mala.

 Como  Católicos sabemos que  el error en doctrina es infinitamente peor que el error en moral. Ahora encontramos sacerdotes católicos de la Tradición que dicen que primero deben enseñar moral y luego hablar del Vaticano II. Esto es falso. Debido a las herejías del Vaticano II la gente vive inmoralmente. Por lo tanto hay que señalar esas herejías, ahí está la causa. Si quitamos las herejías vamos a quitar la inmoralidad.

  Monseñor Faure, además,  defiende el caso del Padre Abraham. El Padre Abraham admitió que es culpable, que tiene el problema de pedofilia y homosexualidad. Fue cesado, expulsado de la FSSPX  y castigado por Monseñor Fellay.  Ya no podía celebrar la Santa Misa sino únicamente en privado.  Entonces Monseñor Williamson  poco después  del 2012 le encargó al Padre Abraham hacerse cargo de las almas. Él no quería hacerlo, le dijo que tenía que hacerlo por obediencia.  Vive con Monseñor Williamson en su casa…      
CONTINUARÁ LA TRADUCCIÓN     

lunes, 18 de septiembre de 2017

SOBRE EL REZO DEL SANTO ROSARIO: S.S PIO XII



Carta Encíclica
“INGRUENTIUM MALORUM”
de nuestro Santísimo Señor por la Divina Providencia
PAPA PÍO XII a los Venerables Hermanos Patriarcas, Primados, Arzobispos, Obispos y demás Ordinarios de Lugar en Paz y Comunión con la Sede Apostólica sobre el Rezo del Santo Rosario
durante el mes de octubre, principalmente.
(15 de septiembre de 1951)

Venerables hermanos, salud y bendición apostólica.

1. Desde que fuimos elevados a la suprema cátedra de Pedro, por designio de la divina Providencia, a la vista de los males inminentes, no hemos cesado nunca de confiar al valiosísimo patrocinio de la Madre de Dios los destinos de la familia humana, y a este fin, como bien sabéis, hemos escrito a menudo cartas de exhortación. Conocéis bien, ¡oh venerables hermanos!, con cuánto celo y con cuánta espontaneidad y concordia ha respondido el pueblo cristiano por todas partes a nuestras sugerencias. Lo han atestiguado repetidas veces granciosos espectáculos de fe y de amor hacia la augusta Reina del cielo y, sobre todo, aquella manifestación de universal alegría que en el último año nuestros propios ojos pudieron contemplar en cierto modo, cuando en la plaza de San Pedro, circundados por una inmensa multitud de fieles, proclamamos solemnemente la Asunción de María Virgen al cielo.

2. Si bien el recuerdo de estas cosas nos es grato y nos consuela con firme esperanza en la divina misericordia, al presente, sin embargo, no faltan motivos de profunda tristeza que solicitan y angustian nuestro ánimo paternal.

Tristes condiciones de los tiempos presentes
3. Conocéis, en efecto, venerables hermanos, las tristes condiciones de nuestros tiempos. La unión fraternal de las naciones, rota desde tanto tiempo, no la vemos aún restablecida en todas partes, pero por todos lados vemos los espíritus trastornados por el odio y la rivalidad, e incluso se cierne sobre los pueblos la amenaza de nuevos y sangrientos conflictos. A esto se suma aquella violentísima tempestad de persecuciones que ya desde largo tiempo azota con crueldad a la Iglesia, privada de libertad en no pocas partes de la tierra, afligiéndola durísimamente con calumnias y angustias de todo género, haciendo correr también a veces la sangre de los mártires.

4. ¡A Cuáles y cuántas insidias vemos sometidos los ánimos de muchos de nuestros hijos en aquellas regiones para que rechacen la fe de sus padres y se aparten miserablemente de la unidad con esta Sede Apostólica! Ni, finalmente, en modo alguno podemos pasar en silencio un nuevo crimen respecto al cual deseamos vivamente reclamar no sólo vuestra atención, sino también la de todo el clero, la de cada uno de los padres y la de la misma autoridad pública; nos
referimos a aquellos perversos designios de la impiedad contra la cándida inocencia de los niños. Ni siquiera la edad inocente ha sido perdonada, sino que se osa arrancar también, con gesto temerario, las flores más bellas del místico jardín de la Iglesia, que constituyen la esperanza de la religión y de la sociedad.

Si se medita sobre esto, no debe suscitar gran sorpresa el hecho de que por todas partes los pueblos giman bajo el peso del divino castigo y vivan con la pesadilla de calamidades todavía mayores.
Alzad los corazones a la Madre de Dios

5. Sin embargo, la consideración de una situación tan cargada de peligros no debe abatir vuestro ánimo, venerables hermanos, sino que, acordándoos, por el contrario, de aquella divina enseñanza: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá» (Lc 11, 9), con la mayor confianza proponeos alzar espontáneamente vuestros corazones hacia la Madre de Dios, donde siempre ha
buscado refugio el pueblo cristiano en la hora del peligro, ya que Ella «ha sido constituida causa de salvación para todo el género humano».

6. Por ello esperamos con alegre expectación y reanimada esperanza el retorno del mes de octubre, durante el cual acostumbran acudir los fieles con mayor frecuencia a la iglesia para elevar sus súplicas a María por medio del santo rosario. Preces que este año, venerables hermanos, deseamos se hagan con mayor fervor de ánimo, cual lo requieren las necesidades crecientes. Nos es bien conocida, en efecto, su poderosa eficacia para obtener la ayuda maternal de la Virgen; la cual, aunque pueda conseguirse con diversas maneras de orar, sin embargo estimamos que el santo rosario es el medio más conveniente y eficaz, como lo recomiendan su origen, más celestial que humano, y su misma naturaleza. ¿Qué plegaria, en efecto, más idónea y más bella que la oración
dominical y el saludo angélico, que forman como las flores de que está compuesta esta mística corona?

Asociándose, además, a la oración vocal la meditación de los sagrados misterios se obtiene otra grandísima ventaja, a saber: que todos, incluso los más sencillos y los menos instruidos, encuentran en ella una manera fácil y rápida para alimentar y custodiar la propia fe. Y en verdad que con la meditación frecuente de los misterios el espíritu insensiblemente absorbe la virtud que allí se encierra, se inflama extraordinariamente con la esperanza de los bienes inmortales y se espolea con fortaleza y suavidad para seguir las huellas del mismo Cristo y de su Madre. La misma recitación de fórmulas idénticas, tantas veces repetidas, lejos de hacer la oración estéril y enojosa, posee una admirable virtud para infundir confianza en el que reza y hacer dulce violencia al corazón materno de María.

Excelencias del Santo Rosario
7. Trabajad, pues, con especial solicitud, venerables hermanos, para que los fieles puedan cumplir este oficio con la mayor diligencia con ocasión del próximo mes de octubre, y el santo rosario sea por ellos muy convenientemente estimado y profusamente practicado. Por vuestra labor el pueblo cristiano podrá comprender su excelencia, su valor y su saludable eficacia.

8. Empero, es sobre todo en el seno de las familias donde Nos deseamos que la costumbre del santo rosario sea difundida por todas partes, religiosamente custodiada y cada vez más desarrollada. Inútil es, desde luego, tratar de llevar remedio a los destinos vacilantes de la vida civil si la sociedad doméstica,
principio y fundamento de la unión humana, no es «reincorporada» a las normas del Evangelio. Nos afirmamos que el rezo del santo rosario en la familia es un medio grandemente eficaz para conseguir un fin tan arduo. ¡Qué espectáculo de placidez y tan sumamente grato a Dios cuando, a la caída de la tarde, el hogar
cristiano resuena con el frecuente eco de las alabanzas en honor de la augusta Reina del cielo! Entonces el rosario, recitado en común, une ante la imagen de la Virgen, con admirable concordia, los corazones de padres e hijos que retornan del trabajo diario; además, los une piadosamente con los ausentes y con los difuntos, y, por fin, liga a todos más estrechamente con el suavísimo vínculo del
amor a la Virgen Santísima, la cual, como Madre amantísima entre sus hijos, se hallará presente, concediendo con abundancia los bienes de la unidad y de la paz domésticas.

Entonces el hogar de la familia cristiana, semejante al de Nazaret, se convertirá en una terrenal morada de santidad y casi un templo, donde el santo rosario no sólo será la rogativa particular que todos los días se eleva hacia el Cielo en olor de suavidad, sino que constituirá también una escuela eficacísima de vida cristiana. En efecto: la consideración de los divinos misterios de la Redención
enseñará a los mayores a vivir enfrentados cotidianamente con el fúlgido ejemplo de jesús y de María, a recabarles consuelo en la adversidad y a dirigirse hacia aquellos tesoros celestiales «que no roban los ladrones ni roe la polilla»

(Lc 12, 33); llevará, además, a conocimiento de los pequeños las principales verdades de la fe, consiguiendo que en sus almas inocentes florezca como espontáneamente el amor hacia el benignísimo Redentor, cuando, al ver arrodillarse a sus padres ante la majestad de Dios, desde su más tierna edad, aprenderán cuán grande es el valor de la oración recitada en común. Sólo con la oración se afrontarán los peligros

9. No dudemos, por consiguiente, en afirmar de nuevo en público cuán grande es la esperanza por Nos depositada en el santo rosario para curar los males que afligen nuestro tiempo. No con la fuerza, ni con las armas, ni con la potencia humana, sino con la ayuda divina obtenida por medio de esta oración, como David con su bondad, la Iglesia podrá afrontar impávida al enemigo infernal,
repitiendo contra él las palabras del adolescente pastor: «Tú vienesa mí con la espada, con la lanza y con el escudo; pero yo voy a ti en el nombre del Señor de los ejércitos..., y toda esta multitud conocerá que el Señor no salva con la espada ni con la lanza» (1 Re 17, 44, 49).

10. Por esta razón, ¡oh venerables hermanos!, deseamos vivamente que todos los fieles, siguiendo vuestro ejemplo y vuestra exhortación, correspondan solícitos a nuestra paternal indicación, unidos sus corazones y sus voces con igual ardor de caridad. Si aumentan los males y los asaltos de los malvados, debe crecer igualmente el celo de todos los buenos y hacerse siempre más
vigoroso; esfuérzanse éstos por obtener de nuestra amantísima Madre, especialmente por medio del santo rosario, el que cuanto antes brillen tiempos mejores para la Iglesia y para la sociedad.

11. Roguemos todos que la poderosísima Madre de Dios, movida por las plegarias de tantos hijos suyos, nos obtenga de su Unigénito el que aquellos que se han desviado miserablemente del sendero de la verdad y de la virtud, vuelvan a él con renovado ánimo; el que felizmente se aplaquen los odios y las rivalidades que son fuente de discordia y de toda clase de desventuras; el que la paz, aquella paz verdadera, justa y genuina, vuelva a resplandecer sobre los individuos, sobre las familias, sobre los pueblos y sobre las naciones; el que, finalmente, asegurados como es justo los derechos de la Iglesia, aquel benéfico influjo derivado de ella, penetrando sin obstáculos en el corazón de los hombres, entre las clases sociales y en la entraña misma de la vida pública, aúne con fraternal alianza a la familia de los pueblos y la conduzca a aquella prosperidad
que regule, defienda y coordine los derechos y los deberes de todos, sin perjudicar a nadie, siendo cada día mayor por la recíproca y común colaboración.

Pensad en los desgraciados
12. Tampoco os olvidéis, venerables hermanos y dilectos hijos, mientras entretejéis nuevas flores orando con el rosario mariano; no os olvidéis, repetimos, de aquellos que languidecen desgraciados en las prisiones, en las cárceles, en los campos de concentración. Entre ellos se encuentran también, como sabéis, obispos expulsados de sus sedes únicamente por haber defendido con heroísmo los sacrosantos derechos de Dios y de la Iglesia; se encuentran
hijos, padres y madres de familia, arrancados de los hogares domésticos, que pasan su vida infeliz por ignotas tierras y bajo ignotos cielos. Como Nos envolvemos con un afecto singular a todas estas gentes, así también vosotros, animados de aquella caridad fraterna que emana de la religión cristiana, unid junto a la nuestra vuestras preces ante el altar de la Virgen Madre de Dios y
recomendadlos a su corazón maternal. Ella, sin duda alguna, con dulzura exquisita, aliviará sus sufrimientos, reavivando en los corazones la esperanza del premio eterno y no dejará de acelerar, como firmemente confiamos, el final de tantos dolores.

13. No dudando que vosotros, ¡oh venerables hermanos!, con el celo ardiente que os es acostumbrado, llevaréis a conocimiento de vuestro clero y de vuestro pueblo, en la manera que os parezca más oportuna, esta nuestra paternal exhortación, y asimismo, teniendo por cierto que nuestros hijos diseminados por todas partes sobre la tierra, responderán de buen grado a este nuestro llamamiento, concedemos con cordial efusión nuestra bendición apostólica,
testimonio de nuestra gratitud y augurio de celestiales gracias, a cada uno de vosotros, en particular a aquellos que durante el mes de octubre especialmente reciten con devoción el santo rosario.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 15 del mes de septiembre, fiesta de los Siete Dolores de la bienaventurada Virgen María, el año 1951, decimotercero de nuestro pontificado.
Pius PP XII.


sábado, 16 de septiembre de 2017

LA PSEUDO-RESTAURACIÓN (CAPITULO IV): R.P. TAM

NDB: En este capítulo el R.P. Tam expone las intenciones revolucionarias del entonces Cardenal Ratzinger, ejecutadas durante el pontificado de Juan Pablo II y por él mismo en su pontificado. El entonces teólogo Ratzinger fue ideólogo del Concilio Vaticano II junto con Karl Rahner y otros pseudo-teólogos de triste memoria. 

El mismo Cardenal Ratzinger es autor intelectual de la macabra estrategia de poner una cuña entre los fieles que sólo quieren la misa tradicional y sus mieles [*], contra los que quieren conservar todos los ideales de la Iglesia Católica y el reinado social de NSJ. A éste tipo de católicos fueron llamados integristas o radicales.  
[*La misa católica tradicional no es el único baluarte del catolicismo en juego. Lo es primordialmente la defensa de la fe y defender los sacrosantos derechos de Dios y de la Iglesia].

De la misma forma siguen siendo así llamados, integristas, radicales etc.. por los adeptos de la nueva FSSPX y por los adeptos de la falsa resistencia [adeptos de Mons. Williamson]. Respecto, a ésta falsa resistencia, no se sabe exactamente a que resisten pues no sostienen, sus obispos posturas doctrinales públicas, recomiendan las misas de la FSSPX [critican pero recomiendan sus misas, vaya contradicción], favorecen indirectamente la misa nueva etc..; eso sí, son enemigos públicos y no recomiendan a los católicos integristas, radicales o tradifariseos, neologismo acuñado por ellos mismos. 

Las únicas posturas públicas que se pueden encontrar son la de sus adeptos por medio de sus sitios de internet, ellos mismos se erigieron como defensores oficiosos de la falsa resistencia.

Por último en este capítulo el padre Tam expone las principales ideas de la Conferencia dictada por el entonces cardenal Ratzinger a los obispos de CHILE. Discurso muy poco conocido y menos publicitado, es evidente que entre revolucionarios se entienden bien. (Discurso del Cardenal Ratzinger a los Obispos de Chile, “Concilium”, 1988).




Cardenal Ratzinger, separándose de sus compañeros de ruta, asume y se convierte en el porta-estandarte de la reacción -previsible tras la Revolución liberal del Concilio- intentando atraer hacia sí a todos los descontentos, cediendo en todo lo que puede ser cedido, pero conservando fielmente los principios de la libertad religiosa

Estudiando las doctrinas del Cardenal Ratzinger en el Concilio, y que no han sido nunca desmentidas, y que son las mismas de toda la corriente progresista, tiene uno la tentación de pensar que mientras la corriente progresista sigue poniendo en práctica las conclusiones lógicas y los más radicales de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, el Cardenal Ratzinger, con los conservadores, se ocupa de dirigir la fase conservadora de la Revolución en la Iglesia con el fin de recuperar y eliminar toda reacción.

Actualmente, después del Papa, el Cardenal Ratzinger es la persona más importante en esta operación, porque se ven con más claridad en el Cardenal que en el Papa, los fundamentos teóricos de la Seudo-Restauración.

Durante el Concilio, era (y sigue siéndolo) uno de los representantes del progresismo: “Ratzinger.... aparece como un de los fundadores de la Revista internacional "Concilium" que reunía lo que entonces se llamaba “ala progresista” de la teología” (“Jesus” noviembre 1984. pg.69).

Su progresismo es visible en sus escritos, contra el centralismo romano, sobre la infalibilidad del pueblo cristiano, contra el “constantinismo” en particular sobre el Syllabus y las deformaciones de las doctrinas de Pío IX y San Pío X, sobre los peligros del “fariseismo” en la Iglesia, en los discursos sobre la colegialidad, sobre “El Papa que no es Pedro”, sobre la crítica de la teología que se limita al Magisterio que él denomina “teología de las Encíclicas” que “nacen del miedo” o de “la poca fe” o de “la teología de la conservación” y sobre los errores del “papismo” (31).

Aún reconociendo a cada persona el derecho a cambiar de idea, el mismo Cardenal en el libro “Entretien sur la foi”, afirma explÍcitamente: “No soy yo el que ha cambiado, son ellos (los de “Concilium”), [...] Siempre he querido permanecer fiel al Vaticano II, este hoy de la Iglesia, sin nostalgia por un ayer irremediablemente pasado, sin impaciencia por un futuro que no nos pertenece.” (32)

Siguiendo un paralelismo histórico podríamos decir, a riesgo de ser repetitivos, que si los demás teólogos progresistas siguen extrayendo las consecuencias lógicas de su jacobinismo, el Cardenal Ratzinger, separándose de sus compañeros de ruta, asume y se convierte en el porta-estandarte de la reacción -previsible tras la Revolución liberal del Concilio- intentando atraer hacia sí a todos los descontentos, cediendo en todo lo que puede ser cedido, pero conservando fielmente los principios de la libertad religiosa, la colegialidad y el ecumenismo, a ejemplo de los girondinos con Napoleón durante la Revolución Francesa.

1.- Las ideas del Cardenal Ratzinger.

A) “Entretien sur la foi”

En el libro Entretien sur la foi, el Cardenal Ratzinger se declara favorable a una vía intermedia, entre la posición católica tradicional y el progresismo. (cf. cap. 2. p. 27,“Dos errores opuestos”).
“La cuestión clave [...] no consiste en “volver hacia atrás”, sino más bien en “volver a los textos auténticos del auténtico Vaticano II”. Defender hoy la verdadera Tradición de la Iglesia significa defender el Concilio” (cf. p. 32).

Según el Cardenal, no hay ninguna ruptura con la Tradición. “Es también culpa nuestra si hemos dado excusa, tanto a la “derecha” como a la “izquierda” para que puedan pensar que el Vaticano II constituye una “ruptura”, un abandono de la Tradición. Por el contrario, hay una continuidad, que no permite ni regreso al pasado
ni huida hacia adelante... Es el hoy de la Iglesia al que debemos permanecer fieles,no al ayer ni al mañana.” (cf .p. 32).

El Cardenal manifiesta su intención de terminar con el caso Lefebvre: “Su receta para eliminar toda razón de ser al caso Lefebvre [...] mostrar la verdadera faz del Concilio: así se podrá privar de fundamento a estas falsas protestas.” (cf. p. 35, “Un remedio contra el anacronismo”).

“Vaticano II, tenía razón al desear una revisión de las relaciones entre la Iglesia y el mundo. Porque hay unos valores que, incluso si han nacido fuera de la Iglesia, pueden, una vez corregidos, encontrar su lugar dentro de la visión de la Iglesia.

En aquellos años se ha trabajado en este sentido, pero quien piense que estas dos realidades pueden unirse o incluso identificarse sin conficto, demostraría no conocer ni la Iglesia ni el mundo. (cf .p. 38, “Ruptura no, sino continuidad”).

“He aquí la respuesta textual del Cardenal: Si por restauración se entiende una marcha atrás, entonces ninguna restauración es posible. La Iglesia camina hacia el cumplimiento de la historia, mira hacia adelante, hacia el Señor que viene.

No, no se da marcha atrás, y no es posible dar la vuelta: ninguna restauración en este sentido será posible. Pero, si por restauración se entiende la búsqueda de un nuevo equilibrio, después de las exageraciones de una apertura indiscriminada al mundo, después de las interpretaciones demasiado positivas de un mundo agnóstico y ateo, bien, entonces una restauración, entendida en ese sentido, es decir, un equilibrio renovado de las orientaciones y de los valores en el interior de la catolicidad, sería deseable e incluso ya ha comenzado en la Iglesia. En ese sentido, se puede decir que la primera fase, después del Vaticano II ya ha concluido.” (cf. p. 40,
“Restauracion”)

El Cardenal Ratzinger pone sus esperanzas en los movimientos, sin mencionar al Opus Dei -que, según nosotros, es el más importante en la fase de la Seudo-Restauración- porque ello le hubiera causado todavía más problemas y hubiese, posiblemente, puesto al desnudo el plan.

“En ellos se dibuja -aunque sin hacer ruido- lo que nos haría soñar con una aurora o un nuevo Pentecostés en la Iglesia. Me refiero, por ejemplo, al Movimiento Carismático, o Camino Neocatecumenal, los Cursillos, los Focolari, Comunión y Liberación, etc.” (cf. p. 47, “La Esperanza de los Movimientos”)

El Cardenal también ve a los descontentos a los que hay que recuperar para impedir que caigan en manos de los integristas: “Ante ciertas aplicaciones concretas de la reforma litúrgica, y sobre todo, ante las opiniones de ciertos liturgistas, la dimensión del descontento es más amplia que en el integrismo” (cf. cap .IX, “Riquezas a salvar”, pág. 141).

B) El Cardenal Ratzinger al presentar el documento “Instructio”, manifiesta:
(1).- “Este (el texto) afirma, tal vez por primera vez con tanta claridad el que existen decisiones del Magisterio, que no pueden, como tales, ser la última palabra en la materia.

(2).- Pero son un enganche sustancial en el problema.

(3).- Son también, ante todo, una expresión de prudencia pastoral, una especie de disposición provisional.

(4).- El núcleo permanece válido.

(5).- Pero las partes, tomadas por separado, y sobre las cuales han influido las circunstancias de los tiempos, pueden tener necesidad de rectificaciones posteriores.

(6).- Esto podemos pensar, ya sea en las declaraciones de los Papas sobre la libertad religiosa, ya sea en las decisiones antimodernistas de comienzos de siglo, sobre todo en los decretos de la Comisión Bíblica de esa época. (Por lo tanto el “núcleo válido” no se refiere a la condena de la libertad religiosa, del anti-modernismo y lo que condenan los decretos de la Comisión bíblica.)

(7).- Como grito de alarma [...] permanecen plenamente justificados....

(8).- ...pero en determinados detalles de su contenido han sido rebasados, después de haber cumplido, en su momento, su misión pastoral.”(Ratzinger O.R. 27-6-1990)

C) “El nuevo pueblo de Dios”.
En su libro “Il nuovo popolo di Dio” (El nuevo pueblo de Dios) cuyo original en alemán fue publicado en 1969, entre otras ideas, en relación con el espiritu laicista, el Cardenal Ratzinger manifiesta: “Cristo, en el plano de la ley de la religión, no fue sacerdote sino laíco” (cf. pág.119) (33).

El constantinismo: el profesor Ratzinger no se limita a criticar el constantinismo antiguo y medieval, sino que descubre además las desviaciones más cercanas a nosotros:

“Convendría que recordásemos, además de los hechos de la Edad Media y de la Antiguedad, los que están más próximos a nosotros en el tiempo, aquellos que podemos percibir de forma inmediata como una deformación: en particular, la reacción cristiana experimentada en el siglo XIX y comienzos del XX, en el Syllabus de Pío IX y durante el pontificado de Pío X. 

Harnack ha dicho, exagerando por supuesto, pero no sin razón, que de esta forma la Iglesia ha condenado la cultura y la ciencia modernas, cerrándoles la puerta; y aquí podemos añadir: la Iglesia ha descartado la posibilidad de vivir la vocación cristiana como algo actual, por estar demasiado interesada y apegada al pasado” (cf.pág.296-197).

Ratzinger, con su mentalidad moderna, cree ver un peligro de neoconstantinismo en una especie de “fariseísmo” y de "qumranismo".

“¿Quién podría poner en duda que hoy también existe en la Iglesia el peligro del fariseísmo y del qumranismo? ¿En efecto, no ha intentado la Iglesia construir su pequeño mundo, perdiendo definitivamente la posibilidad de ser "sal de la tierra y luz del mundo", durante su movimiento de evasión del mundo que se vio acentuado en el reinado de Pío IX? 

El aislamiento en su pequeño mundo -una clausura que ha durado demasiado tiempo-....

Está claro que ésa no es la forma ideal de renovar la Iglesia. Con el celo de Pablo IV, ya el intento naufragó, porque quiso suspender el Concilio de Trento, para renovar la Iglesia con el fanatismo de los zelotes” (cf. 298-299).

Nueva Teología: Como profesor de teología, ya lo era entonces, Joseph Ratzinger definía con gran lucidez la esencia y los límites de lo que debe ser una teología correcta después del Concilio Vaticano II. Para empezar critica asperamente lo que él denomina “teología de las Encíclicas”:

“Teología de las Encíclicas” significa una forma de teología en la cual la tradición parece debilitarse en cada declaración del Magisterio Papal (Cf. pág. 310).

Finalmente, la nueva teología se reconcilia plenamente con el mundo, reconociéndole su total autonomía, en armonía con la transparencia del discurso de apertura de Juan XXIII en el Concilio:

...hasta aquí era habitual [el Cardenal Ratzinger que ama hablar de “continuidad” confiesa que rompe con el pasado, n.d.l.r.] considerar a la Edad Media como la época cristiana ideal y aspirara a la plena identificación entre la Iglesia y el mundo como un único fin; y al contrario la era moderna era vista como una gran caída, comparada con el relato del hijo pródigo que sale de la casa paterna llevando consigo todos sus bienes y deseando después -en la Segunda Guerra Mundial- el pienso de los cerdos; en estas comparaciones aparecía ya el deseo de un pronto regreso [.....] Es en Juan XXIII, posiblemente, en donde podemos hallar la más fuerte crítica al romanismo medieval, esta mirada hacia atrás que ve un patinazo de las cosas hacia lo peor [...] es lo que condujo al Papa del Concilio hacia una teología de la esperanza, que nos parece el límite del optimismo ingenuo. (Cf. pág. 341).

Por el contrario, el Concilio también manifestó y concretó su voluntad de desarrollar la teología a la luz de todas las fuentes, en su integridad, de mirar estas fuentes no desde el filtro del Magisterio de estos últimos cien años, sino de leerlos y comprenderlos a partir de ellos mismos: el Concilio ha manifestado su voluntad de escuchar no sólo a la tradición católica, sino de profundizar y asumir de forma crítica el desarrollo teológico de las demás iglesias y confesiones cristianas” (cf. pág. 310-311).

Sobre la unidad de la Iglesia: “Unidad de la Iglesia no significa necesariamente iglesia unitaria....

Incluso se podría pensar, sin duda, en una forma especial de cristiandad, reformada en la unidad de la única Iglesia; en fin, habrá que reflexionar sobre la forma de dar a la Iglesia de Asia y de Africa, así como a las de Oriente, una forma que les sea propia, como los “patriarcados” o “grandes iglesias” autónomas, o el nombre que se les quiera dar a tales iglesias en la Iglesia del futuro” (cf. pág. 155-156) (34).

Acerca de la critica del Magisterio papal: “...una crítica del discurso del Magisterio papal sería posible, incluso necesaria, en la medida en que faltare suficiente cobertura en la Escritura, fundamentos en el Credo, en la fe de la Iglesia universal. Allí donde la unanimidad de la Iglesia universal o un testimonio claro de las fuentes no existiera, una decisión comprometida no sería posible.

Si debiese producirse formalmente, le faltarían las condiciones indispensables y habría, entonces, que pasar por alto la cuestión de su legitimidad” (cf. pág. 158).

D) “Resultado y perspectivas en la iglesia conciliar”

En el libro “Resultado y perspectivas en la iglesia conciliar” (35), leemos:
“Estos últimos ciento cincuenta años, pocas cosas han causado tantos daños a la Iglesia como la defensa a ultranza de las posturas propias de “Iglesia de Estado” y superadas ya por las corrientes de la historia. (36).

El intento de defender la fe -amenazada por la ciencia moderna- con medios propios de protección del Estado, produce el resultado contrario, vaciando esta misma fe de su contenido intrínseco, y al mismo tiempo, impidiendo desde diversos aspectos, la necesaria regeneración espiritual.

Este intento ha dado lugar a una visión de la Iglesia como enemiga de la libertad, temerosa de la ciencia y del progreso, productos de la libertad del espíritu humano, dando así lugar al nacimiento de unas de las raíces más profundas de anticlericalismo.

Después de Constantino -con su apogeo en la Edad Media- y en la España absolutista de comienzos de la era moderna, el hecho de que la Iglesia haya recurrido a la ayuda del Estado, constituye para Ella -en el mundo de hoy- una de las más pesadas hipotecas, es un hecho al que nadie, capaz de pensar de forma histórica, puede evadirse.” (cf. pág. 25-26).

E) Los principios de la teología católica.

“Hoy nadie niega que los Concordatos español e italiano intentan conservar demasiadas cosas de una concepción del mundo que, desde hace mucho tiempo, no se corresponden con las circunstancias reales. Casi nadie podrá tampoco negar que este apego a una concepción trasnochada -las relaciones entre la Iglesia y el Estado- corresponden a un anacronismo similar en el dominio de la educación.” (37).

2.- El Cardenal Ratzinger y el intento de dividir a los tradicionalistas.

El Cardenal Ratzinger quiere meter una “cuña” entre los tradicionalistas que sólo quieren la Misa tradicional, que frecuentan nuestras capillas y los tradicionalistas que quieren además, el Reinado Social de Cristo, es decir, la dependencia de la sociedad temporal de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, y que son llamados “integristas”.

¿Lo conseguirá?
Entre los textos más importantes, están los prólogos del Cardenal Ratzinger a los libros de Monseñor Gamber: “La Reforme liturgique en question” y “Tournés vers le Seigneur”, así como la entrevista en el semanario “Il Sábato” del 24 de Abril 1993 donde insinúa que hay que dar la vuelta a los altares, y añade: “No es por hoy [...] ciertamente para mañana, pero hay que dejar esto a la Providencia, hemos también de prever una reforma de la reforma...”
He aquí lo que declara a la revista “Il Regno”:
“El fenómeno lefebvrista está en expansión, incluso aunque no se hable mucho de ello”

En cuanto a las perspectivas del futuro, por un lado veo un endurecimiento creciente de los responsables -pienso por ejemplo, en su crítica muy ácida al catecismo- así como otros fenómenos que dejan poco lugar a la esperanza de un nuevo diálogo; por otro lado veo también que numerosos laicos, frecuentemente con cierta formación cultural, participan en su liturgia sin identificarse con el movimiento. Por tanto hay que distinguir entre los responsables, muy seguros de sí mismos, que dicen: esta vez no será Roma quién ponga las condiciones, sino nosotros, que muestran una dureza sorprendente y preocupante, y por otro lado, un número de personas que participan en su liturgia, sin identificación, con la convicción de permanecer en plena comunión con el Papa y de no alejarse de la comunión de la Iglesia. Esta ambigüedad de situaciones hace difícil una acción futura. 

Siempre se puede intentar ayudar a aquellos que quieren ser católicos, en comunión con los obispos y con el Papa, a integrarse en la Iglesia, a hallar su hábitat en el interior de la Iglesia sin tener necesidad de recurrir a otras, y por otro lado, clarificar las condiciones reales de pertenencia a la Iglesia católica....

....Sólo construyendo puentes para favorecer el diálogo es como se podrán definir con más precisión también los límites” (Il Regno, abril 1994).

El discurso a los Obispos de Chile; texto para meditar.

1.- En primer lugar tranquiliza a los obispos al garantizarles que en el intento de alcanzar un acuerdo con Monseñor Lefebvre, se mantuvieron firmes en los principios de la Revolución liberal: “En este diálogo difícil, Roma ha unido la generosidad en todo aquello que es negociable, con la firmeza en lo esencial”.

2.- Su objetivo era recuperar la “reacción”. Defendiéndose de la críticas de los progresistas, el Cardenal Ratzinger cita el reproche de Monseñor Lefebvre según el cual el acuerdo que había firmado no tenía otro objetivo que integrar su Fundación en “la Iglesia del Concilio”.

3.- Monseñor Lefebvre escapó de su trampa: “De todas formas, el problema planteado por Monseñor Lefebvre no ha terminado con la ruptura del 30 de Junio de 1988.... Nuestro deber es preguntarnos que error hemos cometido y cuales podemos cometer aún.”

4.- El Cardenal Ratzinger se lamenta de que la reacción ha cristalizado, está ahí, es más importante de lo que parecía: “El hecho de que un número nada desdeñable de personas, más allá del circulo reducido de la Hermandad de Monseñor Lefebvre, vean en este hombre una especie de guía, debe hacernos reflexionar.”

5.- Hay que hacer un examen de conciencia. La Revolución se ha llevado a cabo de forma demasiado estrecha, sin dejar espacio suficiente a lo que no contradice a la Revolución misma. “El fenómeno (lefebvrista).... hubiera sido impensable sin los elementos positivos que no han encontrado espacio vital suficiente en la Iglesia de hoy.”

6.- Por tanto, hay que hacer inútil la reacción católica, concediendo suficiente espacio en las cosas menos importantes: “Así, podemos abrir un espacio a aquellos que buscan y piden desde el interior de la Iglesia, de este modo alcanzaremos a convertir el cisma en el interior de la Iglesia y a hacerlo superfluo.”

7.- Quitar a los tradicionalistas el mayor número posible de argumentos: “Mencionaré aquí tres aspectos que, a mi juicio, juegan un papel capital"

8.- Hacer la restauración litúrgica suprimiendo las diversas liturgias desacralizadoras:

“Un número elevado de fieles buscan refugio en la antigua liturgia [...] sacar la conclusión inmediata: hay que recuperar la dimensión sagrada de la liturgia.”

9.- Manifiesta su intención de mantenerse firme e inflexible en el postulado de la Revolución liberal en la Iglesia: “Hay que defender el Concilio Vaticano II contra Monseñor Lefebvre, como un deber que obliga cara a la Iglesia y como una necesidad permanente.”

10.- Para aquellos que aún no hayan comprendido, el Cardenal Ratzinger muestra en fin, donde se sitúa el centro del combate: “Ahora, dejando de lado la cuestión litúrgica, el punto central del conflicto se halla en el ataque a la libertad religiosa y contra el pretendido espíritu de Asís.”

11.- Sin embargo, los fieles parecen no caer en la trampa [NDB:ALGUNOS]:Todo esto lleva a muchas personas a preguntarse si la Iglesia de hoy es realmente, en verdad, la misma
de ayer, o si no se la habrán cambiado por otra sin haberlo prevenido a nadie” (Discurso del Cardenal Ratzinger a los Obispos de Chile, “Concilium”, 1988).


(31) Adista, 19-1-1987. pág. 3
(32) Cardenal Joseph Ratzinger, “Entretien sur la foi”, cap.I.p.17: “Teologien et pasteur”, Ed.
Fayard. Paris 1985.
(33) J. Ratzinger, “Il nuovo popolo di Dio”, Edc. Queriniana, Brescia, 1971.
(34) La creación de iglesias nacionales, cismáticas, fué siempre el sueño dorado de la Franc-
masonería.
(35) J. Ratzinger, “Resultado y prospectivas en la Iglesia Conciliar”, Buenos Aires, 1965, págs.
25, 26 y 42.
(36) Encontramos aquí también el error del Cardenal Ratzinger que concede, a priori, crédito a
la “corriente de la historia”, sin tomar en consideración que el mundo moderno es el fruto del relati-
vismo relgioso y de la política masónica.
Ratzinger afirma que estas proposiciones han quedado obsoletas, pero se cuida muy bien de
darnos las pruebas.
(37) J. Ratzinger, “Les principés de la theologie católique”, Ed. Tequi, Paris. l985. pág. 427-437